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viernes, 27 de diciembre de 2013

Atotxako Ikurriña Ezkutua

Documental emitido en ETB1 el 07/12/2013

1976ko abenduaren 5ean, Realak eta Athteticek jokatutako derbyan, Iñaxio Kortabarria eta Jose Angel Iribar jokalariek ikurriña atera zuten futbol -zelaira. Garai hartan, ikurriña legez kanpokoa zen eta irudi hori euskaldunon oroimenean gelditu da.

'Love me do' de The Beatles interpretado por jugadores del Athletic Club

Susaeta, De Marcos, Balenziaga y Muniain, participaron en el especial de navidad de ETB1 'Euskal Kantuen Gaua 2013' interpretando una particular versión del famoso tema de The Beatles 'Love me do'


jueves, 26 de diciembre de 2013

Resumen Jor.17ª: Athletic Club - Rayo Vallecano


El Athletic se cuela en ‘Futbolín’

Artículo publicado por Oskar Belategui en el blog 'Gran Cinema' el 26/12/2013

Un animador bilbaíno que trabajó en ‘Futbolín’ logra camuflar el escudo del equipo de sus amores en el filme

Más de dos millones de argentinos han vibrado con ‘Futbolín’. O mejor dicho, con ‘Metegol’, como se denomina allí el entrañable juego de bar y se titula la película de dibujos de Juan José Campanella, recién estrenada en las salas españolas. El oscarizado director de ‘El secreto de sus ojos’ presume de que no hay ninguna referencia a un equipo real en el filme, donde los jugadores de plomo cobran vida y ayudan al protagonista a derrotar al villano y a hacerse con la chica. Sin embargo, conviene fijarse en ese bar de barrio donde se viven épicas partidas de futbolín. En sus paredes luce inimitable e inconfundible el escudo del Athletic.


Fotograma de la pelicula Futbolín en el que se puede ver el escudo del Athletic Club

El gol lo ha metido Javier Hernáez (Bilbao, 1986), jefe de producción en los inacabables títulos de crédito de una película que empleó a 300 personas a lo largo de seis años desde que el director escribió el guion. Licenciado en Comunicación Audiovisual en Navarra, este «forofo a muerte» del Athletic ya trabajó en la cinta de dibujos española más taquillera hasta la fecha, ‘Planet 51’. Abandonó la seguridad de un contrato fijo enMadrid para volar a Buenos Aires y encontrarse al inicio de la producción con una docena de voluntariosos animadores en lo que era una antigua juguetería. «Al llegar pensé que había cometido el peor error de mi vida. Me fui por Campanella. Querían que el ojo del espectador no distinguiera la película de una de Pixar, aunque nosotros tuvimos un presupuesto de 20 millones de euros».


Javier Hernáez

Javier, «desgraciadamente», no es socio del Athletic «por culpa de la vida por contrato por obra» que lleva. Vivió en Argentina toda la etapa Bielsa –«allí le adoran»– y cuando vio que el bar de ‘Futbolín’ iba a ir decorado con banderines de clubes le salió la vena rojiblanca. «Me dieron la orden de que todos los escudos tenían que ser de clubes ficticios para que no hubiera problemas. Yo me tomé la libertad de hablar con un modelador. Le bajé el escudo delAthletic de Internet y le dije que lo pusiera para que se viera en algunos tiros de cámara. Hay que fijarse, se ve en diez o doce planos». Otro compañero asturiano se picó y quiso meter el emblema del Oviedo, pero no coló. «Campanella se dio cuenta y me rogó que pidiera permiso al club. Escribí al tesorero del Athletic yme contestó que sería un honor. Es la única referencia a un equipo real en toda la película».

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Bilbao Athletic: Bodas de Oro, en enero de 2014

(Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - F.C. Barcelona 01/12/13)

EL BILBAO ATHLETIC SE APRESTA A CUMPLIR UNA IMPORTANTE EFEMÉRIDE: EN ENERO DE 2014 CUMPLIRÁ 50 AÑOS DE SU REFUNDACIÓN


Fotografía: Cantera Deportiva

Con tal motivo, muchos componentes de aquel equipo del Bilbao Athletic se reunieron recientemente para celebrar las Bodas de Oro (foto). Y es que en la década de los años 60-70 tuvo lugar una de las grandes tomas de decisión deportivas de nuestro Club, ya que fue entonces cuando se apostó definitivamente por seguir el rumbo que ha distinguido al Athletic Club, una entidad en la que la cantera es la base de su futuro. En 1961 se creó oficialmente el equipo Juvenil, en 1964 renació el Bilbao Athletic y, como colofón se inauguró en 1970 la escuela de fútbol base que desde entonces se ubica en Lezama. La primera alineación del Bilbao Athletic estuvo formada por Unibaso, Garay, Pacho, Zabala, Gurtubay, Javi, Plaza, Ituiño, Martínez, Goitia y Ortiz.

El Bilbao Athletic había nacido en 1938 durante la Guerra Civil, con la Liga y la Copa suspendidas, para que hubiera un equipo en el Campeonato Regional. Después desapareció y el Arenas de Getxo pasó a ser el filial, pero en 1964 se decidió recuperarlo para competir en Segunda Regional con Piru Gainza como entrenador. El Bilbao Athletic ha estado 10 temporadas en Tercera, 23 en Segunda B y 13 en Segunda, donde fue subcampeón en la campaña 1983/84.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Manolo Delgado: "El Athletic para mi es toda mi vida"

Entrevista publicada por Asís Martín en www.eldesmarquebizkaia.com el 13/12/2013

Ni a propio intento sale un día mejor en pleno diciembre para comer en Tamarises con una vista impresionante de Ereaga. Si encima el invitado es Manolo Delgado para qué quieres más. Casi se agota la grabadora de ElDesmarque escuchando anécdotas de este zurigorri llegado de La Mancha y de cuyo nombre los seguidores del Athletic nos acordaremos toda la vida.

Llega incluso antes de tiempo a la cita. Es puro nervio y sigue como un roble, como el de la hoja que lleva como pin de Bizkaia en la solapa. Se cuida mucho. "Si le ves las patas alucinas", nos cuenta nuestro compañero y expupilo suyo en Lezama Sergio Corino. Y coqueto ni les cuento, a sus 68 años hasta lleva en la chaqueta un peine que saca un par de veces para arreglarse el pelo al más puro estilo de Danny Zuko en 'Grease'. Genio y figura.

Pero si algo marca a Manu es su amor por el Athletic y los buenos sentimientos que ha dejado en los dos centenares de leones que han pasado por sus manos. Hables con quien hables. No falla. Sus charlas motivadoras son tan legendarias como sus canciones y guitarra para animar al grupo y soltar nervios junto a otros ilustres como el difunto Natxo Biritxinaga o el doctor Pitxin Gorostidi.

En esta entrevista repasamos momentos memorables, de títulos, gabarras, futbolistas de leyenda, de trabajo de cocina inculcando el espíritu rojiblanco, y también de situaciones más delicadas como su participación en las últimas elecciones del Club. Y para el final no un video, sino el Video, carne de gallina... Pero vayamos al principio.


- De Alcazar de San Juan y más del Athletic que las rayas de la camiseta. ¿Qué ha sido y qué es para ti el Athletic?

Para mi es toda mi vida. Aunque he hecho cosas como jugador en el juvenil del Madrid o como profesional en el Calvo Sotelo, y he sido preparador en equipos como Tenerife y Mallorca, es el Athletic el que con la estabilidad de 38 años de trabajo me ha puesto en la primera línea futbolística y el que me ha permitido luego ir a las selecciones y demás.

- Fuiste portero del Real Madrid juvenil y has llegado a ser 'rival' en San Mamés...

Sí, aunque la primera vez que jugué en San Mamés fue en marzo del 63 con la selección castellana contra la vizcaína que entrenaba Piru Gainza. Allí estaban Anton Arieta, Fidel Uriarte,... nos ganaron 1-2 en el Bernabéu y 4-1 aquí. También con el Real Madrid jugué en Barcelona, como teloneros de la final grande, una final contra el Athletic de los Simó, Nando, Zugazaga, Deusto, Quintana, y aquel día Fidel me marcó un gol que siempre me recuerda. Ahí empezó mi amistad con mucha gente con la que luego coincidí en Bizkaia.

- Y como Julio Iglesias portero merengue y alma de artista. Guitarrista y cantante, tuya es la 'canción de los leones'...

Jajaja en las concentraciones tratábamos de evitar a los jugadores la rutina. Angel Gorostidi, Natxo Biritxinaga y yo queríamos animar al grupo sacándonos cualquier cosa de la manga, como canciones por ejemplo. Recuerdo en un txoko del Casco Viejo que cantamos el año que quedamos campeones un 'Agure zaharra' extraordinario, quedó precioso con Estanis Argote al acordeón y yo a la guitarra, todo el mundo nos aplaudió muchísimo.

- La de gente que pide que se pase el DVD de Kepa Junkera con el 'aliento de San Mamés' antes de cada partido. Da un subidón tremendo...

Eso fue un caso único porque Kepa, que es un monstrúo, hizo una obra de arte con varias canciones y unos episodios maravillosos. A mi me emociona la de la colonia de África, que tienen una sola camiseta y dicen como la utilizan a diario, esa me llegó al alma; y también la de los chicos mutilados de guerra que trajímos a Lezama a jugar y el abrazo infantil que se llevaron me dijo mucho. Nosotros hicímos lo que sabíamos, que era cantar el himno del Athletic a capella, sin música, con los Valverde, Urrutia, Aspiazu, Abando, Ezquerro, Joseba Etxeberria, Julen Guerrero, Felipe, etc... Pero te diré que, sobre todo para mi, creo que es demasiado emotivo porque si estás calentando en el césped y te ves en los videomarcadores de San Mamés era demasiado. Es demasiado.

- Tuviste que dejar el fútbol porque perdíste un testículo...

Sí, tuve dos lesiones gravísimas, pero sobre todo esa. Tuve una fractura de mandíbula, que luego Txetxu Rojo me remató la parte de arriba en Lezama, pero sobre todo sufrí una patada fortísima en los testículos y pese a estar 40 días en reposo se enquistó, había riesgo de que derivara en algo peligroso y tuvieron que extirpármelo. Me dije 'si me han roto la cara y el testículo, en la siguiente me mandan p'al piso', jajaja, así que como mi estilo de juego bajo palos era muy arriesgado decidí colgar los guantes y dedicarme a la preparación física.

- Desde 1975 en Lezama gracias a Piru Gainza. ¿Cómo fue tu llegada, tu toma de contacto?

Fue como si estuviera en casa. Porque en mi trayectoria de futbolista estando en el Calvo Sotelo de Puertollano la interrelación con muchos exjugadores del Athletic hizo que en cuanto aterricé en Lezama y en Algorta fueran todos a verme. Era la primera generación. Estaban Rafa Alkorta padre, Miguel Angel Amezaga padre, Jose Mari Alonso, Basauri padre, de Oleaga, Juan Portilla, vamos un sinfin de jugadores que me trataron como uno más y según llegué ya me fueron a buscar para enseñarme todos los rincones de Bizkaia.

- Pionero en preparación física, te consideraban un adelantado a tu época...

Es que efectivamente yo era de la segunda promoción de un trabajo muy novedoso y duro porque era una carrera universitaria originaria de un bilbaíno de pro, como Jose María Cagigal, que adaptó la preparación física moderna que venía de Europa, desgajada de lo político para pasarla a la universidad. Además tuve la ventaja de ser el primer preparador de equipos que previamente había sido futbolista de cierta categoría, y eso me abrió las puertas de varios clubes hasta recalar en el Athletic. Aquí pegamos un gran avance físico y cambiamos las rutinas de trabajo de todos los equipos del club que así dominaron el periodo del 75 al 86. Luego ya todos los clubes se pusieron al día en ese aspecto.

