Translate

domingo, 30 de diciembre de 2018

Inocentada

Fuente Diario As

Inocentada aparecida en el diario As el 28 de diciembre de 1970


domingo, 9 de diciembre de 2018

Cuando Iribar paró cinco penaltis

Fuente: www.sanmiguel.es


Todos los athleticzales están de acuerdo con que José Ángel Iribar posiblemente haya sido el mejor portero de la historia del Athletic. Conocido como “El Txopo” por su alargada figura, el zarauztarra forjó su leyenda a lo largo de 18 temporadas en las que jugó 614 partidos. Iribar ganó dos Campeonatos de Copa (1969 y 1973) y un Trofeo Zamora.

Gracias a su habilidad para detener disparos desde la pena máxima, el cancerbero también era conocido como “parapenalties”. Aunque muchos piensan que este apelativo nació jugando con la selección nacional, en realidad el apodo tuvo su origen en una tanda de penaltis del Torneo del Corpus de 1964 contra el Deportivo de La Coruña.

Tras terminar la prórroga con empate, la leyenda cuenta que “El Txopo” paró los cinco penaltis a los jugadores del Deportivo. Sin embargo, no se trata de un dato completamente cierto tal y como el propio Iribar humildemente reconoce: “Solo pare cuatro, el quinto dio en el poste”.

La gesta ocurrió así. El primer penalti lo lanzó Escolá e Iribar lo paró. El segundo también lo lanzó Escolá más fuerte y el portero volvió a lucirse. El tercero de Manín iba colocado pero Iribar acertó su trayectoria. El cuarto de Gonzalvo también acabó en las manos del cancerbero. Finalmente, como decíamos, el quinto de Veloso se estrelló en el poste.

Resumen Jor. 13ª: Athletic Club - Sevilla CF

Fuente canal YouTube TVAthleticClub


La única expulsión de Telmo Zarra fue por culpa de una broma

Fuente: www.sanmiguel.es


Sin lugar a dudas, Telmo Zarra es el delantero centro más importante de la historia del Athletic Club. Máximo goleador de la Liga en seis ocasiones, sus números están al alcance de muy pocos: 251 dianas en 277 partidos, a los que hay que sumar los goles en competición europea y los 83 que marcó en el torneo del KO, cifra que todavía nadie ha superado.

Sin embargo, más allá de sus gestas deportivas, si hay algo que todavía enorgullece más a los athleticzales es su nobleza. Así, son varias las anécdotas de su vida que hacen patente su deportividad. En un partido contra el Málaga, por ejemplo, estando solo contra el portero, Zarra decidió tirar el balón fuera al comprobar que un defensa estaba lesionado. Repitió la escena años más tarde en Riazor cuando el deportivista Enrique Ponte cayó al suelo tras chocar fuertemente con él. Ambos gestos le valieron sendos reconocimientos de sus equipos rivales.

Por ello, sorprende que un jugador de su talante fuera expulsado en una ocasión, como así ocurrió en la final de Copa de 1945 contra el Valencia. Aunque por suerte el Athletic terminaría llevándose el título, ese hecho supuso un gran disgusto para Zarra. Más si cabe porque se había producido por culpa de un malentendido. “El juego estaba parado tras un barullo. Álvaro estaba en el suelo y un compañero me dijo en broma que lo pisase. Siguiendo la broma, yo hice ademán de hacerlo. Pero Escartín (el árbitro) me vio y… a la caseta, explicaba el jugador posteriormente.

Una auténtica pena que uno de los únicos puntos negros en la carrera deportiva del grandísimo Telmo Zarra se produjera por culpa de una broma mal entendida.

sábado, 1 de diciembre de 2018

A más de 4 goles por partido

Artículo publicado por Jordi Subirán en El Mundo Deportivo el 01/12/2018

El Athletic de Bilbao ostenta la mejor media goleadora de la historia de la Liga desde hace… 87 años.


‘Bata’ marcó 29 goles para el Athletic la temporada 1930-31. (Bert)

73 goles en 18 partidos. Traducido en media: más de 4 goles por partido.

Es el mejor registro de la historia de la Liga, y presume de él el Athletic de Bilbao desde hace nada menos que 87 años, desde la temporada 1930-31. De esos 73 goles, 29 tuvieron la firma de Agustín Sauto, más conocido como ‘Bata’, quien se proclamó máximo goleador del campeonato.

Los bilbaínos, que acabaron levantando el título, encajaron 33 tantos, por lo que acabaron con un balance de +40, también especialmente espectacular en aquellos primeros años de la historia de la Liga.

Fue la temporada en que el Athletic firmó la que sigue siendo la máxima goleada de la historia de la competición (12-1 al Barça) y otros marcadores abultados como los 7-1 al Alavés y al Racing, y e 0-6 a domicilio en su visita al terreno del Real Madrid.

De los 18 partidos que disputaron, los históricos ‘leones’ sólo se quedaron sin marcar en uno: en el campo de la Real Sociedad, donde perdieron por 1-0 en la jornada 11.

Resumen Jor. 11ª: Athletic Club - Madrid CFF

Fuente canal YouTube TVAthleticClub


jueves, 29 de noviembre de 2018

Aquel triangular de 1963

Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - Getafe CF 25/11/18

El Club había preparado con mucho mimo el homenaje que merecía San Mamés. Se cumplía medio siglo de la inauguración de la Catedral


El Athletic había destinado dos millones de pesetas para que el triangular del 50 aniversario pudiera convertirse en algo especial aquel agosto de 1963. El Fulham Football Club –como representante de los inventores del fútbol–, el Sporting Clube de Portugal, vigente campeón de la Copa lusa, y el Athletic Club conformaban el atractivo cartel.

El 18 de agosto se disputaba el Athletic Club-Fulham FC, pero en las horas previas al choque la Directiva rojiblanca distinguía con la insignia de oro del Club a los siete supervivientes del once que se enfrentó al Racing de Irún el 21 de agosto de 1913 en la inauguración de San Mamés. Pinillos, Luis Solaun, José Mari Belauste, Seve Zuazo, Aquilino Acedo asistieron al acto, mientras que Luis Cortadi y Luis Iceta, convalecientes en sus hogares de Londres y Algorta, respectivamente, excusaron su inevitable ausencia.

El Fulham se presentaba en Bilbao con fama de rival muy complicado, liderado por el que todavía hoy se considera el mejor jugador de su historia, Johnny Haynes, al que acompañaban otras estrellas como el renombrado Bobby Robson, Alan Mullery y Graham Leggat. Para el partido, Juan Otxoantezana alineó a Carmelo, Orúe, Etxeberria, Rentería, Etura, Uriarte, Artetxe, Koldo Agirre, Eneko Arieta, Argoitia y Plácido. A los cinco minutos Artetxe abría de cabeza el marcador que igualaba antes del descanso Leggat. Zorriketa y Sáez, que habían sustituido a Artetxe y Agirre en el intermedio, fueron los autores de los siguientes goles locales, ambos también con la testa. Cook recortaba distancias antes de que Plácido hiciera el cuarto, para cerrarse el 4-3 con un tanto de Mullary casi con el tiempo cumplido. Siete goles para deleite de un público que asistió a un gran partido.

Al día siguiente los ingleses se medían con el Sporting de Portugal en un choque muy disputado y prolijo en goles (2-2). Así las cosas, el Athletic y los lusos se iban a jugar el título del Torneo del Cincuentenario 48 horas después.

Carmelo, Orúe, Etura, Canito, Koldo Agirre, Sáez, Iturriaga, Argoitia, Eneko Arieta, Uriarte y Plácido salían a doblegar al Sporting del peligroso delantero Mascarenhas. Nicanor Sagarduy Gonzalo, futbolísticamente conocido como Canito, se despedía esa tarde del Athletic tras 15 brillantes temporadas como defensa y a los 20 minutos era sustituido por Rentería en medio de una emocionante ovación.

Para entonces el marcador ya recogía los goles de Uriarte y Morais. Un tanteo que ampliarían el propio Uriarte y Mascarenhas antes de llegar al descanso. La segunda parte fue aún más abundante en goles con otros tres dobletes más, obra de Arieta y Argoitia y de Augusto para los lisboetas. Un resultado de 6-4 final –para un total de 21 tantos en tres partidos– que puso el broche de oro al homenaje a un San Mamés al que aún le esperaban muchos días de gloria durante otros 50 años más.

Copa del Rey 1/16 (Ida): Athletic Club - SD Huesca

Fuente: www.athletic-club.eus


sábado, 24 de noviembre de 2018

Erika, la goleadora del Athletic que sólo tiene por delante a Zarra

Artículo publicado por Sergio R. Viñas en www.elmundo.es el 22/11/2018

La veterana delantera navarra es la segunda persona que más goles ha marcado en la historia del Athletic: 253 en 363 partidos


Erika Vázquez lanza el penalti con el que marcó uno de los
goles en la victoria del Athletic en Logroño./LALIGA

Todo comenzó hace más de 14 años, el 20 de julio de 2004, en la otra punta de Europa. El Athletic, vigente campeón de Liga, disputaba en Rumanía una fase previa de la Liga de Campeones, entonces llamada Copa de la UEFA. El primer partido, contra el Newtownabbey norirlandés, se resolvió con un aplastante 10-3 a favor de las vascas. Pero aquel partido no iba a pasar a la historia por tan abultado marcador, sino porque en el minuto 68 hizo su debut una jugadora que hoy, casi década y media después, es leyenda del club bilbaíno. Erika Vázquez (Pamplona, 1983) sustituyó a Eli Ibarra, otro icono rojiblanco, y marcó el décimo tanto de aquella goleada, el primero de los 253 que ha celebrado con la camiseta del Athletic. Una cifra tan portentosa que en los 120 años de historia del club sólo Telmo Zarra (335) ha podido superar.

Bata, Dani, Aduriz, Guerrero, Gainza... Ninguno de ellos fue capaz de marcar tantos goles como Erika, delantera navarra que llegó al Athletic desde el Lagunak de Barañáin, un pequeño club en el extrarradio de Pamplona. En Bilbao ha pasado 14 de las últimas 15 temporadas, con la única excepción de la 2010-11, en la que jugó en el Espanyol por motivos laborales. En total, 363 partidos, con una media de 0,7 goles en cada uno de ellos. De largo, la mejor goleadora que ha vestido nunca la camiseta rojiblanca. «Es un orgullo, el premio a muchos años de trabajo en el que he vivido muchas cosas, algunas buenas y otras malas», explica ella en conversación con este periódico.

