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sábado, 31 de agosto de 2019

Resumen Jor. 3ª: Athletic Club - Real Sociedad

Fuente: www.athletic-club.eus


Pretemporada 2019-20

Fuente: Canal YouTube TVAthleticClub

Girondins Bordeaux 4 - 2 Athletic Club

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Athletic Club 4 - 1 Soyaux



Paris FC 3 - 1 Athletic Club

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CD Tacón 0 - 1 Athletic Club

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Tottenham 1 - 1 Athletic Club



Athletic Club 5 - 3 CA Osasuna

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Euskal Herria Kopa

Real Sociedad 3 - 0 Athletic Club

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SD Eibar 1 - 5 Athletic Club

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miércoles, 21 de agosto de 2019

“El objetivo es que llenar un estadio de primera no sea flor de un día”

Entrevista publicada por Gorka Castillo en ctxt.es el 14/08/2019


Fotografía Gorka Castillo

La cita es una mañana calurosa de verano en Lezama, las instalaciones de entrenamiento del Athletic Club de Bilbao. Ainhoa Tirapu (Pamplona, 1984) aparece vestida aún con la indumentaria del equipo y sus guantes de guardameta recién estrenados bajo el brazo. Su llegada coincide con la aparición de varios futbolistas del primer equipo masculino en una de las entradas al aparcamiento reservado. Y conviene detenerse en esta escena porque hay que ver cómo se mueven ellos entre el numeroso público congregado, cómo atienden a los seguidores que les idolatran a voz en grito para que se fotografíen con los niños, cuántos autógrafos firman. Sin embargo, nadie repara en ella, jugadora de élite también del Athletic Club desde hace 15 temporadas, campeona de Liga en 2016, subcampeona de Copa en dos ocasiones, 46 veces internacional con España, capitana del equipo y vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de la AFE. Unos éxitos que a los chicos les abrirían las puertas del cielo deportivo de par en par. “Es normal que ocurra y no lo digo resignada porque, pese al boom que hemos vivido este último año, al fútbol femenino aún le falta asentarse en todos los ámbitos y camino por recorrer”, afirma.

Esta navarra de carácter franco y abierto, licenciada en Químicas y con un máster en contaminación ambiental, se considera una privilegiada por hacer lo que más le gusta y encima vivir de ello. “Ahora estamos negociando nuestro primer convenio colectivo de la historia con los clubes y la pelea está en las jornadas parciales. Que alguien nos diga que sólo somos jugadoras de fútbol cuatro horas al día. Eso es una mentira total”, suelta tajante. Amante de la novela negra y de las series de intriga como CSI, Ainhoa Tirapu, la leona indomable, es una feminista declarada que censura sin ambages a quienes se empeñan en equiparar la lucha de la mujer con el hembrismo. “Casi prefiero que me llamen feminazi por ser feminista a que crean que no lo soy”, sentencia.

El reciente mundial celebrado en Francia ha acaparado la atención de los grandes medios de comunicación internacionales. ¿Cree que el interés por el fútbol femenino se acerca al masculino?

Desde luego en España ha comenzado a cambiar la percepción en cuanto empezaron a abrirnos los grandes estadios de primera división. Este año, por ejemplo, ha sido muy importante para el fútbol femenino. Que se llenen campos como San Mamés y el Wanda ha resultado decisivo y, encima, tocaba Mundial en Francia donde también existe una liga potente y mueve bastante gente. Todo hacía presagiar que iba a pasar algo así pero había que ver hasta qué punto nos iban a acompañar los medios de comunicación. La excusa de la falta de demanda, de interés por parte del público, parecía haber desaparecido pero tocaba mover las fichas. Y así ha sido. En el Mundial han estado presentes un montón de medios cubriendo la información de la selección española, cosa que en el anterior campeonato celebrado hace cuatro años en Canadá no se produjo. El cambio ha sido enorme.

Tras proclamarse campeona, la jugadora estadounidense Megan Rapinoe consideró como un insulto la coincidencia de fechas de las finales del Mundial y de la Copa América masculina porque restaba visibilidad al fútbol femenino. ¿Qué opina?

Para mí tiene razón en su queja porque si quieres fomentar el fútbol femenino, que es uno de los ejes principales de la FIFA, también deberían esforzarse para que el día que organizan un gran evento como la final de un Mundial sea el gran día del fútbol femenino. Algo parecido ocurrió este año con la final de Champions. Coincidía con el horario unificado de la Liga masculina en España y, tras un movimiento masivo en redes sociales, la Liga accedió a cambiar los partidos. En el caso de la final del Mundial me pareció incomprensible que coincidiera con la Copa América y más aún que pusieran el partido de las chicas a las cinco y media de la tarde. No digo que sea la peor hora pero tampoco es la mejor en pleno mes de julio. Si lo hubieran puesto a las nueve de la noche las audiencias habrían sido mucho mejores. Pero es que claro, ¡aquel fin de semana hubo tres partidos internacionales y había que cuadrarlos!

¿Se imagina a Messi o Cristiano Ronaldo diciendo en público que “el mundo debe amar más y odiar menos, escuchar más y hablar menos porque la responsabilidad de todos es hacer del mundo un lugar mejor”?

Sí, lo conozco. Es una parte del discurso pronunciado en Nueva York por Rapinoe tras conquistar la copa del mundo. Es muy bonito pero las circunstancias de cada persona son totalmente diferentes. Cuando alguien como ella lleva luchando toda la vida por sus derechos y su futuro suele decir algo que trasciende el ámbito profesional. No digo que Messi o Ronaldo no lo hagan pero lo hacen de otra manera porque son de otra manera. Ellos tienen claro que siendo futbolistas tienen al alcance de la mano lo que necesiten, mientras que nosotras no. La experiencia y las vivencias de las personas marcan su manera de ser. Debemos tener en cuenta que lo que rodea a las estrellas del fútbol masculino es totalmente diferentes a las del femenino. Por eso me gustaría matizar que esas comparaciones me provocan la sensación de que, en lugar de alabar el discurso de Rapinoe por lo que significa, lo aprovechamos para echar un poco de basura sobre ellos. Y no me parece justo.

Pero es indudable que Rapinoe se ha convertido en el primer icono global para millones de jóvenes futbolistas. No sólo por su calidad en el campo sino también por el enfrentamiento que mantiene con Donald Trump a cuenta de los derechos de las personas LGTBI. ¿Usted tuvo referentes?

Me fijaba en jugadores porque cuando empecé no había mucha información del fútbol femenino. De vez en cuando veía algo por la tele pero tampoco mucho. No me fijé en alguna jugadora hasta que comencé a jugar con la selección y buscaba partidos en los canales de pago. En realidad ni siquiera pensaba que algún día iba a dedicarme a este deporte pero aquí sigo, aún no me he retirado. En cierto modo pertenezco a la primera generación revolucionaria del fútbol femenino (risas).