- No sé si hablamos incluso de un naturista, alguien con recetas muy particulares para el pelo, la salud, etc... que dejaban atónitos a tus jugadores...

Jajaja cuando hablas con los jóvenes en esas etapas en las que pasan de niños a chavales y a la madurez, es cuando surgen esos problemas de noviazgos, de la soledad de las concentraciones, así que les contabas cosas positivas, científicas, de la alimentación, de la pareja, etc... era una forma de interrelacionarnos de forma natural en todas las situaciones, no solo en el fútbol.

- Ilústranos sobre la dichosa pubalgia o hernia del deporte, en este Club ya es casi de la familia...

Es una lesión típica del fútbol que representa su esfuerzo, que está influída por la biomecánica de cada persona según estén constituídas sus caderas, lo que ya conlleva una limitación. También puede haber un desequilibrio muscular, que unido a la superficie donde se juegue, o el jugar miércoles y domingo, o el tipo entrenamiento hayan llevado a auténticas epidemias. Nos llamaban equipos asolados diciendo que si entrenaban en la playa, otros que en polideportivos, o los que hacen muchos rondos y están venga a pegarle de interior, hay mil posibilidades de que surja, así que la batalla es crear equilibrios con ejercicios específicos. Cuando los jugadores se meten dentro van a hacer un trabajo preventivo de core, de propioceptivos... Y si todo falla pues se va a Munich porque su sistema es muy eficaz, poco cruento, rápido para volver a jugar, aunque puede haber recidivas con el paso de los años.

- Trabajaste con la flor y nata del club: Koldo Aguirre, Javier Clemente, Iñaki Sáez, Howard Kendall, Txetxu Rojo, Jupp Heynckes, Luis Fernández...

Y también con Mendilibar, Sarriugarte, Mané, creo que con todos hemos tenido éxito sobre todo por décadas. Década gloriosa del 75 al 86, la del 90 con Jupp Heynckes, con el subcampeonato de Liga y entrada en Champions con Luis Fernández, los 2000 con la entrada con Ernesto en UEFA, y los cuatro años con Caparrós que creo que fueron muy positivos con dos UEFAs y una final de Copa.

- Recibíste muchas críticas por acudir en las últimas elecciones junto a Jabo Irureta en un acto público de una candidatura...

Quiero significar que teníamos un cometido desde noviembre del año anterior, cuando se nos encomendó renovar Lezama, sus estructuras, hacer el párking soterrado, los campos 7 y 8, remozar la tribuna, etc... así que nos pusímos a investigar. Jabo y yo visitamos Valdevevas y la Massía, con Butragueño y Zubizarreta, estudiando al máximo nivel.
Yo siempre me he movido por designación del Athletic. El Club me dice que viene un cuerpo técnico nuevo y vas a ser el tercero, pues bien; o que vas a ser suplente o titular indiscutible, o readaptador, o que vas a pasar a la dirección deportiva. Y yo lo hago. Todo lo que he hecho siempre me lo ha solicitado el Club. En aquel momento nos comprometímos a hacer una renovación de personal, una optimización, una estructura de entrenamiento individualizada que pensamos que requería el futuro del Athletic, para que los diamantes pasaran a ser brillantes tallados por personas como Alkorta, Ferreira o Urzaiz. Todo sin saber ni que iba a haber elecciones. Así que ante un compromiso formal designado por la entonces junta directiva no lo podíamos dejar en el camino, ¿porque lo que piensas el 8 de mayo no vas a cambiarlo el 7 de julio, no? Esa fue la situación concreta y cuando hicímos aquella actuación pública en el hotel fue con plena consciencia del asunto.

- ¿Y qué pasó después del día de San Fermín?

Continué un año más en el que pasé por consenso con Jon Berasategi y Jose María Amorrortu al Museo con Asier Arrate para digitalizar unos fondos originales de Ricardo Estecha, que de forma altruísta entregué al Club y ahí acabó mi historia en el Athletic. Mis días finales fueron de un trabajo muy novedoso, con un estudio de televisión en Madrid y con tu amigo 'Larri' en Bilbao, y así cuando llegó el día de mi 67 cumpleaños concluyó mi vida en el Athletic. Esa es la historia, pero repito que el posicionamiento no fue ir contra nadie sino la continuidad de una misión que nos había encargado el propio Club, y echarlo para atrás hubiera sido un absurdo. De hecho el encargo fue eficaz porque después, como es lógico, se han hecho y aprovechado muchas cosas apuntadas en aquel trabajo. Mira, en el Athletic todos dejamos algo para el siguiente creando opinión, estructuras, valor humano y este caso es así de sencillo, sin dobleces ni nada de estar desorientados que dijo alguno, aquello no tuvo nada de capricho.

- Seguro que muchos no saben que tu mano está detrás de la medida de pasar de calentar dentro a hacerlo fuera...

Sí. Calentábamos en la caseta o en una sala especial tras las obras del 82, que nos gustaba más, porque había un ambiente increíble y cuando salíamos el público, que no nos había visto, se encendía aún más. Pero el 7-0 con Txetxu Rojo en el Nou Camp fue muy duro en la 2000-01 y luego justo venía el Real Madrid a Bilbao. Le dije a Txetxu que había que hacer algo. Pensaba que era mejor salir fuera, que nuestro público nos vea y anime desde el principio, y que viendo nuestra actitud si había alguien enfadado lo íbamos a solucionar antes así. Pues nuestra gente lejos de enfadarse nos llevó en volandas y al Real Madrid le ganamos.

- Estos días se reacondiciona la gabarra, ¿la veremos navegar?

Bueno, yo creo que sí, en ese tipo de fortuna vamos a pensar que si lo hemos tenido al alcance tan solo hace dos años, y que esa motivación y ese gustillo está dentro de los jugadores como decía estos días Gurpegui, estoy seguro de que están trabajando con Ernesto para ir a la caza de un título.

- Cuéntanos algo de alguien a quien adorábais, Natxo Biritxinaga (DEP)...

Natxo era una persona insigne en el Athletic. Un hombre muy competente, que no solo ha atendido a un sinfin de atletas y deportistas vascos, sino que además tenía una magnificencia y una voluntad terrible. Alguien que hacía un conjunto con el equipo campeón, con Javi Clemente, con todos, increíble. A su sabiduría unía la impronta que tenía para animar a los jugadores y a los aficionados, para mi es una figura única dentro de lo que representa el Athletic, San Mamés y Lezama.

- Desgraciadamente también nos acaba de dejar Beti Duñabeitia...

Tuve la fortuna de convivir con él dos años como directivo de Eguidazu. En el Casco Viejo era una persona auténticamente ilustre y era un honor pasear con él por Bilbao. Todo el mundo le saludaba y le paraba. También estuvimos juntos los cinco años de presidente y aquella fue la época gloriosa con Koldo Agirre, era una gozada jugar todos los años en Europa.

- La vida te ha dado palos pero también alegrías, me dicen que tienes mano de santo para la lotería...

jajaja bueno, bueno, eso son rumores... Como ando mucho por Gran Vía me paro a tomar un café, nos tocó la lotería a muchos en el bar 'Campeón', otra navidad en la cafetería 'Metro' también hubo suerte y cayó allí, así que Dani o Jabo Irureta cada vez que compro décimos andaban como locos por ir a comprar al mismo sitio jajaja.

- Y para jugar al frontón y el mus...

Sí, teníamos en Lezama un pequeño trinkete para hacer recuperaciones y entrenamientos específicos de los porteros. He visto partidazos allí entre Zaldua y el Txopo, o a Igartua que luego se hizo pelotari profesional, pero la verdad es que los retos individuales de pala se me daban bastante bien. Como anécdota te diré que Rocky Liceranzu me dio 12 tantos hasta 22 con una pelota de tenis forrada de asoplas y le gané. Y luego años después vino Joseba Agirre, que se había enterado de la historia, y me suelta 'yo también te doy 12 de ventaja', y también le gané jajaja.

- Lo que todos tus pupilos destacan sobre ti es la alegría constante con la que has trabajado, el buen rollo permanente...

Es un concepto clave. Para mi dentro del profesionalismo y la competencia lo que no puede ser nunca una caseta es un funeral. Ya hay muchos en la vida real... Todo lo que sea deporte de equipo pasa por los sociogramas, haciendo vínculos muy fuertes de verdad, de responsabilidad, de comunicación, motivación,... y eso creo que ha sido una de mis virtudes con los más de 200 jugadores del primer equipo que han pasado por mis manos.

- Y por encima de todo el amor al Athletic que te ha ayudado a superar momentos personales muy duros...

Sí, hombre por supuesto. Pero no es el amor que yo le tengo al Athletic sino lo que el Athletic representa lo que te ayuda. No es que cada uno le dediquemos nuestro corazón o la vestimenta o el comportamiento, sino que es el halo, la imagen, el honor que el Athletic tiene lo que nos produce un beneficio a las personas.

- Los jugadores que han pasado por tus manos destacan tus charlas motivacionales...

El teatro del fútbol tiene muchas escenas y representaciones. El escenario muchas veces es la recuperación en soledad de un jugador gravemente lesionado como Dani o Gorka Iraizoz, o todo el proceso de Gurpegui. Cuando me preguntan qué es lo más bonito que me ha pasado siempre digo que no son los campeonatos, sino recoger a un ser humano siendo un niño y verlo madurar, o recuperar a un jugador lesionado y ver que luego llega a internacional compitiendo con el Athletic.

- ¿Se puede decir que eras algo más que un preparador físico para tus chicos?

Sí, porque realmente los entrenamientos duran una o dos horas, así que la interrelación humana que cala y queda a través de muchos años de convivencia y de esfuerzo es la que nos lleva a ser de esa forma.

- Decía Sarita Estévez que eres "el mejor fichaje junto a Patxi Angulo que no haya jugado"...

Se lo agradezco mucho a Sara pero para mi serían todos los directivos que idearon el Athletic. Don Félix Oraá, por ejemplo, que imaginó Lezama y la creó, o personas como Javi Uría que por desgracia dejó en el intento su vida. Patxi Angulo y yo somos unos de tantos que hemos puesto lo mejor de nosotros mismos en el Athletic, pero ni más ni menos que Natxo Biritxinaga, Miguel Gutierrez, Bertol, Zarra, Zugazaga, Piru Gainza, Iribar, Lezama, etc... Todo es un acumulado de lo antiguo, lo actual y lo que venga.

- Resistíste varios cantos de sirena para irte del Club...

Tuve ofertas de Barcelona siendo Jose Luis Nuñez vicepresidente de la FEF para hacer una Massía, del Zaragoza, a través de Luis Costa y Manolo Vilanova, también a través del presidente de la Federación andaluza con idea de crear un Lezama allí, pero la virtud de las directivas del Athletic fue que me hacían un año más de contrato que sus mandatos, que estaba muy a gusto en Bilbao y que encima eramos campeones.

- ¿Te da pena ver que ahora hay jugadores que se marchan encantados?

Dentro de la palabra filosofía, que es el estudio del pensamiento, en la vida hay que respetar el pensamiento de las personas. Pero sí creo que de alguna forma hay que darle una vuelta de rosca en Lezama a la sistemática de la voluntad. Para que esa huella, que está muy definida en la psicología y en nuestra filosofía, se aplique para crear ese fondo de opinión que no haga variar de idea al jugador en su decisión. A no ser de que sea de mútuo acuerdo con el club como ha pasado a veces, claro.

- Así que eres optimista...

