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sábado, 4 de abril de 2020

«Me hice socio en 1948, en Bertendona»

Artículo publicado por Robert Basic en el diario El Correo el 04/04/2020

Ibaigane contacta con sus miembros más veteranos para interesarse por su salud y ofrecerles ayuda. Jaime Montero, de 91 años, es uno de ellos: «Ha sido una sorpresa»


Un empleado muestra, en el descanso de un partido
de San Mamés en 1942, una pizarra en la que se anuncia
el resultado. MANU CECILIO

- Hola, buenos días. Le llamo del Athletic.
- ¿Cómo?
- Sí, del Athletic. Es para saber cómo está y si necesita algo.

Este tipo de conversaciones son habituales en los últimos días en Bizkaia. Ibaigane ha decidido iniciar una ronda de contactos con sus socios más veteranos e interesarse por su estado de salud, por saber cómo están y por si se les puede ayudar en algo. Al principio, la llamada causa sorpresa en los contactados. Finalmente se llevan una gran alegría al saber que al otro lado del teléfono está el club de su vida. Las conversaciones duran un rato, depende de las ganas de hablar, y algunos aprovechan para contar su historia, recordar los viejos tiempos, los títulos, su primera vez en San Mamés y precisar que llevan tanto tiempo con el carné en el bolsillo que ya casi han perdido la cuenta de la antigüedad. No es el caso de Jaime Montero, quien a pesar de sus 91 años transmite una vitalidad contagiosa y repasa con todo lujo de detalles su pasión rojiblanca.

Lo primero es lo primero: no le gusta que le llamen don Jaime. «Jaime a secas, por favor», establece las reglas de tratamiento este bilbaíno. Acepta encantado hablar del Athletic. «Sí, me llamaron el jueves. Fue una sorpresa». El club quiso saber qué tal estaba y cómo llevaba el confinamiento, si podía echarle una mano, una dinámica que irá ampliando su radio de actuación y englobará a más socios. «Se han interesado por mí», confirma, y comienza a relatar su vínculo con la entidad rojiblanca. «Me hice socio en 1948, cuando las oficinas estaban en la calle Bertendona. Fui en una Vespa con un amigo asturiano y me saqué el carné». Aún lo tiene. «Soy el socio 300 y pico o 400 y pico, no lo sé muy bien», dice casi a modo de disculpa. Alegre y bromista, Montero intercambió impresiones con una «señorita del Athletic» y le dijo que tenía «más años de socio que ella de vida«. Nada menos que 72. Un compromiso de fidelidad que resiste el paso del tiempo y malas épocas.

Gradas de madera

El Athletic tiene un listado perfectamente definido y configurado para contactar con su capital más preciado, su gente. Con algunos no han podido hablar porque están en residencias y han sido atendidos por sus hijos, que también han agradecido el gesto y el interés del club. Jaime Montero sí descolgó el teléfono -en realidad lo hace su esposa, quien luego le pasa la llamada-, al igual que lo hizo ayer con este periódico. «Iba a San Mamés cuando las gradas aún eran de madera. La entrada valía dos pesetas y me colocaba en la columna de la general. Luego ya me pasé a otra tribuna», rememora. Montero recreó sus vivencias en La Catedral, los 'poteos' previos con sus amigos y dejó claro que sus dos jugadores preferidos eran «Fidel Uriarte y Piru Gainza». Le encantaba su clase y también la garra con la que peleaban los partidos, sin importar el escudo del rival.

Esta enciclopedia de 91 años de vida y sabiduría conserva muchos recuerdos rojiblancos en su casa, como la bufanda conmemorativa de la «final contra el Betis». Y entonces su voz se pone un poco más seria porque le apetece hablar de un episodio que en su momento le disgustó mucho. «No olvido aquel pisotón de Simeone a Julen Guerrero. Le perforó el muslo con los tacos». Brotó mucha sangre de aquella herida, aún fresca en la memoria de muchos aficionados del Athletic. Como la de Jaime, parte importante de más de 120 años de historia de un club único.