Lleva 17 temporadas en la élite, 15 de ellas en el Athletic Club, ha ganado una Liga y ha sido internacional en 46 ocasiones. A un futbolista le harían un monumento o bautizarían una tribuna con su nombre. Pero para una futbolista, ¿es suficiente bagaje?

Bueno, no sé si es o no es suficiente bagaje. Tengo claro que mi objetivo principal ha sido, en primer lugar, crecer como deportista y como persona; y en segundo lugar, mejorar el fútbol femenino en este país para que las que vengan por detrás tengan más oportunidades de las que he tenido yo. Si llevo tantas temporadas en primera división es porque he tenido suerte de aguantar. No he tenido tantas lesiones y eso me ha permitido vivir cosas increíbles. Por ejemplo, jugar un Europeo y participar en el equipo que jugó el primer Mundial de la historia en Canadá. Son cosas que ahí quedan, es indudable, pero si hay algo que tengo claro es que el fútbol es un deporte de equipo.

Pero es difícil encontrar mujeres futbolistas que sean multimillonarias. Hace cinco años, ni siquiera los grandes clubes les hacían fichas profesionales sino que las contrataban como empleadas del club.

Sí, es complicado encontrar a mujeres futbolistas millonarias. Habrá como cuatro casos en el mundo que tienen contratos por derechos de imagen que les permite tener buenos sueldos aunque no les sirva para vivir el resto de sus vidas. Poco a poco ha mejorado la situación, es verdad, pero por mucho que siga mejorando el fútbol femenino y por mucho que se popularice en los próximos años, la realidad es que tendremos que reciclarnos al retirarnos para poder vivir. Es un tema en el que incidimos mucho en el vestuario. Le damos importancia a estudiar y formarnos de forma paralela a la práctica de este deporte porque estamos en la obligación de dejar abiertas vías de escape al fútbol. En mi caso no paro de abrir el abanico de posibilidades. Este último verano, por ejemplo, he probado a ver cómo se me daba comentar en televisión el Mundial femenino y estoy muy contenta con el resultado.

También es licenciada en Química, tiene un máster en contaminación ambiental y es propietaria de una marca de ropa deportiva. ¿Cómo se lo monta?

Sí. En general no me gusta tener tiempo para darle vueltas a las cosas. Prefiero entretenerme con la lectura o diseñando una camiseta o haciendo un curso online porque soy una persona excesivamente reflexiva y eso, a veces, me hace comerme la cabeza. Ya aprendí hace tiempo que me puede llevar a pozos oscuros a los que no quiero volver. Por eso decidí crear una pequeña firma de ropa que se llama Sutil Urban. La idea surgió al intercambiar un regalo con un amigo. Él me dio un poncho de surf y yo una gorra personalizada. Como le gustó me puse a hacer diseños en camisetas, chalecos, ropa, etc. y ahora los comercializo online. Me divierte mucho, la verdad.

Una curiosidad. Todo el mundo la conoce con el apelativo de Sensi. ¿Por qué?

Cuando te ponen un apodo de niña, lo arrastras toda la vida. En mi caso me lo colocaron en el equipo de fútbol de Barañain, mi pueblo. El balón me daba miedo y un día decidieron probarme como portera. Les decía a mis compañeras que no chutaran fuerte porque los balonazos me hacían daño. Pero cuanto más se lo reclamaba, más fuerte chutaban. Acababa la mitad de los entrenamientos llorando. ¡Es que no quería ser portera! Me decían qué sensible eres Ainhoa, qué sensible eres y con Sensi me quedé. Hoy en día, la mayoría de mis compañeras me siguen llamando así. Y ya ves, soy la portera del Athletic.

Este año ha sido el año de los récords en el fútbol femenino: 60.000 espectadores en el Wanda, 48.000 en San Mamés. ¿Podrán continuar con estas exhibiciones de público?

Estoy convencida de que cada vez que se abre un estadio de primera división es una nueva oportunidad para nuestro deporte. Tenemos que plantearlo así porque sigue habiendo gente que cree que si jugamos en esos grandes campos es por la presión externa. Para nada. El objetivo es que llenar un estadio no sea flor de un día sino que sirva para crear una masa social estable alrededor del fútbol femenino. Para mí, el trabajo es ese. Atrapar a esa gente joven que entra a un estadio de primera división por primera vez para ver jugar a mujeres. Lo más importante de todo este boom es marcar los escalones y seguir creciendo. Para nosotras, es una oportunidad de oro.

También es vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de la AFE. ¿Por qué les resulta tan difícil firmar el primer convenio colectivo de la historia?

Ahora mismo, la pelea está en las jornadas parciales. Que alguien me diga que sólo soy jugadora de fútbol cuatro horas al día, el 50% de una jornada laboral normal, es una mentira total. Y ahí está la batalla porque los clubes quieren firmar un convenio de media jornada para arriba, dependiendo de cada equipo. Nosotras defendemos que el mínimo admisible es un 75% de jornada para una futbolista de primera división. Entiendo que hay un conflicto económico pero ver que hay clubes que tienen contratadas a sus jugadoras 15 horas semanales es incomprensible. Eso no puede ser porque nuestra vida gira alrededor del fútbol. No sólo entrenamos todos los días y jugamos un partido semanal. También acudimos a eventos, viajamos, pasamos revisiones médicas y tenemos obligaciones. Tampoco queremos que nos digan cuando nos jubilemos que de los 15 o 20 años que jugamos al fútbol profesional sólo cotizamos tres. O si tenemos una incapacidad. Este tipo de cuestiones importan mucho y no sólo es por el dinero sino por nuestro futuro.

Y en plena lucha sectorial, los derechos televisivos de la Liga femenina se han puesto en el mercado y ha desatado una guerra entre la Federación y LFP por hacerse con su parte del pastel.

Es que hasta ahora no había pastel económico. Se regalaban los derechos a cambio de visibilizar nuestro fútbol y generar un producto de futuro. Pero claro, cuando han visto que ya hemos creado un mercado y empezamos a vender se ha desatado la guerra.

Hay quien ve con cierto recelo el tutelaje de los clubes tradicionales por el fútbol femenino. Los mismos que les ignoraban hace cinco años son hoy sus defensores. Incluso Florentino Pérez tiene ya su equipo. ¿Considera que es sólo interés por ese nuevo mercado o es un compromiso por la igualdad?

Nos puede gustar más o menos pero si es bueno para el fútbol femenino hay que celebrarlo. Es decir, podemos ser muy puritanos pero es lo que hay. También el Athletic se creó gracias a un club local como el Leioa. Para nosotras, la llegada del Real Madrid es una putada porque nos complica más la competición con la filosofía que tenemos pero a la Liga le va a traer cosas positivas. Siempre defiendo el derecho de toda niña a jugar en el club de sus sueños y en este caso me resultaba muy extraño que muchas no podían soñar con hacerlo en el Real Madrid. Me alegro por ellas. Yo tengo la suerte de jugar en el club del que soy seguidora.

