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viernes, 20 de noviembre de 2020

Del Athletic a España, una saga de porteros

Artículo publicado por Jon Rivas en el diario El País el 18/11/2020

Unai Simón, décimo meta del conjunto vasco que es internacional, sigue a ilustres como Iribar y Zubizarreta

Unai Simón e Iribar, en una imagen cedida por el Athletic.

El palco de autoridades de San Mamés lucirá en breve una nueva fotografía enmarcada, la de Unai Simón. En la antesala de la zona noble están colocados los rostros de los 104 futbolistas del Athletic que han vestido la camiseta de España desde que Pichichi, Acedo, Belauste y Sesumaga debutaron en el primer partido internacional de la selección española, el 28 de agosto de 1920 en Amberes. El cuadro de Simón será el número 105. De los internacionales rojiblancos, 10 fueron porteros.

El primero de todos fue Gregorio Blasco, vizcaíno de Mundaka, que jugó con la selección en tiempos en los que la portería española era monopolio de Zamora. Pese a todo, pudo actuar en cinco partidos. Debutó el 30 de noviembre de 1930 frente a Portugal. Ganó España 0-1. En diciembre de 1931, después de una mala tarde de Zamora en Highbury, en la derrota frente a Inglaterra por 7-1, Blasco volvió a la portería española frente a Eire —ganó España 0-5—.

Eran tiempos en los que el Athletic dominaba el fútbol español. Desde el año de su primera internacionalidad hasta 1936, ganó cuatro Ligas y cuatro Copas con el club rojiblanco. Blasco parecía predestinado a ser el sucesor de Zamora, pero la Guerra Civil se cruzó por medio. Jugó su último partido el 3 de mayo de 1936 (Suiza, 0; España, 2). Tenía 27 años cuando viajó con la selección de Euskadi en la gira por Europa y América para obtener fondos para el gobierno vasco. No regresó.

Su sucesor en la portería del Athletic fue Josetxu Echebarria. El club lo fichó siendo juvenil, pero estaba España en plena Guerra Civil y fue reclutado, junto con otro compañero, José Luis Justel. El presidente del Athletic habló en persona con el general Moscardó para pedir la licencia de ambos. La de Echebarria llegó a tiempo, la de Justel no (murió en Gandesa, en la Batalla del Ebro). Con 19 años, el seleccionador nacional, Eduardo Teus, le convocó para la selección aunque fue suplente. La temporada siguiente fue el portero menos goleado de La Liga y jugó 50 minutos en el empate con Portugal, el 12 de enero de 1941, tras la lesión de Pérez. No volvió a vestir la camiseta de España. El 3 de septiembre de 1942, el Athletic jugó un partido de pretemporada frente al Oviedo. En el minuto 20, Echebarria chocó con Chas, un delantero rival. Se fracturó una costilla, que le dañó un pulmón. Regresó y disputó tres partidos, pero días después de jugar ante el Espanyol, el 25 de octubre, le dijo a quien sería su sucesor, Raimundo Pérez Lezama: “¡Qué poco voy a jugar ya!”, y se desmayó en el vestuario. No se puso los guantes nunca más. Peregrinó por quirófanos y hospitales hasta su muerte, en el sanatorio de Leza, en Laguardia, el 25 de marzo de 1965.

Lezama, el tercer portero internacional del Athletic, fue un niño de la guerra. Fichó por el Southampton y debutó en la Liga inglesa contra el Arsenal. Regresó a España en 1940. Debutó con la selección, como su antecesor Echebarria, también frente a Portugal, y como Josechu, para suplir al titular, en este caso Bañón, lesionado. No volvió a jugar con España. Falleció en 2007, a los 84 años, en Laguardia, igual que Echebarria.

En la portería del Athletic le sucedió Carmelo Cedrún, que también se hizo con galones en la selección. Debutó en un partido infausto, la derrota frente a Turquía (1-0), el 14 de marzo de 1954, de clasificación para el Mundial de Suiza, que abocó al desempate en el Olímpico de Roma (2-2). Jugó ese partido y asistió al sorteo en el que el bambino Franco Gemma, cuyo nombre de pila dio mucho de qué hablar, sacó la papeleta de Turquía, que dejaba fuera a España.

