Artículo publicado por Alfonso Herrán en el diario As el 29/07/2018
Centrocampista de brega, estuvo seis temporadas en San Mamés, en las que disputó 204 partidos y marcó 5 goles. Luego volvió a El Sadar para terminar su carrera deportiva en Osasuna
El Athletic está de luto tras el adiós a uno de los héroes de la última época de los títulos. Fernando Tirapu Arteta, que también militó en Osasuna, falleció ayer sábado, en Pamplona, su ciudad natal, tras una larga enfermedad. Tenía un hermano que jugó de portero. Tirapu (07-11-1951) fue un centrocampista y también lateral derecho que comenzó su carrera en el club rojillo en la temporada 1972-73 y permaneció dos años en su disciplina, entonces en Segunda División, en los que jugó 75 partidos anotando tres goles. En la temporada 74-75 pasó a formar parte de la plantilla del Valencia, en Primera División, donde permaneció tres temporadas. Formó un buen tándem con Claramunt en Mestalla.
Aterrizó por La Catedral justo después del subcampeonato de Copa y UEFA con Koldo Aguirre, en la senda de la denominada 'Operación Retorno'. Fue en cierto modo una forma de sacarse la espina el presidente José Antonio Eguidazu, un enamorado del fútbol de aquel equipo de Aguirre, que restañó la herida con una serie de fichajes de jugadores vascos que militaban en otros clubes, al estilo de la que impulsó Manuel de la Sota a final de los años veinte para crear el gran equipo de Mister Pentland. Pedro Mari Lasa fue el primero en fichar, en 1972, todavía con Oraá en la presidencia. Luego llegarían Zabalza, Irureta, Churruca y, por último, Tirapu, por 23 millones de pesetas. El look de este era el clásico de la época: con melena y cierto aire desgarbado. Era un mediocentro de brega y mucho recorrido, no un estilista. Como le gustaba a Clemente, lo daba todo en la medular para aportar equilibrio al equipo. No era un portento físico, pero siempre sacaba un siete. Fue, como Lasa, Txurruka o Irureta en la época anterior, un fichaje importante para abrir el bienio de tres títulos (dos Ligas y una Copa), aunque solo estuvo en Bilbao en la Liga del 83. Vistió la camiseta rojiblanca durante seis temporadas, desde la 1977-78 hasta la 1982-83, esa en la que el conjunto vizcaíno se proclamó campeón de Liga con Javier Clemente en el banquillo, pero en la que Tirapu sólo disputó un encuentro.
En esos seis cursos, Tirapu disputó 204 partidos y marcó 5 goles. El centrocampista volvió a El Sadar para terminar su carrera deportiva en Osasuna, club de sus inicios, donde permaneció otras dos temporadas, en las que disputó 32 encuentros a las órdenes del entonces míster rojillo Iván Brzić. En su última campaña, Osasuna logró su primera clasificación para disputar la Copa de la UEFA. En un comunicado, el Athletic "desea transmitir sus más sentidas condolencias a la familia y a las personas allegadas al exjugador". Clemente expresó sus condolencias: "Mi más sentido pésame a la familia y amigos de Fernando Tirapu , un jugador que tuve en el Athletic , lleno de entrega y muy buen compañero, lo siento de verdad, que mal sienta que pierda la vida la vida uno que ha sido jugador tuyo".
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domingo, 29 de julio de 2018
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domingo, 22 de julio de 2018
sábado, 21 de julio de 2018
lunes, 16 de julio de 2018
Más que una coincidencia: Los Leones del Mediterráneo
Artículo publicado en el número 58 de la revista Athletic Club (Junio 2018)
El Club Deportivo Acero nombra Socio de Honor al Athletic Club con motivo de su Centenario
Una de las primeras formaciones del equipo del Sporting Club
(actual C.D. Acero) correspondiente a los años 20. Obsérvese
la indumentaria, ya institucionalizada, para imitar al Athletic Club
El Club Deportivo Acero es un club de fútbol que milita actualmente en la Regional Preferente de la Comunidad Valenciana con sede en Puerto Sagunto (Valencia) y que cumple esta próxima temporada cien años de historia. Este club es conocido habitualmente por las aficiones de los equipos valencianos como “Los Leones del Mediterráneo”
Tal y como nos relata el historiador Fernando Sánchez Cerezuela, autor del libro “Los Leones del Mediterráneo”, y aficionado del CD Acero, “hablar de Puerto Sagunto es entroncarse con raíces vascas. En efecto, este núcleo de población a orillas del Mediterráneo nace en 1902 a consecuencia de la instalación de diferentes factorías industriales derivadas de la actividad empresarial de dos socios vascos bien conocidos: Sir Ramón De la Sota y Eduardo de Aznar. Cuando el núcleo de población valenciano tomó forma y se fue constituyendo en una verdadera Factory Town, el deporte entró a formar parte de aquella sociedad nueva, incipiente, diversa y con pobladores venidos de otros lugares, entre ellos, fundamentalmente, Bizkaia” (la mayor parte de los altos mandos, técnicos y empleados de administración de las factorías industriales fueron de origen vasco).
