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viernes, 20 de junio de 2014

"Creo que el sábado llegará la guinda al trabajo que hemos hecho estos últimos años"

Entrevista publicada por Juan Carlos Grande en el diario Deia el 19/06/2014

Ainhoa Tirapu (Iruña, 1984), Licenciada en Química, con un máster en Contaminación y Toxicología Ambiental, es la guardiana de la portería rojiblanca


El Athletic femenino disputará el domingo la final de Copa en Ceuta ante el Barcelona, su particular bestia negra y el equipo que le ha privado esta misma temporada de lograr el título de la Superliga.

- ¿Cómo está el equipo después del subidón del otro día?

Bien, con muchas ganas. Nos ha costado llegar a una final con esta alegría. La última que jugamos era con cuatro equipos, hicimos un buen partido de eliminatoria y la final no la jugamos muy bien. Ahora llegamos tras haber ganado dos eliminatorias, con victorias fuera de casa que nos dan mucha moral, porque haber ganado en campos de hierba artificial nos da mucha confianza para la final de Ceuta, que también es en ese terreno.

- ¿Cómo ve la final?, ¿cree que tienen opciones?

Yo sí creo que las tenemos. En el torneo de Getxo les ganamos dos veces y en Liga en casa merecimos ganar, aunque ellas aprovecharon sus ocasiones. Va a ser un partido bonito, de tú a tú. Y habrá opciones para los dos equipos. Los pequeños detalles, la intensidad, tener la cabeza fría en algunos momentos... Eso decantará la balanza.

- El Barça es su bestia negra, pero ¿es insuperable?

Tiene muy buen equipo y cada año fichan dos o tres jugadoras jóvenes con proyección, formando un bloque cada vez más competitivo. Ha hecho un campeonato de Champions muy bueno. Por plantilla tienen muy buen equipo, pero eso no quita para que en un partido, con nuestras cualidades y nuestra calidad, seamos capaces de ganarles. Vamos a tener opciones.

- ¿No tienen miedo?

Para nada. Si sales así has perdido la final. Los partidos duran noventa minutos y puede pasar cualquier cosa. En el mundo del fútbol se han visto cosas muy raras y nosotras estamos centradas en hacer bien nuestro trabajo. De nosotras va a depender lo que podamos hacer. Jugar bien, con intensidad, estar centradas en el partido, tener la cabeza fría en momentos difíciles, tener capacidad de sufrimiento... Si nosotras estamos centradas en nuestro trabajo, luego pasará lo que tenga que pasar, pero así tendremos muchas opciones de ganar. Luego, ya sabes que el deporte es el deporte. Me quiero quedar con que seamos competitivas y demos nuestro mejor nivel.

- Su palmarés es impecable: una Superliga, dos subcampeonatos de Liga y otros dos de Copa. Solo le queda ganar este título.

Nos falta a todas, menos a Vane, que nos lo ganó a nosotras y por eso la hemos fichado para que nos traiga suerte (ríe).

- ¿Qué le falta al Athletic para rematar la faena?

Nuestros números, si los comparas con otras temporadas, son muy buenos. Pero hay un equipo, el Barça, que lo está haciendo casi perfecto. Ellas tienen un equipazo y prácticamente no han perdido puntos en toda la Liga. Si les hubiéramos ganado en casa, habríamos estado más cerca de ellas. Hemos quedado a nueve puntos, que parecen muchos, pero no creo que estemos tan distanciadas. Al final nos ha faltado un poco de suerte para ganar algún título. Hemos hecho un buen trabajo en los últimos años y creo que llegará la guinda en algún momento, y espero que sea este sábado.

- ¿Alguna promesa inconfesable si ganan?

No. Bueno, alguna ha dicho que se haría un corte de pelo raro, pero poca cosa. El año pasado dijimos un montón de cosas si ganábamos el título y al final perdimos la Liga en la última jornada. Este año estoy más tranquila. Si ganamos ya habrá tiempo para celebrarlo y decidir qué hacer.

- ¿Y si pierden, qué nota pondría al equipo tras esta temporada?