Es que de todas formas siempre hemos pasado por esas mareas. Cara al futuro hay que trabajar mucho, pero no tengo dudas pese a los vaivenes y a que siempre habrá dientes de sierra, que decía Pedro Aurtenetxe. Lo veo como el mito de Sísifo porque subímos la piedra hasta la cima, donde disfrutamos de bienestar, y nos la bajan una y otra vez porque nos quitan jugadores. Pero sé que ese arranque, ese impulso de volver a pelear de nuevo, de alzar la piedra a lo más alto entre todos siempre va a existir en el Athletic.

- Se cumplen 15 años del triunfo en Champions ante el Galatasaray con el gol de Julen, ¿ves al equipo de Valverde capaz de entrar?

Creo que Ernesto es un entrenador muy versátil, con una fiabilidad deportiva total, que domina su trabajo, que siente la posibilidad de sorprender a los equipos rivales, y que la media racional de los puntos sumada es muy sólida y lleva hacia Europa, lo que no es una exigencia en ningún caso. Pero sí estamos muy bien encaminados sobre todo si aparecen recursos humanos como Beñat y Kike Sola a los que seguro que Valverde acabará sacando partido. Entiendo que el equipo puede acabar del cuarto al sexto clasificado.

- Un placer, Manolo, déjanos por favor un deseo para 2014...

Que San Mamés se acabe de construír porque es un disfrute y nos llena el ego, lo antiguo se ha unido con lo nuevo, y me encantaría que el equipo cace el león y nos permita inaugurar el campo al completo participando en una copa europea.


Poster oficial temporada 2013 - 14



Para todo aquel que quiera descargarlo solo tiene que seguir el siguiente enlace que le llevará a la página oficial del Athletic Club:

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Fuente: www.athletic-club.net

lunes, 9 de diciembre de 2013

Resumen Copa 1/16 (ida): Celta - Athletic Club


"El viejo San Mamés estuvo a punto de desaparecer por el Ensanche"

Artículo publicado por Jon Mujika en el diario Deia el 08/12/2013

Se confiesa un coleccionista apasionado. Todos lo son. Con el libro San Mamés. Memoria e historia de La Catedral aún caliente, los focos de la actualidad se proyectan sobre Joseba Moro, un hombre acostumbrado a trabajar en la sombra. No por nada, a sus 46 años asegura que lleva décadas coleccionando objetos e historias relacionadas con Bilbao, con el Athletic y con San Mamés. Guarda, como oro en paño, una sucesión de negativos sobre la construcción de la tribuna principal de San Mamés, con el arco. Y es un reconocido coleccionista de cromos de fútbol en ese mundillo.


Joseba Moro parece rematar de cabeza su libro sobre San Mamés. (Oskar Martínez)

¿Quién era el más difícil: Iribar?

¿Cómo dice?

Me refiero a los cromos...

¡Ah! El más complicado de conseguir en los años ochenta era Vicente del Bosque. Y sí, Iribar también era complicado en alguna que otra colección. Es un pasatiempo adulto, como cualquier otro.

Tanta historia para llegar al San Mamés del siglo XXI y encontrarnos con que hay gente que se moja...

Yo no me mojo, pero es cierto. Tengo que contarle que en 1953, cuando se construyó el arco de la tribuna principal, hubo las mismas quejas.

¡La solución, rápido!

Se alargó el voladizo un metro ochenta para que se mojasen menos, pero el agua, al final, acaba metiéndose, ya lo ven.

Dice la leyenda que hubo un aficionado que se subió al arco... ¿Lo hubiese hecho usted?

No es una leyenda. He llegado a identificarle. Se llamaba Jaime Gaucel Rodríguez. Y no, yo jamás hubiese subido al arco. Tengo pánico a las alturas.

¡Qué viejos tiempos en los que se cantaba en San Mamés!

Aunque suene extraño, no he encontrado documentación sobre que se cantase en San Mamés hasta los años setenta.

¿San Mamés mudo?

Yo no he dicho eso. En 1929, tras la portería sur, se hicieron célebres los bonis que gritaban y chillaban más que nadie en el fútbol, espoleados por una tal Bonifacio.

¿Qué historia de San Mamés le ha sorprendido?

Por ejemplo, que estuvo a punto de desaparecer de su emplazamiento habitual por el Ensanche de Bilbao en 1932 porque no era propiedad del club. En realidad, el Athletic llegó a tener otro campo en Torremadariaga. Dos. Pero luego vino la guerra en el 36 y aquello quedó en agua de borrajas.

Siga, siga..

Incluso se habló de algo en Asua, aunque la documentación no está clara, quizás se tratase de Lezama. O que el campo se pagó a escote, algo muy bilbaino.

La eterna pregunta: ¿campo o estadio?

Un estadio es un estadio y un campo de fútbol es otra cosa. Aquí nunca se ha querido la figura del estadio porque las pistas alejan el contacto del público, se pierde cercanía.

¿Está documentado el sobrenombre de La Catedral?

No hay una teoría fija. Se habla mucho de que San Mamés era la cátedra del fútbol y otra teoría apunta a que se sentía la misma emoción que al visitar un templo. Tengo más amarrado lo de los leones.

Los dos que aparecen a los pies del niño mártir: San Mamés.

O quizás no. Según se construyó San Mamés vinieron a jugar los Leones de Flandes y antes de la final de 1914 el Athletic aparece citado como los Leones del Norte. Es la primera referencia que he encontrado.

¿Recuerda la primera vez que pisó San Mamés?

Fue en un partido del Bilbao Athletic. Estaba detrás de una portería y durante todo el partido atacaron por la banda contraria a la mía. Nada que ver con el día en que fui a ver al Athletic, con las luces y toda aquella emoción.

Y admiraba a...

Dani. Era el que metía los goles. Y he sido muy de Argote, un futbolista con mucha clase. Recuerdo un partido en el que enloqueció a Marcelino.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Athletic, en el corazón chino

Artículo publicado por Aner Gondra en el diario Deia el 06/12/2013

Rong Chen, aficionada rojiblanca, narra en chino todos los partidos que se disputan en San Mamés


Rong Chen, 27 años y estudiante de marketing en la Universidad de Deusto, ayer en Lezama (Juan Lazkano)

Todo el planeta mira con recelo a China. Con más de 1.340 millones de habitantes es un gigante dormido que empieza a despertar, una nación que poco a poco va derrumbando los tabúes del comunismo y que asimila los gustos de occidente. Su poder lo intuyen las grandes empresas de todo el mundo y el deporte no es una excepción. Las principales ligas europeas hacen malabarismos con los horarios de los partidos para llegar a las gigantescas audiencias asiáticas. Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Juventus… Las potencias futbolísticas coleccionan millones de aficionados en China. Y también el Athletic. El equipo rojiblanco cuenta con un valor añadido. Su particular filosofía no ha pasado inadvertida para los chinos, quienes utilizan internet para diluir las distancias y formar comunidades virtuales desde las que empujar a los jugadores del Athletic.

Rong Chen tiene 27 años y es natural de la provincia de Fujian, al sur de China. Hoy en día vive en Bilbao, ciudad en la que ha aterrizado para realizar un máster de marketing de la Universidad de Deusto, pero hace varios años que siente pasión por el Athletic. Ella es una privilegiada y, lejos de olvidar al resto de aficionados chinos, se esfuerza en poner su granito de arena y mantener un puente entre San Mamés y China.

"Ya me gustaba desde hace años el Athletic porque era un equipo especial", explica Rong, "pero llevo dos años en los que sigo intensamente al equipo". En el último año ha tenido la oportunidad de integrarse en el botxo, donde definitivamente se ha dejado absorber por el virus rojiblanco: "Si vives en Bilbao es muy difícil no ser del Athletic. Vayas donde vayas, hay ambiente de Athletic. Te vas a un bar y está la bandera o el escudo". Ella es ahora mismo la más envidiada de la comunidad rojiblanca en China, ya que puede sentir en primera persona lo que significa el club de Ibaigane: "En China el Athletic le gusta a mucha gente precisamente porque mantiene su cultura y su filosofía. Yo creo que ellos sienten lo que sienten los aficionados del Athletic".

Mientras en Bilbao los aficionados protestan porque la LFP obliga al Athletic a jugar los lunes por la noche, en China se acostumbran a tener que hacer magia para poder ver los partidos. "Los aficionados de Shanghái lo tienen fácil porque pueden ir a la Euskal Etxea a ver los partidos del Athletic, pero para el resto es muy difícil", se lamenta la joven china, "normalmente los canales de televisión no dan los partidos del Athletic. Es fácil que den los de Barcelona o Real Madrid, pero el resto, no. La gente se levanta a las tres o las cuatro de la madrugada para ver al Athletic. La mayoría de las veces lo tienes que ver a través de internet, pero no se ve nada bien. Aunque se vea fatal, merece la pena levantarse de la cama".

Las estrictas leyes chinas hacen que en el país asiático sea imposible acceder a Youtube, Facebook, o Twitter, espacios que ayudarían a seguir la actualidad del Athletic. Para contrarrestarlo, Rong y miles de rojiblancos más han creado espacios en los que mantenerse unidos. Para ello tienen una cuenta del Athletic en Weibo, el Twitter chino, así como un par de foros en el que regularmente participan 1.500 usuarios y en el que ya se contabilizan casi 40.000 posts. La cúspide de toda esta corriente rojiblanca es la Peña China del Athletic, con más de 50 miembros repartidos por todo el país.

Nada más llegar a Bilbao Rong pudo saborear el ambiente de San Mamés. Llegó a tiempo de conocer el antiguo campo y quedó maravillada: "Me impresionó la primera vez que estuve. Me gustó mucho, fue fenomenal. Me impactó el campo porque era muy diferente a lo que tenemos en China. Allí todos los estadios tienen una pista de atletismo, no tenemos campos de fútbol. La grada estaba muy cerca del campo y todo el mundo animaba mucho". Ahora le roba el carnet de socio a su novio y no se pierde un solo partido del Athletic: "El nuevo campo es más bonito, pero me gustaba mucho el ambiente que había en la tribuna norte detrás de la portería del antiguo. Me gusta el ambiente, los gritos y cánticos, porque es muy diferente a China. Allí somos mucho más tranquilos viendo el partido".

Los parroquianos de La Catedral no parecen muy extrañados al ver una asiática con bufandas rojiblancas: "Me han recibido bien. Supongo que la gente de alrededor tendrá curiosidad y se preguntará qué hace esta. La verdad es que la gente en el campo es muy maja". Lo que no saben sus vecinos de localidad es que Rong se pasa el partido entero retransmitiendo el encuentro por teléfono para una empresa de apuestas. "Durante el partido estoy al teléfono retransmitiendo el partido en chino y nadie me dice nada. Pensarán que estoy hablando por teléfono con mi familia", explica la joven, "es algo que me gusta hacer. Siempre iba a los partidos y ahora encima me pagan, así que mejor. Incluso suelo hacerlo en partidos de fuera".

Además de narrar los partidos, Rong se encarga de que a los aficionados chinos no les falten camisetas y ropa del Athletic. En un país que fabrica imitaciones de todas las marcas, es imposible hacerse con una camiseta oficial del Athletic. Se convierten en un tesoro. Es por eso que Rong recopila encargos de otros aficionados y realiza envíos de grandes paquetes hacia China: "En una ocasión hice una compra en una tienda del Athletic de más de 800 euros. Es la única manera de que tengan la camiseta oficial".

Ya sea en Bilbao o en Pekín, todos los aficionados rojiblancos están ilusionados con el Athletic de Ernesto Valverde. "Esta temporada está jugando bastante mejor que el año pasado", se alegra Rong. Un Athletic en puestos de Lida de Campeones seguro que despierta más pasiones rojiblancas en China. Rong tiene claro cuál fue el día que enamoró a miles de chinos a ambos lados de la muralla: "El partido de Old Trafford trajo mucha gente al foro del Athletic. Sirvió para que muchos se hiciesen seguidores del Athletic".