Carmelo jugó 11 veces con España. Apenas nueve meses después de su última tarde, su sucesor en el Athletic y la selección, José Ángel Iribar, debutó en marzo de 1964 en un 5-1 de España a Eire, y ocupó la portería española durante 12 temporadas. Ganó la Eurocopa de 1964, jugó el Mundial de Inglaterra en 1966, batió el récord de Zamora y acabó con 49 partidos internacionales, tras un empate a uno frente a la República Federal de Alemania. Kubala nunca aclaró por qué no volvió a ser convocado. En medio se coló en un partido Juan Antonio Deusto, suplente de Iribar en el Athletic, que firmó por el Málaga y también fue su segundo en la selección. Jugó en un Alemania-España (2-1), el 24 de noviembre de 1973.

De marzo de 1964 hasta abril de 1976, Iribar fue el portero de España, como Andoni Zubizarreta desde su debut, el 23 de enero de 1985, —España 3, Finlandia 1—, hasta su despedida, en el Mundial de Francia 98, con la victoria por 6-1 ante Bulgaria. Disputó cuatro Mundiales y dos Eurocopas, aunque acudió también a la de Francia en 1984. En su momento, como Iribar, batió el récord de partidos, con 126, de los que 14 los jugó como futbolista del Athletic.

Diez años después de Zubizarreta, el 5 de junio de 2004, Aranzubia tomó el relevo. Aunque había competido con Casillas en la sub-21 y jugó una final olímpica, su estrella declinó. Sólo jugó un partido con España, frente a Andorra. Kepa Arrizabalaga, su sucesor, lleva 11, desde que debutó el 11 de noviembre de 2017 contra Costa Rica (5-0), y por sorpresa aparece Unai Simón, tres veces internacional ya por decisión de Luis Enrique. Ni siquiera se imaginaba jugando el amistoso contra Holanda que también sería titular ante Alemania. No sabía que a su regreso de la gira, el club tendría que colocar su foto enmarcada en el palco de honor.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Resumen Jor. 5ª: Athletic Club - Madrid CFF

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


Nombres con historia

Ilustraciones de Tomas Ondarra publicadas en el número de noviembre del diario Bilbao






El león número 14

Artículo publicado por Javier Gamboa, ilustración de Asier en el número de noviembre del diario Bilbao

Markel Susaeta cumplirá 33 años el mes que viene. Ha sido el dueño del perfil diestro del ataque del Athletic durante una década. Casi 550 partidos con la camiseta rojiblanca, cerca de 60 goles, quién sabe cuántas asistencias, seis finales y un título. Tras su paso por el Gamba Osaka y el Melbourne, mantiene la esperanza de seguir calzándose los borceguíes. “La primera vez que fui a San Mamés, vi un Athletic-Barcelona, con Ronaldo Nazario y Joseba Etxeberria; ni mucho menos imaginaba pisar algún día el mismo césped”
El otoño moja los cristales del bar. Markel Susaeta tiene el aspecto del chico que espera su primera cita. Impecablemente peinado a raya, pulcro, con su camiseta, sus tejanos y sus zapatillas, los ojos grandes y claros. Mira de frente y habla con una mezcla de firmeza y cautela. Quien le presuma menudo se llevará una sorpresa, mide metro ochenta.

Nació un 14 de diciembre en Eibar. Creció en un piso desde el que se veía Ipurua, el estadio del club de fútbol local. “Iba a los partidos con mi padre”, relata. Eran los tiempos de Garmendia, Bixente y tantos otros torneros del balón que se dejaron la piel peleando en esa frontera para aventureros que separa la 2º B y la 2º A. Hace ya tiempo que se ha consolidado en La Liga. “El Eibar es un club que hace las cosas bien”, recalca. Y asiente con la cabeza.

