Foto: Pablo Viñas
¿Cómo definiría en una palabra el Athletic?
Equipo.
¿Lo considera más que una religión?
El Athletic es un sentimiento, un sentimiento vinculado a Euskal Herria.
¿Su primer recuerdo de niño sobre el Athletic?
Mi padre era arrantzale y cada vez que volvía íbamos a ver un partido, fuera donde fuera.
¿Quién le metió el gusanillo del fútbol en casa?
Mi ama, mi abuela y mi tía. En mi casa el fútbol era cosa de mujeres.
¿Es de los que no perdona un bocadillo y una cerveza cuando ve un partido de fútbol?
Nunca, y si el bocadillo es de anchoas, mejor.
¿Qué jugador rojiblanco es su preferido en toda la historia?
Iribar, es el más carismático.
¿Cambiaría un partido del Athletic por una buena cena o por una entrada para el cine?
Si la cena es con mi mujer, sí. Pero seguramente iríamos los dos a cenar y luego al partido.
¿Si el Athletic fichara extranjeros lo entendería?
No, además dejaría de ser socio.
¿Un pronóstico para la final ante el Barcelona?
2-1. Goles de Williams y Aduriz.
¿Le impone que la final sea en el Camp Nou ante el Barcelona?
Sí. Es un campo muy grande y ellos saben aprovechar muy bien los espacios.
¿Qué sería capaz de hacer si el Athletic gana un título tres décadas después?
Celebrarlo como hace treinta años, volver a ser niño, y llevar a mis hijos a la gabarra.