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Alineaciones Historicas: Final UEFA 1977


Estadio: San Mamés
Fecha: 18/05/1977

Alineaciones:

Athletic Club: 2 (Irureta, Carlos) Iribar, Dani, Guisasola, Escalza, Alexanko, Villar, Churruca, Amorrortu, Lasa (Carlos), Irureta, Rojo I

Juventus: 1 (Bettega) Zoff, Cuccureddu, Gentile, Furino, Morini, Scirea, Causio, Tardelli, Boninsegna (Spinosi), Benetti, Bettega

Segunda edición del BertsoDerbia

Fuente: athletic-club.net

El lunes 18 de noviembre se presentó la segunda edición del BertsoDerbia, que se celebrará en Donostia el próximo 3 de enero de 2014, a las 19:00 horas, en el Teatro Principal-Antzoki Zaharra. En la misma han estado presentes el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, el directivo de la Real Sociedad Joseba Ibarburu, las bertsolaris Amaia Agirre y Miren Amuriza y Jose Angel Iribar en representación de la Fundación Athletic Club Fundazioa.

Organizado por la Fundación Real Sociedad con la colaboración de la Fundación Athletic Club, en esta edición del BertsoDerbia se enfrentarán dos equipos de bertsolaris liderados por Igor Elortza, el del Athletic Club, y Amaia Agirre, el de la Real Sociedad. Los otros dos bertsolaris de cada equipo serán elegidos por votación popular a través de los sites de cada entidad. Para votar por quiénes representarán al Athletic Club, pincha aquí. Debes votar por un bertsolari de la siguiente lista: Arkaitz Estiballes, Iratxe Ibarra, Miren Amuriza, Etxahun Lekue, Onintza Enbeita, Fredi Paia, Nerea Ibarzabal. El equipo de bertsolaris será, en cualquier caso, mixto.

BertsoDerbia es una idea original de la Fundación Athletic Club que busca reivindicar la rivalidad sana existente entre los dos equipos y el ambiente general de diversión compartida que se expresa en los derbis entre el Athletic Club y la Real Sociedad. Por otro lado, también se busca el afianzamiento de una cultura común que nos une y la promoción del fútbol como tema dentro de la práctica del bertsolarismo. La entrada a la próxima edición será gratuita mediante invitaciones que se repartirán próximamente en la Tienda Oficial del Athletic Club en San Mamés.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Cuando huelen la sangre...

Artículo publicado por Jon Mujika en el diario Deia el 02/12/2013


Bufandas al viento, la afición celebró la primera de las grandes noches de fútbol en el nuevo San Mamés. (P. Viñas)

En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol, dijo Eduardo Galdeano, el viejo escritor uruguayo. Se diría que lo dejó escrito para que fuese recitado en noches como las de ayer; noches en las que el Athletic se convierte en vendaval y no hay muralla que detenga esa tormenta ni hombre que se aliste a otro regimiento.

Desde el primero hasta el último minuto, desde el primer al último hombre, la carga fue incesante, un asalto al bastión que no halló fuerza sobre la tierra capaz de detenerlo. Así, al Barcelona más gris de los últimos tiempos empezó a llegarle el fin del mundo a oleadas. Tal fue el acoso, tan firme la mano que le estrangulaba, que mediada la segunda mitad, cuando Iker Muniain subió al cadalso, hacha en mano, hincó la rodilla. Segundos después su cabeza rodó sobre el canasto. San Mamés entero vibró entonces como solía...

Ocurre cada vez que el león caza. Muerde, muerde y muerde; y muerde otra vez hasta que hace presa y mata. Es lo que le agranda, lo que le distingue. Cuando huele la sangre no hay quien detenga esa furia desatada que ayer encendió las gradas y tribunas de San Mamés. No fue así mediada la primera mitad, cuando el Barcelona parecía ágil y ligero, tocaba febril. Parecía inabarcable entonces, pero el Athletic presionaba arriba, en la yugular. Cuando huele la sangre, el Athletic de Esparta, encabezado ayer por la imagen conmovedora de Toquero como punta de lanza, como un cristo inmolado en la presión, no cesa, no se desmaya, no da un paso atrás.

¡Y como vive San Mamés esa avalancha! El mismo San Mamés que guardó un sentido minuto de silencio en recuerdo de Beti Duñabeitia con los sobrecogedores acordes del himno del Athletic ralentizados en el piano para, cumplido con el corazón del pasado, entregarse en el arranque con la fuerza del viento. Sabe esta afición que cuando la noche es incierta, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo. Así lo hizo. Dejó que el Athletic apretase en las cuatro esquinas, alentándole para que siguiese con esa furia desatada, cun fútbol de alta tensión que el Barcelona no supo ni pudo desactivar. También las gradas huelen la sangre, también aprietan los miles, tampoco se descansa hasta el último minuto.

Fue un partido jugado a sangre y fuego, ya estás dicho. Pero nadie pensó que aquello fuese una locura. Es más, ya en los comienzos se elogiaba la idea: irse a morder arriba. "Ernesto le ha echado un par..." repetía un aficionado una y otra vez, cuando el Athletic apretaba con cuatro, con cinco, con seis por delante de la línea Maginot del centro del campo. "Es la única manera de ganarle al Barça", repuso una voz. Y otra le dio la hermosa réplica: "¡Es nuestra manera!" Sonó tan convincente, tan emotiva y escalofriante, que su autor se llevó una salva de aplausos para casa. La merecía.

Ni siquiera después de que se cobrase el diezmo del gol llegaron la dudas. No fue, el de anoche, un Athletic de cálculos ni de trincheras sino un equipo a pecho descubierto. Ahí iba Toquero, y a su lado Muniain; y Herrera, y Markel Susaeta, y Mikel Rico y Javier Etxebarria, y Aitor Aranguren, y Ainhoa Ortega, y María Ángeles Fuentes, y así miles y miles. No querían, no quisimos, que el Barcelona nos acorralase. ¿No eran Neymar El Terrible o Alexis Ojo de Águila...? ¡Qué lo demostrasen! ¡Qué tumbasen a león con su fuerzas! Nada de dar un paso atrás, pensaba el equipo y pensaban las gradas en sintonía, entre los coros de Aida y los gritos de ¡Athletic, Athletic! enfebrecidos. Ese es el Athletic grande, el que no guarda, ni esconde, el que se parte la cara. Ese es nuestro Athletic.

Hubo, durante el encuentro, otras historias. El nuevo San Mamés no olvida las afrentas en el viejo campo y volvieron a afearle su juego a Iniesta por la vieja deuda de la expulsión a Amorebieta y el desprecio a la Catedral, a la que trató de "un campo cualquiera" en su despedida. Él no es un cualquiera con el balón -mediada la primera mitad era Barça puro...- pero no conoce algunos de los códigos de la historia del fútbol. Aquí no encontrará el perdón, pese a que vio como Xavi, su compañero de armas, volvía a marcharse entre aplausos.

Está también la historia de Iker García. Era ya tiempo de prolongación y había subido las escaleras de tribuna principal hasta el rellano. Su aita tiraba de la manga. "El autobús, Iker, el autobús..." Y tanta fue la insistencia del padre que el niño -once o doce años le calculo...- se dio la vuelta y le dijo: ¡Joder, empatar con el Barça ya es mucho pero ganarle... ¡Ganarle es la hostia!" el padre le abrazó y mucho me temo que ambos volvieron a casa en taxi. Y poco que les importó.

Lo primero, valorar al Athletic y luego todo lo demás

Artículo publicado por Amalio Moratalla en el diario Marca el 02/12/2013


Para que no se nos llene la boca de ‘Liga aburrida’, de ‘Liga de dos’, de ‘esto no hay quien lo aguante’ y de ‘siempre ganan los mismos’, ayer en el nuevo San Mamés la fiesta futbolística fue un espectáculo. Y por cierto, no ganó el Barcelona. Perdió y lo hizo merecidamente. Al margen del error arbitral –que puede pasar en cualquier partido- , los méritos, el éxito y los laureles, para los leones de Valverde. Hubo juego, lucha, garra, talento y una acertado Ernesto, que desactivó cualquier intento de Martino por engancharse a un partido que perdía en todos los terrenos.

Para colmo, el argentino sentó a Xavi Hernández –tendría su razones- y remató con un Iniesta en el banquillo, ¡cuando tenía que ganar el partido! Algo desconcertante. Tanto o más que el hecho de que, cuando se vio perdiendo, en lugar de acular al Athletic, fue cuando más dificultades pasó el Barcelona. ¿Crisis…? ¿Fin de ciclo…? ¿La pera limonera…? Sencillamente atraviesa un mal momento. Sin Messi, sin Valdés, sin Alves, con un Neymar sin acabar de explotar… Y aun así, líder. ¡Ojo con las afirmaciones absolutas, que este equipo tiene correa!

Y vuelvo a lo mismo: mérito para el Athletic –sin Bielsa ya-, que le plantó cara a un Barça que sólo había perdido un partido hasta ayer y que sabía lo que se jugaba. Se encontró con la presión, la tensión y la pasión de un equipo y una afición que empujaron tanto, que convirtieron a uno de los mejores equipos del mundo en un conjunto menor, vulgar…

Y ahora, ¿qué? ¿Hablamos de una Liga aburrida o mediocre? El Atlético haciendo historia, el Real Madrid –sin Özil ni Khedira, para los polémicos- en pleno subidón, el Barça, pese a todo, líder… Athletic, Real Sociedad, Villarreal… Y así hasta el Betis, que sigue colista, pero jugando bien.

Disfrutemos. Un diez para los leones de Valverde y para los ‘otros leones’, los del Cholo. Un Ancelotti que va cumpliendo su promesa de ganar y jugar bien -¿¡cuánta culpa tiene Alonso!?- y una Liga apasionante, pongas la tele a la hora que la pongas. Ojalá le dediquemos mucho espacio a todo esto y menos a ‘¿qué le pasa al Barça?’ De momento, tiene que reinventarse, no hay duda. Aquello no volverá, pero a día de hoy sigue líder. Otra cosa es la tendencia y esa necesita timón. Y si duda de la emoción de nuestra actual Liga, eche un vistazo a la jornada siguiente: Osasuna-Real Madrid, Levante-Elche, Rayo-Granada, Barcelona-Villarreal, Málaga-Getafe, Almería-Espanyol, Real Sociedad-Betis, Sevilla-Athletic, Atlético-Valencia y Valladolid-Celta. La pena es tener que esperar hasta el viernes día 13. Con lo caliente y bonito que está esto… Nos conformaremos con la Copa, que seguro traerá a algún matagigantes. ¡¡¡Athleeeeeetic!!! ¡¡¡Bien!!!!

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Fallece Beti Duñabeitia

Artículo publicado por Jon Mujika en el diario Deia el 27/11/2013

Hoy cabe entonar aquel viejo canto de San Mamés, el 'Beti zurekin', tras la muerte de Beti Duñabeitia.
Bilbao pone a media asta las banderas en memoria de Duñabeitia



Su última visita al nuevo San Mamés en el primer partido oficial ante el Celta. (Foto Athletic Club)

Hoy los vivos de Bilbao estamos un poco más muertos al conocer el adiós de Jesús María Beti Duñabeitia, a los 84 años de edad. Hoy hay que gritar, junto al poeta mexicano Carlos Fuentes y junto a los suyos, aquello de "qué injusta, qué maldita y qué cabrona es la muerte", porque el espíritu bravo de Beti Duñabeitia, un león de los despachos, tanto allá en el viejo San Mamés desde donde izó el estandarte del moderno Athletic, como en el Ayuntamiento de Bilbao, donde aún humea su recuerdo, ha hincado la rodilla.