De Pamplona y del Athletic. ¿Cómo es posible?

Sí. Ya me conocen y no se meten conmigo. Es mi aita el que aguanta todo (risas).

No le quería preguntar por el machismo en el fútbol porque es un hecho indiscutible.

No sólo en el fútbol femenino. El machismo en la sociedad es un hecho indiscutible. Mientras no cambiemos la educación que tenemos seguiremos igual. Para mí el trabajo es educacional. Venimos de un patriarcado que hay cambiar poco a poco. Y gracias al movimiento feminista están cambiando las cosas.

¿A usted le han hecho algún comentario sexista?

Muchos. Las porteras, además, lo escuchamos con más nitidez aunque es verdad que en los últimos años cada vez escucho menos estupideces en los campos de fútbol. La última vez, el árbitro lo reflejó en el acta y los dirigentes del equipo contrario me llamaron para pedirme disculpas. Me quedo con eso.

El otro día insultaron gravemente a la primera jugadora transexual federada de España.

Si, a Izaro Antxia. La conozco. Es una muestra más de todo el camino que queda por hacer, que es muchísimo. Me parece muy triste que en el siglo XXI pasen estas cosas y que Izaro tuviera que aguantar esos comentarios tan insultantes. Ella lleva muchos años peleando y llega un momento en que no aguantó más. Por lo que dice ella, el árbitro y las jugadoras de ambos equipos la arroparon pero tontos e indeseables hay en todas partes.

¿Se considera feminista?

Sí, claro. Y creo, además, que es una pregunta oportuna para poder explicárselo a mucha gente que aún no tiene claro el concepto. Muchos confunden el feminismo con el hembrismo y no tiene nada que ver. Son los que, al final, acaban acuñando términos como feminazi y cosas así para desprestigiar el movimiento feminista. Y mira, casi prefiero que esa gente me llame feminazi porque soy feminista a que crean que no lo soy.

¿Qué opinas de la situación política?

Para mí lo importante es que la sociedad no se deje engañar y que cuando las urnas nos den la oportunidad de demostrar que somos personas inteligentes, lo hagamos. Quien toma a la sociedad por estúpida, tarde o temprano, lo acaba pagando en las urnas. El tiempo pone a cada uno en su sitio, aunque a veces te haga olvidar. Cuando cosas importantes ocurren en el primer o segundo año de una legislatura pasan desapercibidas al llegar el último año de mandato. Dicho esto, espero que no tengamos que votar de nuevo porque llevamos una racha de elecciones bastante considerable (risas).

¿Quién es Ainhoa Tirapu?

Pues una jugadora de fútbol y feminista, como dejé claro cuando tiré el chupinazo de las fiestas de mi pueblo. Me encanta el trabajo en equipo y me gustaría que la gente pensara de mí que soy una persona en la que se puede confiar para lo que considero que son las luchas diarias. Creo que hay mucho trabajo por hacer, sobre todo en el ámbito de las mujeres.

martes, 20 de agosto de 2019

Historia de un gol

Fotografías publicadas por Juan Echeverria en el diario Mundo Deportivo




‘El Txopo’, el sueño de Harensh

Artículo publicado por Sandra Atutxa en el diario Deia el 17/08/19

Un hindú forofo del Athletic viaja a Bilbao desde Hong Kong solo para ver jugar a los leones y conoce a su gran ídolo


Fotografía Oskar Gonzalez

No se lo esperaba y se encontró con el efusivo abrazo que le regaló quien ha sido para él su gran ídolo, José Ángel Iribar. Sin palabras. Así se quedó Harensh Primalani, un hindú afincado desde hace siete años en Hong Kong que viajó ayer a Bilbao solo para ver el partido Athletic-Barça y que se encontró con la sorpresa de su vida. DEIA propició, con la complicidad del presidente del Athletic, Aitor Elizegi, un encuentro entre Harensh y El Txopo. “Para mí eres lo más. Siendo el mejor portero del mundo y jugando en el Athletic no podía ser de otro equipo”, le confesó, con los ojos brillantes y visiblemente nervioso. No se lo esperaba y le costó reaccionar cuando apareció Iribar en el palco. “Estar en Bilbao y poder conocer al gran portero. Eso no tiene precio. Estoy sin palabras”.

Elizegi, como buen anfitrión, esperó en la calle y acompañó hasta el palco a Harensh;a su hijo, Pravin, y a Idoia y Román, amigos del hindú quienes le dejaron el carné de socios para que pudiese acudir a ver el encuentro. “Nos conocimos en los años 90 en Tenerife y gracias a ellos estamos aquí. Para mí son familia”, destacó agradecido.

Es la segunda vez que Harensh visita Bilbao. La primera ocasión fue en el centenario del club cuando, según relató el hincha hindú, su amigo José Antonio Zubizarreta, ya fallecido, le ayudó a asistir al encuentro Athletic- Brasil. “Estuve en el viejo San Mamés. Se me puso la piel de gallina cuando escuché rugir el estadio”, dijo emocionado. Esa misma experiencia volvió a sentirla ayer, pero esta vez en un campo más grande y con una sorpresa que se llevará a Hong Kong tatuada en la piel en rojo y blanco: “Vamos a intentar que regrese a China con el mejor de los recuerdos. Que no lo olvide nunca”, dijo el presidente del club. Y sin duda, lo consiguió. El Txoposaludó a Harensh en el palco. Fue un instante, corto, pero intenso, repleto de emociones y que dejó sin palabras a un hombre que sigue al Athletic a más de 10.000 kilómetros, los que separan Bilbao de Hong Kong. “No me importa que el Athletic juegue a las tres de la mañana. Veo el partido a la hora que sea”, confesó. Ni la distancia, ni las veinte horas de viaje -con tres escalas de por medio- impidieron estar en San Mamés en el comienzo de Liga. “Voy al fin del mundo”.

viernes, 9 de agosto de 2019

Pretemporada 2019-20

Fuente: Canal YouTube TVAthleticClub

Arenas Club de Getxo 1 - Athletic Club 6



Borussia Mönchengladbach 0 - 2 Athletic Club



SC Paderborn 0 - 2 Athletic Club



CD Numancia 1 - 1 Athletic Club



West Ham 2 - 2 Athletic Club



Real Racing Club 2 - 1 Athletic Club



AS Roma 2 - 2 Athletic Club



CD Mirandes 1 - 2 Athletic Club


jueves, 8 de agosto de 2019

Aduriz: «Tengo mil motivaciones para seguir pero me basta con sentir lo que es meter un gol en San Mamés»

Entrevista publicada por Patxo de la Rica en la revista Líbero nº 29

Será el delantero del Athletic Club con 39 años. Un hecho insólito al nivel de un ídolo indiscutible en Bilbao gracias a las virtudes siempre valoradas en la Catedral: humildad, discreción, talento y amor incondicional a la camiseta.