No pondría una mala nota. Pero nosotras no nos vamos a conformar con el segundo puesto. Nos gusta ganar y llevamos mucho tiempo siendo segundas. Eso psicológicamente hace mella. Quedar otra vez segundas sería un palo, porque creo que este equipo se merece ya un título. Está trabajando muy bien en los últimos años y no estamos recogiendo esa recompensa. Espero que esta vez haya más suerte y consigamos la Copa.

domingo, 15 de junio de 2014

FINAL COPA DE LA REINA


El vídeo de 'Gurpe'

Artículo publicado por Jon Uriarte en el diario El Correo el 14/06/2014

Aficionados, jugadores y exjugadores del Athletic participan en una grabación para recoger las frases que ya no había forma de que cupiesen en una camiseta realizada para el navarro


Desconozco su talla. Pero si era una 'L', ahora es XXXXXXXXXXXXXL. Hablo de la camiseta. Porque la humana es aún mayor. Eso se desprende al menos de lo sucedido estos meses con un regalo, creado para él, que ha ido creciendo día a día. Una camiseta cargada de definiciones. ¿Cómo describirías a Gurpegui? Así de simple la pregunta, así de compleja la respuesta. El asunto se lo debemos a Fernando Santamaría, un 'athleticzale' que tiene su cuerpo en Valencia, pero su alma permanece anclada en el viejo botxo. En concreto en Deusto, la tierra de la que procede. Hablar con él del Athletic supone arrancar una conversación con tan improbable final como eterno fondo. El de un león que vive con añoranza, en la distancia, las alegrías y tristezas de nuestro Club. "Es un gran tipo y me ha pedido que te llame para que participes". Esas fueron las palabras de Imanol Reino, amigo, colega y compañero de muchos días y aún más noches. Como digo, la idea de Fernando era simple. Pero, curiosamente, ha causado un gran revuelo. Para entenderlo debemos rebobinar un buen puñado de años.

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Fernando, además de incondicional aficionado, se apunta a un bombardeo cuando se trata del Athletic. Meritorio teniendo en cuenta que hace lustros que aterrizó en la capital del Turia, dejando atrás el viejo botxo. Se fue por amor. El que nació entre él y María José, que se lo llevó para las tierras de Levante y le hizo abandonar Invernalia. Para más inri, la chispa entre ambos saltó en la Peña Oskar Alkorta de Pozas, el año del centenario. Santamaría pertenecía a la Peña Bakalao y participaba en todos los actos posibles. Por entonces Gurpegi le pegaba patadas al balón en el Izarra mirando de reojo, eso sí, al juvenil A del Athletic. Pero el tiempo vuela más rápido que una prórroga cuando vas perdiendo y, un buen día, con Gurpe ya en el primer equipo, acabaron coincidiendo. Desde ese día compartieron conversación en ocho ocasiones.

Fernando aclara que fueron breves, pero suficientemente largas como para conocer al hombre tras el escudo. "Un tipo ejemplar". Como ya se ha hablado mucho de este jugador no añadiré el resto de los adjetivos que citó. Además, todos recordamos a otros iconos que también merecen loas por su ser, más allá de su haber. Pero eso es, precisamente, lo curioso.

'Gurpe' tiene algo que concita buen rollo. Exceptúo a los borregos que sin hablar con él, ni saber los pormenores de su carrera o circunstancias, lo tachan de lo que nunca fue. Por suerte, como digo, los abrazos son más que los sopapos. Y ese fue el motivo por el que Fernando decidió regalarle una camiseta.

Si el jugador le había dado varias, él haría lo propio. Pero en su caso añadiría frases de familiares, amigos, seguidores, periodistas, jugadores... Ninguno lo dudó y todos participaron en este gesto. Quizá por sentir como propias la saña cansina y la inquina desproporcionada sobre una persona, sea quien sea. Y también por el perfil del acusador persistente. Personas que no tienen ni argumentos ni valores suficientes como para lucir tales galones. Pero no dudan en ser crueles con sus irreflexivas sentencias. Y además, por qué no decirlo, participamos en el regalo porque nos dio la gana, ¡qué caramba! Así que, recogidas las frases, Fernando decidió que la entrega de la camiseta se haría el día del partido del Levante. Gurpegui se lesionó en marzo y todo se paró. Pero fue un instante. De la catástrofe surgió un proyecto mejor. Un vídeo. También simple. También casero. Pero perfecto para recoger las frases que ya no había forma de que cupiesen en la camiseta. Y, sobre todo, para cerrar como se merecía este asunto.

El vídeo fue entregado a Gurpegui hace unas semanas. El adiós al llorado José Iragorri, que también participa, aparcó este artículo hasta hoy. Pero casi mejor. Ya que estamos inmersos en un Mundial, nos viene bien para recordar que el fútbol no sería nada sin las pequeñas historias que surgen alrededor del balón. Nunca son perfectas. A veces llevan infortunio. Pero te recuerdan que la vida gira como la esfera de cuero. Y a veces, aunque solo sea de vez en cuando, nos da otra oportunidad. Depende siempre de tres cosas. Suerte, trabajo y apoyo. De ahí la camiseta y de ahí el vídeo. Para que 'Gurpe' y los muchos Gurpes que hay por el mundo, dentro y fuera del fútbol, puedan seguir girando para regresar al lugar que merecen.

