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lunes, 31 de marzo de 2025
Leones grises
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 31/03/25
Los de Vicente Moreno se llevan un punto ante un Athletic que sin juego tuvo las mejores ocasiones, pero topó con un gran Aitor Fernández.
domingo, 30 de marzo de 2025
sábado, 29 de marzo de 2025
Aniversario del primer partido oficial en San Mamés
Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Deportivo Abanca Femenino (30/03/2025)
El 30 de marzo de 2003 La Catedral fue escenario del primer partido oficial de fútbol femenino. En la jornada 20 de la temporada 2002/03, las leonas se impusieron por 5 a 1 al CF Puebla extremeño ante más de 23.000 espectadores. El primer gol histórico lo marcó Nerea Onaindia, que en ese encuentro se lesionó de gravedad en una rodilla. Dos jornadas después, el Athletic de Iñigo Juaristi también disputó la última jornada de la temporada en San Mamés ante el CD Híspalis (5-0), batiendo en ese momento el récord de asistencia a un partido femenino (35.000 espectadores) y celebrando por todo lo alto su primer campeonato de Liga, tras acumular 55 puntos en 22 jornadas, los mismos puntos que el subcampeón Levante UD, y con solo una derrota en todo el campeonato.
Discurso del Papa Pio XII (1956)
Fuente: Boletín del partido Athletic Club - CA Osasuna (30/03/2025)
Aprovechando la disputa en Milán de la Copa Latina, el bilbaino Fernando Castiella, embajador de España ante la Santa Sede, gestionó una audiencia del Athletic con el Papa. El 6 de julio a las 9:30 de la mañana, Pio XII recibió a la expedición de unas 40 personas entre jugadores, técnicos, directivos y familiares. El esperado ‘baciamano’ (una breve audiencia grupal), derivó en un discurso del Sumo Pontífice destacando su visión del deportista cristiano y ensalzando al Athletic. El sermón se plasmó en este pergamino que presidió durante años la Sala de Juntas, y en mármol tallado y colocado en San Mamés.
Manuscrito ilustrado, obra de K-Toño padre, que recoge las palabras de Pio XII dedicadas al Athletic en 1956
Rojillo, blanco... y finalmente rojiblanco
Fuente: Boletín del partido Athletic Club - CA Osasuna (30/03/2025)
Juan José Urkizu Sustaeta quizá sea para las nuevas generaciones una persona desconocida, pero su trayectoria rojiblanca fue de lo más prolífica, tanto en su faceta de futbolista como de entrenador. Y para reforzar esta afirmación, baste un dato elocuente: Urkizu es quien más títulos ha conquistado en la historia del Athletic Club, un total de dieciséis, catorce como león en los años 30 (tres ligas, cuatro copas y cinco campeonatos regionales) y cuatro como técnico en los 40 (una liga y tres copas). Pero es que, además, el ondarrutarra posee varias marcas que no han sido batidas aún en el seno de nuestro club. Concretamente, se trata del único en ganar Liga y Copa siendo jugador y entrenador y, a partir de 1940, concatenó 241 partidos en el banquillo rojiblanco durante ocho temporadas, una proeza única que sigue vigente a día de hoy.
Juanito Urkizu, que era el benjamín de una familia de seis hijos, fue enviado por su padre a los Jesuitas de Orduña y allí, a los ocho años, empezó a darle patadas al balón. Lo suyo no era el sacerdocio e ingresó para estudiar en los Padres Escolapios de Bilbao, donde prosiguió jugando al fútbol y acabó en las filas del SD Deusto. Con dieciocho años, firmó por Osasuna para ocupar la posición de extremo derecha. El club navarro, con apenas un año de existencia y sin fundarse aún el campeonato de liga, peregrinaba por las categorías regionales, por lo que Urkizu permaneció cinco años como aficionado y otro como profesional. De extremo pasó a ser un defensa de gran nivel y su progresión no pasó desapercibido para Santiago Bernabéu, que le convenció para fichar por el Real Madrid, donde estuvo dos años. La muerte de su suegro le hizo regresar a Ondarroa al final de la temporada de 1928/29 para poder atender los negocios de la familia.
En junio de 1929, Urkizu fichó por el Athletic, donde se le acuñó el mote de Katugorri o Gato Rojo por el color rojizo de su cara y de su pelo. Sus grandes éxitos los consiguió con el Athletic, donde permaneció en la posición de lateral hasta la Guerra Civil, logrando cuatro Campeonatos de Liga y dos subcampeonatos además de tres títulos de Copa, todos ellos a las órdenes de Mr. Pentland, excepto la última liga, que fue con el técnico Patricio Caicedo. Katugorri era todo ardor, agilidad felina y mucha visión de juego.
Colgó las botas en 1935 y un lustro más tarde, reestructuró una plantilla que había quedado tocada tras la contienda civil, ganando los anteriormente referidos doce títulos. Entre sus pupilos figuraban leones como Lezama, Panizo, Zarra, Iriondo, Gainza, Bertol, Nando, Mieza, Oceja, entre otros. En la temporada 1947/48 solo estuvo siete jornadas en el banquillo y pasó a dirigir al Barakaldo CF, donde protagonizó una anécdota el 18 de enero de 1948 en el CD Castellón-CD Baracaldo Altos Hornos de Segunda División. El conjunto fabril se presentó con muchas bajas al partido del estadio de Castalia, tantas que el entrenador gualdinegro Juanito Urkizu, con 46 años, tuvo que alinearse a sí mismo como extremo jugando al lado de Canito y Venancio, dos grandes futbolistas que más adelante también iban a hacer historia en el Athletic.
El ondarrutarra Juan Urkizu, la persona que más títulos ha ganado con el Athletic, jugó primero en Osasuna y después en el Real Madrid antes de venir a Bilbao
domingo, 23 de marzo de 2025
jueves, 20 de marzo de 2025
Venancio, ¡aquel cañón rojiblanco!
Entrevista publicada en el número 34 de la publicación Athletic Club en 1985
Hubo un famoso seleccionador que en cierta ocasión dijo «A mi que me den jugadores de Simondrogas, de 1,75, y se acaban los problemas». Y es que el popular barrio sestaoarra ha dado muchos y buenos jugadores, cuya lista podría encabezar nada menos que Panizo. Bien, pues Venancio Pérez Garcia, «Venancio» en la delantera histórica del Athletic y también de la Selección, nació el 22 de abril de 1921 en Sestao... pero no es de Simondrogas, aunque allí se crió: «Bueno siempre se ha dicho que yo era de Simondrogas y en verdad es que no, aunque allí me crié...».
Cuando llegó a Simondrogas
Fue una infancia dura Venancio perdió a su padre cuando solamente tenía 6 años. «Si, y al morir mi padre fui interno al Colegio de Santa Eulalia donde estuve 8 años. Cuando iba a salir ya se murió mi madre y me quede solo, huérfano. Me recogió un hermano de mi madre, un tío mío que vivia en Simondrogas y de ahí el que me asocien al barrio, cosa que a mi me ha parecido siempre fenomenal. Por aquellas fechas, tenia 16 años, conoci allí a «Pani»...».