El primer equipo de fútbol que se forma en Puerto Sagunto se denominó Sota y Aznar FC, “era un equipo formado por la chavalería y por los empleados y obreros de la Compañía Minera de Sierra Menera” (primera empresa que los socios instalaron en esta población). No sería el único equipo de ‘sportsmens’ que se originó, hubo otros como El Metalúrgico, El Sierra Menera...
Por esos años (final de la primera década del siglo xx) y debido al auge que el fútbol va adquiriendo en la sociedad porteña, los técnicos vascos deciden crear la primera asociación deportiva que aglutinaría disciplinas deportivas de la población, donde, lógicamente, se incluiría el ‘football’. Nació así en 1919, El Sporting Club (Actual CD Acero), primer equipo de fútbol federado en este núcleo de población y que sería un calco (“así se pretendió”) del Athletic Club.
El Sporting Club debía adoptar una vestimenta, un escudo y una filosofía de juego que le diferenciara del resto de equipos valencianos y “fue así como adquirió de forma premeditada, los colores rojiblancos en su camisola y el negro de su calzón y calzas”, según explica Sánchez Cerezuela. Esta fue la denominación del equipo hasta el año 1940 cuando una ley franquista prohibió los modismos extranjeros en las asociaciones y clubes deportivos, por lo que pasó a llamarse Club Deportivo Acero desde entonces y hasta la actualidad. “La elección de la nueva denominación no fue muy difícil atendiendo a la producción de esta preciada aleación de hierro en la población de Puerto Sagunto, sede del club”.
La historia de este equipo del levante español ha estado, desde entonces, unida a la del Athletic Club. A lo largo de los años y por las diferentes etapas (cada uno sobre recorridos diferentes en cuanto a la categoría de sus competiciones) han trazado analogías y se han producido encuentros y similitudes dignas de mención. Veamos algunas que nos proporciona el propio Sánchez Cerezuela:
1-El rojiblanco es el color adquirido como signo identitario de ambos clubes: La camiseta a franjas rojas y blancas se ha constituido en el CD Acero como su vestuario institucional. Nunca, al igual que lo ha hecho el Athletic Club, ha dejado de usar este símbolo que tanto identifica a ambas entidades.
2-La Filosofía de Club: El CD Acero adoptó de manera inercial el paradigma que implica que la cantera es la base sobre la que deportivamente se instala la entidad. La mayoría de los niños que juegan en las categorías inferiores del equipo porteño son de la población o de la comarca y los valores de amor a los colores, el sacrificio en el terreno de juego, el respeto al rival y, sobre todo, la furia con la que se emplean los jugadores en las respectivas competiciones, pretenden ser la base en la que se apoya el primer equipo (esta práctica quizá debería de potenciarse algo de nuevo...). Así pues, por histórico, los jugadores de las categorías del fútbol base de Puerto Sagunto son el vivero del que se ha suministrado el primer equipo del CD Acero por histórico.
3.-Terreno de juego: El actual campo de juego donde desarrolla su actividad deportiva el CD Acero fue inaugurado en 1929. Su nombre es Estadio del Fornás. El modelo a seguir para su construcción fue el campo del Arenas Club de Getxo del que De la Sota era gran admirador. Luis Peña, directivo de este club, entregó, allá por el año 1928 los planos del campo de Ibaiondo donde jugaba el equipo vasco a un ingeniero en Puerto de Sagunto y este elaboró los estudios para la fabricación de un nuevo estadio en esta población. No es de extrañar, pues, el extraordinario parecido existente entre las infraestructuras que mantuvieron durante años ambos terrenos de juego (cerramiento del terreno, vallitas que separan los espectadores del terreno de juego, gradas etc....)
