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viernes, 29 de abril de 2022

Cuando Zarra jugó… ¡con el Atlético de Madrid!

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Atlético de Madrid (30/04/2022)

El mítico ariete fue aclamado en el amistoso que los colchoneros perdieron contra el Independiente en el estadio Metropolitano el 23 de diciembre de 1953

El equipo de Buenos Aires realizó su primera gira por Europa desde diciembre de 1953 hasta finales de enero de 1954. En uno de sus compromisos, los de Avellaneda se enfrentaron en el estadio Metropolitano al conjunto local, el Atlético de Madrid, que reclutó para sus filas a Telmo Zarra. La prensa madrileña de la época no dejó de ensalzar la figura del ariete erandiotarra, que incluso abría las crónicas con su nombre. Ya en los días previos se podía leer que llegaba a la capital española “no como refuerzo, sino más bien como símbolo y con objeto de que los aficionados españoles a los que siempre ha impresionado y agradado, puedan testimoniarle su admiración, al tiempo que el capitán del equipo argentino le obsequiará con un recuerdo típico argentino”. Zarra se reencontraría once días después en San Mamés con el mismo capitán, Ernesto Grillo, la estrella de los ‘diablos rojos’, que acabó siendo expulsado por agredir al árbitro en el único encuentro que el Independiente perdió en su gira por el Estado español (5-2).

Volviendo al choque del Metropolitano, los elogios hacia el mejor ariete del Athletic de todos los tiempos reflejaban lo que había supuesto su carrera: “La afición, que le acogerá con una de las ovaciones más sonoras y más merecidas de la historia de nuestro fútbol, rendirá así un homenaje al héroe de cien tardes gloriosas, cuya vida deportiva no se ha extinguido todavía”. Ciertamente, a Zarra le quedaba aún temporada y media para dejar la elite y acabar su carrera en el Indautxu y Barakaldo, en Segunda.

No queremos dejar de recordar que Zarra marcó a los 15 minutos el primero de los tres tantos de los colchoneros, que perdieron por 3-5, y que fue el principal protagonista del evento. De aquel fugaz paso por el Atlético de Madrid rescatamos algunas frases de la prensa: “El público aclamó a Zarra antes de empezar el partido y muchas veces a lo largo del encuentro”; “…levantó la moral de su equipo cuando parecía abocado a una derrota estrepitosa”; “Este hombre, paradigma del pundonor, del juego profundo y viril, es Telmo Zarraonandia, el delantero centro que ayer, una vez más, levantaba de sus asientos a la multitud, rompía la sólida defensa argentina y alzaba en el estadio ese clamoreo de júbilo y esperanza que sólo han encendido las grandes figuras del deporte”.

Un solo escudo

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Atlético de Madrid (30/04/2022)

Jennifer Zietz recibirá el premio One Club Woman (OCW) en el descanso del partido frente al Atlético de Madrid

La exfutbolista alemana recibirá el Premio OCW correspondiente al año 2022, en reconocimiento a subrillante carrera profesional en un solo club, el 1. FCC Turbine Potsdam. Previamente, ‘Jenny’ Zietz recibirá un cálido homenaje en Lezama en los prolegómenos del partido de liga que el equipo de Iraia Iturregi disputará contra el UDG Tenerife, a partir de las 12:00 horas.

La excentrocampista Zietz es, con 332 partidos y 97 goles, la jugadora con más años de servicio en el citado equipo. Comenzó a dar sus primeros pasos a la edad de seis años en el BSG Post Rostock de su ciudad natal y en 1998 se trasladó a Potsdam. Una vez en la capital del estado federal de Brandeburgo, Zietz demostró su apego por el club al permanecer ininterrumpidamente a lo largo de 17 temporadas. “He pasado más de la mitad de mi vida en el Potsdam y siempre me siento como en casa”, llegó a explicar la excapitana del 1. FCC Turbine.

Con Alemania fue 15 veces internacional y ganó La Eurocopa en 2009, pero no llegó a jugar ni un minuto en el torneo. Su peor momento ocurrió en mayo de 2012, cuando sufrió una lesión grave en su rodilla derecha. Al final de la temporada 2014/15, Zietz puso fin a su carrera deportiva con 31 años, declinando además una oferta de renovación del club. “Los últimos dos años, después de la operación de rodilla, no fueron fáciles”, dijo. Zietz y Turbine han logrado todo lo que hay que ganar a nivel de clubes: 2 Champions League, 6 Bundesligas y 3 copas.

miércoles, 27 de abril de 2022

Los niños del 37 (III): Raimundo Lezama

Fuente: www.athletic-club.eus el 26/04/2022

Tras hacerse un nombre en el Southampton FC, Raimundo Lezama volvió al Athletic Club y se convirtió en una leyenda

Raimundo Pérez Lezama

El 4 de mayo de 1940, Lezama tuvo su primera experiencia en el fútbol senior a los 17 años, defendiendo la portería del Southampton en la derrota por 5-1 en un amistoso contra el Chelmsford City FC.

A pesar del resultado y de un error de Raimundo en el primer gol, los periódicos locales destacaron su “espléndida exhibición” bajo los palos, mientras que el entrenador de los Saints, Tom Parker, reiteró después del partido su convicción de que Lezama “se convertiría en un portero de primer nivel”. La predicción de Parker fue acertada.

Raimundo Pérez Lezama huyó de Barakaldo, su ciudad natal, en mayo de 1937, escapando a Inglaterra a bordo del SS Habana con otros 4.000 niños. Cuatro años después, regresó a Vizcaya y se incorporó al Athletic Club. En una carrera extraordinaria, ganó ocho trofeos y disputó 263 partidos en 16 temporadas con el equipo de su infancia, todo ello mientras abría un camino para un nuevo e innovador estilo de portería.

Al llegar a la ciudad de la costa sur con su hermano menor Luis, y tras una breve estancia en el campo de North Stoneham, en Eastleigh, Raimundo fue enviado a vivir a Nazareth House.

Fue en Nazareth House, a apenas 200 metros del campo del Southampton FC, The Dell, donde Raimundo y Sabino Barinaga empezaron a destacar por su capacidad futbolística. Toby Keleher, comandante de la RAF y miembro de la junta directiva del Southampton, sugirió al entrenador de los Saints, Tom Parker, que llevara a los chicos a prueba.