Los hierros
Venancio entró a trabajar en la fábrica de Earle donde estuvo un año y donde se dejó la primera falange del dedo índice de la mano derecha. «Es que un día trabajando en una máquina que hacía cartuchos, sonó la sirena de alarma y me pillé. Después de Earle pasé ya a Altos Homos, donde estuve trabajando hasta dejar el fútbol. Recuerdo que al final, como durante los entrenamientos me llamaban mucho por teléfono, ya estaba yo metido en lo de los hierros, Daucick me dijo un día: «Venancio, fútbol o hierros». Yo le contesté, pero «mister» si yo ya estoy acabando ¡qué le voy a decir! pues hierros...»
¡Fútbol y rancho doble!
Venancio casi no habla jugado al fútbol cuando fue al servicio militar. «Hombre, aquellos partidillos de las calles con una pelotita, cuando hacíamos las porterias con unas piedras grandes para marcarlas, pero nada más. Luego cuando fui a Vitoria, resulta que ponen un anuncio de que se necesitan deportistas voluntarios y yo que leo que los elegidos serían rebajados de servicio y con doble rancho ¡coño, con el frío que se pasaba en aquellas guardias por la noche en Vitoria, pues me apunté. Recuerdo que coincidí con Martín, aquel delantero centro que fue un fenómeno en el Barça. Me eligieron y jugué el primer partido. Se hacían tomeos entre las distintas baterias, entre los cuarteles Martín se me acercó y me dijo «Pero ¿que tú no has jugado nunca al fútbol? Vete a...». Y la verdad es que no había jugado más que con alpargatas. Martín me animó y luego cuando lo tuve enfrente, él en el Barcelona y yo en el Athletic, me decia «¿Qué te había dicho yo? Así es como empecé...».
«Yo metia goles !a manta!»
La «mili» fue la que catapultó a Venancio, para algunos una «explosión» un poco tardia. El de Sestao fichó a los 23 años por el Erandio. «En el 44 me llamó el Erandio, sí, y fiché con ellos».
Los progresos de Venancio debieron ser ¡a zancadas! «Oye, al quinto partido con el Erandio me fichó el Athletic porque metla goles a manta, pero me dejo en el Erandio hasta que se lesionó Albizua, creo que era la temporada 44-45 y me llamó Juanito Urquizu, bueno me llamό el Athletic, claro. Recuerdo que fue por febrero o marzo y debuté en San Mamés frente al Oviedo. Además perdimos por 1-0 y yo me đije ¡bien empezamos! Estuve jugando en el Athletic y pasé un momento peliagudo, porque un día Urquizu me llamó aparte y me dijo que tenía que ir al Baracaldo para irme cuajando, para irme haciendo. Y fui cedido al Baracaldo. Estuve con los de Lasesarre hasta la temporada 48-49, como año y medio o así».
La gran ascensión
Aquella cesión de Venancio fue polémica, San Mamés le había chillado, pero también había aplaudido sus goles. En el Baracaldo volví a meter goles a manta y a falta de seis partidos de la Liga 48-49, por aquello de poder jugar luego la Copa, me reclamó de nuevo el Athletic y volví a debutar frente al Alcoyano, le ganamos por 3-0 y yo les «calcé» dos goles. Es curioso que en la misma temporada jugué en el Baracaldo, en el Athletic y en la Selección. En Irlanda jugué el primer partido y ganamos por 4-1. Una semana después jugamos en París, en Colombes, y le metimos un 5-1 a Francia. Y eso que yo fallé un penalty. Benito Díaz me dijo que lo tirara yo a pesar de que era el novato y lo fallé. «Piru» luego marcó otro gol de penalty también...».
Aquella final...
Hemos recordado con Venancio aquella final de Copa contra el Valencia, la del gol de Epi, la de «Piru»... «Eramos favoritos ¡fíjate! pero sucedió que «Piru» se empeñó en «burrear» a Asensi y no pudo. Y luego aquel tiro mío que se iba a la red y le dio a Pani en la cabeza, y el gol que salvó Igoa... En fin, cosas del fútbol. ¡Y pensar que luego Piru, en la Liga siguiente, le hizo un lío a Asensi en San Mamés! Claro que después la otra final, la de los cuatro goles de la furia, de Telmo, al Valladolid, nos compensó. Jugando y no jugando, con Daucick, gané aquella Liga del 55-56».
Daucick y el chicle
Pero Fernando Daucick es un capítulo aparte en la vida futbolistica de Venancio. «El me pasó a defensa central. Ahora podría haber jugado en ese puesto lo que hubiese querido, porque yo por alto me las llevaba todas y además jugaba con las dos piernas, no como los de ahora que tienen todos sólo una pierna y la otra para apoyarse. Sí, Daucick... Cada vez que te empezaba a decir «tú ser mejor jugador que todos, mejor del mundo, te colocaba el chicle en el culo y te quedabas pegado al banquillo. A Panizo le hizo lo mismo que a mí. Menos mal que yo ya tenía 34 años y la vida la empezaba a encarrilar por otro lado. Gané una Final y luego estuve en aquella contra el Barcelona que perdimos por 2-1 y meti el gol, aunque Kubala nos ganó...».
Las invitaciones de Kubala
Fue Venancio 11 veces Internacional. «No jugábamos más que un partido o dos por temporada, pero hice unos fenomenales amigos. Tengo muy buenos recuerdos de la Selección. Siempre he recordado una anécdota muy curiosa. Cuando jugamos en Buenos Aires y perdimos 1-0 contra Argentina ¡lo que jugaba aquel Grillo! resulta que teníamos en el banquillo nada menos que a Muñoz, Zarra y Panizo. Don Pedro Escartín los sustituyó por Manolín, Kubala y Moreno, aquel del Barcelona: con Kubala hice una amistad casi de hermanos. Ibamos juntos, nos contábamos nuestras vidas, el me quería y me invitaba siempre. «Tú eres pobre todavía, yo pago a los amigos...» solía decir. El siempre me Ilamaba Pancho. Lo de las juergas ya pasó, fue cosa de juventud. Hay muchas anécdotas sobre eso y bastantes exageraciones. Yo no fui el más golferas de aquella delantera nuestra. Recuerdos...».
