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martes, 25 de febrero de 2020

Athleticzales por el mundo

Fuente: Twitter Miguel Ángel Rincón


Koldo Aguirre: uno de los nuestros

Artículo publicado por Iñaki Ugalde en el diario Mundo Deportivo el 24/02/2020

Representantes institucionales, excompañeros, familiares y aficionados tributan un homenaje al mito rojiblanco por iniciativa de ‘Radio Bilbao’


La familia rojiblanca compartió ayer vivencias con la familia de
Koldo Aguirre (Foto: Juan Echeverría)

”Chaval dámela a mí, que yo sé jugar a esto”. Así se dirigía Koldo Aguirre a un recién llegado Javi Clemente el año que coincidieron como futbolistas del Athletic. Una anécdota que habla bien a las claras de la enorme personalidad del que fuera jugador, entrenador, técnico y embajador del club bilbaíno. ¡Intimidaba hasta al Rubio!

Además del de Barakaldo, muchos otros componentes de la gran familia rojiblanca se pasaron por los micrófonos de ‘Radio Bilbao’ para tributar su particular homenaje a “Koldo Aguirre, uno de los nuestros”. Si cualquier momento es bueno para recordar las andanzas de este embajador rojiblanco fallecido el pasado 3 de julio; la jornada de ayer, tras la desazón provocada por el 2-1 de Mendizorroza, resultaba más propicia sí cabe para incidir en la forma de ser y actuar del que fuera mito del Athletic.

Carlos, Rojo I, Sarabia, Dani e Irureta desgranaron algunas anécdotas del homenajeado en su faceta como entrenador del Athletic. La final de la UEFA perdida frente a la Juventus a doble partido salió, cómo no, a colación. “Ya se encargó Koldo de recordarle años después al árbitro del partido en San Mamés que nos dejó de pitar un penalti que podía habernos dado el título”, apuntaba el último pichichi del club bilbaíno mientras Irureta definía al que fuera su míster como “alguien que veía muy bien el fútbol”.

Clemente, Iribar y Manu Delgado pusieron más énfasis en su faceta como jugador, como compañero de vestuario y de trabajo e incluso como amigo. “Muy técnico, pelotero, distribuidor”, apuntó el primero. “Trataba de hacer que todo el mundo se sintiera a gusto y feliz, un gran sukaldari además”, indicó el Txopo. “Koldo fue un gran innovador: él fue el que me pidió que introdujéramos el balón en el entrenamiento para que no solo fuera físico”, señaló el también emblemático preparador.

Este particular homenaje radiofónico también incluyó su propio apartado institucional. Aitor Elizegi estuvo acompañado por los expresidentes Ana Urkijo, José Julián Lertxundi y Macua. “El Athletic necesita estos pilares. Haber sido todo en el club y saber estar en su sitio en cada momento. Koldo era la sorna y la frase perfecta a la hora de analizar un partido”, declaró el máximo responsable actual de la entidad de Ibaigane.

Lertxundi, por su parte, habló de un ser entrañable y de un profesional con una dilata historia. “La idea de incorporarle a Lezama cuando yo fui presidente fue de Txutxi Aranguren, pero Koldo, cabezón, insistió en que era entrenador y quería entrenar. De su calidad como futbolista habla que con 22 años debutó como internacional en una delantera con Del Sol, Di Stéfano, Luis Suárez y Gento”. Ana Urkijo le agradeció la ayuda que le mostró en su día para entrar en el mundo Athletic y Macua le calificó como un ‘Athleticzale’ hasta la médula”.

domingo, 23 de febrero de 2020

La historia por la que Williams se llama Iñaki

Articulo publicado por Jon Uriarte en el diario El Correo el 23/02/2020

Mardones llevó a los padres del jugador al hospital de Basurto para dar a luz y le regaló al niño su primera camiseta del Athletic


Iñaki Mardones, con Iñaki Williams en brazos,
junto a María, la madre, y Félix, el padre
(Foto Iñaki Mardones)

Iñaki Mardones miraba a la pareja y al taxista con la lógica preocupación de quien no ha estado antes en una situación tan tensa. El hospital de Basurto estaba apenas a unos minutos de distancia, pero le parecieron eternos. Félix, el padre, parecía más nervioso que María, la madre, cuyo nombre antes de salir de África era Comfort. Al llegar les advirtieron que había que esperar a que dilatara un poco más. Y los hombres se fueron a la cafetería a tomar un café. Por fin llegó la hora. Era un niño. Iñaki se sorprendió de la cantidad de pelo que lucia el recién nacido y de lo abiertos que tenia los ojos. Era miércoles 15 de junio de 1994. Una fecha que aquellas tres personas nunca olvidarían. Acababa de venir al mundo, y en Bilbao, Iñaki Williams.