4.-Jugadores vascos en Puerto Sagunto: Ha habido gran cantidad de jugadores vascos que han jugado en el Sporting Club-CD Acero a lo largo de su dilatada historia. Algunos ejemplos son (entre paréntesis los años en los que el jugador perteneció a su disciplina):
José Berrondo (1923/24)
Carlos Echave (1923/24)
José María Ugarte (1924-26)
Bordonova (1926/27)
Elías Solaeta (1926-29)
Luis Elorduy (1927-29)
Hermógenes Gorrochategui (1927-29)
Baracaldo (1940/41)
Alfredo Urrutia (1943-1952)
José Luis Idarraga (1950/51)
Enguídanos (1957-1959)
Ollacarrasqueta (1958-1965)
Belenguer “Vasco” (1962/63)
Caso aparte merece el jugador Daniel Helguera Pérez (1930/31), que fue jugador del Athletic Club en la temporada 1926/27 debutando contra el Arenas Club de Getxo en un encuentro que venció a domicilio por dos goles a uno. Este jugador con posterioridad firmó por el Sporting Club de Puerto Sagunto.
Estos son algunos de entre los muchos aspectos que se pueden citar como más relevantes que relacionan ambas entidades. Las analogías son palpables. Podríamos hablar de una especie de relación filial, en la que el Athletic Club ampara al pequeño y se declara como modelo a seguir.
El Sporting Club, fundado y constituido, según el registro en el libro de Asociaciones del Gobierno Civil de Valencia, el 13 de diciembre de 1919, ha jugado la mayor parte de los años en que ha participado en competiciones en la Tercera División, es sin lugar a dudas la categoría que le corresponde por historia. Ha jugado algunas promociones de ascenso dignas de mención, como la del año 1931 frente al Recreativo de Huelva para ascender a la segunda categoría del fútbol de la época (vendría a ser ente una Segunda B o Segunda A actual) y otra en el año 1996 para el ascenso a Segunda División B, en la que el Murcia, le impidió ese logro.
“En Puerto Sagunto existe gran afición por el fútbol y muchos aficionados al Athletic Club derivado de aquellos ancestros vascos que dejaron huella en nuestro núcleo urbano y que todavía hoy tiene reminiscencias; sienten los colores de nuestro equipo como suyos. La próxima temporada, 2018/2019, se celebra el centenario del CD Acero y la influencia del Athletic Club en nuestras latitudes sigue siendo una constante y un referente. Con motivo de nuestros cien años de vida pretendemos fomentar las relaciones entre ambos clubes y hacer partícipe a la entidad vasca de todos los eventos y actos derivados de esta efeméride. Para ello, se le ha nombrado Socio de Honor del CD Acero, presentándole nuestra admiración y respeto”.
El Club Deportivo Acero nombra Socio de Honor al Athletic Club con motivo de su Centenario
Una de las primeras formaciones del equipo del Sporting Club
(actual C.D. Acero) correspondiente a los años 20. Obsérvese
la indumentaria, ya institucionalizada, para imitar al Athletic Club
El Club Deportivo Acero es un club de fútbol que milita actualmente en la Regional Preferente de la Comunidad Valenciana con sede en Puerto Sagunto (Valencia) y que cumple esta próxima temporada cien años de historia. Este club es conocido habitualmente por las aficiones de los equipos valencianos como “Los Leones del Mediterráneo”
Tal y como nos relata el historiador Fernando Sánchez Cerezuela, autor del libro “Los Leones del Mediterráneo”, y aficionado del CD Acero, “hablar de Puerto Sagunto es entroncarse con raíces vascas. En efecto, este núcleo de población a orillas del Mediterráneo nace en 1902 a consecuencia de la instalación de diferentes factorías industriales derivadas de la actividad empresarial de dos socios vascos bien conocidos: Sir Ramón De la Sota y Eduardo de Aznar. Cuando el núcleo de población valenciano tomó forma y se fue constituyendo en una verdadera Factory Town, el deporte entró a formar parte de aquella sociedad nueva, incipiente, diversa y con pobladores venidos de otros lugares, entre ellos, fundamentalmente, Bizkaia” (la mayor parte de los altos mandos, técnicos y empleados de administración de las factorías industriales fueron de origen vasco).
El primer equipo de fútbol que se forma en Puerto Sagunto se denominó Sota y Aznar FC, “era un equipo formado por la chavalería y por los empleados y obreros de la Compañía Minera de Sierra Menera” (primera empresa que los socios instalaron en esta población). No sería el único equipo de ‘sportsmens’ que se originó, hubo otros como El Metalúrgico, El Sierra Menera...