“Antes, en Eibar, la afición al fútbol se dividía al 50 % entre Athletic y Real Sociedad. Aparte del Eibar, que éramos todos, había que contar con un equipo en Primera”, desvela. Su padre, Rafa, propietario de una empresa de mecanizado radicada en Berriz, era y es del Athletic. Su madre, Maite, y su hermana mayor, Ane, de la Real. Luego, a fuerza de seguir a Markel, cambiaron de escudo.

El autobús a un sueño

“Nunca me quedé en la residencia o en una casa. Siempre iba y volvía de Lezama en autobús. Pasabamos por Ermua, Zaldibar, Matiena, Durango, Amorebieta… Y al regreso, al revés. Una hora en cada sentido parando por pueblos. Por suerte nos cogieron a cinco de Eibar a la vez en el Alevín B. Íbamos juntos. Conducía Rikar, de Markina”, evoca. Con el tiempo, en ese autobús compartió trayecto con unos aún imberbes Iturraspe, Ustaritz, Amorebieta o Joseba Arriaga, entre otros que alcanzarían la meta de la Liga.

Hasta que fue el 14 siguió acudiendo “a clase todos los días, con los amigos de siempre. Eso me parece muy importante. Sigo teniendo los mismos, los que están siempre. Te conecta a la realidad. En la escuela nunca fui buen estudiante, pero jamás repetí”. Tras el bachiller, optó por un grado en mantenimiento industrial. De este modo, conservaba abierta la puerta a la pequeña empresa de su padre. No terminó el grado; se cruzaron en su camino San Mamés y La Liga. “El primer partido oficial que jugué fue contra el Zaragoza. Empatamos a uno y metí gol de falta. Me hizo mucha ilusión, pero del gol del que mejor recuerdo guardo es de uno en semifinales de Europa League contra el Sporting de Lisboa: Llorente me la dejó con el pecho y rematé con la izquierda”. Al 14 se le ilumina el rostro al rememorar aquel momento.

Asegura que tuvo la suerte de coincidir con uno de los futbolistas más inteligentes que ha conocido. “Debo a Andoni Iraola la mitad de mi carrera. Siempre ponía el balón preciso en el momento perfecto. Me ayudó en todo. Andoni ha sido, seguro, uno de los mejores jugadores de la historia del Athletic. Llama la atención que nunca se le considerara como tal”.

Markel Susaeta habla también de algunos de sus entrenadores. “Joaquín (Caparrós) llegó al Athletic el año siguiente al famoso partido contra el evante, en el que nos jugamos la permanencia; cogió un equipo muerto y logró cosas importantes. Marcelo (Bielsa) nos cambió la mentalidad: hasta que apareció no se nos pasaba por la cabeza que pudiéramos ganar en cualquier campo y a cualquier rival; cada charla era un regalo en la que unía el fútbol y lo humano, sacó lo mejor de muchos de nosotros, pero no entendía que los jugadores pudiéramos cansarnos física o mentalmente. Txingu (Valverde) se puso a los mandos de un grupo bastante cuajado y consiguió grandes cosas; es muy bueno equilibrando ataque y defensa y un genio a la hora de analizar a los rivales”.

Zidane, Etxeberria y Messi

Como sus ídolos destaca a Zidane y a Joseba Etxeberria, “pero habiendo visto a Messi de cerca te das cuenta de que juega a otra cosa”. Entre los estadios, además de San Mamés, conserva “grandes recuerdos de los partidos en Ipurua, porque muchos de mis amigos y la familia se sentaban en la grada. También es especial Old Trafford, el estadio del Manchester United, por el club del que se trata, el propio campo, la historia, el momento; los vestuarios y las instalaciones me parecieron vetustas, pero rezumaban historia: por allí han pasado los mejores y se nota”.