Erika conoce sus números y su privilegiado lugar en el escalafón histórico en el Athletic, pero sobre todo «porque me lo recuerdan». «Cuando me dijeron lo de Zarra por primera vez, me sorprendí, no me lo podía ni imaginar. No es algo que me quite el sueño, lo primero que pienso cuando me hablan de los goles que he marcado es que llevo muchos años, que me voy haciendo mayor», comenta la histórica 19 del Athletic, ganadora de tres ligas.

La última de ellas es -a la espera de lo que pueda llegar- el mejor recuerdo que tiene Erika de su carrera. Entre 2003 y 2007, el Athletic ganó cuatro ligas de cinco. A partir de entonces, Levante, Rayo y Barcelona se apoderaron de la competición durante ocho años. Hasta la Liga 2015-16. «Cuando yo llegué, el Athletic era un equipo puntero, campeón. Estuvimos muchos años malacostumbradas a ganarlo todo. Volver a hacerlo hace dos temporadas, después de tanto tiempo sin conseguirlo, nos hizo darnos cuenta del valor que tiene ganar, porque antes llevarse la Liga era lo normal para el Athletic, lo que tenías que hacer. Esa Liga la disfrutamos muchísimo, para nosotras fue un premio a muchos años de sacrificio, alegrías, sufrimiento...».

Licenciada en INEF, durante varios años tuvo que compaginar su carrera como futbolista con otro trabajo dentro del Athletic. Formaba parte de la red de captación de cantera hasta que el profesionalismo llegó al club bilbaíno y a la Liga Iberdrola y pudo dedicarse al cien por cien a meter goles. Un claro ejemplo de cómo ha cambiado el fútbol femenino en los últimos tiempos.

Un cambio que Erika ni siquiera podía imaginar cuando empezó su carrera deportiva. «Yo no tenía la mentalidad de que podría vivir del fútbol, sabía que iba a vivir de lo que estudiara. Para mí era algo impensable. Ahora la mentalidad es diferente. Ahora, las niñas, al igual que los niños, piensan que pueden ser profesionales y ganarse la vida con el fútbol. Es el gran cambio que hemos vivido en estos últimos años, el gran logro», reflexiona la delantera del Athletic.

Como todas las delanteras, ella se alimenta de las rachas. Comenzó la Liga Iberdrola con poca fortuna de cara a portería, pero ha recuperado la puntería en las tres últimas jornadas, marcando tres goles. «El inicio fue complicado para todas, ahora el equipo está mejor. Si el equipo juega bien y genera ocasiones, las de arriba tenemos más posibilidades de marcar», comenta. Con 35 años, sigue siendo imprescindible en los planes de su entrenador, Joseba Agirre, y desea serlo durante mucho más tiempo: «Estoy a gusto y me están respetando las lesiones, que es muy importante para tener ganas de seguir». La leyenda goleadora de Erika Vázquez seguirá creciendo.

lunes, 19 de noviembre de 2018

“Soy del Athletic de Bilbao y Aduriz es mi jugador favorito”

Artículo publicado en El Diario de Jaén el 18/11/2018


Con tan solo ocho años, Hugo Moreno es un mago del balón, y una de las futuras promesas futbolísticas de la provincia. Su manejo, su habilidad y su calidad son admirables, aunque su corazón, como él sostiene, no es ni “blaugrana ni merengue”, como la mayoría de sus compañeros o amigos, sino del Athletic de Bilbao.

Su pasión por el mundo del fútbol comenzó con cuatro años, cuando comenzó a practicar este deporte en la categoría bebé en el Villargordo CF, club donde lleva desde entonces. Después, estuvo dos años de prebenjamín y, actualmente, se encuentra en el primer año de benjamín, aunque esto no es nuevo para él puesto que, en la temporada pasada, y a pesar de no cumplir la edad, ya jugó algunos partidos con el conjunto de este categoría y con el que, además, jugó la Copa Linares 2018, que duró desde mayo y a junio.

Su calidad y destreza también se puede ver reflejada en sus datos goleadores, ya que, por ejemplo, en su primer año de prebenjamín marcó 104 tantos, seguidos por los 154 que sumó en su segundo año en esta categoría. El año pasado, cuando jugó con el equipo benjamín —y con compañeros mayores que él—, fueron 29. Actualmente, en los siete partidos que va de temporada, lleva 15 goles. Un dato que demuestra no solo su calidad, sino también su pasión por este deporte, ya que, como confiesa su padre y entrenador, José Luis Moreno, está “todo el santo día con la pelota y hablando de él”.

“Me gusta mucho el fútbol, juego un montón y siempre disfruto”, declara Moreno que, además, confirma que, en un futuro, quiere ser jugador profesional. Además de compaginar el colegio con los entrenamientos y partidos, el delantero también asegura que hace “muchos amigos” y que le gusta “visitar otros pueblos” cuando viajan para disputar alguno de los encuentros.

Su ídolo y jugador favorito tiene nombre propio: Aritz Aduriz, el también delantero del Athletic de Bilbao, aunque también, ya de paso, confiesa que su comida preferida es el “arroz” que le hace su “abuela”. Recibir el galardón es todo un orgullo para él y, asegura, que le hace “muchísima ilusión”: “Estoy muy contento porque me entreguen este premio y más si es a nivel provincial”.

martes, 13 de noviembre de 2018

Poster Oficial Temporada 2018 - 19

Para todo aquel que quiera descargarlo solo tiene que seguir el siguiente enlace que le llevará a la página oficial del Athletic Club:

**ENLACE**

Para todo aquel que quiera descargarlo solo tiene que seguir el siguiente enlace que le llevará a la página oficial del Athletic Club:

**ENLACE**

Fuente: www.athletic-club.net

El Athletic ganó la última Liga antes de la Guerra Civil

Artículo publicado por Jordi Subirán en Mundo Deportivo el 13/11/2018

La historia de la Liga tuvo un obligado y triste paréntesis de tres largos años entre 1936 y 1939. La Guerra Civil española hizo lógicamente inviable cualquier tipo de competición deportiva.

La última Liga antes de la guerra empezó tal día como hoy, 10 de noviembre, en 1935 y acabó el 4 de abril del 36, apenas tres meses antes de estallar el conflicto, y la ganó el Athletic de Bilbao por delante de Madrid y Oviedo, con un balance de 14 victorias, 3 empates y 5 derrotas en las 22 jornadas disputadas.

En su banquillo empezó José María Olavarría, quien sólo dirigió al equipo en los tres primeros partidos (3-3 en Oviedo, 7-0 al Betis y derrota por 1-0 en el campo del Hércules) y acabó el británico William Garbutt.

Tras aquel campeonato y los largos años de contienda, la historia de la Liga no se pudo reanudar hasta el mes de diciembre de 1939, más de tres años después sin la participación del Oviedo, que había quedado tercero en 1936 en gran medida gracias a su ‘pichichi’ Lángara. El motivo: su estadio había quedado absolutamente destrozado por haber sido blanco de duros bombardeos. La Liga, de todos modos, le reservó plaza para la temporada 1940-41 para dar tiempo al club ovetense de reconstruir su campo.

Fallece K-Toño Frade, insigne ‘forofogoitia’ del Athletic

Artículo publicado por Iñaki Ugalde en Mundo Deportivo el 12/11/2018


Conocido popularmente como K-Toño, aunque el siempre añadiese el apellido Frade, porque el auténtico K-Toño, como solía decir, era su padre. Un seguidor acérrimo del Athletic, Un bilbaíno chirene y jatorra. Una gran persona.

K-Toño hijo falleció ayer. La noticia fue difundida por el propio club bilbaíno al considerarle “uno de los más insignes forofogoitias rojiblancos (término inventado por su padre)”. El propio Athletic definía a este singular artista como “txirene bilbaino, Athleticzale de pro, nacido en 1945 y socio del Athletic desde 1953, gran conocedor del Athletic y de su Botxo, caricaturista y dibujante, colaboró con la revista oficial del club en la década de 1970 con sus chistes de forofogoitias e interpretaciones de los jugadores del Athletic de las plantillas de la segunda mitad de la citada década. Generoso y alegre, compartió recuerdos y donó parte de su archivo, y otros materiales, al Museo del Club, parte de los cuales pueden verse en la exposición permanente del mismo”.

Elegante y amable a más no poder. Un señor artista. Un señor. Goian bego, K-Toño!

Resumen Jor. 12ª: Atlético de Madrid - Athletic Club

Fuente: www.athletic-club.eus

miércoles, 31 de octubre de 2018

Raimundo Lezama: Niño de la guerra

Artículo publicado por Dan Parry en thelinesman.org el 28/10/2018


Ilustración Tim Godden

El 23 de mayo de 1937, poco menos de un mes después del bombardeo y destrucción de Gernika por la Luftwaffe alemana Legión Cóndor, Raimundo Pérez Lezama y su hermano menor Luis embarcó en el SS Habana, un viejo barco de vapor encargado de transportar los niños refugiados Vascos, que se conocieron como Los niños de la guerra, a la seguridad de las costas británicas.

Inicialmente, el gobierno británico se había negado a acoger a niños como Raimundo. La mayoría de los principales países europeos firmaron un pacto de no intervención (aunque fue ignorado por casi todos) y el Primer Ministro Stanley Baldwin incluso declaró que "el clima no les convenía" (obviamente no estaba al tanto del clima húmedo del País Vasco). Sin embargo, después de que las atrocidades de Gernika salieron a la luz y recibieron cobertura internacional, hubo una protesta pública. Muchos británicos protestaron y exigieron que el gobierno, como mínimo, permitiera que los niños vulnerables ingresaran en territorio británico. El gobierno se echó atrás y finalmente concedió un paso seguro para los refugiados, pero no consideraría ofrecer ayuda financiera. Por lo tanto, todo el proceso fue organizado y pagado por ciudadanos vascos y británicos.

Raimundo, que apenas tenía quince años cuando zarpó, fue uno de los casi cuatro mil niños vascos que huyeron a Inglaterra. Llegaron al puerto de Southampton, donde fueron procesados ​​y enviados a diferentes partes del país. Raimundo se quedó en Southampton, donde vivía a solo media milla del Dell. Tres años más tarde, regresó a casa y comenzó a hacerse una leyenda del Athletic Club mientras revolucionaba el juego para los porteros españoles en el camino.