«Piru fue un genio»
Las cifras de ayer, las cifras de hoy, la eterna comparación. El dinero también tenía otro valor distinto, otro poder adquisitivo. «Estuve en el Athletic, con cesiones y todo, desde el 44 a la temporada 55-56. Mi primera ficha fue de 25.000 pesetas y la última me pagaron 165.000. También recuerdo la mayor prima que cobré en el Athletic: nos dieron 20.000 pesetas, pero por los tres partidos contra el Valencia en semifinales, con aquella prórroga que resolvió Piru, que ha sido un genio aunque siempre se haga el modesto, y por la Final. Y la mayor en la Selección fueron las diez mil pesetas que nos dieron por ganar a Chile allí, les vencimos por 2-1. Kubala y yo metimos los goles. Entonces eran otras cifras. En el Athletic tenía 500 pesetas por partido ganado y un poco más, unas 750, cuando jugábamos contra el Madrid, el Barcelona, el Valencia...».
«El Athletic me solucionó la vida»
Venancio es desde hace muchos años un hombre de negocios. Los hierros... como él suele decir. Las «letras» que no se pueden cobrar y todo eso. Los cinco se siguen reuniendo como cuando eran una máquina de meter goles para el Athletic. «Hoy es más difícil jugar, sobre todo por los sistemas...». ¿Qué fue aquella etapa para Venancio? «A mí el Athletic me solucionó la vida. En mis negocios me ha abierto muchas, muchas puertas importantes. Yo era Venancio, el del Athletic, y te recibían de otra forma ¡Qué iba a soñar yo con llegar al Athletic! Fue como un milagro...».
Venancio, hombre de negocios
Luego, su último contacto con el Athletic, aquella etapa de directivo en la Junta presidida por don Félix Oraa. «Me llamó cuando se iba ya Iriondo y venía Ronnie Allen. Demasiados líos. A mí no me gustaba aquello y lo dejé». Pero Venancio, bien plantado a pesar de que ya pasó de los 60 hace tiempo, siempre con un ojo en el Athletic. Y celebrando por todo la alto sus victorias. Su oficina, los negocios y su retiro en Castro Urdiales, con su familia y sus amigos ¡Aquellos trallazos impresionantes de Venancio! Todo es un bonito recuerdo. Ahora ya ni siquiera le enfada si le bromean llamándole «orejas» ¡Con la de «tacos» que soltó en su juventud por esa causa! Fue uno de los cinco jinetes rojiblancos.
martes, 18 de marzo de 2025
«Piru Gainza» La zurda más genial del Athletic
Entrevista publicada en el número 32 de la publicación Athletic Club en 1985
Ha sido listo desde el 28 de mayo de 1922, fecha en la que nació en Basauri. Agustín Gainza Vicandi se quedó con el mote de «Piru» para los restos. Se lo pusieron muy pronto, en la escuela. «Yo jugaba de portero en las campas y en la escuela, pero como me aburría me fui adelante, a jugar en el extremo. Y el caso es que no me gustaba el fútbol, a mí lo que más me gustaba eran los otros juegos: la trompa, la garza, la chonta, «taco y palmo canica y media», los güitos, los «iturris», las chapas y sobre todo a sacar con la trompa aquellas monedas, porque allí se podían ganar unas perrillas... Con la trompa he sido uno de los mejores de Vizcaya, eso seguro».
Trabajando duro
Las trampas las aprendió después: «Oye, que yo iba a la escuela pública y no hacía «piras» y fui monaguillo durante seis años hasta que llegó la Guerra...». Circunstancias muy duras (el padre en la cárcel) hicieron que aquel chiquillo listo y vivaracho tuviera que ponerse a trabajar enseguida. «Y era un trabajo muy duro, de verdad, en el tren de laminación de bandas en La Basconia. Eramos cinco hermanos, más la madre, la abuela... Había que llevar dinero a casa. Trabajaba en relevos, duros de verdad, pero me daban 8,50 al día que entonces no estaba nada mal. Aunque acababa muerto de cansancio».
Aprendiz de tornero y león
¿Y el fútbol? «Pedro Benguría formó el Basauri y nos presentamos a aquel torneo del Athletic que buscaba jugadores. Fue cuando se formó el Bilbao, el segundo equipo del Athletic. El caso es que el Basconia de Basauri me quiso fichar, pero yo quería que me cambiaran el trabajo porque estaba muerto, derrengado. Llegué a dejar el fútbol, pero insistió Benguría y también me apoyó mi madre. Así es como llegué al Bilbao. Me buscaron un puesto de aprendiz de tornero por 2,50 y el Athletic me pagaba las otras seis pesetas. El caso es que yo hasta entonces casi no había jugado más que con pelota de goma. El balón lo había visto en algún partido. Pero mira que entro en el Athletic de suplente de Gorostiza y me llevan a Valencia (era la temporada 40-41) y debuto en Alicante...».
El otro «Piru»
Aquel debut... «Creo que jugamos Elices, Panizo, Unamuno, Gárate y yo. Debuté contra el Hércules y cada vez que paraba la pelota para centrar ¡joder! que ya me la habían quitado. Y me dije: «Piru» esto es de otra forma...». No ha quedado claro lo del apodo. «Sí, mira, conmigo jugaba un amigo, Nicolás Maguregui, y ese fue el que empezó a llamarme «Piru», porque en Basauri había otro portero muy bueno que le llamaban «Piru» y como yo no lo hacia mal, porque era bastante bueno, pues mi amigo siguió con lo de «Piru» y así me quedé».
«Con la derecha, ni a un balde»
Si no hubiese jugado en una delantera legendaria, Gainza habría sido una leyenda por si mismo. Le llamaron brujo, gamo, genio y todo lo que se pueda imaginar. «Yo aprendia el fútbol muy deprisa...». Se retiró en la temporada 58-59. «O sea que estuve 20 temporadas en el Athletic y además no jugué en ningún otro equipo». Jugador de récords ocho goles al Celta en un partido. «Oye que fue de Copa y no de Liga, y además meti cuatro de ellos con la derecha y con esa no le pegaba ni a un balde». Jugó 9 finales de Copa de las que gano 7. Ningún otro jugador consiguió esta marca. También 2 títulos de campeón de Liga...
11 años seguidos en la Selección
Y en la Selección? «Fui internacional 33 veces, pero сreо que el récord está en que yo fui internacional titular nada menos que 11 años seguidos, a excepción de un partido que no quise jugar, contra Bélgica, porque se acababa de morir mi madre y no tenia ganas de jugar. Si entonces se hubiesen jugado tantos partidos internacionales como ahora me salgo de la tabla! Entonces no se jugaba más que con Portugal, o Irlanda. Precisamente debuté en Portugal con un empate a dos. Tengo muy buenos recuerdos de la Selección. Deje muchos amigos. ¡Ah! y como entrenador nadie como el «tio Benito», claro Aunque también, en el Athletic ya, Josechu Iraragorri que fue fenomenal».