Fotografía David Herranz

Abrochándose los últimos botones de la camisa y con cierta prisa, Aritz Aduriz (Donostia 1981) sale el último por la puerta por la que cada día entran los 25 jugadores del Athletic Club al interior de Lezama. Le esperan cinco o seis aficionados que han aguantado incansables más de una hora mientras el delantero realizaba un entrenamiento individualizado para fortalecer su ligamento cruzado, que esta temporada le ha hecho pasar sus momentos más duros. Firma, se atusa el pelo un par de veces y se muestra dispuesto a la conversación. A continuación, 60 minutos de una entretenida charla en la que repasa su carrera, sus motivaciones y miedos, sentado en un pequeño banco del bar de las instalaciones deportivas rojiblancas, donde cada fin de semana decenas de padres y niños repasan el partido del “chaval” comiendo un 'pintxo' y soñando con parecerse a Adu.

Porque Aritz es el último gran ídolo rojiblanco, aunque a él le cueste escucharlo e insista en que “es injusto” que los delanteros ocupen portadas y se les trate diferente. Pero la realidad es que se ha ganado el cariño de la afición bilbaína y el respeto del mundo futbolístico por ser lo más parecido a Benjamin Button. Acaba de renovar, jugará hasta los 39 años, pero es consciente de que su final se acerca. Y lo único que tiene claro es que cuando se vaya quiere hacerlo como llegó: “Sin hacer ruido”. “Nunca voy a necesitar homenajes, he tenido mil. Tendría que hacer yo un homenaje a la gente por todo lo que me han dado”.

Acabas de finalizar tu decimoséptima temporada como profesional, tienes 38 años y has renovado. La primera pregunta es obligada: ¿Cómo estás físicamente?

Con muchos altibajos, ha sido un año duro a nivel personal. Probablemente el más duro de mi carrera. No tanto por la duda de si seguir o no, siendo consciente de que el final está cada vez más cerca, sino porque me he lesionado más que en toda mi carrera junta; primero dos meses del isquio y después el ligamento cruzado de la rodilla parcialmente roto. Me fue muy difícil arrancar y ha sido muy dura esa frustración de no estar bien.

Se ha hablado durante todo el año de tu renovación y la sensación es de que no lo tenías nada claro. ¿Eran dudas mentales o físicas?

Por todo. Pero creo que es más físico que mental; mentalmente sigo disfrutando mucho. Aunque también creo que va muy relacionado porque cuando físicamente estás más o menos bien puedes disfrutar más de todo porque ves que el entrenamiento no te supone una carga. Cuando no estás bien físicamente, los días sí son una carga importante porque sabes que va a haber momentos en los que vas a tener que sufrir.

Dices que mentalmente estás bien, cuando aguantar tantos años con esta presión parece lo más complicado. ¿Qué motivaciones te llevan a querer seguir jugando?

Tengo mil motivaciones. El problema no es ese, porque de verdad que tengo mil motivaciones con el Athletic, o mías individuales a nivel de club o pequeños logros que puedes llegar a cumplir. El simple hecho de meter un gol en San Mamés es una motivación tan grande que ya es suficiente.

¿Competir, como tal, también es una motivación?

A todos los que estamos al máximo nivel nos gusta competir, o al menos es muy raro encontrar jugadores que entrenando no disfruten o que sean pasotas. Es muy difícil pasar de entrenar sin ganas a competir al 100 %, aunque hay casos. Pero la norma general, y yo me meto en ese grupo, es que nos gusta competir y ganar cada ejercicio de cada entrenamiento. Y eso es lo que también te motiva y te hace seguir en la alta competición.

En tu caso casi parece que te gusta más competir que el fútbol.

La competición en sí me pone cachondo… Me pone. De pequeño competía en esquí de fondo y disfrutaba, pero el balón es lo que más me ha gustado desde pequeñito. A mis aitas no les gustaba el fútbol pero por lo que sea yo solo quería el balón. Es lo que me hacía feliz y he crecido alrededor de esa felicidad. Y hoy en día sigo jugando porque el fútbol me sigue haciendo feliz, simple y llanamente. Además, creo que me siento mucho más realizado en un deporte colectivo que en uno individual. El compartir esas experiencias en grupo, poder disfrutar las alegrías o superar las frustraciones con tus compañeros hace que todo sea mejor, compensa mucho más todo.

El paso a ser exjugador parece muy duro.

Evidentemente da vértigo irse. Creo que todos tenemos ese miedo de pasar a una vida desconocida porque llevamos desde pequeños haciendo lo mismo, con una rutina diaria, con 25 tíos todos los días alrededor… Creo que cuando lo deje lo que más echaré en falta es esa rutina con los compañeros y seguro que sentiré un vacío. Pero también llevo muchos años en esto y he dejado a muchas personas de lado con las que me apetece reencontrarme.

Hablas del deporte colectivo y de la rutina del vestuario. Este año te ha tocado sumar desde un lugar desconocido, iniciando casi siempre desde el banquillo. ¿Cómo mastica eso un jugador como tú?

Cuando jugaba siempre agradecía que hubiese alguien de mi misma posición con la mejor cara y entrenando lo mejor posible, y ahora me acuerdo mucho de esos compañeros que tuve e intento hacer lo mismo. Voy un poco a lo que decía antes, esto es formar parte de un grupo, de un colectivo y saber dónde aportas más en cada momento.

Esta temporada también ha servido para que nazca el penalti a lo Aduriz o para que seas el primer jugador en poner publicidad en tus botas. Eso dice algo de ti.

Todos tenemos inquietudes y yo intento darle una vuelta de tuerca siempre a las cosas. El ser humano está en constante cambio y si te acomodas y haces siempre lo mismo no evolucionas. Esas inquietudes y esa búsqueda derivan en tirar el penalti de una forma que nunca se había hecho, o en una forma innovadora de meter publicidad en el fútbol… Me hace ilusión innovar, me gusta.

¿En esa constante evolución dónde queda una filosofía como la del Athletic? Parece como si la sociedad fuese en una dirección y el club en otra.

Es difícil hoy en día hacer esa reflexión. Todo socio y todo aficionado debería reflexionar hacia dónde vamos como sociedad y hacia dónde va el Athletic. Las redes sociales lo han cambiado todo, hoy es todo instantáneo, hemos perdido la paciencia y lo queremos todo ya, porque si no es así no nos vale. Y el Athletic es todo lo contrario. Además, el dinero y el negocio es lo que prima en el fútbol actual… y aquí no queremos hacer negocio. Aquí lo que queremos es mantener una filosofía, mantener un equipo diferente y competir contra todo el mundo con esos valores y con esa idiosincrasia.

