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sábado, 30 de enero de 2021

Aritz Aduriz: "¿El triplete? Les dije a los jugadores que el Athletic debe pensar a lo grande"

Artículo publicado por Ignasi Oliva Gispert en goal.com el 29/01/2021

La leyenda del Athletic exhibe en Goal inquebrantable confianza en sus antiguos compañeros antes de visitar el Camp Nou.


Foto: Edu del Fresno/ZumaPress

Pocos futbolistas le han tomado la medida al Barcelona como Aritz Aduriz (San Sebastián, 1981). La leyenda del Athletic Club privó al cuadro azulgrana de su segundo sextete en 2015 gracias al póker de goles con el que batió a los hombres de Luis Enrique Martínez para brindarles la Supercopa de España a los bilbaínos. Sin embargo, cualquier aficionado al fútbol sabe que el donostiarra es mucho más que eso y atiende a Goal antes de la visita del Athletic al Camp Nou para repasar su propio legado -aunque a él, humilde como pocos, no le guste hablar en estos términos- y analizar las posibilidades del cuadro vasco ante un Barcelona al que, de nuevo, volvió a superar recientemente en la Supercopa.

Imagino que un delantero de época como tú echa de menos marcar goles. ¿Te pones nostálgico a menudo tras convertirte en uno de los mejores atacantes de la historia de LaLiga?

"Sinceramente, cuando veo fútbol y sobre todo partidos de un nivel emocional alto como pudo ser la final de la Supercopa del otro día, hay tanta carga emocional que sí que lo echas de menos pero, por otro lado, el cuerpo tiene memoria, tiene límites. El mío me avisaba constantemente de que yo había llegado ya a este límite y ahora estoy muy bien sin tener que hacer esos esfuerzos porque sé que ya no sería capaz. Es decir, por un lado lo echo de menos pero, por el otro, sé que ya no podría disfrutarlo como querría así que estoy en un momento muy bueno. He disfrutado y lo he exprimido tanto hasta el último momento que estoy muy satisfecho".

De todas formas, retirarse con treinta y nueve años no es algo que puedan hacer todos los jugadores. ¿Cuál es el secreto de la longevidad futbolística?

"Hay muchos factores que se tienen que dar para poder jugar de delantero en Primera División a los treinta y nueve años. Genéticamente debes tener suerte y yo la tuve gracias a mi familia pero el mayor secreto, por lo menos el mío, ha sido pasarlo muy bien. He disfrutado mucho, básicamente es esto. Me encantaba competir, me motivaba muchísimo jugar e intentar mejorar porque siempre tenía retos que superar. También me lo pasaba muy bien en el día a día, yendo a entrenar. Creo que todo se reduce a eso".

¿Fue difícil tomar la decisión teniendo en cuenta estas dos fuerzas encontradas?

"Una decisión como esta nunca es fácil. Hay que tener en cuenta que los futbolistas nos relacionamos con el balón, que es lo que más nos ha gustado desde pequeñitos. Lo que más nos sacia a todos es disfrutar con un balón y eso nos lleva a convertirlo en una profesión veinticinco años después. Dejarlo nunca es fácil pero cuando ya has hecho todo lo que has podido, ves que el cuerpo te va mandando un montón de señales y llega un momento en el que dice basta -y es basta-, hay que dar el paso. Mentalmente estaba preparado porque necesitaba hacer otras cosas y darle este descanso al cuerpo".

¿Te supo mal no poder despedirte en una final de Copa del Rey ante la Real Sociedad, ni más ni menos?

"Esto fue lo que lo hizo más difícil, sin duda. Para mí levantar un título con el Athletic es lo máximo a lo que podía aspirar en el fútbol porque implica ganar de una forma muy concreta, en la que creo y me siento muy identificado. Sin menospreciar a nadie, para mí supone mucho más eso que ganar títulos mayores con otros clubes porque creo que aquí las cosas se hacen de una manera diferente. La decisión fue difícil ante una posibilidad tan cercana de llegar a lo máximo a nivel futbolístico, personalmente. Otros tendrán otras aspiraciones pero, para mí, eso es lo máximo".