Por esos años (final de la primera década del siglo xx) y debido al auge que el fútbol va adquiriendo en la sociedad porteña, los técnicos vascos deciden crear la primera asociación deportiva que aglutinaría disciplinas deportivas de la población, donde, lógicamente, se incluiría el ‘football’. Nació así en 1919, El Sporting Club (Actual CD Acero), primer equipo de fútbol federado en este núcleo de población y que sería un calco (“así se pretendió”) del Athletic Club.
El Sporting Club debía adoptar una vestimenta, un escudo y una filosofía de juego que le diferenciara del resto de equipos valencianos y “fue así como adquirió de forma premeditada, los colores rojiblancos en su camisola y el negro de su calzón y calzas”, según explica Sánchez Cerezuela. Esta fue la denominación del equipo hasta el año 1940 cuando una ley franquista prohibió los modismos extranjeros en las asociaciones y clubes deportivos, por lo que pasó a llamarse Club Deportivo Acero desde entonces y hasta la actualidad. “La elección de la nueva denominación no fue muy difícil atendiendo a la producción de esta preciada aleación de hierro en la población de Puerto Sagunto, sede del club”.
La historia de este equipo del levante español ha estado, desde entonces, unida a la del Athletic Club. A lo largo de los años y por las diferentes etapas (cada uno sobre recorridos diferentes en cuanto a la categoría de sus competiciones) han trazado analogías y se han producido encuentros y similitudes dignas de mención. Veamos algunas que nos proporciona el propio Sánchez Cerezuela:
1-El rojiblanco es el color adquirido como signo identitario de ambos clubes: La camiseta a franjas rojas y blancas se ha constituido en el CD Acero como su vestuario institucional. Nunca, al igual que lo ha hecho el Athletic Club, ha dejado de usar este símbolo que tanto identifica a ambas entidades.
2-La Filosofía de Club: El CD Acero adoptó de manera inercial el paradigma que implica que la cantera es la base sobre la que deportivamente se instala la entidad. La mayoría de los niños que juegan en las categorías inferiores del equipo porteño son de la población o de la comarca y los valores de amor a los colores, el sacrificio en el terreno de juego, el respeto al rival y, sobre todo, la furia con la que se emplean los jugadores en las respectivas competiciones, pretenden ser la base en la que se apoya el primer equipo (esta práctica quizá debería de potenciarse algo de nuevo...). Así pues, por histórico, los jugadores de las categorías del fútbol base de Puerto Sagunto son el vivero del que se ha suministrado el primer equipo del CD Acero por histórico.
3.-Terreno de juego: El actual campo de juego donde desarrolla su actividad deportiva el CD Acero fue inaugurado en 1929. Su nombre es Estadio del Fornás. El modelo a seguir para su construcción fue el campo del Arenas Club de Getxo del que De la Sota era gran admirador. Luis Peña, directivo de este club, entregó, allá por el año 1928 los planos del campo de Ibaiondo donde jugaba el equipo vasco a un ingeniero en Puerto de Sagunto y este elaboró los estudios para la fabricación de un nuevo estadio en esta población. No es de extrañar, pues, el extraordinario parecido existente entre las infraestructuras que mantuvieron durante años ambos terrenos de juego (cerramiento del terreno, vallitas que separan los espectadores del terreno de juego, gradas etc....)
4.-Jugadores vascos en Puerto Sagunto: Ha habido gran cantidad de jugadores vascos que han jugado en el Sporting Club-CD Acero a lo largo de su dilatada historia. Algunos ejemplos son (entre paréntesis los años en los que el jugador perteneció a su disciplina):
José Berrondo (1923/24)
Carlos Echave (1923/24)
José María Ugarte (1924-26)
Bordonova (1926/27)
Elías Solaeta (1926-29)
Luis Elorduy (1927-29)
Hermógenes Gorrochategui (1927-29)
Baracaldo (1940/41)
Alfredo Urrutia (1943-1952)
José Luis Idarraga (1950/51)
Enguídanos (1957-1959)
Ollacarrasqueta (1958-1965)
Belenguer “Vasco” (1962/63)
Caso aparte merece el jugador Daniel Helguera Pérez (1930/31), que fue jugador del Athletic Club en la temporada 1926/27 debutando contra el Arenas Club de Getxo en un encuentro que venció a domicilio por dos goles a uno. Este jugador con posterioridad firmó por el Sporting Club de Puerto Sagunto.