Pronto fueron incorporados a la cantera de los Saints. Al principio, Lezama era un jugador de campo, pero después de un tiempo se estableció como el número 1 de los reservas del Southampton, Tom Parker dijo que era “tan ágil como un gato”.

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y la reducción de su plantilla, el Southampton se limitó a un equipo “A” y a un equipo senior para las competiciones de guerra. Lezama no tardó en ascender al primer equipo y disputó varios partidos con la selección absoluta, jugando contra equipos como el Arsenal, el Fulham y el Charlton.

El club estaba desesperado por retener a Lezama y a Barinaga, pero el Ministerio del Interior del Reino Unido les negó el permiso, ya que quería devolver al mayor número posible de refugiados tras el final de la Guerra Civil española.

Lezama fichó por el Arenas de Getxo poco después de su regreso, pero el Athletic Club no tardó en hacerse con él y firmó por el equipo bilbaíno antes de la campaña 1940/41. La fuerte competencia por el puesto hizo que Lezama tuviera que esperar su oportunidad con los leones. La oportunidad llegó en septiembre de 1942, cuando Raimundo sustituyó a Josetxu Echebarria después de que éste sufriera una grave infección pulmonar.

Lezama mantuvo en el puesto durante la siguiente década. Raimundo introdujo en el fútbol estatal un estilo de portería que no había encontrado antes. Además de su habilidad para detener disparos, salía de su área, daba pases rápidos con los pies e iniciaba contraataques con lanzamientos largos. En esencia, era un prototipo de portero líbero.

Se dice que los árbitros locales estaban tan confundidos por sus payasadas que le pedían que volviera al área, sin saber si los porteros podían salir de su área, ya que nadie lo había hecho antes.

Una de las actuaciones que marcaron su carrera fue la victoria en la final de la Copa del Rey 1942/43 contra el Real Madrid. Curiosamente, también se enfrentó a su viejo amigo Sabino Barinaga. Lezama estuvo sensacional en la portería. Las crónicas del partido destacaron la “monumental labor de Lezama. Tuvo una actuación llena de aciertos, moviéndose con gran soltura, interceptando centros e impidiendo que muchos balones llegasen a madridistas”.

El Athletic ganó el doblete de Copa y Liga esa temporada. Lezama levantó un total de ocho trofeos con los rojiblancos: dos Ligas (42/43, 55/56) y seis Copas (42/43, 43/44, 44/45, 49/50, 54/55 y 55/56).

Al llegar la década de los 50, la aparición de Carmelo Cedrún hizo que los minutos de juego de Lezama disminuyeran. Al final de la temporada 56/57, Raimundo decidió colgar las botas, pero lo reconsideró cuando un amigo le pidió que se incorporara a la SD Indautxu. Pasó otras cuatro campañas jugando en categorías inferiores antes de poner fin a su carrera en 1960/61.

Raimundo Pérez Lezama falleció en julio de 2007, pero siempre ha sido una figura muy querida en el Athletic Club. La calle peatonal que discurre junto a la Tribuna Norte de San Mamés lleva su nombre y es una de las tres únicas calles de Bilbao que llevan el nombre de un ex jugador del Athletic.

martes, 26 de abril de 2022

Los niños del 37 (II): Emilio Aldekoa

Fuente: www.athletic-club.eus el 24/04/2022

Aficionado al Athletic del barrio de Zorrotza, Aldekoa se escapó a Inglaterra y luego tuvo una notable carrera como futbolista

Emilio Aldekoa

A finales de agosto de 1943, Emilio “El Inglés” Aldekoa se estrenó como goleador con el Wolverhampton Wanderers en la derrota por 2-4 contra el Crewe Alexandra en el estadio Molineux.

Una semana más tarde, participó en la victoria a domicilio por 1-3 contra el mismo rival. Los Wolves se apresuraron en contratarlo y en diciembre de ese año se convirtió en el primer jugador español en firmar un contrato profesional con un equipo inglés de primera línea.

Aldekoa nació el 30 de noviembre de 1922 en el barrio bilbaíno de Deusto. Creció en Zorrotza, justo al lado del estadio de San Mamés. El 21 de mayo de 1937, la vida de Emilio dio un giro drástico cuando fue evacuado a Inglaterra en el SS Habana junto con otros 4.000 niños vascos.

Tras permanecer en el campamento de Stoneham, fue trasladado a Oakley Park, en Norfolk, donde los lugareños habían donado tiendas de campaña para construir un enorme campamento improvisado para los niños refugiados. Aldekoa empezó a destacar rápidamente como un talentoso futbolista, participando en varios partidos con el equipo de los Basque Boys que había ayudado a fundar. Curiosamente, también se alineó junto a su futuro compañero de equipo en el Coventry City, José Luis Bilbao, cuando el 21 de octubre de 1937 ganaron por 8-2 a los Great Yarmouth Boys.

Cuando creció, Aldekoa se trasladó a Stafford, donde encontró trabajo en la fábrica de English Electric. Compaginó el empleo con su pasión por el fútbol, jugando en el equipo de la fábrica y en el equipo local Brocton FC. Los grandes equipos de la región no tardaron en fijarse en su talento y, en la segunda mitad de 1943, fichó por el Wolverhampton Wanderers.

“Es un verdadero hallazgo”, dijo el gerente de los Wolves Frank Buckley a la prensa local tras el debut de Aldekoa. “Ha estado jugando con el Brocton Football Club de Stafford y ha conseguido muchos goles”.

La oportunidad de Aldekoa en los Wolves llegó gracias a una carta de recomendación de un miembro de la directiva del Brocton en la que se decía: “Es un jugador ambidiestro y parece haber hecho de la posición de delantero centro su fuerte particular, pero su mejor posición definitiva puede ser la que ustedes decidan“.

Su paso por el Wolves fue un gran éxito. En su primera temporada en el equipo de las Midlands, jugando sobre todo como extremo izquierdo, marcó 11 goles en 30 partidos mientras competían en las ligas de guerra. Dos años después, Emilio se marchó al Coventry City.

En los Sky Blues tuvo un comienzo perfecto, ya que se estrenó como goleador en una victoria por 3-1 contra el Portsmouth. En 1946-47, se reanudó la competición oficial y Aldekoa disputó 29 partidos con el Coventry en la restablecida Segunda División, contribuyendo a que el equipo terminara en el octavo puesto.

