Entrevista publicada por Nagore Marcos en el diario Deia el 26/05/2015
¿Cómo definiría en una palabra el Athletic?
Ilusión.
¿Lo considera más que una religión?
No, porque el Athletic es una institución. Algo a respetar.
¿Cuál es su primer recuerdo de niño sobre el Athletic?
Recuerdo que jugando al fútbol en el patio, todos nos pedíamos ser alguien del Athletic. Yo quería ser Iribar.
¿Quién le metió el gusanillo del fútbol en casa?
En mi casa nadie, porque no son futboleros. La vena del Athletic es una cosa mía que me dio desde pequeño.
¿Es de los que no perdona un bocadillo y una cerveza cuando ve un partido de fútbol?
Si el partido es por la noche, el bocata es obligado. Si es por la tarde, hay que ir a San Mamés con el café tomado.
¿Qué jugador rojiblanco es su preferido en toda la historia?
Iribar, que ya hizo carrera en el Athletic (risas). Hemos tenido a los mejores jugadores.
¿Cambiaría un partido del Athletic por una buena cena o por una entrada para el cine?
Por un cine, sí; por una cena, no. Aunque lo ideal sería una cena con el partido en la televisión.
¿Si el Athletic fichara extranjeros lo entendería?
Entender sí, compartir no. Si algún día sucede, ya no será el Athletic que conocemos todos.
¿Un pronóstico para la final ante el Barcelona?
2-1, en la prórroga. Y con Messi renqueante. Creo que en esta ocasión tenemos más opciones que nunca porque no creemos en la victoria, vamos derrotados ya. Otras veces teníamos algo de ilusión y nos la metieron.
¿Le impone que la final sea en el Camp Nou?
Todo lo contrario, nos viene muy bien. Aunque se juegue en el Camp Nou, las gradas van a ser rojiblancas y a los jugadores de Barça les va a pasar factura que les piten y les griten en su propio campo. No están acostumbrados y van a flipar.
¿Qué sería capaz de hacer si el Athletic gana?
No sé de qué sería capaz, me quedaría sin saber qué hacer. Me desbordaría.