La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a todas las mujeres, sin olvidarse de uno solo -¡Dios, qué fatal memoria!- y ha llegado a los pies de la cama de un hombre que ha dejado huella en Bilbao. Cómo no hacerlo si los versos del poeta uruguayo Mario Benedetti parecen escritos para él, para recordarle. "Después de todo/la muerte es solo un síntoma/de que hubo vida". Las palabras retumban a los pies de su cadáver aún caliente para no olvidarle.

No. No deberíamos. Aquel hombre con aire de gentleman que había cosido su buen nombre en la famosa tienda 'Un mundo elegante' es inolvidable por mil y un razones. No en vano, cumplió el sueño de todo buen bilbaino: ser alcalde de la ciudad y presidente del Athletic. Hubiese sido demasiado ser Amatxu de Begoña aunque le profesaba fe ciega.

Hoy las crónicas de la memoria nos abruman con fechas, datos e hitos; el hilo con el que reconstruir una biografía de urgencia. El 8 de junio de 1976 dimitió como directivo de la junta directiva de José Antonio Eguidazu, en medio del temporal desatado por la búsqueda del sustituto a Rafa Iriondo en el banquillo. Menos de un año después fue elegido presidente el 24 de mayo de 1977 por los socios compromisarios tras imponerse a Ignacio de la Sota (169 a 156 votos) en unas elecciones de alta tensión, tras las cuales lanzó una promesa solemne: "Habrá elecciones democráticas". Tardaría dos meses y medio de presidencia, el 8 de agosto de 1977, en izar la ikurriña en San Mamés -aquella decisión valiente le causaría un sinfín de quebraderos de cabeza en su negocio, en la legendaria tienda de la calle Correo del Casco Viejo...- y poco más en cumplir su palabra. Dimitió para poder presentarse a unas elecciones ya democráticas -podrían votar en ellas los 17.450 socios del Athletic mayores de 21 años- y el 5 de noviembre de 1977 fue investido presidente tras convocar unos comicios que no llegaron a celebrarse. Él era el elegido. De su mano las mujeres abonadas adquirieron la condición de socias y echó a andar la remodelación de San Mamés, que se engalanaba para el Mundial de 1982.


Beti Duñabeitia en el momento de izar la ikurriña en San Mamés en 1977 (Foto Athletic Club)

Aún puede escuchársele, hablando del Athletic, aquello que ahora sobrecoge "no me gusta mucho el concepto de sobrevivir porque parece que estamos en ruinas...". Jamás asumió como un lastre la filosofía del club sino como un aliciente, más un ejemplo que un milagro. Y de su mano llegó Javier Clemente al Athletic. "Aurtenetxe le hizo la oferta pero yo le firmé el contrato", recordaba en los buenos tiempos, cuando hablar del Athletic aún le hervía en las venas. Tanto que aquel 7-1 en el Bernabéu con Senekowitch en el banquillo le dolió con siete lanzas. Lo hizo hasta el último aliento. ¿Hablar del Athletic, he dicho? No tuvo pasión más grande. Hoy doblan por su recuerdo las campanas de La Catedral, allá donde estén.


Duñabeitia junto a Clemente en 1981 (Foto Athletic Club)

Ir y venir con Bilbao a cuestas, esa ha sido la vida de Beti Duñabeitia, el hombre que guardó silencio en los últimos años, quizás para regodearse con tanto cuanto vio. No en vano, el 20 de diciembre de 1990 llegó a la Alcaldía del Ayuntamiento de Bilbao con la encomienda de domar los fuegos del trepidante mandato de José María Gorordo. "Era la calidad humana por encima de todas las cosas", recordaba ayer una voz anónima del Consistorio. Durante aquellos cinco meses de gobierno tendió un puente de plata para la llegada de José Luis Robles, siempre sin un mal gesto, siempre con aquel aire dandy, aquella atmósfera del Mundo Elegante. Desde el Consorcio de Aguas del Gran Bilbao, donde ejerció de presidente ejecutivo, donde le alumbraron los últimos focos de la vida pública y donde pasó las de caín con aquellas sequías tremebundas que le trajeron grandes desvelos y quebrantos de salud.

Se va un hombre grande y su marcha nos empequeñece. La vida, su vida, fue una gran sorpresa. La misma vida que nos ha enseñado que basta un instante para hacer un héroe y una vida entera para hacer un hombre de bien. Beti Duñabeitia no fue un héroe, pero no hay voz que rebata que fuese un hombre de bien.

Hoy, cuando ya habita allá junto a Zarra, codo a codo con el gran Piru Gainza, con todos los ídolos de su niñez, es posible imaginarle con la media sonrisa a cuestas y ese aire de cantor de tangos argentinos que gastaba. Puede vérsele aún, emocionado con su Athletic y con un Bilbao que hoy le llora a lágrima viva. Debiera hacerlo, es una deuda de gratitud.

Se ha ido Beti Duñabeitia, un alma grande. Y ahora viene bien recordar que son las grandes almas las que tienen voluntades; las débiles tan solo deseos. La suya fue una vida de voluntades, un sube y baja de zancadas y tropiezos y, quién sabe, tal vez con un sueño perdido: ¡Qué no hubiese dado por ser Zarra!

Goian Bego / Descanse en paz

lunes, 25 de noviembre de 2013

Alineaciones Historicas: Título de Copa 1984


Estadio: Santiago Bernabeu
Fecha: 05/05/1984

Alineaciones:

Athletic Club: 1 (Endika) Zubizarreta, Goikoetxea, De Andrés, Nuñez, Urkiaga, Liceranzu, Dani, P.Salinas, Endika (Sarabia), Urtubi, Argote (Gallego)

F.C. Barcelona: 0 Urruti, Sánchez, Migueli, Julio Alberto, Víctor, Alexanco, Carrasco, Schuster, Rojo (Clos), Maradona, Marcos

Una Copa en cuadrilla

Artículo publicado por Juanma Mallo en el diario El Correo el 13/15/09

Tres aficionados echan 25 años atrás y rememoran su viaje a Madrid para ver el Athletic-Barça en el Bernabéu

Han pasado 25 años y ocho días. Un mundo. Pero ellos se acuerdan de aquel 5 de mayo de 1984 como si fuera ayer. Como si no hubiera dado tiempo para que se haya desarrollado toda una generación de vizcaínos, algunos sus hijos. Aitor Campos, Amaia Pelaz y Santi Oliván gozaron en el Santiago Bernabéu, en directo, de la última Copa del Rey que recaudó el Athletic. Ninguno solo. Entonces veinteañeros -Oliván tenía 18 años- disfrutaron en directo de aquel duelo que acabó en batalla. Los chicos, con los amigos. Ella, con la familia. Una Copa en cuadrilla.

Sus recuerdos hablan de un Madrid «tomado» por el rojo y el blanco. «Parecía Bilbao». De un largo trayecto, en coche o en autobús. De la «facilidad» para conseguir las localidades, nada que ver con lo que ha ocurrido para el choque de esta noche en Mestalla. «Es que antes estábamos más acostumbrados a llegar a finales. La última había sido en 1977, que perdimos contra el Betis. Ibas a la agencia de viajes y comprabas la entrada. Sin más». A Aitor y a Santi les costó 500 pesetas. Amaia invirtió el doble. Aunque el resultado fue similar. Vibraron, se emocionaron, temblaron con su Athletic. Con el gol de Endika. Gritaron, abuchearon e incluso insultaron a Maradona, Schuster, Migueli... Marcados a fuego en su memoria, despliegan estos recuerdos a continuación.

AITOR CAMPOS

«Ese día, Madrid fue bilbaíno»



Aitor Campos posa orgulloso con su bandera rojiblanca. Es su tesoro. Han vivido y padecido juntos cada duelo histórico del Athletic. «Ha estado en muchas 'batallitas'», subraya. La victoriosa final de 1984, la aciaga semifinal de Copa contra el Betis (de la que el lunes se cumplieron cuatro años), el partido de infarto por la salvación contra el Levante... «Me acuerdo que en Madrid, al bajar del autobús, se enganchó con la puerta y se hizo un agujero. Y ahí sigue. Ni la he cosido, ni la he lavado», refleja.

A los 20 años emprendió aquel triunfal trayecto en autobús con «seis o siete» amigos. Chicos y chicas. El primer paso fue conseguir las entradas. Etapa sencilla. «Fuimos a una agencia de viajes y compramos las entradas y el billete. Fue más fácil que ahora. Es que esto es una locura», recuerda este ex socio rojiblanco: «Lo veré por la televisión. Al nacer mis hijos me borré», recita.

Pero conserva su amor al rojo y al blanco. Igual que guarda esa maratoniana y extenuante jornada en la capital. «El ambiente era increíble. Madrid estaba tomada por aficionados del Athletic». Se hicieron los dueños de la ciudad. «Me acuerdo que en el metro gritábamos '¡Que bote, que bote San Mamés!' y la gente saltaba. Y había una marea vizcaína en la Puerta del Sol», recuerda Campos, mientras destaca «el buen ambiente» que reinó con los hinchas del Barcelona, fotografiándose incluso juntas ambas aficiones.

Casi medio día después de plantarse en Madrid -«llegamos sobre las diez»- el árbitro Franco Martínez decretó el inicio del encuentro a las 20.15 horas. El reloj no había llegado al minuto 15 cuando Endika generó una explosión de alegría rojiblanca. «Entonces, nos metimos atrás. A defender el resultado con uñas y dientes. Les dimos mucha caña. Es normal que al acabar el partido tuvieran esa reacción», concede Campos, que acabó el duelo «agotado». «Éramos jóvenes, pero estuvimos todo el día de fiesta, saltando, gritando... Cuando terminó sólo teníamos ganas de descansar en el autobús».
Aunque quedaba otra etapa. «El mejor recuerdo». La celebración en Bilbao. «Fuimos hasta Santurtzi para seguir la gabarra y nos colábamos en los trenes y los autobuses para llegar con la caravana hasta El Arenal», rememora.

AMAIA PELAZ

«Maradona se tiraba todo el rato»



Evoca con «mucha emoción» la final de Copa de hace 25 años. No sólo por el triunfo del Athletic. También porque estaba embarazada de «tres meses». Y porque Amaia Pelaz acudió al encuentro con «toda la familia». «Fue una excursión. Fuimos en varios coches: mi marido, mis suegros, los cuñados... Y por otra parte fueron mis padres. Nos encontramos todos allí», aclara.
En el Bernabéu -«parecía San Mamés», apostilla-, siguió el encuentro desde uno de los fondos. «Me acuerdo muchísimo de Maradona. No paraba de tirarse», recrimina aún Amaia al 'crack' argentino. Su memoria, no obstante, esconde una parte amarga: «En nuestra zona hubo una avalancha. A mi hermano le pegó un policía porque saltó al campo para ayudar a una chica. Nos pusimos muy nerviosos», reconoce.

La misma sensación le invade ahora cuando se escucha que hay gente que se está «empeñando» para poder ir a Valencia. «Eso no es normal. A nosotros la entrada nos costó alrededor de 1.000 pesetas. La gente está dispuesta a darlo todo -su hija ha buscado una entrada «como loca»- y eso los jugadores tienen que recompensarlo. Deben dejarse hasta el carné de identidad», exige. Al mismo tiempo, su mente dibuja de nuevo las imágenes que vio aquel día en Madrid. «Fueras donde fueras, daba igual. A cualquier sitio que miraras veías algo rojo y blanco».