Emilio se convirtió en una figura venerada en el Coventry, no sólo por el hecho de que destacaba en el campo, sino también porque estaba dispuesto a ayudar fuera de él. Acudía con regularidad a Highfield Road y ayudaba a reparar los daños que había sufrido el estadio durante la guerra. Fue también durante esta época cuando se casó con Winifred Moseley, una chica local que había conocido mientras jugaba en los Wolves.

El Athletic no tardó en enterarse de que el “rápido y hábil” extremo izquierdo bilbaíno estaba arrasando en las ligas inglesas. Aunque Aldekoa estaba contento con su vida en Inglaterra, no podía rechazar la oportunidad de jugar en el club de su infancia.

Debutó como León el 21 de septiembre de 1947, en una derrota a domicilio contra el RC Celta. Una semana después, marcó en su primera aparición en casa, consiguiendo el único gol de los rojiblancos en una derrota por 1-3 ante la Real Sociedad.

Aldekoa pasó dos temporadas en Bilbao, en las que disputó un total de 49 partidos y marcó nueve goles. Además, puso en práctica su dominio del inglés, actuando como intérprete del entonces entrenador Henry Bagge.

Luego pasó dos años en el Real Valladolid antes de fichar por el FC Barcelona en abril de 1951. Uno de sus primeros partidos con los catalanes fue la victoria en la Copa de 1951 contra la Real Sociedad. Aunque la participación de Aldekoa fue muy limitada después de la campaña 51-52 formó parte de un equipo que ganó cinco trofeos (dos Ligas y tres Copas) en su época.

El bilbaíno cerró su etapa como jugador con una cesión efímera al Sporting de Gijón, antes de dedicarse a la dirección técnica. En su carrera como entrenador tuvo cinco etapas en el banquillo del Girona, además de pasar por el Club Gimnàstic de Tarragona, el CD Condal, el Real Valladolid y la SD Llodio, entre otros.

Su mayor repercusión tras la jubilación se produjo como entrenador y asistente de las categorías inferiores. En los años 60 regresó a Inglaterra y trabajó como segundo entrenador en el Birmingham City, donde también ayudó a desarrollar la cantera del club.

A finales de los 60, Aldekoa regresó al FC Barcelona, trabajando como asistente e intérprete de su entrenador inglés Vic Buckingham. Mientras trabajaba para el club, propuso la creación de una academia de fútbol centrada en la producción y formación de talentos locales.

Emilio trabajó en el fútbol hasta 1984 y siempre mantuvo su afición por el fútbol inglés. Murió en Lloret de Mar en 1999 a los 76 años.

*Fotos de AC Museoa

Los niños del 37 (I): Cambridge, Coventry y Caerleon

Fuente: www.athletic-club.eus el 20/04/2022

La primera parte de una serie de tres sobre 'Los niños del 37' que se convirtieron en futbolistas. Este reportaje inicial se centra en los que no jugaron en el Athletic Club

“Los niños del 37 en el Reino Unido”, la nueva exposición que inaugurará AC Museoa el mediodía de 27 de abril, un día después del 85º aniversario del bombardeo de Gernika, ahonda en la evacuación de más de 4.000 niños y niñas vascas a tierras británicas a bordo del SS Habana durante la Guerra Civil española. Más concretamente, sigue la historia de aquellos refugiados que desarrollaron su pasión por el fútbol en el Reino Unido.

Dos de aquellos niños, Emilio Aldekoa y Raimundo Lezama, serán bien conocidos por la mayoría de los athleticzales, ya que ambos llegaron a ser futbolistas en San Mamés.

Sin embargo, un pequeño número de niños vascos superaron la adversidad de sus respectivas situaciones y destacaron como futbolistas lejos del Athletic Club, logrando hazañas extraordinarias en sus carreras. A ellos está dedicado el primer artículo de nuestro serial ‘Los niños del 37’.

Sabino Barinaga

Nacido en Durango el 15 de agosto de 1922, Sabino fue testigo del bombardeo de Durango, ocurrido el 31 de marzo de 1937. Junto con sus hermanos, Barinaga fue evacuado a Southampton a bordo del SS Habana.

Sabino y la futura estrella del Athletic, Raimundo Lezama, se alojaron en la casa Nazareth, a un paso del estadio del Southampton FC, The Dell. Los Saints se fijaron en ellos y los incorporaron al recién creado “equipo B” del club.

Jugando como delantero, Barinaga marcó la increíble cifra de 62 goles en 18 partidos de liga y copa con el equipo de la costa sur. Cuando el Reino Unido entró en la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, la Primera División se suspendió y se sustituyó por “competiciones de guerra”, ligas no oficiales creadas por la FA.

Barinaga jugó media temporada en esos torneos, marcando 22 goles en 14 choques. El entonces entrenador de los Saints, Tom Parker, describió a Sabino como “uno de los jóvenes más brillantes que he visto nunca”, y es bien sabido que el Southampton quería mantener a Sabino en el Club.

Sin embargo, tras el final de la Guerra Civil española, el gobierno británico obligó a la mayoría de los refugiados a volver a casa. Así, Barinaga regresó a Bizkaia en marzo de 1940. Siguió jugando al fútbol a su regreso e incluso tuvo una prueba con el Athletic Club, pero optó por fichar por el Real Madrid tras recibir una gran oferta.

Barinaga escribió su nombre en la historia merengue. Se convirtió en el primer jugador en marcar en el Santiago Bernabéu gracias a su gol, el primero del encuentro, en la victoria por 3-1 en un amistoso contra el Os Belenenses portugués durante el partido inaugural del estadio en 1947.

Sabino dejó el Real Madrid en 1950, cuando ya había marcado 91 goles en 182 partidos, y antes de colgar las botas en 1955, jugó en la Real Sociedad y el Real Betis.

Siguió muy unido al fútbol, con un carrera de 20 años como entrenador dirigiendo a equipos como el Real Betis, el CA Osasuna, el Atlético Madrid, el Valencia CF y el Club América de México, entre otros. Además, adquirió experiencia internacional al mando de las selecciones nacionales de Nigeria y Marruecos.

Sabino siempre recordó con cariño su estancia en Southampton. Mantuvo el contacto con sus cuidadores de la casa de Nazaret durante el resto de su vida y visitó con frecuencia la ciudad costera hasta su fallecimiento, en 1988.

José y Antonio Gallego

José y Antonio, nacidos en Errenteria, Gipuzkoa, tenían 14 y 12 años cuando llegaron a Southampton junto a sus tres hermanas. Desde el campamento de Stoneham fueron enviados a Station Road en Cambridge con otros 30 niños refugiados.