Este año llegó a haber debate en Bilbao sobre la filosofía, aunque los resultados finalmente lo acallaron. ¿En qué postura te sientes más cómodo?

Me parece que el debate es lícito, pero… uf. El Athletic es lo que es y crea este sentimiento en la gente por la manera en que entiende su filosofía. Si se pierde eso creo que se perdería casi todo. Eso no quita para que haya que hacer una reflexión profunda, porque para poder seguir manteniendo la filosofía todos tendríamos que tener un poquito más de paciencia y entender la dificultad que tiene este reto.

¿Cómo ves el futuro del club?

Va a ser complicado porque el Athletic tiene mucho menos mercado que antaño porque la natalidad en Euskal Herria ha descendido una barbaridad, mucho más que en otros sitios. Cada vez somos menos y por tanto cada vez va a ser más difícil competir. Quizá en un momento dado podría haber algún debate para adaptar ciertas reglas de juego, algo que también se ha hecho a lo largo de la historia del Athletic y ha valido. No sé en qué sentido, ni cómo, quizá los hijos de vasco podrían servir… No lo sé, pero lo que tengo claro es que el Athletic siempre va a ser más fuerte con filosofía que sin filosofía.

Me imagino que al mismo ritmo que cambia la sociedad cambian los vestuarios.

El vestuario al que yo llegué y el de ahora no tienen nada que ver, es otro mundo. Es así porque en los últimos diez o quince años la sociedad aquí ha cambiado mucho. Hace diez años no había redes sociales y hace quince no había casi internet, mientras que ahora vivimos en un mundo global mucho más abierto. Y cuando amplías tanto los horizontes es normal que al final se vayan perdiendo tradiciones que aquí han perdurado durante mucho tiempo. Por eso creo que en mi generación nos parecemos mucho más a nuestros abuelos o a nuestros padres que los jóvenes de hoy en día a sus padres.

¿Te da miedo que los jóvenes de hoy en día, por esos horizontes que hablas, no tengan el sentimiento Athletic?

Yo quiero creer que hay sentimiento y que la gente joven cree que este club es diferente. Este año se ha demostrado que en los malos momentos nos juntamos y vamos para adelante como sea. Lo he sentido este año, he sentido algo similar a lo que sentí hace años con el bienio negro (las temporadas 2005-2006 y 2006-2007 en las que los rojiblancos rozaron el descenso), con un grupo y una afición que se une para salir de los malos momentos. Y quiero creer que en las categorías inferiores también hay ese sentimiento Athletic todavía.

A ti se te pone de ejemplo en cuanto a sentimiento porque tuviste que salir dos veces del club y siempre volviste cuando se te llamó de nuevo. ¿Nunca tuviste rencor por tener que irte?

No voy a negar que me jodiera muchísimo tener que salir de donde más realizado me siento. Pero siempre he vuelto porque aquí es donde me siento identificado, me siento mucho más realizado conmigo mismo peleando por estos valores y por esta forma de hacer las cosas. Y es paradójico porque probablemente mi vida ha sido mejor y me he divertido más jugando fuera de Bilbao, de una forma más despreocupada y tranquila.

¿Por qué?

Aquí siento mucha más responsabilidad y las derrotas se sufren mucho más que en otro sitios en los que juegas y, simplemente, ganas o pierdes. Por ejemplo aquí, o al menos en mi caso y en el de algunos compañeros con los que lo he hablado, lo más temido es estar en el póster de la temporada en la que el Athletic descienda.

¿Ese miedo o esa responsabilidad puede llegar a ser contraproducente?

En la etapa del Toto Berizzo daba la sensación de que los nervios no os dejaban alcanzar un buen nivel.
Se juntaron bastantes cosas y una es esa. Porque es un estilo de juego extremo, en el que o vas con todo bajo cualquier circunstancia y en todos los momentos del partido y de la temporada, o en el momento que falla algo es como un castillo de naipes. Se cae abajo entero. Es una forma difícil de jugar, pero creo que también se juntaron otras cosas que hicieron que esa idea no funcionara. Y no quiere decir que esa idea sea mala.

Lo de Gaizka Garitano en cambio ha sido como volver a los orígenes del Athletic.

Gaizka lo que hizo es intentar ordenar todo y dio totalmente con la tecla porque nos llenó de confianza, que la necesitábamos. Ha salido muy bien porque salir de una situación de descenso a intentar entrar en Europa y estar muy cerca de conseguirlo tiene mucho mérito. Se debate sobre el juego… ¿Nosotros jugamos mal? Los números dicen que no jugamos mal.

¿Qué es jugar bien o mal al fútbol?

Para mí jugar bien al fútbol es tener muchas más ocasiones que el rival. Luego el debate es la fórmula que cada uno utiliza para tener más ocasiones, que puede ser concediendo pocas como el Getafe o el Valencia, o buscando tener muchas como puede ser el estilo de Paco Jémez o Quique Setién. Yo creo que en un momento determinado del partido puede ser de una forma y en otro momento de otra forma, o contra un rival de una forma y contra otro rival de otra forma. Eso creo yo que es jugar bien al fútbol: adaptarse.

Durante tu carrera has tenido muchos y buenos entrenadores. ¿Qué te dice el nombre de Unai Emery?

Precisamente creo que el éxito de Emery es que ha sabido adaptarse, porque empezó con un estilo de juego muy alegre, queriendo salir jugando siempre el balón y después se ha ido equilibrando y adaptando a los equipos que ha tenido. En el Sevilla, por ejemplo, creo que era más defensivo, entre comillas porque ganó tres Europa League, que lo que luego fue en el PSG. Ese es su éxito.

¿Cómo recuerdas la etapa con él en el Valencia?

Como un máster muy acelerado. Venía de jugar en equipos que entonces no tenían como objetivo los puestos europeos, porque el Athletic esos años estaba muy mal y aunque con el Mallorca rozamos la Champions aquello fue un milagro imprevisto. Y llegué a un equipo que venía de jugar Champions de manera consecutiva, con jugadores contrastadísimos a nivel de clubes y de selecciones, era justo el verano en el que se fueron Villa o Silva. Recuerdo una ciudad con una afición muy exigente y con unos medios de comunicación muy exigentes que hicieron que aquella experiencia fuese muy positiva por ser un curso acelerado en fútbol de primer nivel de verdad.

Esos años el Athletic vivió una etapa muy buena, llegando a una final de Copa del Rey en 2008-09 y disputando en la 2011-12 la final de Europa League y otra final de Copa. Algo de envidia seguro que te daba.