Estos son algunos de entre los muchos aspectos que se pueden citar como más relevantes que relacionan ambas entidades. Las analogías son palpables. Podríamos hablar de una especie de relación filial, en la que el Athletic Club ampara al pequeño y se declara como modelo a seguir.
El Sporting Club, fundado y constituido, según el registro en el libro de Asociaciones del Gobierno Civil de Valencia, el 13 de diciembre de 1919, ha jugado la mayor parte de los años en que ha participado en competiciones en la Tercera División, es sin lugar a dudas la categoría que le corresponde por historia. Ha jugado algunas promociones de ascenso dignas de mención, como la del año 1931 frente al Recreativo de Huelva para ascender a la segunda categoría del fútbol de la época (vendría a ser ente una Segunda B o Segunda A actual) y otra en el año 1996 para el ascenso a Segunda División B, en la que el Murcia, le impidió ese logro.
“En Puerto Sagunto existe gran afición por el fútbol y muchos aficionados al Athletic Club derivado de aquellos ancestros vascos que dejaron huella en nuestro núcleo urbano y que todavía hoy tiene reminiscencias; sienten los colores de nuestro equipo como suyos. La próxima temporada, 2018/2019, se celebra el centenario del CD Acero y la influencia del Athletic Club en nuestras latitudes sigue siendo una constante y un referente. Con motivo de nuestros cien años de vida pretendemos fomentar las relaciones entre ambos clubes y hacer partícipe a la entidad vasca de todos los eventos y actos derivados de esta efeméride. Para ello, se le ha nombrado Socio de Honor del CD Acero, presentándole nuestra admiración y respeto”.
viernes, 6 de julio de 2018
Visitantes desde Nepal
Fuente: www.athletic-club.eus
El miércoles 4 de julio un grupo de 22 niñas provenientes de Mugu (Nepal) que se encuentran disputando la Donosti Cup han visitado San Mamés, el Museo Guggenheim e Ibaigane de la mano de la Fundación Athletic Club. El equipo está organizado y dirigido por Bhojraj Bhat, director de cine que ganó Thinking Football Film Festival en 2016 con la película Sunakali, que narraba la historia de unas niñas que usan el fútbol como modo de reivindicarse en una sociedad rural, la de la alta montaña nepalí, que las condenaba al rol de esposa prematura. Precisamente para evitar matrimonios concertados de las niñas, Bhojraj Bhat mantiene el proyecto Sunakali en Mugu.
El miércoles 4 de julio un grupo de 22 niñas provenientes de Mugu (Nepal) que se encuentran disputando la Donosti Cup han visitado San Mamés, el Museo Guggenheim e Ibaigane de la mano de la Fundación Athletic Club. El equipo está organizado y dirigido por Bhojraj Bhat, director de cine que ganó Thinking Football Film Festival en 2016 con la película Sunakali, que narraba la historia de unas niñas que usan el fútbol como modo de reivindicarse en una sociedad rural, la de la alta montaña nepalí, que las condenaba al rol de esposa prematura. Precisamente para evitar matrimonios concertados de las niñas, Bhojraj Bhat mantiene el proyecto Sunakali en Mugu.
lunes, 2 de julio de 2018
El museo Athletic de Zaragoza
Artículo publicado por Iñaki Ugalde en el diario Mundo Deportivo el 02/07/2018
Los Abadía han levantado en su vivienda de Garrapinillos una galería en clave rojiblanca plagada de ‘piezas’ relacionadas con el club bilbaíno
Javi Abadía posa rodeado de un sinfín de camisetas del Athletic y delante
de un futbolín que enfrenta a los leones y al Zaragoza. (FOTO: MD)
Suena extraño, pero es auténtico. Un museo particular del Athletic en Garrapinillos, localidad maña cercana a Utebo y no muy separada de Zaragoza. Javier Abadía ha hecho realidad uno de sus sueños. Una sala de 90 metros en su propia vivienda plagada de sentimiento y recuerdos en clave rojiblanca. Desde camisetas de todos los tiempos hasta banderines pasando por botas, balones, fotografías, trofeos, medallas, carteles, libros, brazaletes... Arriba, en el jardín de la entrada a la finca, el escudo del Athletic aparece dibujado en el fondo de la piscina. El ascensor panorámico para descender hasta esta impresionante exposición sorprende al visitante cuando al tocar suelo deja a la vista el escudo del club bilbaíno en una de sus ‘paredes’.