En su trayectoria, destaca una figura principal que nunca le comentó nada referente al balón, tácticas ni preparadores. “Mi padre es la persona que más me ha ayudado. Ha visto todos mis partidos desde pequeñito. Puede que unos mil. Jamás me ha dado ni una sola indicación de fútbol. En lo único que insistía era en que hiciera las cosas con ganas. Échale cojones, me repetía cada vez. Él ha sido quien más ha sufrido y quien más ha disfrutado. Al final, tu familia termina viviendo lo mismo que tú”.

Son las constantes de Markel Susaeta: familia, amigos, fútbol. Nada más. Sin hobbies ni segundos deportes.

La salida del Athletic y el fútbol lejos de San Mamés

“Me fui con la conciencia tranquila. Me hubiera gustado cerrar aquí mi carrera, aunque me di cuenta que ya no era el lugar que me correspondía. Hasta cuatro días antes del último partido en San Mamés de la Liga de 2019 no supe nada de lo que pensaba el club. Tuve que llamar yo. No hubo una oferta por parte del Athletic, ni contraoferta por mi parte, por mucho que se dijera”, expone un Markel Susaeta que muestra esa espina en su garra de león.

Asegura que no quería fichar “por otro club de la Liga después de tantos años en el Athletic. Buscaba experiencias nuevas. Quería un cambio total y deseché las ofertas que llegaron de Europa”.

Por eso optó por el Gamba Osaka. “En Japón, la cultura es totalmente diferente. Estuvimos bien, pero hicieron que me sintiera extranjero, inmigrante”. Después se decantó por el Melbourne australiano. “Una gran experiencia. Tenía que haber ido un año antes a Australia: un club increíble, buena gente, cultura del deporte, un modo de vida agradable”. La aventura antípoda la truncó la dichosa pandemia.

Al contrario que su compañero Iraola, no se ve como entrenador. “A lo mejor me dedico a la representación de futbolistas profesionales. Si considero que puedo contribuir a que ese mundo sea un poco menos turbio, lo intentaré”.

Antes de concluir la charla, insiste. “Debo todo al Athletic. Tanto mi oficio como el de haber vivido momentos únicos en el viejo y el nuevo San Mamés y en otros grandes estadios. Ha sido mucho más que un sueño cumplido”.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Erika bate récords en el Athletic

Artículo publicado por Carlos Zaballa en el diario Mundo Deportivo el 03/11/2020

La delantera rojiblanca ya es la primera jugadora en defender la camiseta rojiblanca durante 16 temporadas
Erika, delantera del Athletic femenino que ya lleva 16 temporadas
vistiendo la camiseta rojiblanca (Foto: Athletic Club)

Erika agrandó su leyenda en el Athletic el sábado en el partido contra el Valencia. La delantera rojiblanca, que ha sufrido molestias musculares en este inicio de curso, disputó su primer encuentro de la temporada 2020-21 y de esta manera se convirtió en el primera jugadora en vestir la camiseta rojiblanca durante 16 temporadas, según la información publicada por el club de Ibaigane.

Así, ha superado en esta estadística a Iraia Iturregi, la actual entrenadora del Femenino B, Eli Ibarra y Ainhoa Tirapu, las tres con 15 campañas como leonas.

La navarra también batió otro récord en el choque contra el Valencia disputado en el Antonio Puchades de la localidad de Paterna. Erika fue titular en la cita correspondiente a la cuarta jornada de Liga y antes del descanso adelantó a las visitantes, gol que equilibró Bautista en el 78’ para poner el definitivo 1-1 en el marcador. Este gol le permite presumir de haber marcado al menos un tanto en cada una de las 16 temporadas que ha defendido al Athletic.

La jugadora acumula 392 encuentros como leona, 348 de Liga, 31 de Copa y 13 de Champions, para situarse en el tercer puesto de esta estadísticaa, por detrás de Eli Ibarra (413) e Iraia Iturregi (402). Esta temporada podría ponerse en cabeza.

Más destacable aún es su cifra de goles. Con 262 dianas en su haber es la máxima realizadora del conjunto femenino, por delante de Nekane (157) e Eli Ibarra (111).