La decisión de enviar a Raimundo y a su hermano Luis a Inglaterra no se tomó a la ligera. Su padre había sido arrestado en Sagunto y estaba recluido en un campo de internamiento, donde pasaría el resto de la guerra. Y, su madre, al quedarse con demasiadas bocas que alimentar y pocas opciones, llegó a la conclusión de que la mejor opción para Raimundo, Luis y su familia sería que sus hijos se convirtieran en refugiados y escaparan de un Bilbao devastado por la guerra.

Con su hermano menor en la mano, Lezama dejó su hogar en Barakaldo y se dirigió al puerto de Santurtzi. Junto a otros cuatro mil niños abordó la Habana. No sabían mucho sobre a dónde iban, no podrían haber sabido si alguna vez volverían, y no tenían idea de si sus hogares o sus familias todavía estarían allí si lo hicieran.

Las condiciones en el barco tampoco eran buenas. Se había reacondicionado para albergar un máximo de ochocientos pasajeros y, aunque dos mil niños fueron inscritos como evacuados, otros dos mil se presentaron en Santurtzi el día de la partida.

Dejando a un lado a cuatro mil niños en un barco de vapor, el primer gran desafío que tuvo la Habana fue superar el bloqueo naval establecido alrededor del puerto de Bilbao por las fuerzas de Franco; Su objetivo es evitar que la ayuda y el apoyo lleguen a la ciudad sitiada. Con la ayuda de un destructor republicano, el vapor destrozado fue escoltado a través del bloqueo hasta que fue recogido en aguas británicas y llevado a Southampton por HMS Royal Oak y HMS Forester.

Incluso los navegantes más experimentados y resistentes te dirán que el Golfo de Vizcaya no es un mar para niños, las tormentas son frecuentes y las crecidas son algunas de las peores vastas extensiones de agua de nuestro planeta. Esto significó que, además de la falta de espacio, muchos niños sufrían de un terrible mareo y diarrea. El agotado capitán Ricardo Fernández, que había pasado cuarenta y ocho horas sin dormir antes de este viaje debido a otros similares hechos a Francia, habló de cómo, durante la primera noche, encontró a un grupo de seis niños que dormían y se amontonaban en su camarote. Habían logrado colarse durante su búsqueda de espacio y nadie tuvo el corazón para despertarlos y decirles que no se les permitió estar allí.

"Dondequiera que veían una puerta, la abrían y, por supuesto, nunca habríamos pensado en cerrarlas".

Al llegar a Southampton, cuarenta y ocho horas después, Raimundo y sus compañeros de barco fueron recibidos por grandes multitudes de simpatizantes que habían bajado al puerto para saludarlos. Desde allí, los refugiados fueron enviados a un súper campamento arreglado en North Stoneham. Estacion donde fueron alimentados, bañados, despiojados y sometidos a una inspección médica. A las autoridades les preocupaba que pudieran haber traído consigo algunas enfermedades típicas de las zonas de guerra, como la fiebre tifoidea.

Los niños permanecieron en este campamento durante unas semanas más, luego de lo cual se extendieron por todo el país para designar "colonias". Lugares como iglesias, escuelas, orfanatos y hogares que habían aceptado llevar a los jóvenes vascos. Raimundo se quedó en Southampton, yendo a Nazareth House, donde conocería a otra futura leyenda del fútbol vasco, Sabino Barinaga.

Durante su estancia en la casa de Nazaret, Raimundo encontró una figura paterna en la forma del comandante de la RAF Toby Keller y también encontró un gran amor en forma de una pequeña bola redonda. Su padre adoptivo también era director en el club principal de la ciudad de la costa sur y con frecuencia se hacía cargo de los juegos y de los juicios.

Fue durante estas pruebas que el gerente de Southampton, Tom Parker, notó que tanto Lezama como Barinaga poseían un talento considerable. Habiendo un excedente de jugadores de campo, Raimundo fue alentado a entrenar como portero debido a su altura. Sobresalió en el puesto y pronto, tanto él como Sabino se convirtieron en miembros esenciales del equipo 'B' (esencialmente un equipo juvenil). Se informa que durante su primera temporada con el equipo 'B' en 1938, Southampton ganó todos sus partidos excepto uno, mientras anotó más de doscientos goles y concedió solo diecisiete, con Barinaga anotando sesenta y dos veces en solo trece partidos.

En septiembre de 1939, el Reino Unido se unió a la Segunda Guerra Mundial. Las competiciones regulares se disolvieron ya que muchos jugadores se inscribieron para pelear en el extranjero o se unieron al esfuerzo en casa-orilla, el mismo Lezama hizo su parte trabajando como piloto de la RAF.

En lugar de la Primera División, las autoridades organizaron ligas no oficiales de guerra y una copa de guerra. Debido a la pérdida de cuarenta y un jugadores, Southampton se vio forzado a jugar solo dos bandos: un equipo senior que participó en la liga de guerra y un equipo 'A' que compitió en la Liga de Hampshire. Lezama jugó principalmente para el equipo 'A', pero tuvo la oportunidad de hacer tres apariciones para los Saints al final de la temporada. Una vez en una derrota por 5-1 ante el Arsenal, unos días más tarde contra el Fulham en el que Southampton ganó por 2-1, y su final fue contra Charlton en la derrota por 3-1.

Como la FA no reconoce estos partidos de guerra como algo más que amistosos, ninguna de las apariencias está marcada como oficial. No es que esto haya impedido a Lezama cuidar y valorar su tiempo en Southampton, así como la Medalla de la Liga Hampshire que ganó con el equipo 'A' esa temporada.

La temporada coincidió con el fin de la Guerra Civil Española y el gobierno comenzó a repatriar a los Niños. Barinaga se fue primero en marzo de 1940, se convertiría en una leyenda del juego español por derecho propio, convirtiéndose en la primera persona en marcar en el Estadio Santiago Bernabéu.

Lezama, que ahora tiene diecisiete años, lo siguió al final de la temporada poco después de su último partido contra Charlton. Southampton estaba absolutamente desesperado por mantenerlos y se rechazaron las solicitudes de permiso de trabajo de ambos. Tom Parker notó que Barinaga y Lezama fueron dos de los talentos más extraordinarios con los que ha trabajado.

Cuando regresó a casa, el padre de Raimundo le preguntó qué había aprendido durante sus tres años en Inglaterra y qué planeaba hacer con su vida ahora que estaba de regreso en Bilbao. Lezama respondió que había aprendido a hablar inglés, lo que, por supuesto, era extremadamente útil, pero lo mejor de todo era que podía jugar al fútbol.

Originalmente, sin embargo, Lezama no tenía intención de seguir una carrera en el juego. No por falta de deseo, sino más bien por el hecho de que no se dio cuenta de que sería posible. Su plan era simplemente terminar la escuela y encontrar un trabajo normal. Esto fue hasta que se descubrió que su abuelo tenía una conexión en el Arenas Club de Getxo. Su abuelo se puso en contacto con su contacto y Raimundo fue invitado a dirigirse a una prueba. En poco tiempo su clase se lo dijo y el Arenas lo inscribió de inmediato. Jugó el resto de la temporada con el equipo de Segunda División antes de que los gigantes vascos Athletic Club se dieran cuenta de su talento y lo firmaran en 1941, lo que le permitió lograr su "sueño máximo".

Gracias a la presencia del legendario portero Echevarria, no debutó por un tiempo. Finalmente llegó la siguiente temporada, el 27 de septiembre de 1942 en San Mamés ante el Real Betis, con el partido de terminar 5-0 para los locales. Echevarría se vio obligada a retirarse debido a una grave infección pulmonar, lo que le dio la oportunidad al joven Lezama. Continuaría para jugar otras veintisiete apariciones en la liga y la copa en la temporada 42/43, ayudando a su equipo local a doblar la copa en el camino.

Es alabado, en particular, por su actuación en la final de la Copa del Generalísimo, visto por muchos como el hombre del partido en una victoria de 1-0. Lezama pasó a desempeñar un papel importante en uno de los equipos más exitosos del Athletic. Fueron una de las fuerzas más destacadas en la historia del fútbol español. Ganaron siete Copas y dos títulos de liga entre 1943-1958, y contuvieron a algunas de las estrellas más queridas del club, como Piru Gainza, Telmo Zarra y José Luis Panizo.

Las habilidades y los conocimientos que Lezama había traído de Inglaterra eran desconocidos en España en este momento. Fue crucial para los éxitos del Athletic Club y fue un pionero absoluto.

Era un portero extremadamente confiado y se hizo famoso por la forma en que jugaba. Tan único fue su estilo que sus travesuras, a menudo cuando resultaron en una calamidad, fueron referidas como 'Lezamadas'.

Por ejemplo, tomaría posiciones fuera de su área 'para poder ver mejor el juego', correr fuera de su línea para barrer las pelotas, jugar con la pelota a sus pies e iniciar contraataques rápidos con tiros largos o patadas rápidas.

Todo esto puede parecer bastante normal para un espectador moderno del juego, pero en España en los años cuarenta esto fue positivamente revolucionario. De hecho, su estilo estaba tan en desacuerdo con los tiempos que una vez después de una prueba anterior en el Atlético de Aviación, el legendario portero Ricardo Zamora le recomendó a Lezama que dedicara su vida a algo más que al fútbol. Algo que Zamora admitiría más tarde fue un error de juicio.

Se dice que a veces los árbitros estaban tan confundidos por sus empresas fuera de su área que le ordenaban que regresara, ya que no estaban seguros de si era legal. También es bien sabido que poseía un gran carácter y creencia en sus propias habilidades, a veces en detrimento suyo. Según se informa, en un juego de copa contra el Alcoyano, ordenó a sus jugadores que no se molestaran en formar un muro cuando concedieron un tiro libre en una posición peligrosa, por lo que estaba seguro de que lo salvaría. Más bien contra el guión, no pudo mantener fuera el disparo resultante, una de sus mejores Lemazadas.

Al igual que con todos los radicales, Lezama no cambió su estilo como consecuencia de sus errores y se mantuvo fiel a sus principios a pesar de sus detractores.