“Mi vena rojiblanca surge por mi padre. Como él era del Arenas, de Zaragoza, y del Athletic; entonces yo del Arenas y del Athletic. Luego, con el Arenas ya en decadencia; él entró a formar parte de la directiva del Club Deportivo Ebro y entonces yo del Ebro y del Athletic por mi padre. Y mi hijo por mí y por su abuelo. Así es la fibra. Yo más del Athletic que mi padre y mi hijo más que los dos. El chaval es más visceral”, explica el que fuera en su día fundador y presidente de la Peña Amorrortu.
Javi Abadía recuerda con especial nostalgia su primera imagen junto al Txopo. “Tenía 4 años y fui a La Romareda a ver el Zaragoza-Athletic. Mi padre me situó a la mitad más o menos de donde estaban los ‘grises’ y me dijo que saltara al campo a la altura de una de las banderas concretas de las que colocan en ese estadio y le dijera al fotógrafo que me sacara fotos con Iribar, Rojo y el equipo. Me llevó a Iribar, me llevó a Zubiaga por equivocación y le tuve que rectificar porque ‘mi padre me ha dicho que con Rojo y con Rojo’. Con todo el equipo me dio vergüenza, eché a correr y me llevé una ovación de gala. Hablamos de hace 50 años”, explica con un inconfundible deje maño.
La idea de crear su propio museo del Athletic le viene, lógicamente, de tiempos posteriores. “Siempre he sido coleccionista, del mercadillo de Don Balón y siempre he ido guardando cosas. Con las redes sociales, esto se ha disparado. Llevo toda la vida coleccionando. Tengo muchos contactos y me vienen cosas por subastas, cambios u ofrecimientos. Tengo un banderín del partido ante el Werder Bremen, por ejemplo, que acabo de recibir; los guantes de Herrerín lo mismo. Esa es mi pasión”.
En un espectacular museo casero donde figuran un sinfín de camisetas del Athletic (unas extendidas en su propio soporte y con su propia explicación, otras dobladas en su propia vitrina, muchas colgadas incluso en perchas; algunas firmadas, otras manchadas y sin lavar), un futbolín que enfrenta a los leones con el Zaragoza, las botas de Guerrero llenas de barro y una de las casacas históricas de Zubi, las bufandas de los duelos internacionales de los rojiblancos, las fotografías de un sinfín de leones y exleones posando con los Abadía (Javier padre, su mujer Nati, su hija Cristina y Javier hijo), los programas de los duelos ante el Ajax en Holanda y el Liverpool en Anfield, una lámpara a modo de balón partido con las caras del Athletic de Luis Fernández, vídeos y libros en clave rojiblanca de todo tipo y la caricatura de un león dibujada por el exboxeador Perico Fernández; entre otras muchas cosas; el dueño de la colección se queda con “las camisetas más antiguas, el banderín que Urrutia le dio a Aldair en el partido frente a Brasil en San Mamés del año del Centenario, el banderín de los años 60 el que pone Atlético en vez de Athletic en el escudo y la réplica del trofeo de la todavía no tan lejana Supercopa con medalla y balón del partido incluidos”, entre otras.
A Javi Abadía le da igual que la camiseta del Athletic en cuestión de su colección sea de Julen Guerrero, Lizarazu, Goiko, Etxebe o Andrinua: “Yo en realidad lo que quiero es que la camiseta del Athletic sea la original de ese año y al final no le doy importancia al jugador. Mi hijo, sí. Mi hijo las quiere de Muniain”.
“Yo soy zaragozano y del Athletic”
Javi Abadía regenta tres restaurantes. Los tres bajo el mismo nombre: La Mar Salada. Los dos de Zaragoza están decorados de tipo marinero. El local de Utebo, en cambio, tienen cosas del Athletic actualmente. “Yo soy zaragozano y del Athletic”, aclara antes de explicar una curiosa anécdota que le sucedió en su etapa de jugador del juvenil del Helios. “Estábamos en el mismo grupo del Athletic y el segundo año mío mientras hacíamos noche en el Ercilla nos robaron el equipaje. El Athletic nos dejó entonces la equipación azul que utilizó su primer equipo el día de la inauguración del nuevo Zorrilla de Valladolid. Los directivos del Helios me decían entonces ‘Javier no jodas’ y yo les respondía ‘tranquilos que no voy a llevarme nada que no sea mío’. Aquel día fui capitán, me hice 700 fotos en Lezama y salieron todas borrrosas”, recuerda entre risas.