Los cinco de la fama
Era el último de la lista que la gente todavía recuerda de memoria, de carrerilla. ¿Cómo fueron? «Rafa Iriondo era extraordinario, con un contrataque fulminante. Pani daba todo lo que tenía sobre el terreno hasta morir. Lo importante era que siempre iba a ganar. Si, también dirigia muchas veces el ataque. De Zarra han dicho que no sabia jugar. ¿Qué hubiera sido entonces si llega a saber? El mejor futbolista que he conocido, siempre iba a por todas, a los demás nos daba toda clase de facilidades cuando estábamos comprometidos. El iba a por uvas. Venancio fue tambien más importante de lo que la gente cree. Un trabajador nato quizás parecía más oscuro. Insisto, fue Importante y desde luego el que mejor desviaba el balón de cabeza ¡La de goles que habremos metido en sus «dejadas». ¿Yo? La verdad es que tengo que confesar que yo cuando jugaba me ponia a hacer las cosas y no sabía como las iba a hacer, o como me iban a salir. Fui aprendiendo sobre la marcha y recuerdo que lo primero que aprendi fue el cambio de ritmo...»
El gol al Tarragona
Los famosos goles de Piru... «Sí, siempre el que le marqué al Tarragona. El caso es que fui driblando a uno y a otro y cuando vi que Dauder se salía para cortar mi centro, pues se me ocurrió agarrarme al palo y meterme con el balón en la portería. Yo no había visto nunca una «nevada» de pañuelos en San Mamés como aquella. Y también recuerdo el gol que le hice a Portugal y que nos clasificó para el Mundial de Brasil...».
Gorostiza y Gento
Por G empezaron los nombres de los tres extremos zurdos más famosos del fútbol español. «Yo le vi poco a Gorostiza, pero ¡fue dios! Corría, regateaba y tiraba ¡qué fenómeno! De Gento tengo que decir que no he visto mejor futbolista en el mundo, en el mundo (fuera del Athletic, claro) ¡Qué velocidad! Dicen que si le enseñó Rial o no sé quién. Gento fue un fuera de serie. Recuerdo que una vez, después de enfrentarnos al Real Madrid que además nos ganó, el periodista madrileño Eduardo Teus me preguntó que quién me había gustado más del Madrid y yo le dije Gento va a ser un fenómeno y se enfadó. Era la primera vez que Gento jugaba contra nosotros...».
Siempre en el Athletic
«Piru» Gainza triunfó en San Mamés y en todos los campos en los que jugó durante su brillante y dilatada carrera deportiva, y dejó un recuerdo imborrable, de jugador genial. Luego pasó a los banquillos de entrenador. «Empecé creo que en el 61 y con la selección Juvenil Vizcaína y parte de esa misma temporada le eché una mano al Arenas, en el que había estado Valiño, un gran entrenador pero terco. Sí, Valiño era un gran entrenador... Luego vine al segundo equipo del Athletic, en 2ª Regional. Llegué al primer equipo del Athletic al dejarlo Antonio Barrios. Hice tres temporadas y perdimos aquellas dos finales contra el Zaragoza y el Valencia, también nos clasificamos para la Copa de Ferias. A mitad de la 67-68 me sustituyó Iriondo. Un año de descanso después de aquello y vuelta al Athletic, porque yo tengo a orgullo haber estado siempre en el Club como jugador, como entrenador, como ojeador, con trabajo en Lezama, de asesor si se quiere llamar así, de lo que sea. Pero siempre en el Athletic».
«Javi Clemente es el mejor estratega»
Urquizu, mister Bagge, Iraragorri, dos veces Barrios («Un informe suyo echándome la culpa de haber perdido una final me perjudicó mucho, pero...») -«Daucick que era un gran sicólogo con el jugador»- y Martín Francisco, flojito... Aquel equipo de Daucick con el que ganamos Copa, Liga y Copa fue mejor, te lo digo yo, que el anterior de los años cuarenta. Era más equipo, seguro. «Piru no se escapa, ni regatea, al opinar sobre Clemente. «Es el mejor estratega que he visto yo. De entrenadores y seleccionadores. Explica y plantea los partidos como nadie, de verdad, con una claridad total de ideas. Ve el fútbol muy bien. Sabe escuchar, aunque luego naturalmente hace lo que él cree más conveniente. Si, el mejor estratega... y un fuera de serie en esto».
Gainza: «El fútbol me lo dio todo>>
Piru sigue hablando. «Se sufre mucho más como entrenador, pero compensa el dinero que se gana. Nada más. A mí el fútbol me lo ha dado todo. He conocido a grandes personas de las que he aprendido mucho. Y no guardo rencor a nadie. De verdad, que no guardo ningún rencor...» Piru Gainza ha sido no ya una página del Athletic y de su historia, sino tal vez uno de los tomos más brillantes. Aquel genial extremo zurdo de los récords sigue al pie del cañón, aportando todavía su grano de arena -experiencia, cuajo, sabiduría- al único Club al que perteneció. Y está orgulloso de que así sea y haya sido.
lunes, 17 de marzo de 2025
Mucho más que fútbol
Fuente: X @unaigomezismo
Mi madre que tiene Parkinson le entretiene pintar y le ha querido hacer una caricatura a @Williaaams45.
— Stallone de Bermeo (@unaigomezismo) March 15, 2025
¿Por qué a Iñaki? Palabras textuales de ella: “porque es el mejor”. Yo eso no se lo discuto.
Iñaki espero que te guste 😅 pic.twitter.com/mk28TeGnEx
El tiragomas de Yeray
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 17/03/25
Yeray firma la victoria de un Athletic que afianza su cuarta plaza de Champions y abre hueco con Villarreal y Betis.
sábado, 15 de marzo de 2025
viernes, 14 de marzo de 2025
NicOBELIX Williams
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 14/03/25
Un estelar Nico Williams, con dos goles, lideró el triunfo de los leones ante los de Rainieri y ya están en cuartos de la Europa League.
martes, 11 de marzo de 2025
Botas de Koldo Aguirre de la década de 1960
Fuente: Boletín del partido Athletic Club - RCD Mallorca (09/03/2025)
Koldo Aguirre (Sondika 1939, Bilbao 2019) fue un centrocampista de talento creativo que solía jugar como interior por detrás del delantero centro, aunque también jugó de extremo derecha e incluso defensa central. En sus 12 temporadas de futbolista rojiblanco conquistó dos títulos de Copa. En 1958, temporada de su debut, (jugó la final contra el Real Madrid con 19 años en su noveno partido con el Athletic), y en 1969, año de su despedida, siendo un veterano capitán con 298 partidos disputados. Como entrenador, con una propuesta de un fútbol muy del gusto de San Mames, sumó otros 137 choques. Dirigió al equipo que llegó a las finales de la Copa de la UEFA y de la Copa en 1977.