La Guerra Civil española tuvo un profundo impacto en los Gallegos y su familia. Su padre murió en el bombardeo de Gernika y su madre, Luisa, los internó en un orfanato para protegerlos antes de conseguirles una plaza en el SS Habana. La propia Luisa también se vio obligada a huir de Euskal Herria a través de Francia, reuniéndose finalmente con sus hijos en Cambridge 10 años después.

El fútbol se convirtió en una fuente de evasión para los hermanos, “lo significaba todo para nosotros”, recordaba más tarde Antonio. “Era lo único en lo que pensábamos. Mientras tuviéramos fútbol éramos felices”. El deporte ayudó a los hermanos a adaptarse a la vida en Cambridge, donde los lugareños les llamaban Joe y Tony. Crearon un equipo con los otros niños vascos de la zona, jugando clubs locales y otros equipos de ‘Basque Boys’ del país.

De ahí pasaron a formar parte del Cambridge Town (actual Cambridge City), un equipo de la “non-league”. En 1947, Tony (José) fichó por el Norwich City, otro equipo de East Anglia, con el que jugó una vez como portero en la tercera categoría del fútbol inglés, antes de regresar al Cambridge Town y establecerse en las competitivas ligas de aficionados de la región.

Joe (Antonio), extremo izquierdo, fichó por el Brentford FC, con el que jugó seis veces. En 1948, se fue al Southampton FC. Los informes describen su debut en los Saints, su única aparición en el club, como “muy prometedor”, e insisten en que “merecía otra oportunidad”.

Sin embargo, una lesión de tobillo sufrida en ese mismo partido, junto con su añoranza por East Anglia, frenaron su progreso. “Joe amaba Cambridge. Nunca le gustó mudarse. Siempre fue un chico de Cambridge, muy casero”, dijo Tony sobre su hermano.

Joe regresó a East Anglia y fichó por el Colchester United. A los 29 años, volvió a Cambridge para jugar en el Cambridge United, un equipo de la “non-league” con el que pasó cinco temporadas.

A diferencia de otros refugiados vascos, José y Antonio pasaron el resto de sus vidas en Inglaterra, permaneciendo en la ciudad universitaria hasta que fallecieron en 2006 y 2012 respectivamente.

José Luis Bilbao Gallastegui

José Luis, extremo izquierdo de Durango, jugó en el Hitchin Town y en el Coventry City, con el que disputó cinco partidos y marcó un gol. Debutó contra el Chelsea en febrero de 1946 y, según la prensa local, “dio buena cuenta de sí mismo a pesar de estar enfermo de gripe”.

Una semana más tarde, el Coventry goleó al Millwall FC por 7-2. Bilbao y su compatriota Emilio Aldekoa marcaron sendos goles en la primera parte de la goleada. Bilbao abandonó Inglaterra en el verano de 1946, fichando por el Girondins de Burdeos, antes de regresar a su ciudad natal, donde jugó regularmente con la Cultural de Durango.

La vinculación de José Luis con Inglaterra y su propensión a hablar de su estancia allí hizo que sus amigos de Durango le apodaran “Coventry”.

Enrique Garatea Bello

Cuando Enrique llegó al Reino Unido a bordo del Habana fue enviado a Cambria House en Caerlon, Gales. Se hizo un nombre jugando en la portería del equipo Basque Boys AFC que arrasó en Gales.

El combinado jugó partidos para recaudar fondos en todo el sur del país y la prensa galesa se refirió a menudo a ellos como “el equipo vasco de las maravillas” o “los imbatibles vascos”. Llegaron a enfrentarse al mejor equipo escolar del país, el Moorland Road School, ante miles de espectadores en el Ninian Park de Cardiff City en mayo de 1939.

Enrique destacó y se dice que muchos equipos británicos estaban interesados en hacerse con él cuando tuviera edad para firmar un contrato, especialmente el Newport County. Sin embargo, el joven portero regresó a casa en cuanto descubrió que sus padres seguían vivos.

Su interés por el fútbol se mantuvo y tuvo una larga carrera en el fútbol español jugando para el CD Touring, Calahorra, Huesca, Torrelavega, Tenerife y Cádiz. Garatea también fichó por el Atlético de Madrid en la temporada 1952/53, pero fue cedido y nunca llegó a jugar de forma oficial.

Además de estos cinco jugadores, otros refugiados hicieron carrera en el fútbol tras dejar Inglaterra: Vicente Alti Carro (Everton de Viña del Mar en Chile), Luis Arbulu (CD Basconia), José María Arbulu (CD Basconia), Tomas Arbulu (SD Deusto, CD Getxo, Athletic Club*, Sestao SC, Alavés), Iñaki Barinaga (Cultural Durango, Alavés), Tomás Bilbao (SD Erandio, Athletic Club*) y Lorenzo “Lorín” Fernández (Racing Santander, Real Zaragoza, Montpellier, Perpignan, Nimes).

*Fichó por el Athletic pero no llegó a debutar oficialmente.

lunes, 25 de abril de 2022

Este es el 'ranking' que lidera el Athletic en las grandes ligas europeas

Artículo publicado por Aitor Martínez en el diario Deia el 25/04/2022

Tal y como recoge el Observatorio del Fútbol CIES, es el club de los cinco grandes campeonatos europeos que más minutos ha repartido entre los futbolistas formados en el club, por encima de la Real Sociedad

El Athletic es el equipo de las cinco grandes ligas europeas cuyos canteranos más minutos han disputado esta temporada, tal y como apunta el Observatorio de Fútbol CIES. Según recoge su último estudio, para el que se contabilizan las 32 primeras jornadas de liga, lo que aparta de la ecuación el choque del pasado jueves frente al Cádiz, los canteranos del club bilbaino han disputado el 55,8% de los minutos de la liga. De este modo, sobre un total de 2.880, estos han disputado 1.608. La clasificación la lidera Unai Simón, con 2.520 minutos repartidos en 28 encuentros, seguido de Iñaki Williams (2.316 en 32), y de Iker Muniain (2,268 en 29), que cierra el podio.

El Observatorio del Fútbol CIES fija unas bases para definir quién es y quién no es un canterano. Así, detalla que para que los futbolistas reciban tal consideración deben haber jugado un mínimo de tres temporadas para el club, el Athletic en este caso, entre los 15 y los 21 años de edad. De esta forma, la lista rojiblanca de sus jugadores con minutos este curso en liga asciende 15.

