Artículo publicado por Jon Uriarte en el diario El Correo el 30/04/2014
La familia de un hincha del Athletic le despide con una oración y un homenaje al club de su vida en la esquela que le dedicó en Madrid
"Un genio hasta la sepultura". Ese era el intrigante mensaje de mi amigo y compañero de las ondas José Miguel Azpiroz. Iba acompañado de una esquela publicada el lunes en el 'Abc'. Imaginen la sorpresa al descubrir, más allá del habitual texto de las necrológicas, un insospechado mensaje. Aparecía en el cuadrante inferior izquierda. No era aquello de "la familia no recibe" o "la misa de salida será tal día". Sino un rotundo "Aupa Athletic". Esa era la esquela de Ignacio Beristain Ipiña. Un paisano que recorrió medio mundo en sus muchas vidas y acabó falleciendo en Madrid, tras 83 años con el Athletic por montera. Quizá por ello no pareció muy sorprendida su mujer al recibir una llamada preguntando por esta ocurrencia tan singular como emotiva. "Ha sido cosa de mi hijo el mayor". Y acto seguido me contó su historia.
Cosuelo es de Zaragoza. Pero adora a nuestro equipo, porque Ignacio así se lo transmitió a lo largo de los años. Nacho, como le conocían amigos y familiares, nació en Zorroza. Aunque siempre se sintió de Barakaldo, donde vivió hasta los 16 años. Su padre era notario en Bilbao y padre de seis hijos. El mayor, que también fue notario, murió en Londres. El resto se dedicó a otras disciplinas, sobresaliendo la vocación religiosa. Como el propio Nacho, que fue jesuita. Aunque a punto estuvo de no serlo. por culpa del Athletic. "Una mañana se fue de casa dejando una nota en la que decía que se iba a Loyola. Pero a última hora descubrió que había partido, se fue a San Mamés y perdió la opción".
Como lo leen. Y es que la rojiblanca es mucha fe. Logró que le aceptaran en Orduña, donde hizo el noviciado. Siendo de naturaleza inquieta, no lo dudó cuando pidieron misioneros para Sudamérica. Se fue con Ellacuría en un barco de carga. "Decían que eran gemelos porque nacieron el mismo día, mes y año". Tras recorrer países como El Salvador, acaba en Guatemala. Su importancia vital en la creación de la Universidad de este país fue valorada tanto en ese momento como años más tarde. Pero estuviera aquí o allá, siempre ha tenido en mente a nuestro club. "Hace unos días, cuando ya estaba muy mal, me preguntaba '¿cómo va el Athletic?'". Consuelo lo cuenta con una media sonrisa que lleva tanto orgullo como ternura. "Mis padres se conocieron en Zarautz y siempre han estado muy presentes los vascos en mi familia. Y el Athletic más. Tengo sobrinos de Madrid que son de él a muerte".
Tampoco es extraño cuando sus dos hijos son embajadores de San Mamés allá donde van. El mayor se llama como el padre y el menor Pablo. Fue el primero quien se encargó de la esquela y añadió la frase forofogoitia. Para más señorio, trabaja para Adidas y tiene vinculaciones profesionales con el Madrid. De hecho, en cierta ocasión Butragueño le preguntó si era 'merengue'. "Soy del Athletic". Como detalle txirene apuntaremos que hay familiares que aparecen sin apellido, pero el grito de guerra tiene sus dos palabras. Y ya que hablamos de apellidos, sepan que al ser preguntado por su nombre en el hospital, don Ignacio respondía con sus ocho apellidos vascos. Consuelo recuerda seis. "Beristain, Ipiña, Unzueta, Landaluze, Ocerin y Larrañaga".
En estos días de euforia athleticzale un grito destaca por encima de todos. "Athletic beti zurekin". Y nadie duda que somos una afición que lo dice de corazón. Pero pocos pueden llegar hasta sus máximas consecuencias su verdadero significado. Ignacio Beristain Ipiña es uno de ellos. Siempre con el Athletic. Muchos recordarán que fue filósofo y teólogo, religioso, misionero, jefe de personal en Altos Hornos en Sagunto, profesor de recursos humanos, casado desde los 40 años tras siete meses de noviazgo y padre y abuelo hasta el último día. Pero algunos le hemos conocido tarde para vivir esos instantes. En cambio, su esquela permanecerá por siempre en nuestro recuerdo. Porque se es o no se es. Y don Ignacio era, es y será del Athletic, por toda la eternidad.