El centrocampista rojiblanco permaneció en el primer equipo del Athletic entre 1957 y 1969 como jugador y de 1976 a 1979 como entrenador
lunes, 10 de marzo de 2025
Oportunidad perdida
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 10/03/25
Los del Txingurri, en un partido gris, dejaron pasar una estupenda oportunidad para aprovechar el tropiezo del Villlarreal y fortalecer su cuarta posición de Champions.
domingo, 9 de marzo de 2025
viernes, 7 de marzo de 2025
Final cruel
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 07/03/25
Los de Valverde cayeron en el último suspiro en el Olímpico tras adelantarse con un tanto de Iñaki Williams y deberán darle la vuelta a la eliminatoria en San Mamés.
jueves, 6 de marzo de 2025
Luis Bergareche. Un goleador para la historia
Entrevista publicada en el número 33 de la publicación Athletic Club en 1985
Es un ejemplo de amor al deporte, de ilusionada entrega a una actividad que, sin distraer la puramente laboral, llena su vida. Luis Bergareche es uno de esos pocos hombres cuya trayectoria deportiva sirve de espejo para muchos. Comenzó a pegar patadas a un balón en el Colegio de Santiago Apóstol, donde tuvo que «añadirse» un año para poder disputar el Campeonato Juvenil. Fue con el Deusto el jugador más joven de la serie «A», debutando a los catorce años. Firmó su ficha con el Athletic desde Estados Unidos, donde trabajaba. Marcó el primer gol de los rojiblancos en la historia de la Liga. Fichó como profesional por el Real Madrid. Fundó el Indautxu con Jaime Olaso, club en que alternaba la doble condición de vicepresidente y jugador. Fue finalista del Campeonato de España de pala corta. Practicó el ciclismo y sufrió un accidente que le mantuvo en coma durante más de 72 horas. Fue durante veinticinco años director general de la «Vuelta a España» de ciclismo...
«Ahora, con 75 años, practico el golf casi todos los días, que me ayuda a mantener vivo el espíritu deportivo que he tenido a lo largo de mi vida».
Entre el fútbol y la pelota
Han sido los dos grandes amores de Luis Bergareche Maruri, que nació en Balmaseda el 16 de mayo de 1910. Su padre era director de una fábrica de boinas y cuando intentó jugar su primer Campeonato de fútbol, en la categoría de juveniles, la edad intentó hacerle una mala pasada. «Era para chavales de 13 a 16 años y yo tuve que hacer trampa para que me incluyeran, porque sólo tenía 12».
Repartía sus inquietudes juveniles entre el campo de fútbol y el frontón, pero terminó fichando por el Deusto como primer equipo federado. Cuando debutó en Lasesarre sólo tenía 14 años, convirtiéndose así en el jugador mås joven de España de la «serie A». Los legendarios Samitiers y Zamora lo habían hecho con 15 años. «Comencé jugando de extremo, pero pronto pasé a interior. En el Deusto estuve tres años y, por lo que decían, debía hacerlo bastante bien».
Un fichaje a distancia
A Luis Bergareche, un joven interior con fuerza y raza, que además marcaba goles, empezaron a salirle «novios». Eran los albores del fútbol y quienes despuntaban terminaban en las redes de uno de los dos grandes clubs vizcalnos de la época: Athletic y Arenas de Getxo. Ese camino llevaba Luis Bergareche en el año 27. Sin embargo, con once hermanos más y un horizonte laboral nada halagüeño, su padre decidió mandarlo a Estados Unidos. Había que labrarse un porvenir.
«Estuve casi dos años en la fábrica Firestone. Estando alli recibí un telegrama del Athletic en que me comunicaban que tras hablar con mi padre, me enviaban la ficha para que firmara por una temporada. Al principio reconozco que senti un poco de disgusto, porque yo tenía más simpatias por el Arenas. Después el Athletic caló muy hondo en mi para siempre»
Un gol para la historia.
En diciembre del 28 Luis Bergareche regresa a Bilbao y se integra a la disciplina del Athletic, equipo con el que debuta en el Campeonato de Copa. «Jugábamos cuartos de final, contra el Castellón. Goyenechea cayó enfermo y le sustitui en el puesto de interior. Los eliminamos y yo marqué un gol. El primero con el Athletic». El Real Madrid fue el rival de semifinales. «Que, por cierto, nos eliminó. Perdimos en Madrid por tres a uno y en San Mamés, en el célebre partido de las ranas, los blancos volvieron a ganar por uno a cuatro gol del Athletic lo hice yo, pero no sirvió para mucho».
Poco después, en febrero del 29, en partido correspondiente al primer Campeonato de Liga, Luis Bergareche marcaria un gol para la historia. «Comenzamos la Liga jugando en Atocha. La Real nos ganaba uno a cero y. después de un disparo nuestro al travesaño, cabeceé el balón al fondo de las redes. Era el empate a uno definitivo y el primer gol que el Athletic marcaba en la historia de la Liga».
6.000 pesetas de ficha
Llegar, triunfar y marcharse. La actividad laboral volvía a truncar temporalmente la prometedora trayectoria de Luis Bergareche en el Athletic. «Mi padre puso un negocio en Madrid y tuve que ir a atenderlo. Viajé en tren y en la estación madrileña me esperaban los representantes del Real Madrid y del Atlético de Madrid. Los dos clubs querían ficharme. Al final me incliné por el Real Madrid siguiendo los consejos de mi amigo Ochandiano».
Ficha de profesional, con 6.000 pesetas anuales, 500 de mensualidad y treinta duros por ganar fuera y 20 si era en casa. Aquello era como un sueño, porque Luis Bergareche tenía una asignación laboral de 350 pesetas al mes y pagaba siete pesetas diarias de pensión. «Lo primero que hice fue encargar a Estados Unidos una moto impresionante, una «Harley Davidson» que me costó más de cuatro mil pesetas». Su debut en el Real Madrid no pudo ser más afortunado, puesto que ganaron al Atlético de Madrid en el Metropolitano por dos a cuatro, con dos goles de Bergareche. Las puertas del éxito estaban abiertas
Antes la obligación
Las obligaciones laborales volvieron a jugarle una mala pasada a Luis Bergareche. «En cuanto se enteró mi padre de que había firmado una ficha profesional, viajó a Madrid y me obligó a romper el compromiso con el Real Madrid. Tenía que entrenar dos veces a la semana y abandonaba el negocio para el que me habia preparado en Estados Unidos. Resumiendo, que con 23 años y muy buenas perspectivas, tuve que dejar el fútbol».
Todavía y nuevamente de regreso en Bilbao, Luis Bergareche jugaría como aficionado en el Getxo y en el Indautxu, club que fundo con Jaime Olaso y del que fue al mismo tiempo vicepresidente y jugador.
Pelota y ciclismo
Luis Bergareche supo alternar su actividad en el fútbol, con las obligaciones laborales. Incluso encontró tiempo para practicar uno de sus deportes favontos, la pala. En el Campeonato del Club Deportivo llegó a proclamarse finalista en las tres modalidades, ganando en dos de ellas. Formando pareja con Echecondo llegó a disputar la final del Campeonato de España de pala corta, perdiendo en Pamplona frente a los navarros Seve Goiburu y Elola.