El siguiente gran paso en su carrera se produjo en 1947, cuando después de varias temporadas fructíferas en el Athletic, Lezama recibió su única convocatoria con la selección con una derrota amistosa 4-1 contra Portugal. Logró causar una buena impresión en el árbitro inglés del partido, quien recordó que estaba harto de que el arquero de España se balanceara desde el travesaño y pasó la mayor parte del partido sin éxito tratando de explicar sus frustraciones a Lezama en francés y Alemán.

Después de que un tiempo había pasado, Lezama descaradamente respondió "no con experiencia". El árbitro le ordenó con bastante enojo, en inglés, que dejara de jugar, a lo que Lezama respondió en perfecto inglés. "Bueno, ¿por qué no lo dijiste?"

La temporada 46/47 es reconocida como la carrera más importante de Lezama. En veintitrés partidos de liga concedió solo veintinueve goles y, aunque el Athletic llegó en segundo lugar a Valencia por los resultados de cabeza a cabeza después de estar empatados en puntos, recibió retrospectivamente el Trofeo Zamora por ser el mejor portero de la temporada.

Raimundo seguiría jugando para su amado Athletic hasta 1957, convirtiéndolo en uno de los guardianes más veteranos en la historia del club. Desafortunadamente, a partir de la temporada 51/52 en adelante, sus oportunidades de juego en el Athletic se volvieron escasas, ya que otro conocido portero, Carmelo Cedrún, se alzó en las filas. Desde 1952 hasta que dejó el club en 1957, solo participó en veinticuatro partidos.

Al final de la temporada 57, Lezama había decidido ganar tiempo en su carrera, pero su amigo Pirulo Laso lo persuadió para que se fuera con Indautxu, de la Segunda División. Se suponía que solo debía jugar un partido, ya que un brote de gripe había dejado al club sin guardameta. Pero al final, permaneció allí durante una temporada, jugando gratis como un favor para su amigo, otro signo del notable personaje del hombre. Después de esto, pasó a los rivales locales Sestao por dos temporadas más, antes de completar el círculo y regresar al Arenas Club de Getxo, donde terminó su ilustre carrera a la edad de treinta y nueve en 1961.

Muchos creen que Lezama sigue siendo menospreciado criminalmente, no solo por su habilidad y por la forma innovadora en que jugó, sino también por el éxito monumental que tuvo. Aparte de Piru Gainza, ningún jugador del Athletic ha ganado más trofeos que Raimundo Pérez Lezama. Su recorrido se encuentra en dos ligas, seis Copa del Rey (entonces llamada Copa de Generalísimo) y una Copa Eva Duarte (la antigua Supercopa).

En 2007, a la edad de ochenta y cuatro años, la vida de Lezama llegó a su fin. No mucho después, en reconocimiento a sus logros e impacto, y después de muchas campañas de su hijo, Manu Pérez Lezama, el Athletic Club nombró la calle que corre adyacente al puesto norte del nuevo Peatonal Raimundo Pérez Lezama de San Mamés . De este modo, Raimundo es uno de los tres únicos jugadores del Athletic que han nombrado una calle de Bilbao en su honor.

Rara vez los jugadores trascienden el juego, pero seguramente se puede decir que Lezama hizo precisamente eso. No solo era un futbolista o un portero, era más, y su historia sigue siendo una inspiración.

Padre, hijo, hermano, pionero, guerrero, ganador, refugiado, sobreviviente, hijo de la guerra.

martes, 30 de octubre de 2018

¿Cómo logra la academia del Athletic de Bilbao producir el 85% de su equipo?

Artículo publicado por Alex Clapham en theguardian.com el 30/10/2018

Los Athletic de Bilbao dependen casi totalmente de su academia para los jugadores, sin embargo, nunca han sido relegados de la Liga.


Jóvenes jugadores entrenan frente a las colinas vascas
y al famoso arco. Fotografía: Alex Clapham

La ciudad tranquila de Lezama se encuentra a 10 km de Bilbao y alberga a solo 2.400 personas, pero también alberga uno de los clubes de fútbol más singulares del mundo: el Athletic de Bilbao. Apenas 14 años después de su fundación, los del Athletic fueron acusados ​​de reclutar jugadores extranjeros no elegibles en la Copa del Rey de 1911, por lo que decidieron que solo elegirían a jugadores que nacieran en el País Vasco o que se "formaran localmente". Más de un siglo después, esa política sigue vigente y sigue siendo uno de los tres clubes que nunca han sido relegados del nivel más alto del fútbol español, junto con el Barcelona y el Real Madrid.

La confianza del club en el talento local comienza en su campo de entrenamiento en Lezama, que se inauguró en 1971 y ahora alberga al primer equipo, a los equipos femeninos y a los diversos equipos académicos. Hay ocho campos, un gimnasio, una sala de prensa y una sala médica en Lezama, pero es el arco icónico , que se trasladó aquí desde el antiguo estadio de San Mamés, lo que le da al lugar la sensación de una gran institución.

"Este club de fútbol se convierte en parte de nuestra identidad desde el momento en que nacemos", dice Jon Solaun, quien jugó para el club y ahora entrena a su equipo Sub-16. “Cualquier niño nacido dentro de un radio de 60 km de aquí es bañado con globos y regalos; Las salas de maternidad están enlucidas en rojo y blanco. Nací en Bilbao y ponerme este chándal y representar a este club es todo para mí. Sé que los chicos sienten el mismo orgullo. Todos nos sentimos como un pedazo de historia aquí como una familia.

“Es increíble que los niños estén cerca y se vean crecer a través de las categorías como personas y jugadores. Cuando un niño de Lezama se pone el rojo y el blanco en San Mamés, todos sentimos una gran sensación de triunfo ".

Durante los últimos cinco años, al menos dos jugadores de la academia se han graduado en el primer equipo, lo que es motivo de gran orgullo para el director deportivo José Amorrortu. "El ochenta y cinco por ciento de los jugadores del primer equipo llegaron a esta academia y el promedio de estadía aquí antes de llegar al primer equipo es de siete años", dice. “Los tomamos como niños pequeños y los moldeamos. Estas cifras son solo una consecuencia de nuestro trabajo".

Amorrortu jugó para el Athletic, incluso representándolo contra la Juventus en la final de la Copa Uefa de 1977, antes de dirigir tanto al equipo juvenil como al primer equipo, por lo que entiende la cultura como a cualquiera. “Tenemos 20 scouts en el área de Vizcaya y también tenemos 150 clubes hermanos en la región que monitorean el progreso de los jóvenes y los envían a Lezama si sienten que poseen las cualidades para jugar aquí. Confiamos en que nuestros entrenadores y clubes locales desarrollen a los niños tanto que ni siquiera iniciamos nuestro programa de academia hasta que son menores de 10 años. Apenas el año pasado tuvimos 1.500 niños de nueve años entrenando aquí. No es difícil encontrar jugadores ".

Amorrortu dice que sus entrenadores quieren ver jugadores con "habilidades cognitivas". "Queremos saber cómo piensan y tomar decisiones sobre el terreno de juego, y luego ver cómo actúan de manera correcta". El jugador de 65 años usa mucho la palabra "valores". “Los niños tendrán roles y responsabilidades tan pronto como entren al edificio; ya sea clasificando el kit, limpiando el vestidor o llevando equipo. Hay una rotación.

“He trabajado en el Atlético de Madrid y en otros clubes de élite, pero nadie tiene lo que tenemos. Aquí tenemos una cultura, una identidad. Nuestro trabajo es crear buenas personas y buenos jugadores, y nadie hace eso como nosotros. La familia es todo para los vascos y queremos hacerlo bien por nuestra propia gente. No hay mayor orgullo para un niño que jugar al fútbol en este club".

El ex internacional español se escabulle a su despacho y regresa con una hoja de papel. “Es importante que tengan más medios de vida que el fútbol. Las carreras son cortas y están a un mal tackle lejos de que todo haya terminado ”, dice mientras me entrega una hoja de equipo. “Nuestro tercer equipo está compuesto por 21 niños de entre 18 y 19 años; 13 de los 21 están actualmente cursando estudios universitarios. Sin embargo, no forzamos nada sobre ellos, solo fomentamos los buenos valores. Especialmente en el juego y la sociedad de hoy, nuestros muchachos son un ejemplo ".

El primer equipo ha completado su trabajo y se ha ido a casa, por lo que ahora los jóvenes tienen la oportunidad de entrenar por debajo de las pintorescas colinas vascas. El estándar es excepcional. "Muy técnico", dice Amorrortu. "Conducimos técnica, técnica, técnica".

Los jóvenes mueven la pelota hacia adelante y hacia atrás con varios toques y giros, ya que el entrenador les recuerda constantemente “Tres puntos clave: 1. Postura: mantenga la espalda erguida mientras dobla las rodillas. 2. Visión: revisa tu entorno por espacio y personas. 3. Cambio de ritmo y dirección.

Luego de 30 minutos de trabajo técnico, la importancia de la estrategia y la forma se profundiza en cada individuo. Hay una seriedad en todo el lugar y los estándares son extremadamente altos, tanto que se envían fuera de la sesión a dos subalternos menores de 14 años, a quienes se les ordena pararse a un lado y mirar con las manos detrás de la espalda.

"Cada individuo aquí tiene que ser una representación del club y la gente", dice el entrenador en jefe de menores de 18 años Iban Fuentes. “Tan pronto como un niño se lo toma con calma, necesita que se le recuerde que hay otros desesperados por estar en su lugar. Esta es la naturaleza del juego y debemos proporcionarles también una educación deportiva.

“La sociedad está cambiando y el modelo profesional no es lo que era hace 20 años. Trabajamos duro para mantener a los chicos enfocados, pero hay momentos difíciles. Sin embargo, tienden a alcanzar una edad en la que entienden que el dinero no puede comprar lo que tenemos aquí en Athletic. Ahí es donde el trabajo duro de todos vale la pena. Este club es como ningún otro. Entrenamos junto al primer equipo y el jefe asegura que no hay barreras entre nosotros y ellos. Se detendrán y conversarán con los niños cuando pasen y siempre siguen su desarrollo y crecimiento.