Sobre todo me hacía muchísima ilusión, estaba muy contento porque tenía muchos amigos dentro y de hecho estuve en la final de Copa del Rey que se jugó en Mestalla contra el Barcelona. Y claro, algo de envidia también sientes por no poder disfrutar de eso con el Athletic, que es como Astérix y Obélix compitiendo contra todo el mundo. Ganar un título con el Athletic es mil veces mejor que entrar o ganar la Champions con cualquier otro equipo.

Y volviste.

Y conociste a Marcelo Bielsa. Marcelo Bielsa es un auténtico genio de este deporte. Aunque fue un año durísimo, es el año que más he aprendido y en el que más evolución técnica he notado en mi juego. Pero por la forma de entrenar, que es totalmente analítica, totalmente individualizada y el contacto con el balón se multiplicó por veinte respecto a otros años. Bielsa ha desgranado el fútbol en veintipico asociaciones, cada una con su nombre, y esas las repetíamos durante toda la temporada. Los mismos ejercicios cada entrenamiento.

Más allá de lo futbolístico, desde fuera se aprecia un hombre diferente, peculiar, capaz de dejarse marcar un gol en contra porque cree que es lo justo.

No me extrañó nada ese gesto. Y me parece un gesto extraordinario, difícil de hacer, pero del que evidentemente tenemos que tomar ejemplo todos. El fútbol se tiene que reducir a un juego que hay que practicar de la manera más limpia posible, y eso Marcelo lo tiene clarísimo. Hoy en día vivimos tan rápido que lo único que importa es ganar, pero Bielsa es un ejemplo para entender que ganar no lo es todo y que es incluso más importante cómo lo haces.

Después de Bielsa llegó Valverde.

Tu entrenador. Sí, es el entrenador con el que más partidos he jugado con diferencia porque lo tuve en el Bilbao Athletic y luego cuatro años en el primer equipo. Es el entrenador con el que mejor me he sentido a nivel futbolístico y con el que más he disfrutado. Era casi imposible pensar que yo iba a meter más de 25 goles de media al año, porque nunca lo había hecho en mi vida y de hecho pensaba que ese nivel de confianza y ese nivel de acierto no era alcanzable, o que solo era alcanzable por otro tipo de jugadores.

¿Crees que se le valora en su justa medida?

No, creo que está muy infravalorado. No lo he dicho nunca, pero creo que él mismo tendría que venderse un poco más porque es una persona que le gusta estar en segundo plano y pasar desapercibido, cuando hoy en día parece que tienes que armar cancha para que te valoren. Pero no hay duda de que la carrera de Ernesto como entrenador es espectacular.

Con él viviste también el 4-0 al Barcelona en la ida de la Supercopa en San Mamés, que finalmente acabasteis ganando. ¿Es el mejor partido de tu carrera?

En cuanto al juego no, ni mucho menos. Metí tres goles, pero yo la sensación que tengo de ese partido es que no jugué muy allá. Pero está claro que por el nivel de trascendencia, por ser una final, por ganarles 4-0 y conseguir un título a doble partido contra el Barcelona de Messi, sí es uno de los partidos inolvidables de mi carrera. Aunque creo que el momento de máxima plenitud es cuando metemos el 1-1 en la vuelta en el Camp Nou, porque en ese momento ya sabes que estás a punto de ganar un título a uno de los mejores equipos de la historia.

En ese mismo campo, unos pocos meses antes, también viviste uno de los peores momentos perdiendo 3-1 la final de Copa contra el Barça.

No, no, perder una final no puede ser el peor momento. Es un palo muy duro pero, entre comillas, es lo esperado cuando juegas contra un Barcelona que tiene al mejor jugador de la historia. La frustración sería mayor si juegas contra otro equipo, pero cuando juegas contra el Barça de Messi lo normal es perder. Es mucho peor estar semana a semana metido en el descenso, saber que el Athletic no ha bajado nunca y perder otro partido… Ahí te vas mucho más jodido.

«LA GABARRA ES MI MÁXIMA ASPIRACIÓN EN EL FÚTBOL»

¿Te falta algo por hacer en el fútbol?

Siempre he tenido la espina de no haber jugado en el extranjero, concretamente la liga inglesa es una liga que me ha apasionado siempre por la forma que tienen de vivirlo, por la velocidad, por cómo juegan, por las disputas, por cómo es esa liga… Siempre me ha llamado la atención. Evidentemente ya no voy a ir, pero ha habido momentos en los que hubiese querido tener dos carreras para jugar en el Athletic, que es lo que me llena, y al mismo tiempo tener otra para probar esa experiencia. Y luego, por supuesto, siempre he dicho que celebrar un título como dios manda y sacar La Gabarra es mi máxima aspiración en el fútbol.

Erika Vázquez: «Ver que una niña lleva mi camiseta me saca una sonrisa, es el mayor logro»

Entrevista publicada por Juanma Mallo en el diario El Correo el 06/08/2019

La navarra, que cumple 15 campañas en Bilbao, repasa la evolución del fútbol femenino y confiesa que «nunca» imaginó una carrera tan larga


Erika Vázquez posa en el exterior de las instalaciones de Lezama.
FERNANDO GÓMEZ

Cuando se le recuerda el 30 de enero, aquella eliminatoria de Copa de la Reina que batió récords en San Mamés, Erika Vázquez (Pamplona, 36 años) se toca el estómago. «Siento aquí una cosa...». Emoción, digamos. Lesionada en el arranque de su decimoquinta campaña en el Athletic, la navarra echa la vista atrás, y repasa la evolución que ha disfrutado el fútbol femenino, con ella como una de las protagonistas. Confiesa en que «nunca» imaginó una trayectoria tan larga y señala uno de los aspectos que más le tocan el corazón: «Ver una niña con mi camiseta me saca una sonrisa, es el mayor logro», acepta una jugadora jovial, cercana, una de las leyendas de este equipo.

– Inicia su temporada número 15, ¿qué retos se plantea?

– Tampoco lo llamaría retos. Mi objetivo es intentar ser mejor cada día, exigirme para competir con las mejores. Se plantea un año bonito, ilusionante, con cambios. Intentaré estar al nivel y el máximo tiempo posible en el verde. Y, sobre todo, disfrutar. ¡Seguir disfrutando!

– Esa es la principal motivación.

– Exacto: estar motivada para venir a entrenar, jugar... Y a nivel colectivo estar arriba e intentar competir por la Liga y por la Copa.

– ¿Dónde queda el Athletic en el fútbol actual? Ha entrado el Madrid, ficha a 'galácticas'... ¿Se puede mantener el nivel?

– Creo que sí. Tenemos un equipo competitivo. Tenemos la ventaja de que hay muy pocos cambios, conjuntar al equipo es más fácil. Todas sabemos nuestra fortalezas, nuestras debilidades... Conocernos y jugar tantos años juntas nos hace un bloque compacto. Este año se plantea bonito, el míster (Ángel Villacampa) no está transmitiendo las ganas que tiene...