A saber: Unai Simón, Julen Agirrezabala, Unai Nuñez, Yeray Álvarez, Dani Vivian, Peru Nolaskoain, Jon Morcillo, Oihan Sancet, Unai Vencedor, Oier Zarraga, Iñaki Williams, Iker Muniain, Asier Villalibre, Nico Williams y Nico Serrano. Apuntar que tanto Nolaskoain como Morcillo, que sí han participado en liga este curso, juegan actualmente cedidos en el Amorebieta y el Valladolid, respectivamente, pero que sí computan en el listado de CIES.

El conjunto rojiblanco encabeza la lista de más minutos jugados por sus canteranos en los cinco grandes campeonatos europeos, cuyo podio, casualmente, lo completan otros dos clubes de LaLiga Santander: Real Sociedad y Celta. En el conjunto txuri-urdin, con 17 futbolistas en sus filas que han participado en alguno de los 32 primeros partidos de liga, estos han disputado el 43,9% del total de minutos, mientras que en el cuadro gallego, en el que se contabilizan 11 jugadores que reúnen las condiciones, los canteranos han copado el 41,2% de los minutos.

Tras Athletic, Real Sociedad y Celta asoma el Saint-Etienne (35,6%), a quien siguen otros dos equipos de la Ligue 1: Montpellier (34,5%) y Olympique de Lyon (33,1%). Mainz 05 (32,9%), Barcelona (31,7%), Friburgo (31,3%) y Espanyol (29,9%) completan el 'top-10'. El primer equipo de la Premier League en el 'ranking' es el Manchester United (27,6%), que ocupa la décimo segunda pocisión, mientras que el Genoa (23,9%), en la décimo cuarta plaza, es el primer conjunto de la Seria A italiana.

SÉPTIMO EN EL MUNDO

Considerando todas las ligas del mundo, el Athletic caería hasta la séptima posición, aunque esta clasificación está condicionada notablemente por la diferencia de encuentros disputados por unos y otros equipos. Así, las cifras del conjunto rojiblanco únicamente se podrían equiparar con las del MSK Zilina eslovaco, el club del mundo que más minutos reparte entre sus 25 canteranos, el 85,5% de 2.520 minutos, el equivalente a 28 partidos. La equiparación con los cinco siguientes clubes, los que preceden al Athletic en el 'ranking': Envigado (Colombia), Banfield (Argentina), Dinamo de Kiev (Ucrania), Lanús (Argentina) y Rosario Central (Argentina), resulta difícil de sostener puesto que a los colombianos (16) y los ucranianos (18) se les contabilizan 16 y 14 partidos menos, respectivamente, mientras que los argentinos únicamente han disputado diez.

De vuelta a LaLiga Santander, Osasuna figura en la sexta posición, que le sitúa en un más que meritorio undécimo puesto en las cinco grandes ligas europeas; el Alavés es el décimo tercero y el Elche, en el que esta temporada no ha jugado ningún canterano, el último.

domingo, 24 de abril de 2022

Vanesa Gimbert, la jugadora que llegó tarde

Artículo publicado por Juan Carlos Grande en el diario Deia el 23/04/2022

La futbolista más veterana de la Liga anuncia que cuelga las botas tras nueve temporadas en el Athletic y un total de veintitrés en la élite

Vanesa Gimbert, durante una de sus recientes actuaciones. Athletic Club

Era una noticia esperada. Una confidencia que temporada a temporada se iba posponiendo. Pero tenía que llegar. Unas veces porque el Athletic no podía prescindir en su defensa de la veteranía de una jugadora como Vanesa Gimbert (Bergara, 1980), otras porque ella misma se veía con las fuerzas suficientes como para prorrogar su vida laboral en la élite del fútbol y otras porque se daban las dos circunstancias a la vez. Pero ha llegado el fin. La jugadora de Bergara dirá adiós al fútbol profesional cuando acabe la presente temporada y será dentro de tres semanas.

Llegó siendo ya una veterana y su regularidad y su profesionalidad la han convertido en la décima jugadora en partidos disputados con el Athletic. Hasta el momento, 248 encuentros oficiales y 41 dianas en su haber. Gimbert se ha mostrado siempre como un ejemplo para las canteranas. Una deportista disciplinada, un portento físico y una jugadora que se ha destacado por su constancia y regularidad. Como es lógico, ha ido disminuyendo su presencia en el primer equipo, con la llegada de nuevas jugadoras a la zaga bilbaina. Aun así, esta temporada ha disputado trece partidos, once de titular, alternándose con Valdezate, Garazi y también con la lesionada de larga duración Naroa Uriarte. Ya solo restan tres partidos para cerrar el telón de una deportista intachable: Granadilla Tenerife en Lezama, Deportivo Alavés en Gasteiz y Sevilla, otro de sus exequipos, en Lezama cerraran la carrera de una histórica jugadora que llegó tarde al Athletic.

Con 42 años recién cumplidos deja el fútbol tras 23 temporadas en la máxima categoría, nueve de ellas en el conjunto bilbaino. Debutó con el Levante en el otro siglo, curiosamente cuando el Athletic todavía no existía. Cumplió como granota cuatro temporadas. Luego una campaña en Estudiantes de Huelva, tres temporadas más en el Sevilla, otras tres en el Rayo Vallecano y tres más en el Espanyol, antes de llegar al Athletic en 2013, ya con 33 años. Llegó a Lezama sin hacer ruido, a un conjunto por entonces capitaneado en el banquillo por Juan Luis Fuentes. Su palmarés es envidiable: dos ligas, tres Copas y dos Supercopas con el Levante; con el Rayo Vallecano, dos ligas y otra Copa; en el Espanyol, una Copa que le ganó al Athletic en la prórroga y con el Athletic logró la última liga del conjunto bilbaino, la del 2016, la más inesperada. Como rojiblanca ostenta el récord de partidos consecutivos (86), disputando todos los minutos de los mismos; además de tener el récord de ser la jugadora con más edad en estrenarse con la camisola rojiblanca.

