El encuentro Alavés-Athletic, penúltimo de la Liga 1955-56, era clave en las aspiraciones rojiblancas de ganar la Liga. La pasión fue tanta que a vitoria llegaron nada menos que veinte mil aficionados bilbaínos con entrada, cuando el aforo era de apenas 15.000 espectadores. A ellos había que sumar, lógicamente, a los bilbaínos que llegaron sin entrada y a los vitorianos. Poco antes del comienzo del partido, pese a que en la taquilla figuraba el "no hay billetes", los reventas seguían ofreciendo tacos de entradas y, a la hora de comienzo del encuentro, el público abarrotaba las gradas y se sentaba a pocos centímetros de la línea de banda. Ante el peligro de avalancha, el choque debió suspenderse para disputarse al día siguiente, lunes. y el Athletic ganó 0-3 y dio un paso de gigante hacia la Liga.
(Fuente: Athletic, orgullo de una afición)