Cada vez que este jugador deja car un retal de su vida, su figura trasciende al fútbol. Sis padres eran de Ghana, atravesaron el desierto en precarias condiciones y acabaron en un campo de refugiados. Allí se enamoraron y María se empeñó en que su hijo naciera en Europa. No fue fácil para una muer embarazada de siete meses. Lo lograron, pero eran dos extraños en un país que apenas se percataba de su existencia. Hasta que por fin tuvieron un golpe de suerte. Les acogieron en Cáritas Diocesana, con idea de distribuirlos por toda la península. A mil kilómetros de distancia, en Bilbao, un grupo de religiosos prepararon la logística para recibir a los Williams.

"Llegaron a finales de abril de 1994", rememora Iñaki Mardones, con una alegría que entonces no era tan plena. Era consciente de que aquella pareja no lo iba a tener fácil. "primero vivieron unos días en una pensión y posteriormente se pasaron a un piso que había preparado Cáritas", y añade detalles que conforman lo complicado de las gestiones. "Como no tenían tarjeta sanitaria, para hacer un seguimiento del embarazo de la madre hubo que echar mano de profesionales sanitarios sensibilizados con el tema". Gente anónima que quizá no sepan hoy en día que aquella pareja africana a la que ayudaron en su momento eran los padres del delantero del Athletic.

Pero María y Félix nunca lo olvidarán. Su agradecimiento hacia aquel religioso fue tal que decidieron poner al niño el nombre de Iñaki Mardones, un athleticzale que nació hace 51 años y que siempre ha tenido presente al hijo de Félix y María. "Meses después de que naciera Iñaki, yo ya estaba ordenado de diácono y pude bautizarlo en la Parroquia del Corazón de María", evoca mientras muestra con orgullo las fotografías que recogen el momento. Irradian felicidad, pero no siempre fue así. "Al gobierno se le ocurrió exigir un DNI para un crío de meses, aunque afortunadamente se consiguió parar esta exigencia".

Solucionada la parte legal, quedaba la laboral. No es casualidad que los Williams acabaran en Navarra. "Después de unos meses en Bilbao, se les consiguió un trabajo en una granja de cerdos de Sesma. Pasado un tiempo dejaron aquel trabajo y se dirigieron hacia Pamplona, donde posteriormente nació Nicolás".

Iñaki crecía y ya no le cabía el desgastado uniforme del Athletic que su tocayo le había regalado cuando vivían en Bilbao. "Así que le llevé otro a Sesma", proclama orgulloso.

Hoy es jugador de élite, pero Iñaki Williams jamás olvida sus orígenes y los proclama en voz alta. Y también los recuerda su madre. "Me consta que María ayuda a los suyos en Ghana y el propio Iñaki, junto a su amigo De Marcos, tienen en mente viajar y ayudar a África", desvela el hombre que bautizó a Williams hace un cuarto de siglo.

Resumen Jor. 21ª: Real Betis - Athletic Club

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


jueves, 20 de febrero de 2020

Williams, ‘Basque panther’ en Francia

Artículo publicado por Iñaki Ugalde en el diario Mundo Deportivo el 20/02/2020

La revista mensual ‘So Foot’ dedica en su último número una amplia y profunda entrevista con el delantero del Athletic


“Tú tienes muchísimas más condiciones de las que tenía yo, pero yo tenía ese hambre, esas ganas de querer ser que ahora tú tienes que demostrar, Nico. Tú vas a ser lo que quieras, y si tú realmente quieres ser futbolista, vas a llegar porque tienes talento”.

Iñaki Williams habla así de su hermano Nico, juvenil del Athletic, en una amplia y profunda entrevista concedida a ‘So Foot’, revista de culto relacionada con el fútbol que se publica mensualmente en Francia. El periodista Aquiles Furlone titula esta interesante conversación con un contundente ‘Basque panther’. ‘La pantera vasca’ no solo incide a lo largo de la misma en cuestiones de índole deportivo.

A la pregunta de “Qué es para ti ser vasco?”, Williams responde “pues una forma de vida, diría. Creo que los vascos somos respetados porque somos gente buena, tenemos esa característica. Mis padres, mi familia, hemos tenido la suerte de que la gente de aquí, del País Vasco, nos ha ayudado. Nos acogió como sus hermanos desde el primer momento. Mis padres están muy orgullosos de haber echado raíces aquí y yo estoy muy contento de formar parte del País Vasco y, sobre todo, de formar parte de lo que es el Athletic”.