"Todos estamos viviendo el sueño. Cada persona en este complejo tiene un boleto de temporada. Si el primer equipo juega lejos, los niños entrenarán, luego irán a casa y se pondrán sus pijamas atléticos para ver el juego con su familia. Los entrenadores tienen un punto de encuentro en la ciudad donde miramos los juegos juntos. Todos somos miembros de la familia Athletic y tenemos nuestra propia cultura e identidad".

El Bilbao FC Jeshwang de Gambia

Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - Valencia CF 27/10/18

Un grupo de aficionados de Serrekunda, la ciudad más grande de Gambia, decidió crear un equipo con jugadores solo del área de la urbe africana


La decisión de bautizarse con el nombre de Bilbao la tomaron por la admiración que les causó el papel desempeñado por el Athletic en la Europa League en la campaña 2011/12, en especial, tras la espectacular eliminatoria ante el Manchester United. Desde entonces, el Bilbao FC Jeshwang compite en la liga local con un escudo (fotografía adjunta) que refleja su simpatía por el Athletic. Un miembro del equipo contactó con el Club e hizo llegar fotos de la plantilla, así como su condición de aficionados del Athletic, del que valoran su forma de competir. También les llama la atención el nivel competitivo del club, capaz de ganarle la Supercopa al Barcelona y de ser uno de los tres equipos que nunca ha descendido jugando con futbolistas locales. El Bilbao FC Jeshwang nos sigue con atención y celebra la irrupción de Iñaki Williams. Mencionan también a De Marcos y Muniain, y varios jugadores se hacen llamar con nombres de futbolistas del Athletic, como Amadou Iker Jaiteh o Kebba Oscar Sonko. El Bilbao FC Jeshwang compite en la liga amateur de Gambia con futbolistas de New Jeshwang (Serrekunda) y han ganado varios torneos en los últimos años.

Idilio en los Campos de Sport

Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - Valencia CF 27/10/18

El Athletic Club ha prestado al Museo de Belas Artes de Bilbao el conocido cuadro de Aurelio Arteta titulado ‘Idilio en los campos de Sport’


Esta cesión se enmarca dentro de la exposición realizada por el 110 aniversario de la creación de la pinacoteca bilbaina. En esta muestra el Museo de Bellas Artes de Bilbao reorganiza su colección permanente, presentando una nueva mirada a través del alfabeto que sugiere su comisario literario Kirmen Uribe. El escritor ondarrutarra ha agrupado las obras de arte respondiendo a una palabra, de la A a la Z. En el caso concreto que nos ocupa, la pintura de Arteta está ubicada en la sala K (Kirola – Deporte), compartiendo espacio con trabajos de, entre otros, Losada, Guezala y Chillida. Se trata de una oportunidad magnífica para contemplar este cuadro, patrimonio del Athletic Club, que luce en todo su esplendor, gracias al trabajo de limpieza y consolidación realizado por el Departamento de Conservación y Restauración del Museo de Bellas Artes, y al nuevo marco colocado, el cual pertenecía a una pintura de Divino Morales y decoraba Ibaigane cuando era residencia de Ramón de la Sota.

Esta exposición podrá visitarse hasta el 2 de junio de
2019.

Aquel triunfo ante el River Plate

Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - Valencia CF 27/10/18

Con las navidades de 1951 a las puertas, en Europa se esperaba con expectación la visita del River Plate


La legendaria delantera de los años 40 de la escuadra conocida como La Máquina había perdido a Muñoz, Moreno y Pedernera, pero aún permanecían en ella dos de sus integrantes: Lambruna y Loustau. Llegaba un plantel cuyo arco guardaba el fabuloso Amadeo Carrizo y que contaba en sus filas con otras estrellas como Norberto Yácono, ‘El Tuerto’ Ramos, Walter Gómez y Santiago Varnazza, entre otros.

Aterrizaron en Barajas tras 26 horas de viaje, presenciaron el Real Madrid 5 - Sevilla 2 liguero en Chamartín y llegaron en tren a Bilbao con el “deseo de comer bacalao en un lugar típico. Nada de carnes, de cuyo alimento estamos saturados”, según declararon a la prensa bilbaina. El Athletic, que venía de ganar en Atotxa a la Real por 1-4 y lideraba la Liga igualado con el Atlético y el Madrid, salió la tarde del 20 de diciembre con todo ante tan ilustre rival. El ‘Chato’ Iraragorri alineó a los mismos once que en los tres partidos precedentes; los choques que sucedieron a la grave lesión de rodilla de Zarra durante el transcurso de la victoria por 7-3 ante el Atlético de Madrid. Así, frente a River jugaron: Carmelo, Canito, Areta I, Garay, Manolín, Nando, Iriondo, Venancio, Tini, Panizo y Gainza.

Un campo encharcado por la lluvia no impidió que el Athletic desplegara un juego extraordinario ante un buen River Plate para ganar 5-2. A los 16 minutos dos tantos de Panizo y otro de Gainza ya habían sorprendido a unos franjirrojos que con dos rápidos goles de Ángel Lambruna y Pizutti recortaban diferencias. En la segunda parte, Venancio, de penalti, y Tini cerraban la goleada local. “Han jugado más que nosotros y nos han ganado bien y con muy buen fútbol. Si siempre juegan así, son imbatibles”, afirmaba Boccardo Aguirre, jefe de la expedición argentina. No sin antes confesar que habían pedido una revancha en Bilbao para el final de la gira, partieron hacia Madrid para ganar 3-4 a los merengues y empatar a tres con los colchoneros. Volaron a Italia donde ganaron 1-2 al Nápoles y empataron con Roma, Torino, un combinado Inter/Milan y otro de Sampdoria/Genoa. Golearon por 0-9 y 3-4 a los suizos del Lugano y el Servette y por 1-8 a los transalpinos del Arsenal Spezia. Igualaron a tres con el Racing de París y se impusieron 3-4 en casa del Manchester City bajo una intensa nevada, para cerrar la maratoniana gira con un 3-3 ante el Celta de Vigo y un 0-5 ante el Sporting de Portugal el 17 de febrero.

Después de jugar quince encuentros en dos meses, la imposibilidad de cambiar los billetes de vuelta impidió que finalmente tuviera lugar la esperada revancha que los bonaerenses habían solicitado disputar en San Mamés; el único campo que vio perder a aquel River Plate que se paseó por Europa y que ganaría cinco de las siguientes seis ligas argentinas.

El equipo Genuine en San Mames

Fuente Canal YouTube TVAthleticClub


sábado, 27 de octubre de 2018

CONEXIÓN VINTAGE - Javier Clemente. Confidencial. Capítulo 1

Fuente: rtve.es tdp Conexión vintage (Canal YouTube Dokumania Musikamania)

Javier Clemente es uno de los entrenadores de mayor prestigio de nuestro fútbol. Querido y admirado por unos, odiado por otros. Todo lo que hace o dice no deja indiferente a nadie. Clemente fue campeón de liga en dos ocasiones y de Copa del Rey y Super Copa con el Athletic con apenas 33 años.

La suya es una larga carrera que aún no ha terminado. Esta es su brillante historia, rota o alterada por una lesión que abortó la incipiente carrera como jugador del 10 del Athletic. Pero dio paso a un gran entrenador. Estas son sus confesiones, en dos capítulos: Clemente Confidencial.


viernes, 5 de octubre de 2018

El Athletic tiene hinchas hasta en Japón

Artículo publicado por Jon Zubieta en el Mundo Deportivo el 05/10/2018


Los aficionados japoneses del Athletic, con los colores rojiblancos (Foto: MD)

Con el móvil dispuesto para hacer las fotos de su ídolos, ataviados cual athleticzales de toda la vida, pañuelos en la cabeza estilo samurai, Masami Murakami, Hidaka e Hironmi están a la espera. Los dos últimos acaban de llegar de ¡Japón!, Sí, ¡de Japón! Su compañero también, pero lleva varios días en la provincia haciendo gala de un euskera un poco escaso pero comprensible. ¿Cómo es posible? Hace años que aterrizó por estos lares y le dio a la lengua euskaldun. Le funciona mejor que la de Cervantes y así nos entendemos mientras esperan que finalice la sesión a puerta cerrada.

Disponen de un peña oficial llamada Tokiotarrak en la capital del sol naciente con media docena de feligreses

Y así establecemos conversación. Para decirnos que son fans del Athletic, que disponen de un peña oficial llamada Tokiotarrak en la capital del sol naciente -con media docena de feligreses-, que hoy presenciarán el derbi de esta noche en San Mamés, que -en el caso de Masami- estudió en el Instituto Cervantes... Para mostrar con pruebas fehacientes su adhesión a los colores rojiblancos, nos enseña Masami un par de tarjetas de presentación: una luce el nombre de la peña y un escudo similar al del Athletic, pero con un volcán, algo que parece un sol y un edificio muy nipón. En la otra cartulina figura ‘Tokyo Euskal Etxea’, con el amigo Masami de por medio y un ‘lauburu’ en una esquina. Lo vasco le tira y mucho a este simpático y amable nipón.

“Iñaki encontrará serenidad en las definiciones”
A pesar de la dificultad de la empresa confían en el triunfo ante la Real Sociedad, aunque le indiquemos con un gesto del rostro que será muy difícil, pero aún así se muestran convencidos de que habrá fumata rojiblanca. Por cierto, me chivan que con Muniain ha habido alborozo. No en vano es una referencia para uno de ellos.