– Se le nota ambicioso.

– Exacto. Tiene mucha ambición. Nos transmite mucha confianza en el proyecto, en cada una de nosotras. ¿Dónde queda el Athletic? El objetivo siempre tiene que ser pelear por estar arriba, por todo. Los demás equipos se refuerzan, pero el Athletic siempre tiene la identidad de equipo campeón, de ser capaz de competir. Luego pasará lo que sea: ganaremos, perderemos. Pero que se vea un equipo que quiere, que quiere ganar, competir, y a cada rival ganarnos le va a costar mucho.

– ¿Le da vértigo ver el nombre de Erika Vázquez en el primer puesto de goleadoras del Athletic, y la tercera con más partidos?

– Es que no soy muy de cifras. No las miro mucho, porque si lo hago digo 'uffff', ya llevo quince años. Son cosas que tampoco las tengo muy en cuenta. Poder estar disponible, disfrutar y hacer lo que más me gusta.

Disfrutar por encima de todo

– ¿Se imaginó una carrera tan larga? Lo digo porque cuando empezó a jugar el fútbol femenino era lo que era.

– ¡Qué va! No me imaginaba ni la cuarta parte de lo que está pasando, y más ahora, que ha crecido. Desde hace tres o cuatro años se ha dado un cambio espectacular. El Mundial ha sido el impulso que se necesitaba para que el fútbol femenino esté donde se merece. Es cierto que juego al fútbol porque amo este deporte, porque me encanta... Las que somos más veteranas hemos jugado sin cobrar nada. ¡Nos encantaba! Intento trasladar eso en el tiempo. Que no se convierta en algo que hago obligada, sino porque me encanta. El día que deje de disfrutar lo dejaré, no tengo ninguna duda.

– Hace cuatro años, jugó un Mundial en Canadá. ¡Vaya cambio con el de hace un mes!

– ¡Bufffff! Entonces también hubo sus cambios, es algo progresivo. Pero de ese al de ahora ha sido un cambio brutal.

– De todo lo que ha evolucionado, ¿con qué se quedaría?

– Con muchas cosas. Con todo lo bueno que ha ido sucediendo. Se ha conseguido que se nos conozca más, que se nos vea más... Al vernos más, entran más patrocinadores, todo el mundo se vuelca. Me quedaría con todo lo que ha supuesto a nivel social. El cambio de mentalidad que ha surgido en la gente: ver a las chicas en San Mamés, en estadios grandes. La gente es capaz de pagar una entrada por ver a las chicas. A nivel social, los medios de comunicación, federaciones, equipos, han impulsado a que se crezca. Me quedaría con eso: ver a niños y niñas pequeñas y que seamos nosotras sus referentes es algo que no se puede...

- Es que, por ejemplo, Damaris ha confesado que su ídolo era Ronaldinho. Pero ahora se sigue a Erika, a Lucía, a Damaris...

– Eso es. Eso es con lo que realmente me quedo. Que veas a niñas con tu camiseta, o cosas así.

– ¿Qué piensa en ese momento?

– Son cosas que para generaciones futuras será algo normal, pero las que llevamos tanto tiempo. ¡Buah! Ver que una niña lleva mi camiseta me saca una sonrisa. Veo a una niña vestida del Athletic, con un nombre nuestro, y es el mayor de los logros. Eso te dice mucho.

El Athletic, un modelo

– Y eso, a priori, será normal dentro de unos años.

– Eso es. Son tonterías. Pero terminar de jugar en San Mamés, yo que soy la última, que tardo dos horas, y que haya gente todavía esperando. ¡Es la hostia! Yo oía ruido, y encima que soy lenta...

– Y encima para una persona como usted, que ha vivido la otra cara.

– ¡Dos horas esperándote a ti! Eso para mí fue... No me lo creía. Y eso es supergratificante.

– Rebobine. Sale al campo el 30 de enero, día del partido de la Copa de la Reina contra el Atlético...

- ¡Buah! ¡Buah! No me pidas que te lo explique porque no se puede explicar con palabras. Empieza a sentir aquí una cosa (se toca el estómago)... ¡Fue increíble! No pasamos, pero cuando termina la temporada recuerdas eso: que llenaste el campo, que estuviste con tu gente, que diste la cara. El resultado ya hubiera sido la bomba. Luego jugamos contra el Levante, un equipo duro y ganamos. Este año jugaremos más.

– ¿Se sienten unas pioneras? Luego les siguió el Wanda, la Juventus, los partidos del Mundial...

– El Athletic siempre ha sido un club pionero en el trato del fútbol femenino. Muchos clubes se han fijado en el Athletic como modelo. Yo llevo tantos años aquí por algo, he sentido que me cuidan muy bien, que apuestan por el fútbol femenino, que quieren que estés, que la apuesta es de verdad. Eso se valora. Hay equipos que van dando más pasitos, pero el Athletic ha sido modelo y siempre ha estado ahí.

– Ejemplo de eso crecimiento es la entrada del Real Madrid.

– Está claro. Tú quieres vender un producto, que es la Liga Iberdrola, y se trata de que tengas equipos que vendan ese producto. Son estructuras que le dan calidad y competencia al torneo. Si queremos conseguir que nuestra Liga sea de las mejores de Europa en unos años, pues está claro que hay que empezar por esas cositas. La Federación ha hecho su labor poniendo una serie de requisitos que te hacen ser mejor, competir en una serie de condiciones... Hace que todas estemos mejor, y nos sintamos profesionales de esto.

– Sin embargo, falta el convenio colectivo. Usted reclamó un abril una solución «urgente» y, de momento, todo sigue igual.

– Es el 'pero'. Es por lo que deberíamos luchar todas y hacerlo todas juntas. Antes de los intereses individuales están los colectivos. Ahí es donde tenemos la palabra las futbolistas y debemos luchar por ello. De momento, la cosa no va como nos gustaría después de no sé cuántas reuniones. Ojalá se firme cuanto antes porque es el 'pero'. Es lo que nos falta, tenemos que estar en las mejores condiciones. Hay clubes que tratan a sus jugadoras como las profesionales que somos. Y cada profesional, con independencia de su sector, tiene un convenio. Es un derecho. Vamos a seguir peleando.

– Ha renovado por dos años, ¿de dónde saca las fuerzas?

– De la motivación. Amo lo que hago. Las ganas están también en la autoexigencia, en el inconformismo, en querer mejorar con independencia de la edad, o de querer aprender cada día. Gente que hemos estado sin ninguna remuneración, jugar porque te gusta, nos resulta más fácil que a las que lo han tenido desde el principio. Lo ven de otra manera. Las ganas ya las tengo, pero sí que notas que el cuerpo hay veces que cuesta. Pero si tienes ganas y motivación, para adelante.