La noticia llega en medio de una época plena de rumorología, con renovaciones, marchas y bajas. Esta circunstancia, poco habitual hace unos años, se ha convertido en algo normalizado hoy día en el club rojiblanco. El interés de equipos europeos y de clubes de la incipiente Liga Iberdrola también pulula por el Athletic, y el club de Ibaigane vive una época convulsa, llena de incertidumbre en la que la marcha de Gimbert provoca otra nueva incógnita abierta. El obligado proceso de reconversión hace que el peso específico de la central guipuzcoana sea una situación comprometida a la hora de buscar una jugadora que la supla. Batallando con esa dificultad, queda mirar hacia abajo, como siempre, ascendiendo a canteranas, que al fin y al cabo es de lo que se surte el Athletic principalmente.

miércoles, 6 de abril de 2022

Iñigo Martínez Berridi

Fuente: Publicado por Tomás Ondarra en el número de Abril de 2022 del periodico Bilbao


Iñigo Martínez Berridi

17 de mayo de 1991 Ondarroa (Bizkaia)

Debut

4 de febrero de 2018 Girona 2 - Athletic 0

Primer gol

20 de junio de 2020 Athletic 1 - Betis 0 Iñigo Martínez marcó su primer gol con el Athletic en el partido de Liga en el minuto 7

Temporadas: 5

Partidos: 153*

Goles: 7

Titulos: 1 Supercopa 2019-20

(* Partidos jugados hasta la jornada 29)

La leyenda que no sabe que lo es

Artículo publicado por Javier Gamboa en el número de Abril de 2022 del periodico Bilbao

Se sienta en la silla de la terraza del bar, cruza las piernas y pone un pie sobre el asiento sujetándose la rodilla con las manos. Cerca de los cuarenta años supone una exhibición de elasticidad. Mira con ojos color aguamarina. El cabello cuidadosamente revuelto y una sonrisa franca. “Mi futuro dependerá de las oportunidades laborales que encuentre”. Es Erika Vázquez, historia viva del Athletic y del fútbol femenino

Ilustración: Asier

No todos los días se puede conversar con una leyenda. Erika Vázquez suma diecisiete temporadas en el Athletic Club, con 417 partidos y 263 goles. Cifras de vértigo. Fuera del alcance de la inmensa mayoría de deportistas de élite. Pero cualquiera diría que se ha acercado a Lezama a pedir autógrafos para un sobrinillo. Las instalaciones, en obras, parecen atrincheradas tras módulos prefabricados. Se reconocen el eterno arco de San Mamés y la bandera rojiblanca. Pasa Joseba Aguirre. Marcha Yeray Álvarez. Los periodistas aprietan la zancada porque en alguna sala más allá de las zanjas empieza la rueda de prensa de Marcelino.

“Ahora vienen a ver los partidos niñas que quieren ser futbolistas. A día de hoy pueden soñar con eso. Tienen referentes. Nosotras solo pensábamos en jugar al fútbol. No es lo mismo. La diferencia resulta importante”. Erika sabe de lo que habla.

Nació en Pamplona, hija única de Conchi, empleada en CINFA, y Blas, operario en un taller de automoción. “Se separaron cuando yo tenía ocho años; mi padre se fue a vivir a Barañain, así que pasaba la semana entre Pamplona y Barañain”.

En el pueblo había un equipo de fútbol sala de chicas, el Lagunak. Pero la pequeña estudiaba en el colegio de las monjas del Santísimo Sacramento de Pamplona. “Me gustaba el deporte, sacaba buenas notas en educación física y, claro, eso te refuerza. En clase había solo seis chicos. El resto éramos niñas. Y el fútbol lo pusieron tarde. Por eso me apunté a gimnasia rítmica. Cuando tocaba hacer cosas con pelotas, siempre me liaba a chutarlas; hasta que un día me dijeron ‘mi chicaaa, dedícate al fútbol’. A Erika se le agarra a las palabras el canturreo navarro cuando evoca su infancia.

El fútbol

Cierto domingo de los de Barañain fue a ver un partido de futbito con su padre. “Yo siempre estaba con el balón, venga darle patadas. Vino un hombre y le dijo a mi padre que habían montado un equipo de chicas y que me acercara. ‘Chino’ era”, recuerda con la ilusión de la infancia pintada en el rostro. Del colegio de monjas se alistaron Sandra Bernal, Sara Ruiz y Erika. “Éramos las que jugábamos con los seis chicos. En el Lagunak conocí a Ainhoa Tirapu –otra leyenda–; crecimos juntas como futbolistas”.

A los quince años pasó al Instituto Plaza de la Cruz, en la calle San Fermín de la capital navarra. Al acabar, marchó a aplicarse en un módulo de actividad físico-deportiva en Lardero, cerca de Logroño. A los diecisiete recibió la llamada de la selección española. Su condición de deportista de élite le permitía matricularse en la UPV-EHU para comenzar la carrera de IVEF sin necesidad de superar la selectividad. Justo cuando estaba en ello, sonó el teléfono. “Íñigo Juaristi, entonces entrenador del Athletic, me llamó y me pareció estupendo venir: por una parte, se trataba de un sueño en lo deportivo; por otra, me permitía asistir a la universidad sin costes porque entré en la residencia de Derio. A Gasteiz íbamos y veníamos un grupito de chicas de la plantilla, entre ellas, Iraia Iturregi, actual entrenadora del equipo”.

Erika sabía que no podría vivir del fútbol, por eso le parecía muy importante formarse. Ha completado el proceso con, de momento, un máster en Alto Rendimiento, los títulos de entrenadora de fútbol, un curso de scouting y otro de psicología. “Estudiar me ayuda a sentirme realizada”, remacha.

La profesionalidad

En realidad ninguna de aquellas pioneras jugaba por dinero. “Si querías ser profesional te tenías que ir. Nosotras formamos un equipo campeón y recibíamos alguna compensación, pero estábamos porque nos gustaba. A veces me pregunto si eso mismo sería posible hoy en día. Nos cuidaban muy bien, cierto, pero no teníamos el planteamiento del dinero. Y no se trata de falta de ambición; yo siempre he sido ambiciosa”. Esa es una característica de las leyendas.