El partido sigue pendiente pero tus antiguos compañeros te quisieron con ellos en el césped en la celebración de la Supercopa, también a Beñat y San José, aunque ellos no pudieron estar. ¿Nos puedes contar cómo recibiste la invitación para acompañar al equipo en Sevilla y qué pensaste?

"El delegado del equipo se puso en contacto conmigo transmitiéndome que Marcelino quería hablar para ver si estaría dispuesto a estar con el equipo en Sevilla y así fue. Luego me llamaron conjuntamente y fue Marcelino personalmente el que me lo dijo. Estuve encantado de recibir la invitación y cabe decir que la misma también la recibí de parte de Gaizka Garitano. Fue fantástico acompañar al equipo y vivir una de las mejores experiencias con el Athletic de mi vida".

Entiendo que con Marcelino no queda nada pendiente de aquel episodio en el que le mandaste callar mientras era entrenador del Villarreal, pues.

"Bueno, hablamos también de ello con él. En el fútbol todos tenemos una manera de competir y estoy seguro de que a muchísima gente no le habrá gustado mi forma de hacerlo pero es la que podía y sabía hacer. Intentaba ir al límite para darle lo mejor posible para mi equipo. Supongo que él también lo hace así y compite de la mejor manera que sabe para sacar el mayor rendimiento a su equipo. Cuando hay esa competitividad mútua chocas con mucha gente y nosotros lo hicimos como rivales pero ahora está en mi equipo. Me ha pasado con otra gente con la que he chocado siendo rivales y luego, cuando ha estado en mi equipo, le he querido más que a nadie. Son cosas del fútbol que se quedan ahí".

Marcelino venía de ganar al Barcelona en la final de la Copa del 2019 y le volvió a ganar en la Supercopa. ¿Es una buena opción para el Athletic, también en el largo plazo?

"Le ha dado aire fresco al equipo. Cuando hay un cambio siempre se remueven las entrañas del vestuario y la ilusión de la gente. Todo eso, unido a unos conceptos distintos, generan algo nuevo. Ahora mismo el equipo está mostrándose a un buen nivel. No sé qué pasará en el futuro, de todas formas".

Ante el Barcelona, Williams y Villalibre hicieron lo que solías hacer tú no hace tanto. ¿Los títulos tienen ahora un sabor distinto o te los sigues sintiendo tuyos?

"Está claro que cuando eres partícipe dentro del campo lo sientes muy adentro, muy tuyo, pero tengo que reconocer que este título lo he vivido igual o más que cuando estaba dentro. Me he sentido muy dentro del equipo y lo he disfrutado muchísimo".

Coincidiste con ambos en el vestuario de San Mamés. ¿Te pedían consejos o lo hacen todavía?

"Al final, intentas ayudar en todo lo que puedas pero no soy nadie para dar consejos. Siempre hablamos muchísimo, tanto con uno como con el otro porque tengo una gran amistad con los dos, e intenté ayudarles. Si en un futuro creen que les puedo ayudar en algo, lo haré encantado, evidentemente".

Es verdad que, como tú, Williams y Villalibre privaron al Barcelona de una Supercopa pero ellos no lo hicieron marcando cuatro goles. Si tuvieras que elegir a uno como heredero, ¿a quien señalarías?

"No puedo contestar a eso, no soy capaz. Y tampoco querría responder. Es como cuando te preguntan si quieres más a tu padre o a tu madre. Tengo tanta amistad con los dos que no puedo ni quiero contestar. Quiero que ambos sean grandísimos delanteros, metan muchísimos goles y hagan historia en el Athletic. Además, estoy convencido de que lo pueden hacer los dos. Permíteme no responder esta pregunta".

¿Qué se siente al ser el hombre que privó al Barcelona de su segundo sextete, por cierto?