Con Euskal Selekzioa

Ataviados todos con camisetas -la del ‘líder’ con la firma de todos los jugadores de la primera plantilla y la de Hironmi con la de Muniain-, dan la nota curiosa del entrenamiento a puerta cerrada. Eso es amor a los colores, y la admiración por una filosofía que les cautiva. También Euskal Selekzioa, porque Masami nos dice que acudirá a verla a Mendizorroza el día 12. Para que no falte de nada posan con la ikurriña y los colores rojiblancos. Mucho mérito el suyo.

jueves, 4 de octubre de 2018

Un derbi en familia

Artículo publicado por Nagore Marcos en el diario Deia el 04/10/2018

Los Igartua y los Kasanova Pla viven el encuentro entre Athletic y Real Sociedad divididos por sus equipos, con un miembro en cada bando


Ernesto Igartua y su hijo, Ander. (Foto: Oskar González)

Nadie es perfecto”, dice Amaya mientras mira a su marido. Están felizmente casados y tienen dos hijos, pero hay un problema. Oskar tiene un defecto que su mujer no termina de digerir: es del Athletic. Pero del Athletic de toda la vida. Y, claro, a un día del derbi de la temporada en San Mamés esa pasión por el club vizcaino es una tara que a Amaya le chirría demasiado. Porque ella es de Donostia y fiel seguidora de la Real Sociedad. Tanto que estuvo varios años abonada y, aunque ahora reside en Bilbao, no duda en cruzar la A-8 cada vez que puede para disfrutar del ambiente de Anoeta. Así que en el salón de este matrimonio tan solo hay un color en común, el blanco. El resto es un constante tira y afloja entre el rojo y el azul. Por eso, si las calles bilbainas desprenden un olor especial en la semana del derbi, este partido es mucho más especial para esta familia. “Al principio sí que teníamos más piques entre nosotros pero al final llevamos ya un montón de años juntos y es una cosa que ya está superada”, explica Oskar. Este rojiblanco heredó el carné de su abuelo, que ya era socio en aquellos años en los que el fútbol se veía de pie y el club te iba hasta la puerta de casa a cobrar el abono, y aunque reconoce que “nunca he tenido animadversión contra la Real”, su mujer sí que “tuvo que aguantar mucho en Ingenieros porque había mucho fanfarrón”.

“Me decía que iba a acabar siendo del Athletic, pero no”, bromea Amaya, quien asegura que en la universidad sí que tuvo que soportar burlas “como que si os vamos a ganar, que si os vamos a quitar a no sé quién...”;pero tras tantos años viviendo en el centro de Bilbao, ha aprendido a resistir en territorio enemigo: “Qué voy a hacer si no”, se resigna. Así pues, este matrimonio es el ejemplo perfecto de convivencia;aunque las espadas se ponen en alto cuando se les pregunta por las preferencias de sus dos hijos. “No hay hostilidades”, afirma Oskar. Porque su hija Naia posa con la camiseta rojiblanca mientras que su hijo Iñigo parece tener más preferencias txuri-urdines;aunque Amaya se resigna: “Viviendo en Bilbao es más fácil que sean del Athletic, llevo años mentalizándome, pero intentaré que sean de los dos equipos”.

Y justo es eso mismo lo que intentó Ernesto Igartua. Fiel seguidor de la Real Sociedad, hizo las maletas para trasladarse de Oñati a Deusto “por una bilbaina” y ahí, en el barrio tomatero gestaron a su hijo Ander. Y entonces, cuando Ernesto habla de su primogénito, vuelve a sonar la frase: “Nadie es perfecto”.

Porque este seguidor txuri-urdin tenía la esperanza de que su hijo abrazara también al equipo de sus amores, pero cómo iba a hacerlo si desde su habitación, nada más despertar, podía ver San Mamés. Con todo, Ander no se quita el estigma que deja tener un padre txuri-urdin: “Mis amigos me vacilan con que soy de la Real Sociedad porque como mi aita lo es...”. Y eso que lo dice con la camiseta del Athletic puesta, tras haber sido socio rojiblanco durante varias temporadas y después de haber militado en las categorías inferiores del club de Ibaigane. Padre e hijo son unos apasionados del fútbol: “A mi mujer la tenemos harta”, reconoce Ernesto;por eso viven los derbis con un entusiasmo único: “El ambiente de estos partidos siempre es especial y eso que, en mi caso, siempre he tenido a gente del Athletic alrededor. Siempre digo que llevo 30 años jugando fuera, como visitante, y da para mucho”, explica el progenitor. Así pues, los vaciles entre los Igartua se multiplican en la semana del derbi en La Catedral porque, como explica el propio Ernesto, “a mí no me gusta perder”. Con todo, el txuri-urdin dice “llevar bien” ser de la Real en territorio hostil y que se le caen los anillos por ir “cuatro o cinco veces al año a San Mamés a ver al Athletic” sencillamente porque le gusta el fútbol.

LA BOLILLA

Las tensiones entre padre e hijo aumentan cuando se les pregunta por el resultado de mañana. Y es que mientras que Ander firma un 2-1 a favor del Athletic, Ernesto quiere hacer sangre con un 1-3: “Va a ser un partido bonito y Bautista meterá unos cuantos goles porque ya que en Bilbao no tienen delantero centro... Hay que meter un poco de salsilla”, bromea. El de Oñati asegura que no tiene mal perder porque “llevo toda la vida aguantando vaciles por ser de la Real” y que, en caso de que su equipo pierda, no va a tener “ningún problema en salir el sábado con la camiseta txuri-urdin porque así la gente respeta más y no se meten tanto conmigo”. En el mismo bando, pero en Ledesma, Amaya tuerce el morro cuando se le cuestiona por un marcador: “No lo veo claro porque la Real está fatal”. Sin embargo, su marido Oskar, ataviado con la rojiblanca, sonríe: “Yo estoy muy contento con el Athletic, parece algo diferente al año pasado. Ante el Madrid y el Barcelona hemos plantado cara, el equipo demuestra mucha actitud y me gusta mucho el nuevo portero”.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Resumen Jor. 6ª: Athletic Club - Villarreal

Fuente: www.athletic-club.eus

Cuando el Athletic Club de Iribar alineó cuatro porteros en tres partidos de Liga.

Fuente: LdA @sietecallero

La 5ª jornada de la 63/64 fue en la que José Ángel Iribar ocupó definitivamente la portería de San Mamés, relevando a otra leyenda como Carmelo Cedrún. Tras 14 temporadas en el equipo y 402 encuentros, el meta de Amorebieta no volvería a ocupar la portería en partido oficial.


Carmelo buscó salir del club para jugar en otro equipo de élite y al acabar la liga en abril, el portero, el Athletic y el Espanyol cerraron el traspaso. Tres semanas antes, Carmelo había jugado su último partido como rojiblanco en un amistoso ante Peñarol (4-0).

Iribar disputó todos los encuentros de la temporada siguiente, salvo uno por indisposición y el último liguero porque Arturo Barrios alineó un once repleto de suplentes, y comenzó también la 65/66 en la portería bilbaína. Pero tras el segundo partido sufrió un percance.

El Athletic acababa de perder 3-0 en Pontevedra y el arquero de Zarautz se cortó el segundo dedo del pie izquierdo al romperse la parrilla de la ducha en la que se estaba aseando. Le dieron varios puntos de sutura y ya en Bilbao fue hospitalizado en la Clínica San José.

Por detrás del Txopo había hasta cuatro guardametas esperando una oportunidad que no era sencillo que llegara. La campaña anterior fue Javier Echevarría el que lo sustituyó las dos ocasiones que había faltado. ¡Llevaba 5 años esperando para debutar en Primera!


Y él sería el elegido por Piru Gainza para ponerse bajos los palos en el siguiente encuentro. Visitaba San Mamés el Valencia, un rival nada cómodo frente al que ocupar el lugar del mejor portero de la época. Aun así, Echevarría cumplió... hasta que tuvo que salir en camilla.

Era el minuto 81 del partido. Echeverría se lanzaba sin miedo a por un balón adelantado y el atacante Guillot queriendo disputarlo hasta el último instante impactó con su borceguí en la cara del meta. Aparentemente, la avería causada era, cuando menos, aparatosa.

Al día siguiente se conocía que además de la herida que hubo de ser suturada, Javier Echevarría sufría rotura de los huesos propios de la nariz. La Clínica San José de Bilbao tenía como inquilinos temporales a dos guardametas del primer equipo del Athletic al mismo tiempo.

Pero, ¿y quién defendió la portería del Athletic los últimos minutos del choque contra el Valencia? Pues Piru Gainza tuvo que echar mano de un chaval de 19 años que días atrás estaba jugando con el Bilbao Athletic en 1ª Regional: Juan Antonio Deusto.


Aunque solo estuviera unos minutos en el campo, Deusto daba las gracias por debutar con el Athletic. Al fin y al cabo, él era el cuarto guardameta en el escalafón del club y si había ido convocado era porque el tercero, Juan Manuel Zamora, aún no había salido de una lesión.

Al estar Iribar y Zamora lesionados, Gainza había tenido que elegir entre Deusto y Barrenechea para sentarse en el banquillo a guardar las espaldas de Echevarría y escogió a Deusto. Aunque seguro que jamás le pasaría por la cabeza la idea de que fuera a tener que utilizarlo.

A todo esto, con un mucho de Echevarría y un poco de Deusto, el Athletic dejó su meta imbatida ante los Waldo, Sánchez Lage, Guillot y compañía para llevarse la victoria gracias a un penalti transformado por Koldo Aguirre a Zamora II, el hijo del mítico Ricardo Zamora.

El fútbol no entiende de lesiones y por eso siete días después el Athletic tenía que visitar el Arcángel de Córdoba. Sin Iribar ni Echevarría, aún convalecientes, a Piru se le presentaba una nueva elección: mantener a Deusto o hacer debutar a un Zamora, ya recuperado.


Zamorita, como era conocido por la prensa, tenía 22 años pero había disputado algunos partidos en Segunda: siete con el Barakaldo y nueve con el Indautxu. Desojando la margarita, Gainza prefirió a este sobre Deusto y el Athletic alineó a su cuarto arquero en tres encuentros.

Los rojiblancos perdieron 1-0 en Cordoba a pesar de que Zamorita dio la talla. De aquel domingo pasaría a la historia del club -más allá de la alineación del cuarto portero en 270 minutos ligueros- que además de Zamora se estrenó con el Athletic un genio nacido en Begoña.


José Francisco Rojo jugó por primera vez pegado a la cal gracias a la oportunidad que le brindó un Piru Gainza que había sido el dueño absoluto de la posición durante dos décadas en el Athletic. Quién mejor que el de Basauri para darle la alternativa al Maestro.

Zamora jugó también San Mamés donde se perdió 0-2 con el Atlético y ya volvió Iribar. Echevarría no jugaría más con el Athletic, Deusto (que sería un portero de éxito) vistió 12 veces más de rojiblanco y Zamora, en otro par de ocasiones. La sombra del Txopo era muy alargada.

Por cierto, tanto Zamora como Txetxu Rojo, debutaron en el Arcángel con el Athletic Club tal día como el que acaba de terminar de hace 53 años, el 26 de septiembre de 1965.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Resumen Jor. 5ª: Real Betis - Athletic Club

Fuente: www.athletic-club.eus


Los otros 50 años de Clemente

Artículo publicado por Santiago Segurola en el diario As el 22/09/2018

Se cumplen 50 años del debut de Javier Clemente en el Athletic. Fue el 22 de septiembre de 1968 ante el Elche en San Mamés.


