Artículo publicado por Julen Guerrero en el diario El Correo el 19//10/2017
Östersunds FK, equipo que pertenece a un municipio en la región media de Suecia cuya cabecera municipal es la ciudad de Östersund y cuenta con 58.428 habitantes. Se fundó hace tan solo 21 años, en 1996, cuando los tres clubes locales, Ope SI, IFK Östersund y Östersund/Tovalla unieron sus fuerzas con el objetivo de que la ciudad tuviese un equipo de mayor nivel. Recién formado comenzó su andadura en la tercera división del fútbol sueco.
La unión del pueblo tuvo su primera gran recompensa en 2013, año en el que subieron a primera división, después de dos ascensos previos que lograron de manera consecutiva. Pero ahí no se detuvieron sus aspiraciones. Con la fuerza de la humildad y a pesar de ser un club joven, no dejaron de ser ambiciosos: Llegar a clasificarse para jugar competiciones europeas pasaba a ser su siguiente objetivo.
Solo cuatro años después, está disfrutando de ese momento. Una vez efectuado el sorteo era, en teoría, el rival mas débil del grupo, pero después de dos jornadas es líder en solitario con 5 puntos de ventaja frente a los enemigos a priori favoritos, como Athletic y Hertha Berlín.
Quizá en esta jornada empiece a tener que afrontar los partidos de forma diferente, mirando desde arriba. A veces las alturas provocan vertigo y en vez de disfrutar del paisaje, agonizas temiendo tu caída.
De todo esto me quedo con dos palabras: Fuerza y unión. Ambas unidas a un pueblo en busca de un bien común, trabajando desde la humildad, pero con retos ambiciosos.
Y qué quieren que les diga, esto me recuerda mucho al Athletic. Quizá tengamos que retornar a nuestros orígenes para pulir nuestra identidad. Un club basado en la fuerza y unión del pueblo y de todos sus aficionados, con una filosofía diferente pero sabiendo modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, basada en trabajar humildemente con sus niños/niñas, pero no por ello dejar de ser ambicioso con los retos a conseguir. Una fuerza y unión que pasará por momentos buenos y menos buenos, pero que nunca se debería poner en duda.
Hay veces que te encuentras situaciones en el camino que te hacen abrir los ojos y tirar de memoria. Este partido puede ser uno de ellos, para recordarnos de dónde venimos y cuál es nuestra mayor virtud.
Quizá haya que pulir o reforzar algunos valores que nos han hecho fuertes, únicos y diferentes. Y no sólo para conseguir retos importantes como puedan ser ganar algún título, jugar en Europa todos los años... Igual hay que pulirlos para que, simplemente tus hijos, a los que has dado de mamar y enseñado a caminar, una vez que se hagan mayores, no sólo deseen permanecer ligados a este club, sino que quieran coger el testigo para enseñar y defender con orgullo lo que significa la fuerza y unión de un pueblo.
No quiero terminar sin mencionar el enorme respeto que me merece el Östersunds FK, pese a su corta pero vertiginosa historia. El mismo respeto que nos gusta que el Athletic reciba en todos los campos en los que juega, donde siempre lleva con orgullo sus colores y valores.