"En ese momento sabíamos que les estábamos privando del sextete pero más que haber fastidiado a un rival valórabamos haber ganado un título. Nosotros queríamos lograr un título para el Athletic y eso era lo más grande, como comenté. No tengo problemas en que el Barcelona gane todo lo que quiera pero en esta ocasión pensamos en lo que habíamos ganado nosotros, nada más".

Aun así, nadie en Barcelona te guarda ningún rencor, al contrario. El propio Ter Stegen, que te ha sufrido más de lo que hubiera deseado, siempre habla maravillas de ti. ¿Cómo vives tanto cariño y reconocimiento de parte de tantos defensas y tantos porteros a los que amargaste tantas noches?

"Es una de las cosas, sino la que más, que mayor orgullo me hace sentir. Tener el cariño, por llamarlo de alguna forma, de rivales de esa entidad es algo... casi no me lo creo. Me costó muchísimo creerme que iba a ser futbolista y que iba a jugar en Primera División así que imagínate el orgullo que me genera que rivales de la entidad de Ter Stegen hablen así de mí".

Tu último gol como profesional, aquella chilena que le metiste precisamente a Ter Stegen, está solo al alcance de los elegidos. ¿Cómo se construye la carrera de un futbolista que acaba convertido en leyenda a pesar de haber tenido que salir del club de su vida en dos ocasiones antes de triunfar?

"Soy bastante cabezón (risas) y cuando quiero algo intento por todos los medios estar cerca de conseguirlo. Poder ser un jugador importante en el Athletic era una aspiración muy grande, la máxima, y eso fue lo que intenté. Al final, lo más importante en el fútbol y en la vida es ser constante y no decaer y, cuando sucede, a levantarse. Eso es lo que intenté hacer siempre y creo me puedo sentir orgulloso de, por lo menos, haber hecho todo lo que pude".

¿Y cómo se prepara uno para ponerse a la altura de Messi y Ronaldo en el aspecto goleador y ser el único que les aguanta el pulso durante años?

"Sería excesivo comparar mi inspiración con la suya, eso son palabras mayores. Ni muchísimo menos me atrevería a decir eso porque han estado tantos años a un nivel tan extraordinario que no podía asemejarme a ellos. Siempre quería estar lo mejor posible y marcar el máximo número de goles posible pero lo suyo era desorbitado".

La defensa del Barcelona está haciendo aguas y Piqué está lesionado. ¿Cuántos goles podría meter Aduriz el domingo?

"No lo sabremos nunca (risas). Es hablar por hablar".

¿Es capaz este Athletic de volver a sorprender al Barcelona, esta vez en el Camp Nou?

"Lo hizo hace muy poquito y hay potencial suficiente como para hacer un gran partido y volver a ganar, sin duda".

¿Eres consciente de que el año puede acabar en triplete del Athletic y de que buena parte puede ser también tuyo?

"Claro que soy consciente. Muy consciente, además. El otro día les dije a los jugadores que habían ganado un título, que tenían dos más por delante y que hay que pensar en grande, aspirando a lo máximo que sea posible. Y eso significa ganar el triplete. Sería ingenuo decir que LaLiga está en juego pero sí hay dos títulos de Copa cerca y nunca se sabe. Por lo menos hay que intentarlo".

Y no quisiera acabar sin preguntarte por tus próximos proyectos. ¿Te veremos pronto dirigiendo a un equipo o tienes otros planes?

"El final ha sido muy intenso y necesitaba un tiempo para coger un poquito de aire. Sería ingenuo por mi parte pensar que por haber jugado al fútbol como profesional tengo algo hecho sino que ahora empiezo de cero. Tengo que formarme y buscar qué me gustaría hacer exactamente. El fútbol me encanta pero nunca se sabe. Me tomo este período de coger aire y tiempo para estar con la familia y los amigos y tomar impulso".

¿Te ha propuesto algo el Athletic?

"No pero cuando alguien no está abierto a recibir propuestas tampoco las recibe. Como dije, a día de hoy no necesitaba que nadie me propusiera nada. Al Athletic, además, soy incapaz de negarle nada pero ahora necesito algo de tiempo".