SANTI OLIVÁN

«Dormimos en un escaparate»



«Éramos doce. Todos del mismo barrio de Basauri. La mayoría teníamos 18 años y alguno incluso era más joven. Íbamos con los mayores, que se hacían responsables de nosotros. Por eso nos dejaron ir». Santi Oliván, el único protagonista de este reportaje que estará hoy en las gradas de Mestalla animando al Athletic, salió a las seis de la mañana de su pueblo. En autobús. «Era la opción más barata -y también la más larga- que encontramos en una agencia de viajes en la esquina entre Rodríguez Arias y Alameda de Rekalde. Éramos jóvenes y no teníamos ni un duro», reconoce.

De hecho, la final fue un sábado y ellos, «sin hotel, ni pensión, ni nada», aguantaron hasta el domingo en Madrid. ¿Por qué? «Es que acababa la Vuelta a España y nos quedamos para animar a Marino Lejarreta (entonces líder del equipo Alfa Lum)».

-¿Y dónde durmieron esa noche?

-Pues en un escaparate.

Eran otros tiempos, se apresura a matizar. «Paramos en Aranda y comimos un bocadillo. Eran enormes. Nos los hicieron en Basauri». Ahora el plan varía. «Vamos a cambiar el bocata por la paella». Y es que asistirá con otros compañeros. «Saldremos de trabajar e iremos a dormir a Teruel. Y llegaremos a Valencia el miércoles mismo (por hoy)», traza este socio afortunado con un billete.

Presenciará así su tercera final del Athletic: Barcelona, con victoria; Atlético, al año siguiente, con derrota. «El ambiente previo fue similar en ambos casos. Pero los recuerdos más intensos te quedan de la primera, que además la ganamos». Pero no sólo influye este aspecto. «Era la primera ocasión que salíamos de Vizcaya. Para nosotros, ir a Madrid era como ir a otro mundo. Era la primera vez que montábamos en el metro. Menos mal que dos compañeros estudiaban allí y nos orientaron».

Como de guía le sirven a Oliván las imágenes de televisión para recordar aquel duelo. «Estuvimos en el segundo anfiteatro. Y veíamos a los jugadores como puntitos. Ni vimos a Dani recoger la Copa», acepta. A partir de ahí, la fiesta. «Para nada nos sentimos cansados después del partido», resalta Oliván, que le ocurrió lo contrario que a Aitor Campos. «Estábamos eufóricos», concluye.

La final del Bernabéu

Artículo publicado por Alfredo Varona en la revista Mediapunta el 25/05/2012


Yo tenía 14 años y era un fanático del Athletic en Madrid. Vivía en Nuevos Ministerios, sólo había que atravesar la conflictiva zona de Azca y cruzar la Castellana para llegar a Chamartín. Y fui de la mano de mi padre a esa final de Copa del Rey de 1984 frente al Barcelona de hace 28 años. La primera impresión no se me olvidará jamás, con la policía deteniendo a viejos reventas, a la altura de ‘La Madrileña’, en la orilla del Bernabéu, que entonces presumía de la reforma que vivió con motivo del Mundial del 82. La siguiente fue desde el segundo anfiteatro, desde el que sólo se veían banderas del Athletic, que enarbolaban 50.000 hinchas, la mayoría de pie, como ya nunca más volverá a pasar. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado en todos estos años. Entonces el fútbol ya era una pasión o, tal vez, una razón de ser que se conformó con un único gol, el de Endika, a solas frente a Urruti, el portero del Barcelona. Al día siguiente escuché, a través de Radio Nacional de España, casi al instante, el viaje de La Gabarra. Salió desde Las Arenas hasta Bilbao, acompañada de embarcaciones, traineras y miles de aficionados a ambos lados de la ría. Y, entre ellos, los trabajadores de los Altos Hornos, con sus monos azules. Han pasado 28 años y no ha vuelto a pasar.

Desde entonces, la espera es realista, pero no impaciente, como relata Andoni Goikoetxea, que fue uno de los héroes de aquel Athletic. Su voz está ahora a mi servicio, como hubiera sido imposible en el 84. Yo era un niño y él un corpulento defensa central que arrastraba páginas de periódicos y una incorregible fama de dureza. Sin embargo, en contra de los prejuicios, jamás en su vida hizo un marcaje al hombre. Y menos en ese Athletic, en el que Liceranzu y él marcaban “en zona”. Por eso ahora descarta que el fútbol haya cambiado tanto en estas tres décadas, en las que Goikoetxea no se deja avasallar por la nostalgia. “No, porque después he llevado la vida que quería llevar. No me he separado nunca del fútbol, y eso me ayuda a aceptar el paso del tiempo”. Y ha pasado, claro. Hoy, a diferencia del 84, ya no vive en el centro de Bilbao (“vivía en la calle Sabino Arana”), sino en Las Arenas, donde a La Gabarra le gustaría tanto volver a empezar. “La aspiración es ésa”, insiste Andoni, a sólo tres años de cumplir los 60, con una vida más pacífica y menos viajera. Sus dos hijas, una de las cuales aún no había nacido en 1984, ya no le necesitan como entonces. Son mujeres maduras, que estudiaron en la universidad (“una vive en Barcelona y la otra en Madrid”) y a las que sólo queda un recuerdo lejano del padre, vestido de futbolista. Porque hace décadas que Goikoetxea ya no ejerce de futbolista. Hubo un día en el que su relación con la pelota cambió para siempre.

“Veo todo el fútbol que puedo, pero ya no lo juego, porque son muchos impactos, y es malo para mi espalda: hago otro tipo de deporte más suave como la bicicleta”. Y la báscula ya no señala los 83 kilos de aquella imborrable noche en el Bernabéu. Pero no importa. Goikoetxea ahora es otro hombre, sin la urgencia de la victoria e incapaz de impresionarse por la evolución mediática de la vida. Los años le dan para eso y para saber que él nunca alcanzó en su cuenta corriente las sumas de dinero de los futbolistas de ahora. “También es verdad que entonces se pagaba en pesetas”. Pero, en todo caso, la pregunta obedece a otra idea: “¿Que si los futbolistas de ayer valdríamos para hoy? Para mí, sin ningún problema, pero me parece una pregunta estéril y con poca base”. Y entonces es como si Goikoetxea recordarse el pánico que provocaba Maradona cada vez que cogía la pelota. Su zurda era como la de Messi ahora, la mejor del mundo. “¿Cómo no iba a valer para hoy? Y no sólo Maradona. También Schuster, Víctor, Migueli…, cualquiera. Si entonces eran los mejores hoy lo seguirían siendo. Pero, claro, yo recuerdo que en mi época también se preguntaba cómo encajaría Di Stéfano en nuestro fútbol?” Así que Goikoetxea mira al pasado y no encuentra la prehistoria. “En realidad, el fútbol no ha cambiado tanto. Las reglas son las mismas, los balones muy parecidos
y las medidas del terreno también”.

“¡Vaya cuádriceps teníais!”

Otra cosa es que la vida se haya modernizado en estos 28 años. “En mi época había un gimnasio en Lezama, pero lo utilizábamos
poco y, a lo máximo, eran sesiones con poco peso y muchas repeticiones. Pero esto también era según los equipos, yo me acuerdo que la Juventus tenía fama de utilizar mucho el gimnasio”. Goiko tampoco conserva la camiseta de aquella noche en el Bernabéu, en la que nunca se cansó de despejar balones. Pero sí memoriza la fotografía de esa época y de esos años. “A veces, la gente me dice ‘vaya cuádriceps teníais los futbolistas de entonces’. Y yo les digo que eso es porque los pantalones eran más cortitos y se veían más, no por otra cosa”. Y, claro, el recuerdo es inseparable de aquel once que empezaba con Zubizarreta, Urkiaga, Goiko, Liceranzu y De la Fuente y terminaba con Dani, Sarabia y Argote. Y, entre medias, existían tres tipos que representaban orden y talento: Gallego, Urtubi y De Andrés. Toda esa gente fue algo más que un símbolo para Vizcaya en unos años donde existía la misma obsesión por la victoria. Yo era un niño, pero recuerdo el final del partido, a los jugadores del Barcelona persiguiendo a los del Athletic sin ninguna buena intención, a la melena rubia de Schuster, a los rizos de Maradona, a la rabia de Víctor…, incapaces de admitir el dolor de la perversa derrota. Goikoetxea también lo recuerda. Son ya 28 años, pero, en días así, la memoria no pierde el pasaporte. Ahora, es otro hombre que, aunque ya no figure en la nómina del Athletic, tiene la misma pasión. Por eso esta noche su vida no podría estar en otro sitio que no fuese el Calderón. Esta vez será comentarista de la Cadena Ser y una parte de su corazón estará en Las Arenas, donde el destino está deseando volver a empezar. Vizcaya ha esperado demasiado. Son 28 años peleando frente a esas pacíficas aguas de la ría que echan de menos al Athletic. Goikoetxea, también. Ha sido un sacrificio demasiado largo, pero él no quiere pronosticar. Él siempre fue un hombre prudente que en ese mítico verano del 84 jugó con la selección de Miguel Muñoz la Eurocopa de Francia. Era entonces un futbolista convencido de su propia importancia, como pasa casi siempre con el Athletic de ahora. ¿Acaso no es argumento suficiente para imaginar la victoria esta noche? Yo sigo simpatizando con el Athletic y con su once que, como hace 28 años, vuelve a recitarse de memoria con Gorka, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta… Al fin y al cabo, el fútbol se hace de recuerdos así.

domingo, 24 de noviembre de 2013

“En mis manos está la ilusión de mucha gente”

Artículo publicado por Jordi Quixano en la revista Mediapunta el 30/10/2013

El niño que soñaba con la portería de San Mamés ya ha cumplido los 200 partidos, y acaba de recuperar el puesto bajo uno de los travesaños más pesados de la Liga.


Sensato, pausado y reflexivo, Gorka Iraizoz (Pamplona; 1981) responde con la cabeza y el corazón, siempre honesto,
como le enseñaron a vivir. Se abruma cuando toca y disfruta siempre de la portería del Athletic, su sueño hecho realidad y prolongado por el tiempo, toda vez que ya suma 203 partidos –el tercero que más en la historia del club, sólo por detrás de Iríbar (614) y Cedrún (402)– con la zamarra rojiblanca. O negra, en su caso. “Aunque ya casi ni elegimos el color porque dependemos de cómo viste el árbitro”, bromea el guardameta, que se esconde del ruido porque en su casa están haciendo obras. “Nunca se sabe lo que pasará en un futuro, pero sí que cuando acabe mi carrera me gustaría vivir en Bilbao”, admite. Pero por el momento exprime su “pequeño paso” en la historia de San Mamés.

Pregunta. ¿Se imaginó de niño ser el tercer portero del Athletic con más partidos en sus guantes?

Respuesta. Mi sueño era ese, desde luego. Recuerdo que mis padres me regalaron una batería y me duró cinco minutos. Resulta que no me dejaban jugar a fútbol en casa y, enfadado, le solté una patada a la batería. Siempre pensaba en jugar y ahora ocurre lo mismo. No sé, tal vez ahora no le doy la importancia que tiene a este número de partidos con el Athletic porque no me paro a pensarlo. Pero, desde luego, es un orgullo. Sobre todo porque todavía estoy viviendo mi sueño.

P. Y eso que usted es un portero de rebote…

R. Sí. De niño empecé como jugador, pero el portero se fue del equipo y mi tío Txusin, que era el entrenador, me pidió que me pusiera bajo los palos. Yo no tenía nada que objetar y creo que me ha ido muy bien por este camino…

P. Aunque los inicios fueron complicados, ¿no?

R. Es verdad que Mendilibar no me quiso en el Barakaldo y que en el Espanyol me costó jugar. Ha sido un camino duro y difícil, pero así es la vida y de todo se debe aprender. De hecho, cuando me fui del Espanyol, me marché con lágrimas porque estaba muy agradecido al club y a su gente. Lo disfruté mucho. Y a la buena gente nunca hay que olvidarla.