Recibió propuestas para irse con contrato. Las esquivó como hace con las defensas. Siempre se sintió muy a gusto en Lezama. Y siempre se sintió profesional, cobrara o no. “Ahora gano para vivir. Desde que nos consideran legalmente profesionales, quienes tenemos contrato a jornada completa contamos con un respaldo económico”, afirma. Y admite que le gustaría seguir vinculada al balón. “Me gusta el fútbol, el juego. El futbolista, durante el juego, tiene que pensar. Me he preguntado muchas veces: ¿En qué piensas mientras juegas? Es interesante. Cuando te centras y piensas solo en el fútbol, todo es mucho más fácil. Te ocupa exclusivamente determinar el momento en el que te separarás del marcaje, dónde se encuentra la superioridad, en qué punto se genera el espacio. Cuando tu mente no se centra se producen las frustraciones y los bucles”, explica.

Analiza siempre los partidos que juega, sobre todo las derrotas, para poder mejorar. Quizá pronto comience a analizar los partidos de otras. Su futuro dependerá de las oportunidades laborales que encuentre. “Se me abre un mundo con muchas incertidumbres”, adelanta.

Las leyendas lo son porque superan los retos. Y, si cimentó una carrera goleadora única a pesar de unos pies cavos que la obligaron a forrar los borceguíes de plantillas ortopédicas, lo que venga no constituirá problema.

“Formo parte de la afición del Athletic”

“Había venido antes a jugar a futbito contra el Sondika o contra el Bilbao. Recuerdo que al entrar veías humo, buuuuf, todo como metido en un hueco”, describe. Ahora considera el Botxo como “una ciudad preciosa, no tiene nada que ver con aquello”, evoca Erika Vázquez.

Y el Athletic lo es todo. “Deportivamente y personalmente me he criado aquí, es mi casa y mi familia. Me he sentido muy querida. Es algo que tengo que agradecer”, insiste.

Aunque lo pasa mal cuando recibe homenajes y piensa “que acabe ya el tema”, le produce mucho orgullo cuando mira hacia atrás y se da cuenta de que ha hecho los deberes. “Lo mejor es el momento en que notas el cariño de la gente, se trata de algo muy especial. Te esperan a la salida del partido. Me paro y pienso: pero si yo he estado aquí mismo, yo soy parte de ellos”.

martes, 5 de abril de 2022

Fútbol de oídas

Artículo publicado por Alberto López Echevarrieta en el número de Abril de 2022 del periodico Bilbao

En el Teatro Buenos Aires se retransmitió una final del Athletic… pero únicamente el sonido

Interior del Teatro Buenos Aires. Foto ALE ©

A lo largo de su historia, el gancho del Athletic no solo se ha hecho notar en los campos de fútbol, sino también en el cine con motivos tan memorables como el que se vive en la película La colmena (Mario Camus, 1982): En plena posguerra, un hambriento José Sacristán recurre inútilmente a un prostíbulo para que le dejen una cama libre para dormir. La “madame” se disculpa diciéndole: “Hay mucho movimiento. Como mañana juega el Athletic de Bilbao…”.

La reciente oportunidad perdida por nuestro primer equipo de lograr una Copa más para las vitrinas de San Mamés me ha recordado un curioso “susedido”. Tuvo lugar el domingo 1 de junio de 1930 y está íntimamente relacionado con una de las salas más populares y de mayor aforo que ha tenido la Villa, el añorado Teatro Buenos Aires, ya desaparecido. La clientela de ese día no pagó entrada por ver imágenes, sino por oír la retransmisión telefónica de la final de Copa entre el Athletic Club y el Real Madrid. Solo sonido, a pesar de que el cine, por definición, es imagen en movimiento.
Anuncio de la retransmisión que se iba a realizar en el Buenos Aires

El caso que les propongo tiene su gracia. Al menos no carece de originalidad. La idea la tuvo el empresario del teatro, que, como recordarán los canosos, tenía su fachada principal en la calle Buenos Aires, donde hoy está la Audiencia Territorial. Corría el año 1930 y el Athletic Club, estaba en racha y bebía de continuo en las fuentes del triunfo.

1930: Athletic-Real Madrid

En la primavera de ese año se llegaron a alcanzar altísimas cotas de fervor deportivo cuando el Athletic había conseguido ganar la Liga y se preparaba para disputar la final de Copa frente a un Real Madrid dispuesto a jugárselas todas. Se había decidido que el partido definitivo se disputara en Barcelona, en el recién construido estadio de Montjuic.

Dicen las crónicas que de víspera los merengues se refugiaron en Montserrat. Ignoro si fue para entrenar en algún campo de las alturas, para acomodarse en algún hotel de las inmediaciones o para poner velas a la Virgen moreneta porque la victoria no la veían muy clara. ¡Y además en Barcelona! Ya entonces era sabido que los catalanes asistentes al partido iban a animar al equipo vasco, cuyos seguidores habían acudido a la cita haciéndose notar.

¿Y los que no pudieron desplazarse? Seguir un partido en aquellas circunstancias era muy difícil. Surgió entonces la astucia del cartaginés, como diría mi siempre recordado amigo Charly. “¿Y si reunimos a esa afición que ha quedado en Bilbao en un local grande y le damos la información que necesita?”, preguntó un espabilado.

Desde Montjuic en directo

No ha trascendido quién tuvo la idea, pero constituyó un éxito genial. Los ojos se pusieron en el Teatro Buenos Aires, una de las salas de mayor aforo de Bilbao que disponía de un amplísimo patio de butacas, localidades de preferencia y cómodos palcos en los que, al principio, se servían meriendas. Los acomodadores vestían casacas, pantalones bombachos y medias en el mejor estilo victoriano inglés.

Para aquel domingo 1 de junio de 1930, fecha en la que se iba a jugar la Final, se pensó en organizar una sesión especial de 4:30 a 6:30 de la tarde, pero no para ver el partido en directo, sino para oírlo. Sin imágenes. Simplemente sonido a telón cerrado. ¿Podría interesar eso a alguien?

Se hizo la publicidad correspondiente con miedo al fracaso. ¿Pagaría alguien la entrada solo por escuchar una retransmisión sin el apoyo de las imágenes? La duda se despejó al poco cuando la demanda se desmandó. El reclamo en El Liberal decía: “Final Athletic-R. Madrid. Retransmisión simultánea por hilo directo telefónico con todos los detalles en el Buenos Aires. Esta empresa tiene la exclusiva de la retransmisión por hilo directo, ofreciendo, por lo tanto, las máximas garantías de información”.

Una larga conferencia

El sistema era elemental. Consistía en una conferencia telefónica en la que una persona situada en el campo de fútbol o en un lugar con suficiente visibilidad, iba narrando los pormenores del encuentro. Es decir, básicamente se inventó la ya clásica retransmisión radiofónica.