Fotografía: Diario AS

Nunca le ha resultado ajeno el foco mediático a Javier Clemente. Tampoco en el día de su debut como titular en el Athletic, del que hoy se cumplen 50 años. Medio siglo como personaje del fútbol, apenas 47 partidos de Liga, una carrera truncada por la lesión que sufrió el 23 de noviembre de 1969 en la Creu Alta. No le apartó del fútbol inmediatamente, pero nunca volvió a brillar como en aquel año mágico –de septiembre de 1968 a noviembre del 69–, donde se generó un pequeño mito que la lesión se encargó de agrandar: el de un probable gran jugador con la carrera destruida en plena juventud.

No había suficiente plantilla en el Athletic aquel 22 de septiembre de 1968. Cuatro días antes había disputado un partido durísimo contra el Liverpool en la primera eliminatoria de la Copa de Ferias, después convertida en Copa de la UEFA. Uriarte, Pichichi de la temporada anterior con 22 goles, no acababa de recuperarse de una lesión muscular. Antón Arieta, el joven y más que prometedor delantero centro, tampoco estaba en buenas condiciones. Peor aún, Chechu Rojo, exquisito y controvertido extremo izquierda, se había lesionado en el encuentro con el Liverpool. No salió tras el descanso. Su puesto lo ocupó Javier Clemente, un chaval de 18 años, apenas conocido por la hinchada bilbaína.

Clemente, natural de Barakaldo, se había labrado cierta fama en los juveniles del Athletic, que durante cinco años (1963-1967) había ganado la Copa con varias hornadas inolvidables: Uriarte, Arieta II, Rojo, Estéfano, Igartua y Lavín, entre otros. Clemente jugó con el juvenil la temporada 67-68, la primera sin éxito después de la saga triunfal. Vivía enfrente de la puerta de entrada al colegio de los Hermanos de La Salle, centro de aire inglés donde estudiaban los hijos de los miles de trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya.

Buen estudiante, Clemente destacaba en los partidos que se disputaban en el amplio campo de cemento del colegio. Le fichó el Barakaldo juvenil y no tardó en pasar al juvenil del Athletic. Era pequeño (1,69 metros), liviano, laborioso y zurdo. Tenía clase y recorrido, a pesar de su ligereza y juventud. Quizá ningún factor era más relevante que su febril carácter competitivo, pero de todo eso no se sabía nada en las vísperas del partido frente al Elche en San Mamés.

Era la segunda jornada de Liga, precedida por dos buenos resultados, las victorias sobre el Zaragoza en La Romareda y el Liverpool de Bill Shankly. Sin embargo, el periodismo disparaba con bala contra el equipo. En lo que ahora se puede interpretar como una bilbainada, San Mamés despidió con silbidos al equipo después de derrotar a un Liverpool que incluía a media docena de jugadores históricos: Hunt, Callaghan, Lawler, Saint John, Yeats y Thompson.

Clemente jugó la segunda parte y no dejó nada reseñable. El partido contra el Elche se disputó en domingo y se transmitió por televisión. Un gran día para un debut como titular. Clemente, interior por naturaleza, ocupó la posición de Rojo como extremo izquierdo. Se trataba de un curioso Athletic: Uriarte, Rojo y Clemente eran interiores zurdos, aunque de características diferentes. Por difícil que pareciera reunirles en el equipo, el talento se impuso. En muy poco tiempo, Clemente se adueñaría del número 10, con un Uriarte a su derecha y Chechu Rojo a la izquierda.

El primer partido como titular de Clemente no dejó nada especial. El empate a un gol fue inmerecido. El Elche jugó mejor. El foco se dirigió a Igartua, el otro debutante. Medio centro compacto y enérgico, temible en el remate de media distancia, Igartua, también de 18 años, llamó la atención de la crítica. Unos días después del partido ingresó en el equipo que iba a disputar los Juegos Olímpicos de México. Clemente regresó a la suplencia, dentro de la peligrosa espiral del equipo.

Tras la sexta jornada, el Athletic era penúltimo. La directiva decretó la destitución de Piru Gainza. Le sustituyó Rafa Iriondo, de 49 años, extremo derecho en la legendaria delantera de la posguerra. Nunca había dirigido un equipo de Primera División. La directiva aclaró en la nota oficial que se trataba de un cargo provisional, “a la espera de la contratación de un entrenador de reconocido prestigio”. Nadie sospechaba que el Athletic estaba a punto de recorrer una temporada histórica.

El 1 de diciembre de 1968, el Athletic afrontó el derbi con la Real Sociedad en situación crítica. A los pésimos resultados se añadían las bajas de Iribar, Sáez, Aranguren, Koldo Aguirre y Uriarte. Rafa Iriondo volvió a tirar de Igartua y Clemente. De nuevo se transmitió el partido por Televisión Española. Ganó el Athletic (3-1) y la hinchada respiró. El nuevo ídolo era Igartua, que poco después marcó un golazo en el 4-4 con el Atlético de Madrid en el Manzanares. Sin embargo, las piezas comenzaban a encajar poco a poco. Estaba a un punto de configurarse una mítica y breve delantera del Athletic: Argoitia, Uriarte, Arieta, Clemente y Rojo.

No se alinearon juntos los cinco hasta el 5 de enero de 1969, frente al Zaragoza, en la jornada 15 del campeonato. Significó la eclosión de Javier Clemente Lázaro, el rubio de Barakaldo. Venció (3-0) el Athletic, con una actuación sensacional de Clemente, autor del tercer gol, su primer tanto en la Liga. Aquel equipo, que había desesperado a la hinchada, comenzó a mejorar sus prestaciones. La jovencísima delantera (Uriarte, 23 años; Arieta, 22; Rojo, 21; Clemente, 18) tenía algo del carácter de los años 60: rebelde, talentosa, impredecible, imparable en sus mejores días.

El Athletic mejoró algo sus posiciones en la Liga –terminó en 12ª posición– pero logró su primer gran éxito desde 1958, fecha del último titulo del equipo en la Copa. Once años después, dirigido por Rafa Iriondo, que sería relevado por el inglés Ronnie Allen después de la final, el Athletic derrotó al Elche por un gol a cero. El tanto lo marcó Antón Arieta. La gran aventura prosiguió la temporada siguiente. El Athletic acabaría segundo en la Liga, a un punto del Atlético de Madrid, con Arieta, Uriarte y Rojo como titulares de la Selección española que derrotó en febrero de 1970 a Alemania, en Sevilla.

Clemente no pudo disfrutar de aquellos días extraordinarios. Se le partió la tibia y el peroné en una dura entrada de Marañón en la encharcada Creu Alta. Aunque regresó tres meses después y disputó el resto de los partidos de la Liga 69-70, Clemente no recuperó el nivel que le había convertido en ídolo de la hinchada. El dolor en la pierna era evidente como la debilidad del hueso. Jugó 12 partidos en la temporada 70-71, marcó el gol de la victoria del Athletic en el Bernabéu 1-2 y disputó su último partido el 24 de enero de 1971, contra el Zaragoza. Se retiró en el minuto 35. Comenzó un calvario de operaciones y de intentos por regresar como jugador. No lo consiguió.

Doce años después, con sólo 33 años, Javier Clemente dirigiría al Athletic a su primer título de campeón de Liga desde 1956. Esta vez como entrenador, aunque ésa es otra historia.

Resumen Jor. 3ª: Athletic Club - Atlético de Madrid

Fuente Canal YouTube TVAthleticClub


martes, 18 de septiembre de 2018

La copa escondida en un baúl

Fuente: www.sanmiguel.es

Como todos sabéis, a lo largo de su laureada historia nuestro querido Athletic Club ha conquistado la Copa de Rey en veinticuatro ocasiones. La primera de estas grandes conquistas sucedió en la primavera de 1902 cuando el Athletic Club se unió al Bilbao Football Club para disputar la Copa de la Coronación. Bajo el nombre de Bizcaya, este equipo que combinaba jugadores de ambas formaciones ganó de forma magistral la primera competición celebrada en España en honor al rey Alfonso XIII.


Directiva y jugadores de aquel equipo guardaron con orgullo este primer gran trofeo en el local social del club, situado en la Calle Nueva. Sin embargo, años más tarde los acreedores del Athletic Club consideraron que dicho local suponía una carga excesiva y decidieron embargarlo. Antes de que eso ocurriera, Alejandro Acha, portero que formaba parte de la plantilla del Bizcaya, se personó en las instalaciones del Athletic Club y rescató la preciada copa junto con diversos papeles. Acha escondió la copa en su casa.

Tras su fallecimiento, el Athletic Club pidió a la familia del portero que buscarán el galardón. Tras registrar todos los rincones de la casa por fin dieron con ella. La copa se encontraba en el fondo de un viejo baúl. Desde entonces, la copa se halla en la sala de trofeos del Club.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Atletiklu

El mes pasado acudí a ver "Yo soy Pichichi" a Pabellón 6 y los minutos de espera previos los amenizaron con música relaciona con el Athletic Club.


Una de las canciones fue "Atletiklu" interpretada por el grupo Indarra.


Me trajeron grandes recuerdos (uno ya es viejuno) de la época gloriosa de nuestro Athletic Club.

El grupo Indarra versionaron la mítica canción "Mamy Blue" cantada por los "Pop Tops con los nombres y situaciones de la historia del Athletic Club de finales de la década de 1970.

La letra de la canción:

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Después de tanto madrugar
después de tanto currelar
al obrero la van a subir...la general

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Guruceta el va a arbitrar
que Dios nos coja confesaos
hay Rojo no protestes por favor

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

El Dani se nos marchó
el Pavic también se fue
hay Koldo de mi alma sálvanos

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Iribar nos dejará
la Catedral lo sentirá
al txopo nadie le podrá olvidar...jamas

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Pequeño y ratonero
fantasma de los porteros
es Dani un valiente artillero

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

No bajes a regional
el pueblo se morirá
que vamos a hacer sin ti

Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu
Atleti Atleti Atletiklu Atletiklu

Atleti Atletiklu!!!

martes, 4 de septiembre de 2018

Athletic Club - Chivas

Fuente canal YouTube Basque Warriors

Tenemos el placer de compartir un ratito de charla con uno de nuestros seguidores mexicanos y que además es seguidor de Chivas, club que guarda algunas similitudes con nuestro Athletic. ¡Espero que os guste!