Este hincha rojiblanco es asiduo de un tiempo a esta parte en los chárter oficiales que fleta el propio Athletic por Europa. Allí, en pleno vuelo, ha gestado su amistad con varios socios y exdirectivos rojiblancos: “Al principio viajaba de manera particular; pero a partir con motivo de la final de Bucarest, para la que tenía entradas pero no hotel ni vuelo, llamé a la agencia oficial del Athletic, lo señalicé y así empecé a viajar”. De antes, de su etapa como presidente de la peña Amorrortu, ya conocía personalmente a Iribar, Koldo Agirre, Argoitia y Koldobi Etxeberria, entre otros. “Fermín Palomar me ayudaba mucho a traer gente a la peña”, recuerda.
La camiseta negra de Iribar y la firma de Ander Garitano
El gran sueño de este aficionado del Athletic de cara a su colección particular no es otro que la camiseta de Iribar: “ No he visto ninguna, ni en el Museo. He visto alguna de la selección en la que pone que es de Iribar, pero puede ser de Miguel Ángel u otro. Una camiseta de Iribar y si fuera negra sería la perla de mi museo”, admite.
Javi Abadía no tiene contacto con los responsables del Museo del propio Athletic. Sus contactos surgen a través de “Iker Bernal y Fernando Donate, otros dos coleccionistas del Athletic y de Bilbao. Nos intentamos ayudar en lo que podemos”.
La primera dedicatoria en el libro de firmas de este museo particular del Athletic en Zaragoza corresponde a Ander Garitano: “Tengo buen ‘feeling’ con él porque además de haber jugado en el Athletic y vivir en Zaragoza es director deportivo del Ebro, mi otro equipo de toda la vida”.
Los Abadía han levantado en su vivienda de Garrapinillos una galería en clave rojiblanca plagada de ‘piezas’ relacionadas con el club bilbaíno
Javi Abadía posa rodeado de un sinfín de camisetas del Athletic y delante
de un futbolín que enfrenta a los leones y al Zaragoza. (FOTO: MD)
Suena extraño, pero es auténtico. Un museo particular del Athletic en Garrapinillos, localidad maña cercana a Utebo y no muy separada de Zaragoza. Javier Abadía ha hecho realidad uno de sus sueños. Una sala de 90 metros en su propia vivienda plagada de sentimiento y recuerdos en clave rojiblanca. Desde camisetas de todos los tiempos hasta banderines pasando por botas, balones, fotografías, trofeos, medallas, carteles, libros, brazaletes... Arriba, en el jardín de la entrada a la finca, el escudo del Athletic aparece dibujado en el fondo de la piscina. El ascensor panorámico para descender hasta esta impresionante exposición sorprende al visitante cuando al tocar suelo deja a la vista el escudo del club bilbaíno en una de sus ‘paredes’.
“Mi vena rojiblanca surge por mi padre. Como él era del Arenas, de Zaragoza, y del Athletic; entonces yo del Arenas y del Athletic. Luego, con el Arenas ya en decadencia; él entró a formar parte de la directiva del Club Deportivo Ebro y entonces yo del Ebro y del Athletic por mi padre. Y mi hijo por mí y por su abuelo. Así es la fibra. Yo más del Athletic que mi padre y mi hijo más que los dos. El chaval es más visceral”, explica el que fuera en su día fundador y presidente de la Peña Amorrortu.
Javi Abadía recuerda con especial nostalgia su primera imagen junto al Txopo. “Tenía 4 años y fui a La Romareda a ver el Zaragoza-Athletic. Mi padre me situó a la mitad más o menos de donde estaban los ‘grises’ y me dijo que saltara al campo a la altura de una de las banderas concretas de las que colocan en ese estadio y le dijera al fotógrafo que me sacara fotos con Iribar, Rojo y el equipo. Me llevó a Iribar, me llevó a Zubiaga por equivocación y le tuve que rectificar porque ‘mi padre me ha dicho que con Rojo y con Rojo’. Con todo el equipo me dio vergüenza, eché a correr y me llevé una ovación de gala. Hablamos de hace 50 años”, explica con un inconfundible deje maño.
La idea de crear su propio museo del Athletic le viene, lógicamente, de tiempos posteriores. “Siempre he sido coleccionista, del mercadillo de Don Balón y siempre he ido guardando cosas. Con las redes sociales, esto se ha disparado. Llevo toda la vida coleccionando. Tengo muchos contactos y me vienen cosas por subastas, cambios u ofrecimientos. Tengo un banderín del partido ante el Werder Bremen, por ejemplo, que acabo de recibir; los guantes de Herrerín lo mismo. Esa es mi pasión”.