Cuando tenía 17 años, Luis Bergareche sufrió un grave accidente practicando el ciclismo. «Resbalé en una curva y me estrelle contra un muro. Fisura en la base del cráneo problemas en la columna y tres dias en coma. Por suerte salí entero de aquello». Entero y con la afición al ciclismo intacta puesto que muchos años después llegaria a ser durante un cuarto de siglo director general de la «Vuelta a España».
miércoles, 5 de marzo de 2025
Anna Di Cori, de la peña Italiako Lehoiak: “Fui a San Mamés por primera vez con 87 años”
Articulo publicado por Aitor Martínez en el diario Deia el 05/03/25
Massimo Felici y Anna Di Cori, hijo y madre, dos italianos aficionados del Athletic.
(Foto: Aitor Martínez)
Apasionado de la historia de nuestro pequeño país, Euskal Herria, el romano Massimo Felici encontró así la forma de llegar a la “mágica” filosofía del Athletic. Como si de aquellos valientes galos que plantaron cara al imperio romano en las historias narradas en los cómics de Asterix y Obelix se tratara, el conjunto rojiblanco, único en el mundo, llamó la atención de quien ahora presume de ser uno de sus más miles y miles de aficionados. Una pasión que vive a un buen puñado de kilómetros de distancia, en la capital de Italia, y de la que hizo partícipes también a sus padres. Su aita falleció en 2019, poco antes de la pandemia del coronavirus. Su ama, de 88 años, que le acompaña en la cita con DEIA, tiene muy presente su estreno en La Catedral. “Fui a San Mamés por primera vez con 87 años”, presume orgullosa. Un encuentro ante el Celta en mayo del año pasado en el que el Athletic ganó 2-0 en la despedida de Iker Muniain y Raúl García.
Meses después de su ‘debut’, aún recuerda emocionada su primera vez y habla de cómo comparte su pasión con el resto de miembros de la peña Italiako Lehoiak, de la que ambos forman parte, y que realiza al menos un viaje anual a San Mamés para seguir al Athletic en vivo y en directo. A sus 88 años, Anna Di Cori luce estupenda con su camiseta de la peña y la bufanda del conjunto rojiblanco en una transitada calle muy cercana a la plaza San Pedro del Vaticano, donde madre e hijo ejercen de anfitriones en una ciudad que vive en vilo por el estado de salud del Papa Francisco.
Massimo hace memoria para ubicar en el tiempo su primer recuerdo del conjunto rojiblanco. “Fue como por el año 2000”, rememora. Tiempo después, en 2008, conocería a un grupo de aficionados del norte de Italia que habían dado forma a una peña, Italiako Lehoiak, que en este 2025 celebran su primer cuarto de siglo de vida, y casi sin darse cuenta llegaría su bautismo en San Mamés.
Una primera vez que tiene grabada a fuego en su memoria, pero que fue dolorosa por el resultado. “El Athletic jugó contra el Madrid… y el partido acabó 2-5. Un encuentro condicionado por la pésima labor arbitral, dicho sea de paso. Pero bueno, a pesar del resultado guardo un muy buen recuerdo. Luego sí, en otras visitas he podido ver al Athletic ganar en San Mamés”, se desquita.
En lo que Massimo califica como “una aventura”, y no es para menos, pues seguir a un equipo a tantos kilómetros de distancia por mucho que internet los haya acortado notablemente, no dudó en involucrar a sus padres, si bien matiza que no fue algo complicado. “Quedaron encantados con ese ambiente que se vive en Bilbao antes, durante y después de los partidos; pero también por ese sentimiento de pertenencia que te involucra y emociona. El sentimiento de pertenencia a un pueblo como Euskal Herria es el manifiesto del Athletic”, asegura.
“Mi padre estaba tan orgulloso de formar parte de la peña Italiako Lehoiak y de seguir al Athletic que acudió varias veces al estadio, realizando incluso algunos trayectos bastante agotadores”, expone. “Y ahora me acompaña mi madre. Tiene 88 años, pero parece mucho más joven. Ella fue a San Mamés algo más tarde, pero lo disfrutó igualmente. Para ella, asistir a las quedadas de la peña es también una forma de reencontrarse con los amigos que a lo largo de estos años hemos ido haciendo en Bilbao y en zonas cercanas”.
Aunque la familia perdió al padre en 2019, siguen pagando su cuota como socio de la peña Italiako Lehoiak de manera religiosa. “Hemos renovado su carnet desde entonces todos los años por ese orgullo con el que él mostraba su condición de socio a sus amigos y por cómo presumía de sus viajes a ver al Athletic. Es también nuestra manera de recordarlo”, expone Massimo.
Un regalo especial
En esa relación tan íntima que Massimo guarda con el Athletic existen vivencias de distintos partidos europeos, como la visita a Manchester con unos ocho mil aficionados rojiblancos en las gradas, o la menos grata a Bruselas con la goleada encajada a manos del Anderlecht, y más recientemente el primero de los dos viajes a Estambul, el del triunfo ante el Fenerbahce. También algún encuentro en Italia, en Turín para ver a los leones empatar frente al Torino, o la igualada contra el Nápoles.
Pero ninguno como el amistoso ante la Roma en Perugia en el verano de 2019, del que Massimo guarda un enorme recuerdo. “El equipo me regaló una camiseta, que me entregó Raúl García, con todas las firmas de los jugadores”. Un obsequio que tiene enmarcado en su habitación como resumen de su pasión por el Athletic. “Estoy feliz y orgulloso de formar parte de esta gran familia”, concluye.
Anna Di Cori y su hijo Massimo, miembros de la peña Italiako Lehoiak, viven con una especial emoción la segunda visita del Athletic a Roma en la presente temporada

(Foto: Aitor Martínez)
“El fútbol no es solo… cosa de hombres”
Fuente: Publicado por J.A. Pérez Capetillo en el número de Marzo de 2025 del periodico Bilbao
En esta página les informamos de un largo y sinuoso camino, el de una cautivadora exposición, con mucho componente social, llamada Las mujeres en el Athletic Club: de la sombra a la luz. Puede visitarse en la sala polivalente del Museo de San Mamés hasta mediados de mayo. A quienes aún no la hayan visto, les recomendamos esta visita para descubrir noticias y anécdotas que les van a hacer reflexionar. Ello, gracias a una excelsa investigación y exhaustiva documentación realizada por el equipo de AC Museoa, liderado por Asier Arrate, que guía al fotógrafo y al redactor de esta publicación en un itinerario muy recomendable. “Hemos recurrido a objetos y escritos que llevamos recopilando en el archivo durante los últimos veinticinco años, para enseñar los pasos que han dado las mujeres en el fútbol de cara a lograr la igualdad”, apunta Arrate, satisfecho con la impresionante labor de búsqueda en la que se han almacenado todo tipo de documentos, actas, fotografías, recortes de prensa, entradas, carteles, pósters, balones, camisetas, botas de fútbol, trofeos…
Discriminaciones
El recorrido empieza con una información que pone en contexto. Las primeras discriminaciones y prohibiciones por sexo llegaron en 1901 por la Federación inglesa, hasta que a partir de 1970 todo empezó a cambiar. Y no fue hasta 1991 cuando se disputó el primer Mundial de fútbol femenino organizado por la FIFA. Nos adentramos luego en lo que atañe al Athletic. Como se lee en un rótulo: “un relato difícil de visibilizar”. Empieza aquí una exposición que da un punto de luz al papel de las mujeres en el equipo rojiblanco. Sí, la luz tras un prolongado camino, pero con sus muchas sombras, hasta alcanzar la igualdad en todos los ámbitos de la institución. Vamos con datos que se pueden examinar en este viaje social y deportivo hacia la equidad de la mujer por esta sala de exposiciones temporales, en la que nada más entrar escuchamos la voz de Iraia Iturregi y de Nerea Onaindia, dos leyendas del Athletic femenino, en el documental que también se puede ver: Hamaika andra zurigorri (Once/Muchas mujeres rojiblancas), realizado por la Fundación Labayru.