1.278 vueltas a la gabarra del Athletic

Artículo publicado por Igor Barcia en el diario El Correo el 10/06/2014

La embarcación donde el equipo rojiblanco celebró sus títulos cuenta con un diámetro de sólo 33 metros, lo que obligará a ambos a un enorme esfuerzo físico y mental. Javi Conde y Jon Salvador desvelan a EL CORREO el escenario que sucederá al maratón de 2012 en el Puente Colgante


Javi Conde y Jon Salvador, en la gabarra./ BERNARDO CORRAL

La gente que aprovecha la soleada jornada para pasear junto al Museo Marítimo se detiene y observa curiosa. Son las diez de la mañana y dos atletas giran y giran sobre la gabarra del Athletic. Incluso alguno hace fotos mientras los dos protagonistas, ajenos a ese interés, se preocupan por tomar contacto con el escenario. Una medida fundamental para afrontar el nuevo reto que se han planteado Javi Conde y Jon Salvador, en un más difícil todavía después de que hace dos años hicieran un maratón en la pasarela del Puente de Bizkaia. «Es algo muy complicado, pero lo vamos a conseguir», afirman a EL CORREO. El reto es sencillo de explicar: completar un maratón -42,195 kilómetros- sobre la gabarra del Athletic. O, lo que es lo mismo, 1.278 vueltas a un recorrido de 33 metros. Una "locura" sólo al alcance de estos dos expertos maratonianos, que realizarán su aventura el 26 de octubre dentro del programa de maratones solidarios que arrancó en 2010 y que lleva recaudados ya 92.000 euros.

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LOS DATOS

1.278 vueltas son las que deberán completar en la gabarra para cumplir con el reto.

146 vueltas dieron hace dos años cuando ambos corrieron en el Puente de Bizkaia.

6 horas puede ser el tiempo que deban emplear para cubrir la distancia del maratón.

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Han pasado más de dos años desde que Javi Conde y Jon Salvador completaran un maratón por la pasarela superior del Puente de Bizkaia. Un desafío único para el que debieron dar 146 giros de 144 metros cada uno y que sirvió, además de para ser los primeros en hacer algo así en el famoso transbordador, como impulso económico a su proyecto de maratones solidarios. Pero en cuanto bajaron del puente, sus mentes ya bullían en busca de algo novedoso donde poder repetir. «Hemos dejado pasar el tiempo para no ser repetitivos, y mientras tanto hemos ido buscando un lugar emblemático, lo que pasa es que los que encontramos implicaban mucho trabajo a nivel burocrático». Las dudas seguían hasta que un buen día dieron con el escenario ideal. «Hablando con un amigo pensamos en hacerlo en un barco en la ría, y ahí salió de inmediato esta posibilidad. ¡La gabarra del Athletic! Llamé a Javi, poco después nos vinimos a verla desde lo alto, y tuvimos claro que ahí debía ser».

La disponibilidad del Museo Marítimo hizo el resto, y ambos atletas ya no dudaron. Aunque la embarcación también implica mucho trabajo, sobre todo de estudio previo y de adaptación. Y es que las cifras asustan, pero aún más es verles a ambos en acción. Es ahí cuando se aprecia de verdad la enorme dificultad de este reto, el correr un maratón en un espacio tan reducido, en el que cualquier despiste o desequilibrio puede ser un problema. «Lo más complicado son los giros, es una superficie que está llena de remaches, tapas... No te permite un segundo de distracción. En el kilómetro 4 es fácil, pero después de los kilómetros hay que tener mucho cuidado porque uno ya estará desorientado, y puede ser fácil tropezar».

Es lo que han comprobado en los primeros contactos con el que será el escenario del nuevo maratón. Cuando Javi Conde y Jon Salvador desvelaron a este periódico su nuevo objetivo, en sus rostros se reflejaba la ilusión y la preocupación a partes iguales, conscientes de que correr sobre la gabarra nada tiene que ver respecto a todo lo demás que han hecho hasta ahora. «Ya pusimos el listón alto en el Puente Colgante, que estuvo muy bien y más fácil de lo que creíamos porque la motivación hace mucho. Ahora debíamos buscar algo especial, un símbolo de Bizkaia, y lo hemos encontrado en la gabarra. Es un reto muy grande, lo sabemos, pero lo vamos a conseguir. Sin dejar de sufrir, porque lo pasaremos mal y necesitaremos mucho apoyo de la gente. Pero pondremos todo de nuestra parte para hacerlo», afirma Jon Salvador, semanas después de aquella toma de contacto inicial y tras haber completado los primeros minutos de carrera sobre la gabarra. Estos test han servido para extraer importantes conclusiones -como la forma de girar, el ritmo, la dificultad para correr a la par y la fatiga mental- y detectar las medidas complementarias que deberán adoptar para ir diseñando la prueba de aquí al 26 de octubre.

