Foto: P. Viñas
¿Cómo definiría en una palabra el Athletic?
Fuerza.
¿Lo considera más que una religión?
No. Ni una religión me parece para tanto, ni el Athletic tampoco.
¿Cuál es su primer recuerdo de niño sobre el Athletic?
Tendría unos ocho años e Iribar apareció en el cumpleaños de un primo. ¡El Txopo! Era mi primer contacto físico con alguien del Athletic y yo era muy tímido así que no le dije nada. Solo me quedé callado. Impactado porque era Iribar, con esa planta...
¿Quién le metió el gusanillo del fútbol en casa?
El Athletic en mi casa ha existido desde que nací. Somos de Bilbao.
¿Es de los que no perdona un bocadillo y una cerveza cuando ve un partido de fútbol?
¡Hombre, si soy socio del Athletic! El bocata en San Mamés sí que es una religión, sobre todo si es la tortilla con pimientos de mi ama.
¿Qué jugador rojiblanco es su preferido en toda la historia?
No puedo escoger uno... pero destaco a Iribar. Siempre me fijo en jugadores que dejan buen poso en la gente, que saben lo que significa el Athletic para los vizcainos.
¿Cambiaría un partido del Athletic por una buena cena o por una entrada para el cine?
No.
¿Si el Athletic fichara extranjeros lo entendería?
Ni me lo imagino. Es un orgullo que juegue gente de aquí, chavales que pueden ser perfectamente de tu barrio.
¿Un pronóstico para la final ante el Barcelona?
2-1. Que marquen un gol para que no se queden tristes. Al Athletic siempre le pongo un dos cuando juega fuera. Si no, tendría remordimientos .
¿Le impone que la final sea en el Camp Nou?
No, el Camp Nou es una gozada, es un privilegio jugar allí. Sin miedo.
¿Qué sería capaz de hacer si el Athletic gana?
Abrazaré a mis hijas y llamaré a ama. El Athletic es algo muy personal.