Ausencia de derechos
A lo largo de la muestra comprobaremos que las mujeres athleticzales, solo por su género, no han contado con los mismos derechos que los hombres. A San Mamés iban mujeres, sí, como se puede observar en una fantástica fotografía de la inauguración de La Catedral en 1913. “Es una pasada todas las mujeres que se ven y que venían al fútbol. Es un puntazo de foto. Pero no podían ser aún abonadas”, aclara Arrate.
No es hasta 1924 cuando las mujeres logran el estatus de abonadas, que no socias. Será en 1979, 81 años después de la fundación del Athletic, cuando pueden ser socias. Y un apunte más, es en junio de 2001 cuando la Junta Directiva acuerda la admisión de mujeres en el palco. Hoy, el porcentaje de mujeres socias es del 17,5 %.
Julia Alonso
Pero retrocedamos, que es donde hay “telita”. En esta primera parte de la exposición se pueden contemplar tarjetas de abonadas del Athletic antes de la Guerra Civil. Y un panel fabuloso sobre las trabajadoras en el Athletic. La primera referencia documental de empleados no deportivos data de 1929. Ahí, en un registro, aparece un pago “a la mujer de la limpieza”. El nombre se omite. Ella era Julia Alonso, la primera empleada del Athletic documentada. Además, en los años 40 se informa que a las mujeres se les asignaban los trabajos menos retribuidos y cualificados los días de partido.
Hasta 1970 no se encontrará una mujer en labores administrativas. Fue, como se detalla, Carmen Goyarzu, que permaneció en el club hasta 2002. Lo atestigua una fotografía en el momento de su jubilación con el difunto presidente Javier Uría. También hay un entrañable espacio para ‘Sarita’ Estévez ‘Marathon’, la primera mujer dedicada al periodismo deportivo, que ha donado su archivo personal y estuvo presente en la inauguración, y para Marieli Oviedo, la primera fotógrafa en un club de fútbol.
Romper lanzas
En la exposición se contempla documentación con los cambios de estatutos, la lista de abonadas más antigua, carnés y “unas fichas que me parecen maravillosas”, considera Arrate. Se distinguen ejemplos de carnés como los de Dolores Rosich Puig, Angelita López López, María Unzurrunzaga Williams… Unas pioneras en este complejo sendero hacia la igualdad. Como lo fue Miren Edurne Salsamendi, que enarboló en 1972, como si fuera la portavoz de muchas féminas aficionadas al fútbol y con pasión hacia los colores del Athletic, la bandera reivindicativa de los derechos de la mujer para ser socias. Junto a su demanda por discriminación hay un cómic mordaz del ilustrador Juan Carlos Eguillor y recortes de prensa fantásticos en los que se lee: “Era hora de que alguien se atreviera a decir esto para que la directiva tome medidas”, “Alguien tenía que romper lanzas”, “El fútbol no es solo… cosa de hombres”, “No estamos en la edad de piedra”, “No a la mujer en la cocina”, “¿Por qué no iguales en el Athletic?”, o “Mantener el subdesarrollo de la mujer, lo más cómodo”.
Panorama distinto
La parcela más ‘amable’ de la exposición se observa en el apartado del fútbol femenino en Bizkaia, con referencias a Ana Astobieta, a las cinco Ligas del Athletic y con una colección de camisetas como una maravillosa –“es la caña”, apunta Arrate cuando la vemos– de color azul del Sondika de la temporada 1970-71 perteneciente a Merche Lázaro; o como la de la ex portera del Athletic Ainhoa Tirapu en el primer partido de la selección española en un Mundial ante Costa Rica; la de Nerea Onaindia con la que anotó el primer gol femenino en la historia de San Mamés (el antiguo) en el inolvidable partido ante el Puebla en marzo de 2003; y hasta la de Alexia Putellas en un encuentro de Liga jugado en la nueva Catedral en 2020. En sus 127 años de historia, el Athletic ha contado con solo veinte mujeres en su Junta Directiva. Solo una fue directiva en el siglo XX y hasta la actualidad solo una, Ana Urquijo, ha alcanzado la presidencia. Ahora, el panorama es distinto. La Junta Directiva actual se presentó con seis mujeres (un 33 % del total). Han sido muchas las batallas libradas en el ámbito social del club en favor de la igualdad de género. Este es un homenaje a todas las mujeres pioneras que contribuyeron a hacer más grande al Athletic.
‘Las mujeres en el Athletic Club: de la sombra a la luz’ es una interesante exposición en favor de la igualdad de género que se puede ver hasta mediados de mayo en la sala polivalente del Museo de San Mamés
martes, 4 de marzo de 2025
Telmo Zarra. Goles para la historia rojiblanca
Entrevista publicada en el número 31 de la publicación Athletic Club en 1985
El 20 de enero del año 21 nacia en Asua quien con el pasar de los años se convertiría en el jugador más carismático y admirado de la dilatada historia del Athletic. Pedro Telmo Zarraonaindia Montoya era el séptimo de diez hermanos de una familia de ferroviarios, que dio sus primeras patadas a un balón en el pórtico de la iglesia, en la Carretera de Asúa o en los terrenos que hoy ocupan las pistas del aeropuerto de Sondika.
Telmito, como le llamaban todos en su pueblo, o el «rubio», por lo moreno que era desde pequeño, comenzó pronto a soñar con llegar muy lejos en el fútbol. Quizás parte de culpa la tuvieran sus hermanos Tomás, que jugaba de portero, y Domingo, que lo hacia de extremo izquierdo. Ambos militaron en el Arenas y fueron durante varios años el espejo preferido de Telmito.