Sobre la opción de conocer otra Liga, el rojiblanco deja claro que “es cierto que estoy donde quiero estar y soy muy feliz aquí. Me gusta estar en Bilbao y ojalá que sea para siempre, porque no me planteo mucho hacia el futuro, pienso en el hoy, y lo que pienso hoy es estar aquí muchos años más. Aquí el Athletic es una religión”.

El asunto del racismo en el fútbol también sale a colación. Aunque esta entrevista tuvo lugar antes de los indicentes de Cornellà, Williams ya apuntaba en la misma que “en España no suele pasar a menudo que en los estadios se insulte a un jugador por el color de la piel. Sí es verdad que fuera de España es algo que pasa, sobre todo como dices, en Italia, y me parece que es muy triste, que en pleno partido la gente en vez de alentar a su equipo, de disfrutar del fútbol, de un bonito deporte de equipo que pondera el trabajo y el esfuerzo, se la pase insultado a una persona por el color de la piel. Han pasado muchísimos años y creo que ya es momento de que todos se den cuenta que todos somos iguales”.

Williams admite que “me gustó que Francia ganara Eurocopa y Mundial y ver tantos jugadores de raza negra. Tengo primos viviendo en París y ellos estaban muy felices. Cuando voy allí veo mucha diversidad. Hay muchos negros, muchos marroquíes, muchos argelinos. Muchos inmigrantes y todo eso es muy normal. Ojalá el día de mañana aquí en el Athletic podamos estar a parte de mi hermano o yo, gente que suba de las categorías inferiores y no ser yo el único negro del equipo”.


Respecto a la trascendencia de su primer gol como león en Turín indica que “lo que hice fue abrir algunos ojos. Decir: ‘mira, un negro puede jugar en el Athletic’. No hace falta ser blanco y hablar euskera perfecto para ser vasco. Yo me siento vasco porque he echado mis raíces aquí”.

Williams muestra su rotunda oposición a los países con políticas antiinmigración: “Eso duele mucho porque mucha gente no termina de ser consciente de que las personas que hacen esos largos caminos, lo hacen para encontrar o dar a sus hijos un futuro mejor. ¿Qué persona quiere morir en el camino? La gente que intenta venir a países ya desarrollados es porque lo está pasando francamente mal. Deberíamos ser justos y tener empatía, porque al final la gente que lo necesita de verdad es la que se juega su propia vida por venir, por tener algo que quizá muchos, por el hecho de tenerlo, a veces no lo valoramos”

miércoles, 5 de febrero de 2020

La Copa en San Mamés

Artículo publicado por Galder Reguera en el diario As el 05/02/2020

El viernes pasado me enteré del resultado del sorteo de Copa en el patio de la ikastola de mis hijos. Había ido a recoger al pequeño porque me llamaron del centro para avisarme de que tenía mucha fiebre. Al pasar junto a un grupo de chavales que se congregaba en torno a la pantalla de un móvil como un grupo de piratas alrededor de un cofre del tesoro recién abierto (están prohibidos los teléfonos en el patio), escuché: "Nos ha tocado el Barcelona en casa. ¡De puta madre!". No sé si se puede poner un taco así en una columna. Pero es lo que dijo. A mí me alegró contrastar que la primera reacción al sorteo a la que atendí fuera la de un hincha emocionado. Un hincha joven, además. Su fe es la mía, es la nuestra.

Alguien dijo que la Liga es el filete y la Copa son las patatas fritas. Se refería a que lo importante no es la guarnición, sino el plato principal. Está bien la expresión. Pero si consideramos que una buena definición de una familia es la de un grupo de gente que discute en una mesa por el reparto de las patatas fritas, me gusta aún más. La Copa es las patatas fritas del Athletic Club. En torno a ella los athleticzales, que también somos una familia, nos unimos cada temporada y cada temporada dialogamos como filósofos sobre el estatuto de esta: ¿es preferible levantar la Copa a tener una buena posición en la tabla de Liga?

Desde el viernes pasado, el tema de conversación es el partido ante el Barcelona. El sentimiento por el Athletic en Bizkaia es una especie de iceberg cuya punta emerge más o menos dependiendo del momento, digamos de la salinidad del ambiente. Estos días es una montaña enorme en mitad del mar. Un Everest, la comprobación empírica de que aquí es hincha del Athletic Club hasta aquel que nunca ha visto un balón. Del partido se habla en las tiendas, peluquerías, patios de escuelas, oficinas, ascensores y hasta en los sepelios. Todo el mundo quiere una entrada. Todos sueñan con ser uno de esos 54.000 representantes de todos los demás, porque en San Mamés cada asiento es un escaño, cada espectador el representante de una familia, de un pueblo.