En un espectacular museo casero donde figuran un sinfín de camisetas del Athletic (unas extendidas en su propio soporte y con su propia explicación, otras dobladas en su propia vitrina, muchas colgadas incluso en perchas; algunas firmadas, otras manchadas y sin lavar), un futbolín que enfrenta a los leones con el Zaragoza, las botas de Guerrero llenas de barro y una de las casacas históricas de Zubi, las bufandas de los duelos internacionales de los rojiblancos, las fotografías de un sinfín de leones y exleones posando con los Abadía (Javier padre, su mujer Nati, su hija Cristina y Javier hijo), los programas de los duelos ante el Ajax en Holanda y el Liverpool en Anfield, una lámpara a modo de balón partido con las caras del Athletic de Luis Fernández, vídeos y libros en clave rojiblanca de todo tipo y la caricatura de un león dibujada por el exboxeador Perico Fernández; entre otras muchas cosas; el dueño de la colección se queda con “las camisetas más antiguas, el banderín que Urrutia le dio a Aldair en el partido frente a Brasil en San Mamés del año del Centenario, el banderín de los años 60 el que pone Atlético en vez de Athletic en el escudo y la réplica del trofeo de la todavía no tan lejana Supercopa con medalla y balón del partido incluidos”, entre otras.
A Javi Abadía le da igual que la camiseta del Athletic en cuestión de su colección sea de Julen Guerrero, Lizarazu, Goiko, Etxebe o Andrinua: “Yo en realidad lo que quiero es que la camiseta del Athletic sea la original de ese año y al final no le doy importancia al jugador. Mi hijo, sí. Mi hijo las quiere de Muniain”.
“Yo soy zaragozano y del Athletic”
Javi Abadía regenta tres restaurantes. Los tres bajo el mismo nombre: La Mar Salada. Los dos de Zaragoza están decorados de tipo marinero. El local de Utebo, en cambio, tienen cosas del Athletic actualmente. “Yo soy zaragozano y del Athletic”, aclara antes de explicar una curiosa anécdota que le sucedió en su etapa de jugador del juvenil del Helios. “Estábamos en el mismo grupo del Athletic y el segundo año mío mientras hacíamos noche en el Ercilla nos robaron el equipaje. El Athletic nos dejó entonces la equipación azul que utilizó su primer equipo el día de la inauguración del nuevo Zorrilla de Valladolid. Los directivos del Helios me decían entonces ‘Javier no jodas’ y yo les respondía ‘tranquilos que no voy a llevarme nada que no sea mío’. Aquel día fui capitán, me hice 700 fotos en Lezama y salieron todas borrrosas”, recuerda entre risas.
Este hincha rojiblanco es asiduo de un tiempo a esta parte en los chárter oficiales que fleta el propio Athletic por Europa. Allí, en pleno vuelo, ha gestado su amistad con varios socios y exdirectivos rojiblancos: “Al principio viajaba de manera particular; pero a partir con motivo de la final de Bucarest, para la que tenía entradas pero no hotel ni vuelo, llamé a la agencia oficial del Athletic, lo señalicé y así empecé a viajar”. De antes, de su etapa como presidente de la peña Amorrortu, ya conocía personalmente a Iribar, Koldo Agirre, Argoitia y Koldobi Etxeberria, entre otros. “Fermín Palomar me ayudaba mucho a traer gente a la peña”, recuerda.
La camiseta negra de Iribar y la firma de Ander Garitano
El gran sueño de este aficionado del Athletic de cara a su colección particular no es otro que la camiseta de Iribar: “ No he visto ninguna, ni en el Museo. He visto alguna de la selección en la que pone que es de Iribar, pero puede ser de Miguel Ángel u otro. Una camiseta de Iribar y si fuera negra sería la perla de mi museo”, admite.
Javi Abadía no tiene contacto con los responsables del Museo del propio Athletic. Sus contactos surgen a través de “Iker Bernal y Fernando Donate, otros dos coleccionistas del Athletic y de Bilbao. Nos intentamos ayudar en lo que podemos”.
La primera dedicatoria en el libro de firmas de este museo particular del Athletic en Zaragoza corresponde a Ander Garitano: “Tengo buen ‘feeling’ con él porque además de haber jugado en el Athletic y vivir en Zaragoza es director deportivo del Ebro, mi otro equipo de toda la vida”.
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