Miedoso y listo
Hay dos aspectos casi desconocidos en el perfil de Telmo Zarra, considerado tradicionalmente como un jugador valiente y aguerrido, que siempre daba la cara y, a la vez, un poco torpe con el balón en los pies, aunque excelente rematador.
«Creo que hay mucha gente que no me conoce. Desde pequeño he sido un miedoso tremendo. Miedo a la oscuridad, a lo desconocido, a que me hicieran daño en el campo. Lo que pasa es que he sabido disimularlo. Mira, cuando buscaba un balón y sabia que podía recibir «leña», entonces procuraba no llegar. En cuanto a lo de torpe, otro error. Lo que pasa es que era suficientemente listo para saber que había otros jugadores encargados de driblar. Siempre he sido consciente de mis propias limitaciones. Por ejemplo, cuando empece a jugar no tenía ni idea de darle de cabeza incluso me agachaba para que el balón no me diese».
Un guardafrenos goleador
El Potoberexe fue el primer equipo «serio» de este muchacho que ayudaba a su padre (jefe de estación) como guardafrenos, vendedor de billetes e, incluso, de interventor. Su hermano Tomás le arregla el fichaje por el Erandio, equipo en el que coincidieron, antes de dar el definitivo salto al Athletic.
Una actuación de Zarra fue el detonante de la contratación por el equipo rojiblanco. «En junio del 40 nos enfrentamos en San Mamés las selecciones de Guipúzcoa y Vizcaya Ganamos los vizcaínos por nueve goles a uno. Tres los marcó Gorostiza y los otros seis los hice yo». Aquello fue determinante. El Athletic se interesa por Zarra y consigue su ficha por 4.000 pesetas anuales y 400 de sueldo. El gran sueño de Telmín empieza a hacerse realidad.
Chupando banquillo
No todo fue un camino de rosas para este jugador que todos señalaron en su día como prototipo de la raza. La gran ilusión de su vida era jugar al fútbol, marcar goles. Y si era en el Athletic, mejor. Con su fichaje por los rojiblancos entreabrió una puerta, pero Telmo tuvo que seguir trabajando fuerte, muy duro para llegar arriba y convencer a todos
«Al principio tuve que chupar banquillo, como casi todos los que empiezan. Además, yo tenía delante a Unamuno que era mucho jugador. El debut con el Athletic me llegó en Santander, en un amistoso contra el Racing, en junio del 41. Luego fui alternándome en el puesto con Unamuno, pero llegó el momento de ir a la mili, nada menos que a Africa».
Seis veces «Pichichi»
Nadie ha interpretado como Zarra la cálida música del gol. Aquel delantero que nació para el fútbol a escasos metros de las vías del tren ostenta todos los récords en cuanto a goles. Seis veces máximo goleador del Campeonato de Liga, con cifras que hoy son impensables. Por ejemplo, en la temporada 50-51, Zarra hizo la friolera de 38 goles en los 30 partidos de competición.
«Quizás no sea de modestos que lo diga yo, pero la verdad es que tenía mucha facilidad para rematar desde cualquier ángulo, en todas las posturas. Me gustaba buscar el balón, lo que después llamaron desmarcarse. Sobre todo si venía a media altura, como se lo pedía a Piru Gainza, a Iriondo y al resto de mis compañeros. Con la cabeza le imprimía una violencia tremenda al balón, marcando goles desde fuera del área».
Un quinto con enchufe
Cuando Telmo llegó a Ceuta aún no era el jugador laureado de después del Mundial del 50, en Río, pero su nombre sonaba con fuerza. Entrenaba con los quintos, jugaba algunos partidos y estaba rebajado de casi todos los servicios.
«Después de aquello vine a Zorroza, donde me ganaba un castigo cada día. En una ocasión me dejaron salir del calabozo para jugar un partido contra el Baracaldo. Marqué un par de goles y me volví al calabozo».
Su vuelta al Athletic marcó el comienzo de una era de triunfos y títulos. Cuatro veces campeón de Copa y una de Liga, formando casi siempre en aquella inolvidable delantera que hizo historia: Iriondo, Panizo, Zarra, Venancio y Gainza. «Nosotros y los demás. Teníamos un equipazo de impresión, que hacia fútbol y daba espectáculo».
Las finales no se olvidan nunca
Los recuerdos se agolpan en este joven de 64 años que jamás se niega a firmar un autógrafo o, incluso, a que le besen la frente aficionados foribundos que firmarían a ciegas aquel slogan que inundo las calles de Estocolmo con la llegada de Zarra en la expedición de la selección española «la mejor cabeza de Europa después de Churchill».
Las finales son su gran recuerdo. «Inolvidables todas. Y los recibimientos desde Miraflores Eso lo compensaba todo, porque te sentias más del Athletic que nunca». Especial significación tuvo aquella frente al Valladolid, que termino con victoria rojiblanca por cuatro goles a uno, con cuatro goles de Zarra. Otro récord más. O aquella contra el Valencia, en Montjuich, que ganó el Athletic por tres a dos y en la que Pedro Escartin expulsó a Zarra del campo. «Hace un par de años, todavia, le pregunté a don Pedro el motivo de la expulsión. No supo responderme. Nunca he sido jugador sucio o de broncas. No era mi estilo y tampoco me gustaba».
La Selección y las lesiones
Juanito Urkizu, mister Bagge, Barrios y Daucick fueron sus entrenadores en el Athletic. Tuvo más, en la selección, que no hizo sino confirmar extrafronteras la extraordinaria calidad de este ariete de leyenda.
«Jugué 20 partidos y marqué veinte goles. Entonces, por razones políticas había relaciones con pocos países y se jugaban pocos partidos. Debuté contra Portugal, aunque todo el mundo se quedó con el partido contra Inglaterra, en el Mundial de Río, cuando marqué el gol de la victoria. Hicimos un gran campeonato quedando cuartos».
En la cara opuesta, las pequeñas amarguras de una persona tremendamente humana y afable, sin rencor. Por ejemplo, ese homenaje pendiente en Bilbao, que el Club le negó en su día «porque ya se lo habían dado en Madrid». Más amargas fueron sus lesiones. Una de tobillo, en Asua. Rotura de peroné en Alicante. Fractura de muñeca en un entrenamiento, tratando de parar un disparo de Panizo. Cuatro o cinco costillas rotas y el recto...
«Aquello fue increíble. Estaba vestido de paisano en un pueblo de Valladolid, concretamente Villavaqueril. Me pidieron que tirara una serie de penalties. Al tercero resbalé un poco y me rompi el recto. Aquello me costó ocho meses con muletas».
Recuerdos con sabor a hiel que salpicaron la trayectoria y el historial de uno de los grandes monstruos de la historia del Athletic.
lunes, 3 de marzo de 2025
¡Qué cruz los palos!
Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 02/02/25
El Athletic, después de 16 partidos sin conocer la derrota, ha hincado la rodilla ante los colchoneros en un partido marcado por los tres balones al palo de los bilbainos.
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