El servicio informativo que se ofreció aquel domingo sirvió también como publicidad de un determinado aparato de radio a juzgar por lo que leemos en El Noticiero Bilbaíno de aquella misma fecha: “Athletic-Real Madrid. Retransmisión completa del partido final del campeonato de España, en la Casa Irízar y Morlan, alameda Recalde 74 (frente a la Alhóndiga). Demostración gratuita con el magnífico aparato receptor Philips, número 2.511. La Casa Irízar y Morlan ha montado también magníficos receptores Philips en el Café Aláez, de Sestao, y en el Café Siglo XX, de Portugalete, mediante los cuales los aficionados de las márgenes podrán seguir las incidencias de la final Athletic-Madrid”.

No sé qué concepto tenían los anunciantes de lo que son las márgenes, pero por el texto deduzco que beneficiados con la información eran únicamente los de la margen izquierda. Por cierto, que el Café Siglo XX aún sigue ofreciendo sus servicios en el muelle viejo de La Canilla.

Lafuente trajo la película

Formación vasca que jugó la final de Copa de 1930

Aquel partido hizo historia. En la foto conmemorativa figuran por el Athletic: Blasco, Castellanos, Urquizu, Pichi, Muguerza, Chirri, Iraragorri, Unamuno, Bata, Gorostiza, Roberto, Careaga, Lafuente como capitán, y Mr. Pentland como entrenador. Las crónicas señalan como destacados a Chirri, Blanco, Gorostiza y Lafuente.

El tiempo reglamentario acabó con empate a 2. Los goles rojiblancos fueron marcados por Unamuno e Iraragorri. El desempate llegó en la prórroga cuando el capitán dio la victoria al Athletic. En resumen: Athletic 3 - R. Madrid 2. El equipo bilbaino pasó a ser campeón de Liga y Copa. Para los espectadores del Teatro Buenos Aires, que por ver no vieron más que el telón cerrado, la experiencia mereció la pena. La película impresionada del partido se proyectó días después en nuestros cines. El propio Lafuente la trajo bajo el brazo, junto a la nueva Copa.

Atención al dato: Fue la última Copa del rey Alfonso XIII, porque, con el triunfo de la República, abdicó el 14 de abril de 1931 y el trofeo pasó a llamarse Copa de España. La final de la primera copa republicana se disputó el 21 de junio de 1931 en Chamartín entre el Athletic Club y el Betis. El triunfo (3-1) fue rojiblanco gracias a los goles de Chirri II, Roberto y Bata.

“El Athletic no es solamente un equipo de fútbol”

Artículo publicado por Tomás Ondarra en el número de Abril de 2022 del periodico Bilbao

Álex Quintanilla, futbolista e ingeniero
Álex Quintanilla (Bilbao 1990), lleva 32 años yendo y viniendo de su querido Bilbao. A los pocos meses de nacer en la clínica bilbaina de San Francisco Javier, sus aitas Fernando y Teresa se lo llevaron a Málaga. Con seis años, y tras pasar por ciudades como Málaga, Sevilla y Elche, regresó a Bilbao. Estudió primaria en el Colegio Nuestra Señora Del Pilar, y bachillerato en el Instituto De Ciencias de la Educación (ICE) en Deusto.

Muy pronto comenzó a compaginar los estudios con el balón. Entrenamientos en Lezama para intentar conseguir su primer objetivo, ser futbolista profesional y a la vez, terminado el bachillerato, comenzar los estudios de ingeniería en la Escuela de Ingeniería de Bilbao para conseguir su segundo objetivo, ser ingeniero. Y por curioso o excepcional que nos pueda parecer, Álex Quintanilla ha conseguido sus dos metas.

Comenzó su carrera futbolística en el Athletic, fue cedido al Portugalete, volvió al Bilbao Athletic, se marchó al Alavés, Valencia Mestalla, Barakaldo, Almería, Mirandés, Córdoba, Ibiza y Gimnástic de Tarragona, donde lleva jugando desde 2020.

No olvida su salida de Athletic, pero Álex continúa siendo del club rojiblanco, “cuando vives fuera sacas más el orgullo de ser del Athletic”. No puede soportar que le llamen el Bilbao, y reconoce que “el Athletic no es solamente un equipo de fútbol, es algo mucho más grande”.

Recuerda cómo jugando en el segundo equipo del Valencia fue convocado para el primer equipo justo el día que jugaba en San Mamés. Saltó al césped nervioso, al estadio de su Club, pero con un escudo diferente. Se sentó en el banquillo, comenzó el partido y a los seis minutos se lesionó el central. Valverde, entonces entrenador del Valencia, le mandó calentar junto a Angulo. Más nervios, sus aitas y su hermano Ibon estaban en la grada, también sus amigos…, salió Angulo al césped, Álex volvió al banquillo, pero aquellos minutos los tiene muy bien grabados en su memoria.

Como ingeniero, realizó sus primeras prácticas en Enegas (empresa de Redes de Fluidos y Sistemas de Combustión) y a día de hoy es uno de los socios. “No es fácil compatibilizar el trabajo de futbolista con el trabajo como ingeniero, requiere muchísima disciplina”, pero Álex lo ha conseguido. Recuerda sus últimos exámenes de carrera en la Universidad de Valencia y cree que, en los últimos años, las universidades han cambiado. Ahora les facilitan el estudio a aquellos estudiantes que, como él, tienen que vivir en varias ciudades por motivos profesionales.

“Bilbao es mi casa, donde me siento cómodo. Cuando vives fuera te acuerdas de la familia, de la cuadrilla… te has criado con una cultura determinada y, fuera, no la tienes”, pero Álex Quintanilla visita mucho su casa. Cuando viene a Bilbao le gusta cruzar la ciudad, dar unas vueltas para comprobar que todo está en el mismo lugar que la última vez. Una vez instalado, su primer destino es ir a comer unos triángulos del EME y una tortilla en el Salón de Juegos Concha 1. Es inevitable también una cañita en Pozas con los amigos de toda la vida, y una hamburguesa en el Florida. Pero no todo es comer, también le gusta pasear por la Ría y visitar Azkuna Zentroa.

Cuando termine la Liga, se instalará, como lo hace desde niño, con su familia en Górliz. Familia, amigos, playa y su trabajo en Enegas. Álex tiene las cosas claras, cuando deje el fútbol volverá a Bilbao.