Complicaciones

«Habrá que mirar, pero no soy partidario de hacer el giro siempre del mismo lado porque nos puede traer unas complicaciones tremendas. O se hace algo en 8 o se pide permiso para correr unos kilómetros hacia un lado y otros hacia otro. Aquí el ritmo es lo de menos, es la batalla contra la mente. De verdad pienso que la mente supondrá un 80% en este reto», afirma Jon.

Conde, por su parte, añade que «hay que tener muchísima paciencia, olvidarse del reloj y tirar para adelante, porque son 1.278 vueltas... Ahora analizaremos, acabaremos aquí entrenamientos, pero sin tocar demasiado para no desgastarnos. Y trabajaremos el tema de entrenamientos reducidos, en el garaje de cada uno para tener el punto de claustrofobia de correr en un espacio tan reducido, algo que ya hicimos en el puente. El trabajo de correr aquí va a ser inmenso, porque esto es un maratón oficial, con jueces, y hay que homologar el recorrido...».

Atento a las vueltas de los dos corredores permanece Jon Ruigómez, director del Museo Marítimo, quien admite que «hacer un maratón solidario en la gabarra es una pasada». «Dar vueltas y vueltas hasta estar igual seis horas para completarlo me parece impresionante», afirma el responsable del centro, quien reconoce que «desde el primer momento nos gustó la idea y la apoyamos. Además, creo que en los diques se va a poder colocar mucha gente para ver el reto y creo que va a resultar muy espectacular».

Mientras el director del museo anuncia que estudiarán las medidas a tomar para realzar la prueba, Javi Conde y Jon Salvador ya han pensado incluso en dos padrinos de lujo para ese día, ambos relacionados con el Athletic. «Queremos contar con Dani e Iribar. El primero nos ha dicho que está encantado con la idea y el segundo esperamos que pueda venir. Será una inyección de moral tremenda. Yo me meto aquí el maratón seguro y Javi tambien», sentencia Salvador.

jueves, 5 de junio de 2014

Una histórica casualidad

Artículo publicado por Aitor Martínez en el diario Deia el 05/06/2014

Alain Arroyo, autor del último gol del viejo San Mamés, rememora para DEIA el histórico partido que hoy hace un año enfrentó al Athletic y la selección de Bizkaia. "Mis amigos me llamaban y me repetían: ¡La que has liado!"


Alain Arroyo posa sonriente frente a la puerta ocho del nuevo San Mamés. (Juan Lazkano)

Dicen que las casualidades no existen. ¿O sí? "Tal vez sí", responde Alain Arroyo (Bilbao, 1982). Su nombre, que quizá puede pasar desapercibido para la mayoría de los mortales, estuvo en boca de muchos hace exactamente un año. Suyo fue el último gol del viejo San Mamés en una fecha histórica, el 5 de junio de 2013, día en el que el Athletic y la selección de Bizkaia disputaron el último encuentro de un campo que ya ha pasado a mejor vida. Bajo el arco, sobre el verde césped que muchos seguidores guardan en sus hogares como un recuerdo imborrable, Arroyo aprovechó un asistencia de Unai Medina desde el costado derecho para batir, con un derechazo ajustado al palo, a Raúl Fernández. Aquel fue el primer y último tanto de una noche para la historia.

Pero como recuerda el propio futbolista, actualmente en las filas del Oviedo, "pude no haber estado allí". "La verdad es que no esperaba estar en ese partido -se sincera-. Fue un poco por casualidad. Se lesionó un jugador del Guadalajara (Alex García, ahora en el Sestao River) y me llamaron a última hora. Las cosas que se dan así por casualidad muchas veces suponen un motivo de alegría, y más para mí, que siempre he sido socio del Athletic. De esa forma me dieron la oportunidad de disfrutar del último partido en San Mamés, en el que además pude hacer gol".