P. Tampoco allí olvidan la parada que le hizo a Nuno Gomes, en los cuartos de final de la UEFA ante el Benfica.

R. En mi carrera he acertado y fallado muchas veces. Pero esa parada me abrió las puertas del Espanyol, del Athletic y del fútbol. Aunque también es verdad que he hecho otras paradas para llegar a finales de Copa y… tocó el Barcelona. Y ya eso no se puede controlar.

P. ¿Jugar en el Athletic, en cualquier caso, le hizo madurar de golpe?

R. En cierto modo, sí. Pasé a un club que me quería como pieza importante en su proyecto. Y pagaron mucho dinero [unos cuatro millones] por mí, por lo que era una responsabilidad.

P. ¿Eso influye en el futbolista?

R. En mi caso, sí. Yo soy de pueblo y de una familia trabajadora. Mi padre llegaba a las 12 de la noche y se levantaba a la siete para trabajar y mantener a la familia. Para mí, si pagan dinero por tenerme, es una gran responsabilidad y por eso debo ir cada día a trabajar para hacerlo lo mejor que sé, esforzándome al máximo. Además, aquí sé que manos porque en Bilbao se vive el fútbol con intensidad.

P. ¿Eso también le ha quitado cierto anonimato?

R. Sí. El empuje y esa presión que ejerce el aficionado se da 24 horas al día por la ilusión que tiene. Todos te conocen y quieren animarte, ayudarte en cierta manera, darte su opinión. Recuerdo que en Barcelona los jugadores del Espanyol vivíamos a la sombra de los del Barça. Aquí todos son del Athletic y te hace ver que tienes el privilegio de, otra vez y pase lo que pase, seguir generando ilusión a esa gente.

P. Al principio todo le salió de maravilla, hasta el punto de que le compararon con Iríbar y Zubizarreta, ¿no?

R. Para mí son ídolos y referentes. Ángel [Iribar] siempre está a nuestro lado para tendernos una mano. Y Andoni es Andoni. Recuerdo que la primera vez que hablé con él apenas decía palabra… fue la mayor ilusión de mi vida. Es que yo de niño, en el parque, siempre me pedía ser Zubi. Pero por eso creo que las comparaciones nunca son buenas. Cada uno es de una época y tiene su momento, y alrededor hay muchos condicionantes que moldean a las personas. Pero por otro lado, me gusta que el Athletic respete tanto la historia. Somos una familia que vivimos de la historia y que la inculcamos a las nuevas generaciones. Así que dentro de unos años seremos nosotros los que estemos en boca de padres y abuelos. Esa es la magnitud del Athletic.

P. ¿Nota ahora, sin embargo, que juega bajo la lupa y la crítica de San Mamés?

R. Es un estadio muy exigente. Y la portería del Athletic tiene una historia muy grande y así de grande tiene que ser el rendimiento del portero en ella. Eso es lo que el socio quiere. Y en mi posición existió, existe y existirá esa presión.

P. ¿Por qué nunca ha respondido a las críticas?

R. Porque no me toca. No soy quien para hacer eso. Respeto todos los puntos de vista, sé cómo me siento y cómo debo trabajar. Hay cosas que no se pueden controlar.

P. ¿Tampoco los penaltis?

R. ¡Eh! El año pasado paré dos… Bueno, la verdad es que hay porteros especialistas en los penaltis. Yo no… No es que haya estado muy afortunado en esa suerte durante mi carrera.

P. ¿Le gastaban bromas en el vestuario?

R. No. No. Más que nada porque parece que en los penaltis ni los porteros paramos ni los que chutan la meten… Es como un gafe que hay. Una anécdota.

P. ¿Quedó también en anécdota la grave lesión que le produjo a Filipe Luis en 2007?

R. Eso fue un mal trago para mi carrera y mi persona, además de para él, por supuesto. No quieres hacer daño y son circunstancias que no controlas. Por fortuna, al final acabó en una nueva amistad.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Alineaciones Historicas: Título de Liga 83 - 84


Estadio: San Mamés
Fecha: 29/04/1984

Alineaciones:

Athletic Club: 2 (Liceranzu 2) Zubizarreta, Goikoetxea, De Andrés, De la Fuente (Patxi Salinas), Urquiaga, Liceranzu, Dani, Sola, Noriega (Sarabia), Urtubi, Argote

Real Sociedad: 1 (Uralde) Arconada, Sagarzazu, Gorriz, Gajate, Celayeta, Zubillaga, Zamora (Diego), Larrañaga, Uralde, López Ufarte, Begiristain

Partido amistoso: CD Laudio - Athletic Club


miércoles, 20 de noviembre de 2013

La magia de La Catedral

Artículo publicado por Julen Guerrero en el diario El Correo el 27/05/2013


Recuerdo perfectamente mis primeros días en San Mamés. Entré en Lezama con 8 años, justo cuando el Athletic consiguió sus últimos títulos de Liga y Copa. Esperaba con ansias que llegara el fin de semana. Primero para jugar y después para ir a San Mamés. Era algo sagrado. En aquella época, había un sitio reservado para niños en una de las esquinas de los fondos. Ver no es que viera bien todo el campo, pero sí sentia la emoción y pasión con que se viven cada uno de los partidos en San Mamés. Es algo que te llega muy dentro, que crea adicción. Ahí empecé a sentir la magia de San Mamés.

Se podían llevar banderas. Era una gozada verlas ondeando en la grada. Recuerdo un día de Reyes que había partido. Ir a San Mamés era sagrado, no se discutia, fuera el día que fuera. Mi aita me compró aquel 6 de enero mi primera bandera. Entrar en San Mamés era especial pero hacerlo con una bandera del Athletic era un lujo. El momento en el que salían los jugadores al campo y todas las banderas ondeaban al mismo tiempo mientras sonaba el himno era inolvidable. Se te ponían los pelos de punta, era muy emocionante, una gozada. Pasaron los años y también mi paso por las categorías inferiores. Llegar a jugar en San Mamés vistiendo la camiseta del Athletic cada día estaba más cerca, pero era consciente de que cuanto más arriba subia, más dificultades iba a encontrar. Eso sí, confiaba mucho en mí y me apasionaba lo que hacía.

Antes de llegar al primer equipo ya pude pisar San Mamés. El año que quedamos campeones de Liga y Copa en juveniles jugamos varios partidos allí. Al principio teníamos la incertidumbre de cómo nos íbamos a acoplar al cambio de jugar en Lezama a hacerlo en La Catedral, pero todo salió muy bien. Ganamos todos los partidos. Como capitán de aquel equipo recibí el trofeo como campeones de Liga en San Mamés. Subir hasta el palco a recibirla fue inolvidable. Esa misma temporada debuté con el Bilbao Athletic, que estaba en Segunda A y jugaba siempre en San Mamés. Marqué varios goles. La verdad es que fue una temporada impresionante.

Acabada esa campaña, recibí la gran noticia de que iba a empezar la pretemporada con el primer equipo. Lo normal era empezar y volver a bajar, pero poco a poco me dieron más minutos y abrigaba la esperanza de quedarme. El sueño de jugar en San Mamés estaba más cercano. El partido de presentación fue contra el Bayer de Múnich. Qué mejor manera de debutar con el Athletic en La Catedral. Había que darlo todo para no perdérselo. Ese día llegó, jugué de inicio y además ganamos. Por fin sentí lo que es jugar en San Mamés con el campo lleno. Pero mi máxima ilusión era hacerlo en partido oficial, y para eso aún quedaban un par de semanas. Había que seguir trabajando a tope.

Vi cumplido mi sueño el 6 de septiembre del 92. Primera jornada de Liga, partido contra el Cádiz y salia de titular. El día más esperado de mi vida. Recuerdo perfectamente la salida del vestuario. Justo antes de que se abriera la puerta, cerré los ojos y me dije a mi mismo: 'Por fin voy a cumplir mi sueño. ¡¡Jugar en San Mamés, en partido oficial con el Athletic!!'. Era lo que más había deseado en toda mi vida!!!. Eran muchos los entrenamientos, los esfuerzos, la dedicación... Muchas y muchas horas con la cabeza puesta en ese partido que por fin había llegado. Cuando salté al campo sentí una gran alegría. Había que disfrutar.

Remontada a Osasuna

Ese fue el primero de muchos partidos en San Mamés. Para mi cualquier partido en San mamés es especial. Lo digo de corazón. Evidentemente hay algunos más recordados que otros. El día que conseguimos el subcampeonato de Liga que nos daba acceso a la Champions, clasificaciones para ir a Europa, derbis, partidos con la selección de Euskadi... A San Mamés siempre se va con todo, el corazón y sentimiento de una afición que siente un equipo de manera direrente y que hace que este equipo sea único.

Son muchos los partidos que gana la afición. Cuando rugen todos los aficionados juntos, puede pasar cualquier cosa. Mi último gran recuerdo como jugador fue aquel 4-3 a Osasuna cuando perdiamos 0-3 a falta de treinta minutos. No sé si habrá algún campo que crea en la remontada, pero en La Catedral, hasta que el árbitro pita el final, puede pasar cualquier cosa. Sólo jugué diez minutos, pero fueron suficientes para notar un gran hormigueo por todo el cuerpo y sentir cómo el rugir de San Mamés nos llevó a remontar un partido que parecia imposible. Además tuve la suerte de marcar el último gol, el de la victoria. En ese momento sentí cómo todo el campo empujó el balón al fondo de la porteria. San Mamés tiene magia y partidos como ese lo confirman. Pero para mi la verdadera magia de este estadio es que el que va quiere repetir, tanto de público como de jugador. Es un campo que te llega dentro, que te engancha y ya no te suelta.


Celebración del gol de la victoria frente a Osasuna

Me siento un privilegiado por haber podido jugar en La Catedral tantos años. Es el mejor. No hay una atmósfera igual en ningún otro. El clima que se crea en los partidos es mágico, el rugir de San Mamés es inigualable. Además, desde el primer día he tenido una gran comunión con la afición. He intentado devolver todo ese cariño con esfuerzo, dedicación, responsabilidad y sentimiento tanto dentro como fuera del terreno de juego y me han hecho sentir un cariño tan grande que sólo con escribirlo me emociono. Eskerrik asko a la afición, al Athletic, a San Mamés por esos años que hemos podido disfrutar juntos.

Va a ser muy duro ver desaparecer al viejo estadio. Son muchos los recuerdos que se van con él. Es cierto que hay que modernizarse y que le nuevo campo es necesario y nos traerá grandes alegrías. Sería bueno que el nuevo absorba toda la magia y el sentimiento del viejo. La unión de ambos es fundamental para que el Athletic siga siendo único. Además, la unión es real al integrarse una de las tribunas del viejo en el nuevo. El nuevo San Mamés no empieza de cero, tiene el mejor maestro para guiarle.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Carta al Athletic Club de Bilbao


Alineaciones Historicas: Título de Liga 82/83


Estadio: Insular de Las Palmas
Fecha: 01/05/1983

Alineaciones:

Las Palmas: 1 (De Andrés pp) Manolo, Felipe, Roque, Julio II, Estévez, Román (Calvo), Félix, Páez (Martínez), Pepe Juan, Saavedra, Juani

Athletic Club: 5 (Sarabia 2, Dani, Argote, Urtubi) Zubizarreta, De Andrés, Nuñez, De la Fuente, Urkiaga, Liceranzu, Dani, Sola (Noriega), Sarabia (Julio Salinas), Urtubi, Argote

sábado, 16 de noviembre de 2013

La épica de Aguirre

(Artículo publicado por Jon Uriarte en el diario El Correo el 10/10/13)


Alimentar la épica del Athletic es como subir a un niño sobre tus hombros. Si es de vez en cuando, le ayudas, Si lo haces siempre, jamás intentará lograrlo por sí mismo. Llevo filosófico desde el domingo, cuando comprobamos que pasan los años pero seguimos igual. Siete de los trece puntos que llevamos nacieron de esa épica que nos acompaña desde la cuna. De hecho un 10 de octubre como el de hoy, de 1965, el Athletic visitaba al Espanyol. Y, tras ir perdiendo 3-0, logramos una remontada que pasó a la historia. Viene bien recordarlo para entenderlo que hasta la épica debe tener pies finos y cabeza amueblada. Por eso he llamado a Koldo Aguirre. Uno de los más grendes jugadores y entrenadores que hemos tenido en nuestro club.