– Ya se habrá dado cuenta de que compañeras como Damaris, Nerea Nevado y Oihane no habían nacido cuando debutó en el Lagunak.

– También lo pienso. Podría ser la madre de muchas. Pero muchas veces no sé ni la edad que tienen. Les digo: '¿pero qué edad tienes?'. Me dicen que 17... ¡¿Cómo?! Te quedas... Me veo yo cuando yo estaba y sí que intentas ayudarlas a que sean mejores, si puedes ayudarlas con todo lo que has vivido tú... Les cuentas cosas.

– Muchas de las que les cuentan no se las creerán.

– Es que como ellas tampoco las han vivido.

«El entrenador nos transmite su confianza»

Erika Vázquez, con problemas musculares en el cuádriceps, espera estar pronto a las órdenes de Ángel Villacampa, el nuevo entrenador, ganador de dos Ligas Iberdrola y una Copa de la Reina con el Atlético, que ha mandado un claro mensaje al vestuario: «Nos transmite confianza y nos viene muy bien», confiesa.

– ¿Cómo va de su lesión?

– Bien, bien. Ya hago cositas en el campo, carrera... No fue una lesión de mucho tiempo, pero voy poco a poco. Acumulas carga, quieres estar cuanto antes...

– Estará con ganas: nuevo entrenador, con una serie de amistosos atractivos...

– Con muchísimas ganas. Quieres, quieres... Pero es una lesión de cuádriceps que necesitas un poco de precaución para curarla bien y que luego no te dé guerra. Recaer... Sería. ¡Buff! Ya empieza la temporada... Y no, no.

– Ha dicho que el entrenador tiene mucha confianza, ¿notan un cambio?

– Ha creído en el proyecto, viene con muchísimas ganas y nos lo está transmitiendo. Nos transmite su confianza y nos viene muy bien. Estás jugando, y nos hemos llevado palos. El año pasado perdías partidos, que joé... Ves que los demás se refuerzan, y tú tienes que competir con lo que tienes, que por una parte nos da ese plus, te hace sentir más fuerte. Que transmita esa confianza, que te haga creer que somos capaces, que hay un equipo muy bueno, nos está viniendo muy bien. Confiar en lo que hacemos, en el bloque que somos, y estamos todas con muchísimas ganas e ilusión.

martes, 6 de agosto de 2019

Andoni Goikoetxea: barro y gloria

Artículo publicado por Javier Giraldo en www.panenka.org el 05/08/2019

Han pasado ya 35 años, pero no falta quien le recuerda que el 24 de septiembre de 1983, día de la Mercè en Barcelona, lesionó de gravedad a Maradona


Hay momentos que parecen no terminar nunca y que se quedan adheridos al nombre de un jugador con un pegamento imborrable. Piensen en Cardeñosa y su ‘no gol’ ante Brasil, o en Arkonada y su error en la final de la Eurocopa de 1984.

Algo así le ocurre a Andoni Goikoetxea Olaskoaga, contundente defensa central del último Athletic campeón de Liga, implacable en el campo pero suave sin botas de tacos. Han pasado ya 35 años, pero no falta quien le recuerda que el 24 de septiembre de 1983, día de la Mercè en Barcelona, lesionó de gravedad a Maradona. Fue una entrada forajida, de esas que piden a gritos una tarjeta roja (el árbitro, un tal Jiménez Madrid, solo le enseñó la amarilla) y que destrozó el tobillo izquierdo del argentino. Goiko se convirtió en el futbolista más odiado del país. En tipografía XXL, la prensa habló de “crimen” y de la “muerte del artista”. Tuvo que cambiar el teléfono de su casa y revisar el correo ante las amenazas de muerte que recibía desde Argentina. La prensa lo llamó de todo: lo más suave, ‘Atila’; lo más contundente, ‘carnicero de Bilbao’. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, se apresuró a visitar a Maradona en el hospital y, desde Italia, Zico admitía que tenía “miedo” de encontrarse a “jugadores que no deberían pisar un campo de fútbol”.

Cuatro días después, Goiko fue castigado con 18 partidos de sanción (posteriormente rebajados a siete) pero esa misma noche, la del 28 de septiembre, fue el héroe del partido de la Copa de Europa que el Athletic ganó en San Mamés ante el Lech Poznan (4- 0): marcó el primer gol con las mismas botas con las que había lesionado a Maradona y salió a hombros, respaldado por su gente, que le defendió con la misma intensidad con la que le habían atacado. No volvió a usar esas botas, que conserva perfectamente blindadas en una urna en su casa de Getxo. “Viví lo peor y lo mejor del fútbol con solo cuatro días de diferencia, por eso las guardo”, confiesa. Barro y gloria en una caja de cristal.

Goiko, que cerró aquel 1983 participando en el 12-1 a Malta (la sanción no se aplicaba en partidos europeos), cambiaría en 1987 el Athletic Club por el Atlético de Madrid, pero se rompió el tendón de Aquiles y apenas pudo volver a jugar. Enamorado del fútbol, no tardó en convertirse en entrenador: fue seleccionador sub-21, ascendió al Salamanca a Primera y destacó en el Numancia. En 2013 recibió la llamada de la selección de Guinea Ecuatorial, donde comprobó que en África todo es un poco más difícil (al menos a su mujer, médico de profesión, le dio tiempo a colaborar activamente con un orfanato de Malabo), y no hace mucho que rechazó la oferta para dirigir al Dorados de Sinaloa, que precisamente acabó contratando ¡a Maradona!

sábado, 3 de agosto de 2019

Cuando a Fidel Uriarte casi no le dejan entrar al campo

Artículo publicado en sanmiguel.es el 30/07/2019


Fidel Uriarte es uno de los goleadoras históricos del Athletic Club. Pichichi en el año 1968, a lo largo de su carrera marcó 120 goles con los que logró conquistar 2 Copas. Por su entrega, determinación y valentía, para muchos Uriarte es un ejemplo de lo que tiene que ser un “león”.

Como muchas otras estrellas rojiblancas, Uriarte debutó antes de cumplir la mayoría de edad. Lo hizo el 23 de septiembre de 1962 con 17 años en el mismo partido en el que también debutaba otro mito como José Ángel Iribar, “El Txopo”. Por suerte, la derrota de aquel día contra el Málaga no supuso un lastre para que las carreras de ambos despegaran.

Así, Uriarte siguió disputando partidos con el primer equipo a pesar de que todavía era un yogurín. De hecho, en su visita al campo del Betis, un portero de seguridad del recién llamado Benito Villamarín le negó la entrada a los vestuarios pensando que era una chaval que estaba intentando colarse.

El delegado del Athletic y un directivo tuvieron que salir en su búsqueda y explicar al responsable de seguridad que Fidel Uriarte era un “león” de pleno derecho pese a su edad juvenil.