Una llamada de última hora le permitió formar parte del espectáculo. Ser uno más de la histórica cita. "Estábamos en Córdoba, donde el día anterior habíamos certificado la permanencia del Mirandés en Segunda A. Había tres compañeros preseleccionados y yo lo daba por imposible. Ya pensaba que me iba a tocar verles desde la grada", explica mientras su cara dibuja una sonrisa enorme. "No me lo esperaba, la verdad", repite. "Además creo que esa noche ni me había acostado, pues estábamos celebrando la permanencia. Fue una doble alegría la de aquel fin de semana".

A eso se refiere Arroyo cuando habla de las casualidades, de que existen. De otro modo, su historia personal, grabada a fuego en la historia del ya derruido campo, hubiese sido bien distinta. Aunque los ecos de aquel gol apenas resuenan en el botxo, que aguarda con ansia la finalización de las obras del nuevo San Mamés y, con ello, la llegada de la Champions League, 16 años después, a Bilbao. "Ya nadie se acuerda de aquello. El tiempo pasa muy rápido y eso queda muy lejos ya", asegura entre risas. "Eso sí, los diez días posteriores al partido la gente si lo tuvo presente. Luego la chispa se fue apagando y fueron mis amigos y mi familia quienes más me lo recordaban".

Su teléfono no paró de sonar durante una semana. Todo eran felicitaciones: "¡La que has liado!, me repetía la cuadrilla". Pero casi tan rápido como le llegó el reconocimiento, este se esfumó. "La que sí me lo recuerda es mi mujer, que aprovechó que mi cumpleaños era al poco tiempo para regalarme una foto enmarcada de la celebración. Ella estaba con mi hijo recién nacido en la grada. También tenemos esa foto bien guardada", explica.

Recuerdo imborrable

Ese instante, y los anteriores, en los que su mente, y también la de Mikel Rico, dibujaron el gol, permanecen estancos en su memoria. "Rico empezó la jugada, abrió a banda, donde recibió Unai, que se pegó una carrera de la leche. Fue Rico quien me animó a llegar al área para rematar. Será que confiaba en mí", se ríe. "Centró Unai para Urko Vera, que iba al primer palo a rematar, pero la dejó pasar y tuve la fortuna de meter yo el gol", cuenta. En un encuentro de pocas ocasiones, como así recuerda Alain Arroyo, por su cabeza en ningún momento pasó la opción de hacer un gol: "¡Para nada! Creo que solo fui consciente de lo que había conseguido cuando quedaban pocos minutos para el final. Herrerín me tranquilizó, me aseguró que no le iban a meter ningún gol. No me quedaba otra que confiar. Los peores minutos fueron cuando empezaron a entrar Julen, Dani... San Mamés pedía que metiesen ellos, pero ya les metí yo caña a mis compañeros para que no fuera así. Pensé para mis adentros: Oye, que Julen ha hecho historia en San Mamés y yo también quiero".

Afortunadamente para Arroyo no hubo más tantos. Su gol quedará para la posteridad. Su nombre se ha hecho un hueco en la historia del viejo San Mamés y, por ende, del Athletic, el club de sus amores. El que ha mamado desde la cuna, por el que sufre como un aficionado más y, el que, de casualidad le permitió marcar el último gol en la historia de la ya derruida Catedral. "Igual dentro de unos años sale mi nombre en el Trivial cuando pregunten por el autor del último tanto en San Mamés. Si es así, echaremos unas risas. Pero bueno, ahora lo tengo como una anécdota que quedará grabada de por vida".

Con especial recuerdo guarda para sus adentros los minutos finales de aquel partido en el que el Athletic y la selección de Bizkaia despidieron para siempre el viejo campo. "Ver salir a todos aquellos jugadores me puso los pelos de punta. Creo que nos pilló a todos por sorpresa", confiesa Alain Arroyo. "Pero lo peor -prosigue- fue cuando entró Iribar al campo. No tuve ninguna ocasión, pero de haberla tenido no habría sabido qué hacer. Si tirarla fuera o qué. No quería que me pasasen el balón".

El atacante era un mar de dudas, aunque ello no le impidió disfrutar de la fiesta en la que se habían convertido los últimos minutos, cuando Iribar, Guerrero, Orbaiz, Dani o Andrinua hicieron acto de presencia. "Me hizo muchísima ilusión, aunque yo no sabía muy bien qué pintaba allí entre tanta estrella. Igual con quien más ilusión me hizo compartir el verde fue con Julen Guerrero, pues cuando yo empezaba a tomarme más en serio lo del fútbol coincidió con su época dorada. Tengo una foto con él después del partido enmarcada en casa". Un recuerdo imborrable tras una histórica casualidad. "Me quedo con el gol porque estaba mi familia en el campo", expone sin objeción alguna Alain Arroyo. El último goleador en el viejo San Mamés.