Aquél día no jugó Di Stéfano, que por entonces pegaba sus últimas patadas en Barcelona. La cosa empezó con nuestra típica empanada fuera de San Manés. José María y Rodilla nos habían clavado dos goles antes de que Álvarez Martínez pitara el final de la primera parte. No arrancó mejor la segunda. A los 13 minutos señalaron falta y José María la clavó otra vez. Nada pudo hacer Iribar ante el fino zurdo. Koldo pasaba del desencanto al enfado, viendo que aquello no funcionaba. "Piru (Gainza) era el entrenador y me había puesto de extremo derecha. Me daba igual dónde jugar, pero veía que nos iba a ir mejor si bajaba al centro". Su voz suena a ese tono que utiliza cuando cuenta cosas a las que otros añadirían sensurround. Él no. Siempre fue 'el hombre tranquilo'. Desde que dijo en cas que había fichado por el Getxo, hasta su retirada, pasando por la final ante el Madrid campeón de Europa, al que ganó con otros diez aldeanos y en el Bernabéu. Así que, desoyendo al entrenador, se colocó en el centro dispuesto a remontar. "Parte de la culpa la tuvo Fidel". Uriarte, además de gran jugador era el eterno optimista. "Vamos a ganar", soltó, pese a ir palmando por tres. Clavadito al del chiste. "Y no contento, apostó un Gin-Kas a que metíamos enseguida un gol". En el 71, centro de Rojo desde la izquierda, el portero la toca, pero cae al suelo. "Conocía a Carmelo y sabía hacía dónde podía ir". Y es que Carmelo era Cedrún. El hombre que precedió a Iribar y que esa tarde defendía la portería del Espanyol. "3-1 y Fidel grita que apuesta otro". En el minuto 73, Idígoras comete falta sobre Lavín y Rojo I la manda al area, Aguirre cabecea y el balón entra rozando el palo. 3-2 a 12 minutos para el final. Orúe saca un balón desde la defensa y pasa a Aguirre. Koldo regatea a los rivales, hace una pared con Antón Arieta y la mete en la red. Era el minuto 81. Sarriá se atrincheraba viendo que el Athletic era imparable. Pero en el 84, balón a la olla, Mingorance despeja de cabeza fuera del área y alli estaba él. Le pegó con el alma y entró por la escuadra izquierda. Nada pudo hacer Carmelo. Espanyol 3 - Athletic 4. Cuatro goles de Aguirre en 13 minutos. Aquello sí que fue una remontada. "Me dió pena por Carmelo y sobre todo por Andoni". El que fuera portero del Athletic y del Zaragoza tenía cuatro añitos y, cuando Koldo fue a saludar a los Cedrún tras el partido, no quiso saber nada. "No me des un beso que le has metido cuatro goles a aita".

Con el tiempo Andoni entendió a su 'tio' Koldo. "Había que remontar. No podíamos volver a Bilbao con ese resultado para la afición". Cuando escucho a Aguirre entiendo que seguimos ahí, 115 años después, por remontadas así. Pero también por jugadores que no necesitaron abusar de ellas. Marcar el primer gol ante el Villarreal sería algo digno de agradecer. Hay tiempo para pensar en ello en esta semana de barbecho. Por variar más que nada. Y porque Aguirre y compañía sabían remontar, pero también ganar sin angustiar a la grada.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Un domingo cualquiera

Artículo publicado en el número 39 de la revista Athletic Club (Septiembre 2013)

Javier Antón (Actor)


Siempre he presumido de tener memoria sensorial. Un olor, una imagen, un pequeño flash, me pueden hacer retroceder en el tiempo. Aun así, no recuerdo la primera vez que probé el chocolate, o la primera vez que vi amanecer. Lo que nunca olvidaré, es el primer partido que fui a ver jugar al Athletic en La Catedral.

Yo tendría siete u ocho años y aquella tarde mi amama me vistió de domingo, intentó peinarme sin éxito y junto con mi aitite, nos encaminamos hacia el tren a eso de las cuatro de la tarde para cubrir el trayecto entre Santurtzi y Bilbao (que duda cabe que por toda la orilla y luciendo la pantorrilla). En el vagón ya se podía percibir el ambiente que iba a reinar en las gradas. Ambiente de partido, ambiente de fútbol. ¡¡¡¡¡¡¡Athletiiiiiiiiiiic!!!!!!!, Eup!!!!!, cantaban a mi alrededor.

Ya en los aledaños, amama me cogió fuerte de la mano y tras unas cuantas escaleras y un par de puertas arribamos por fin a nuestros asientos que estaban en preferencia. No sé cuánto se gastó mi aitite pero me hizo el "Regalo" de los regalos. El verde del césped, la dimensión de la grada, el ruido atronador. Todas estas sensaciones confluyeron cuando sonó el himno y los jugadores saltaron al campo. Aurrera mutilok.

El partido, que empezó a las cinco (bendito horario), no fue brillante ni vistoso. Hacía bochorno y un poco de viento sur, algo que no nos gusta en Bilbao. El equipo oponente era el Logroñés que lejos de ser un cabeza de cartel, bregaba con bravura. No hubo muchas ocasiones, ni goles por doquier, ni siquiera jugadas trenzadas con brillantez, Daba igual, porque durante noventa minutos fui el niño con un bocata de jamón entre las manos más feliz del mundo. Bueno, quizás un pelín más si cabe cuando Andoni Lakabeg batió al portero visitante por bajo por libre directo faltando diez minutos para el pitido final. Un domingo cualquiera... en San Mamés.

Eskerrik asko, aitite ta amama.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carmelo

(Artículo publicado por K-Toño Frade (hijo), en el libro "Susedidos botxeros y bilbainos selebres y txirenes")


Hoy quiero escribir sobre "Carmelo". Pero no de Carmelo Cedrún Otxandategi (Amorebieta-Etxano 1930) aquel extraordinario e inolvidable guardameta de nuestro Athletic, que defendió la portería como titular indiscutible durante trece años (1951-1964), siendo quince veces internacional y que tras pasar por el Español de Barcelona, fue uno de los primeros emigrantes al soccer americano y fichó por el Baltimore cuando todavía el fútbol en Norteamérica estaba en mantillas.

Carmelo era mi ídolo. Yo su mayor fan. Hace poco, en el funeral de Jesús Garay, me comentaba con su singular gracejo que sabía yo más de su vida que él mismo. Su imagen vestida de negro con cintura blanca y sus medias rojiblancas hasta las rodilleras está todavía viva en mi retina de niño. Retina en la que no hay lugar para ningún gol que le hubieran metido y sí para el penalty que le paró a Kubala. Todavía conservo las fotos un poco amarillentas con sus bordes dentados abarquillados, en las que se ve a mi aita paseando con él en chandal de algodón y botas de baloncesto rojiblancas por la longilínea carretera de Larrauri, frente a la fonda "Eguía" donde se concentraban en tiempos de Daucik, que en algunas ocasiones cambiaban por el retiro en el hostal Iru-Bide en la carretera de Galdakao, que hoy, cuando por allí paso y veo el deterioro de aquellas, en un tiempo bonitas instalaciones, y en la actualidad ocupadas, creo, por una empresa de ruedas, se me ponen los pelos de punta.

Pero ya digo que el "Carmelo" de hoy es un "personaje" que entra por derecho propio en los anales de tipos populares de la Villa relacionados con nuestro Athletic. El loro "Carmelo". "Carmelo" el loro cuyo nombre, naturalmente, debe a nuestro histórico portero, marcó una época. Desde la jaula de barrotes niquelados y anilla dorada, que colgaba todas las mañanas en la puerta de su tienda de golosinas de la calle de Licenciado Poza el amigo "Txano", entre el estanco y la carniceria de Artola, cantaba tan singular pájaro "El canto-himno del alirón" a pleno pulmón, o lo silbaba con elegancia dando prueba de sus excelentes dotes musicales. Quien siendo niño, no se ha situado bajo su enjaulada atalaya para, con el cuello estirado y la boca abierta como mirando al papamoscas, no le ha soltado el consabido "¡Carmelo, canta el alirón!". Pero aquel loro era un puñetero. Basta que tuviera a todo el corro que se había agolpado pacientemente a escuchar su cantata, para que estuviera callado como una tumba. No decía ni mú. "Hala, Carmelo bonito, canta" le espetaba la masa. Nada. Igual que el silencio que precede a las tragedias. Poco podía hacer su dueño para sacarle de su mutismo, y encima, desesperado por las horas que había empleado en su doma cantora. Cuando ya el "público", aburrido, se dispersaba y abandonaba frustrado la calle, el astuto loro observaba con el rabillo del ojo mientras abría con garras y pico una pepita de girasol y viendo que ya no atraía la atención de nadie soltaba de repente con aquella vocecita de vieja que tenía: "Athleeeee-tic... ¡eup!". Volvían todos los espectadores a todo meter para oírle y cuando el loro consideraba que había suficiente quórum se callaba. Decían algunos asiduos que cuando hacía esa faena, se le podía observar cierta sonrisita cínica.

Un día el desdichado "Carmelo" murió envenenado por algún desaprensivo, o criminal hincha de algún equipo rival al nuestro. Un canalla.

Hoy el gran "Carmelo" reposa disecado en el comedor begoñés de la casa de sus propietarios. La misma mujer del "Txano" me lo contaba subiendo al autobús 03; "Todos los días lo limpiamos y lo cuidamos, el pobre parece que está vivo".

(Artículo originariamente publicado en 1998 en el periodico 'Bilbao')

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Información sobre el autor:

K-Toño Frade, hijo


Juan Antonio Frade Villar, "K-Toño Hijo" nace en Indautxu en 1945. Es hijo de Juan Antonio Frade "K-Toño" (Bilbao 1914 - 1992) conocido pintor, cartelista, dibujante y periodista.

Cursa los estudios de Primaria y Bachiller en el Colegio Francés y el Instituto Miguel de Unamuno, y posee el título de Deliniante Proyectista de Arquitectura.

Desde los dieciseis años alterna su trabajo en estudios de arquitectura, donde se especializa en perspectivas de edificios con sus dibujos humorísticos en diversas revistas.

Como cartelista ha ganado varios primeros premios y ha realizado los carteles de varios congresos de Peñas del Athletic Club. Destaca como ilustrador y caricaturista. En el mundo de la publicidad es conocido por el diseño de cátalogos e infinidad de logotipos.

Trabajó como deliniante durante los siete años que duró el Plan General de Ordenación Urbanística de Bilbao. Al finalizar éste, se dedica profesionalmente a la pintura, especializándose en temas costumbristas vascos y marítimos. Como escritor de temas locales y costumbristas bilbainos, colaboró en el periódico "Bilbao" (1993-2007).

Ha sido nombrado "Bilbaino del año" por el Alcalde de la Villa en la "Aste Nagusia 2007".