Sinónimo de fidelidad

Artículo publicado por Rubicón www.pagina12.com.ar el 01/09/2018

Uno de los mejores jugadores vascos de todos los tiempos charló con Enganche sobre sus contactos con el fútbol argentino y la tarea que desarrolla en los seleccionados juveniles españoles; la palabra del hombre que nunca quiso dejar la camiseta del Athletic de Bilbao y que asegura que decir Lionel Messi es decir magia.


Twitter (@8JULENGUERRERO)

Las imágenes en la pantalla lo deslumbraban, aún cuando los televisores Led y las transmisiones en alta definición habitaban en un futuro que por entonces parecía de fantasía. Es que ese imparable futbolista compacto, a veces vestido de celeste y blanco y otras de azul, le generaba un magnetismo hipnótico. No era para menos, tenía 12 años y el fútbol ya era lo suyo. Julen Gurrero miraba en Bizkaia las pinturas que Diego Maradona enmarcaba en México. Su primer flashback del fútbol argentino fue en la consagración azteca. “Recuerdo sentarme a ver ese equipo y todo lo que entonces despertaba Maradona”, cuenta. No tanto tiempo después, el astro vasco que recién asomaba en el Athletic Club y el genio del fútbol mundial se encontraron en un cancha. Fue el 4 de octubre de 1992, cuando Maradona debutó con la camiseta del Sevilla en el antiguo estadio San Mamés, en Bilbao, después de una sanción de 15 meses. Guerrero atesora una fotografía de aquella jornada.

“Estoy pendiente del fútbol de todo el mundo, miro todo lo que puedo y también le pongo atención al torneo argentino. Es una liga interesante, súper competitiva y con mucha pasión por el modo en que las aficiones se vuelcan a los estadios. Nunca tuve la oportunidad de ir a Argentina, pero es un país que me gustaría visitar para conocerlo y ver partidos”.

Mundialista en 1994 (año en el que fue reconocido como el mejor jugador de la Liga) y 1998, Enganche charló con el hombre que hoy dirige los seleccionados Sub 15 y Sub 16 y colabora con los Sub 17, 19 y 21 de España sobre el contrapunto entre el fútbol europeo y sudamericano, su fidelidad por los colores rojo y blanco que nunca quiso dejar mientras pateó una pelota y acerca de Bielsa, Simeone y Messi.

Antes del choque de los octavos de final en Rusia entre la Argentina y Francia, Guerrero había puesto la lupa sobre el seleccionado en su columna del diario El Correo Vasco: “En Argentina es muy complicado acertar la alineación y, sobre todo, la propuesta futbolística de Sampaoli. Lo que no es entendible es que Dybala siga sin tener oportunidad de jugar desde el inicio o que tenga muchos más minutos al lado de Messi. Los buenos jugadores se entienden con la mirada y Dybala descargaría a Messi de llevar él solo el peso ofensivo del encuentro”. Con esa visión exponía de forma sintética su concepción del juego. Desde ese mismo espacio postularía algunos días después que “las federaciones también tienen que ir construyendo un estilo, unos objetivos e ir formando a sus futuros internacionales absolutos desde las categorías inferiores”.

En este sentido, sobre la tarea que realiza en los seleccionados juveniles puntualiza al otro lado del teléfono que su prioridad es “estar cerca de los chavales en una etapa clave, porque son el futuro y hay que ayudarles a que progresen”. Asume que es un desafío agregarles recursos porque “vienen muy bien preparados de sus clubes”, además de “con el hambre de saber lo que es la selección”. “Entienden que deben subirse a ese tren y agarrarse bien para no volver a bajarse”, asegura desde su experiencia de haber llegado a los equipos nacionales a los 15 años y continuar el camino hasta formar parte de dos Copas del Mundo.

–¿Existe todavía una diferencia entre el fútbol europeo y el sudamericano?

–Me parece que hay sellos que se mantienen. El jugador sudamericano es muy competitivo y aguerrido. A los futbolistas de allí se los sigue reconociendo por un estilo de juego determinado y una forma de ser en sus equipos.

–La mayoría de los jugadores de Brasil, Argentina y Uruguay actúan en Europa, ¿cómo influye eso?

–Seguramente eso haya hecho que se adaptaran a un estilo más europeo, pero mantienen una esencia que los caracteriza.

–¿Por qué los últimos Mundiales fueron dominados por los seleccionados de Europa?

–Es posible que el fútbol europeo haya crecido más de prisa y de modo sostenido. Europa logró hacerse con las mejores ligas y no cabe duda que eso al final hace que el futbolista europeo y por tanto sus selecciones mejoren. Tal vez antes en la forma de competir el futbolista sudamericano podía estar por encima pero eso ya no es así. En muchos países de Europa se trabaja muy bien la base desde hace muchos años y eso está dando sus frutos.

–El fútbol de hace 20 años, ¿era muy distinto al actual?

–La aparición de los campos de hierba artificial puede ser parte de la explicación a los cambios que se dieron en el juego. A mí me tocó llegar arriba después de haber jugado mucho en canchas de tierra, arena, barro, muy diferente a las posibilidades que existe ahora. Antes había muchos desplazamientos en largo y centros al área, algo que ya por lo general no se busca.

Al poco tiempo de irrumpir en la escena del fútbol español, Guerrero se convirtió en una de las figuras de la Liga. En su primera temporada actuó en 37 partidos y marcó diez goles, y a la siguiente los festejos ya fueron 18. Conforme su talento deslumbraba y cosechaba elogios, los clubes más poderosos comenzaron a fijase en él, tanto que el Real Madrid fue a buscarlo con la disposición de que el propio futbolista pusiese los números de un eventual contrato. Pero la pertenencia pudo más y nunca quiso irse del Athletic. Tal es su ligazón con el club que su nombre se barajó para las elecciones presidenciales del año próximo, candidatura que debió ceder por su cargo al frente de los juveniles españoles.

–¿Qué significó no haber cambiado nunca de camiseta?

–El Athletic es un club especial, único en el mundo. Se nace con esa camiseta puesta, yo llegué con 8 años y pasé por todas las categorías hasta debutar a los 18 con la ilusión de permanecer ahí para hacer algo importante: es un reto bonito para los que hemos nacido allí. Fue algo que siempre lo tuve claro y me ayudó mucho tanto cariño de la gente. El Athletic siempre fue algo muy especial para mí, y lo sigue siendo.

–¿Cómo fue aquel paso de Marcelo Bielsa por allí?

–Dejó una huella, sobre todo en el primer año, que fue impresionante al llegar a la final de la Europa League y de la Copa del Rey. Logró plasmar un fútbol alegre y atrevido, siempre iba por el rival sin importar quién fuese. Pero también fue un fútbol de mucho desgaste y posiblemente en el segundo año se pagó un poco. Pero a la gente le quedó mucho aprecio por él. No cabe duda que resultó un ciclo exitoso y en especial cuando se puede ver claramente lo que le cuesta al Athletic el último tiempo llegar a finales. La ilusión que hubo en Bilbao marcó mucho a los aficionados y a las nuevas generaciones, para que los más chicos quieran seguir poniéndose esa camiseta.

El rosarino no es el único entrenador argentino al que destaca, también pone en alta consideración a Diego Simeone, ese con el que tuvo un histórico cruce escrito con sangre que todavía le recuerdan al Cholo cuando pasa por Bilbao. “Prefiero no hablar de ese personaje. Fue intencionado, si no hubiese sido imposible hacerme el agujero que me hizo. Bajó el pie con fuerza a propósito”, se quejaba entonces el emblemático jugador vasco. Al tirarse a barrer por detrás, recibió un pisotón del número 14 del Atlético de Madrid que le provocó un corte y sutura de tres puntos cuando un tapón se enterró en su muslo derecho. Pero más de dos décadas después, los recelos quedan de lado: “Es algo totalmente olvidado, aunque desagradable, son lances del juego y prefiero recordar las cosas bonitas”.

Para Guerrero, la gestión de Simeone como técnico es de una influencia de proporciones. “Logró hacer de un equipo irregular, que tenía un año bueno y otro malo, otro que ahora puede pelear por todo”, asegura. Y reconoce “un carácter muy competitivo y muy ganador que le ha contagiado al club”. “Para mí, a pesar del poderío del Real Madrid y el Barcelona, el Atlético de Madrid les puede pelear perfectamente; y ese es el mayor éxito de Simeone, haber logrado que el club pueda aspirar a cualquier título y que nadie quiere enfrentarlo”, completa.

Con una pegada prodigiosa, indistintamente de que fuese con la pierna derecha o la izquierda, está dentro del grupo de menos de 80 futbolistas que logró superar los 100 goles en la primera división de España. El Real Madrid, desde la insistencia de Jorge Valdano, estuvo dispuesto a pagar su clausula de recisión en 1995 y también lo buscó el Barcelona. Desde Italia, el poderoso Milán también intentó tentarlo. Pero Guerrero no quiso dejar nunca el Athletic, ni aun cuando aparecía relegado (entre septiembre de 2002 y enero de 2006 solo jugó un partido como titular en la Liga), y el club reconoció esa fidelidad con un contrato de diez años como futbolista que se extendía de por vida cuando se retirase, un acuerdo que luego cedió en su alejamiento del club. Entre los contratos que pudo haber firmado y la pensión que luego desestimó pudo haber embolsado varias decenas de millones de dólares. Está claro que el dinero no fue lo que alimentó su carrera deportiva y que su fidelidad al club de Bilbao fue inquebrantable.

Formó parte de una generación intermedia en la selección española, la que hizo de puente entre La Furia y la multicampeona que entre 2008 y 2012 ganó dos Eurocopas y un Mundial. Guerrero tiene distinta consideración de cada uno de esos tres títulos conseguidos en la última década: “Lo más difícil fue lo de 2008 porque fue el logro que abrió el camino. Con un gran estilo, Luis Aragonés convenció a los futbolistas de que se podía ganar, cuando España llevaba tiempo sin poder pasar de los cuartos de final y sólo tenía en el recuerdo el título europeo de 1964. Después de eso llegó la gran liberación del equipo; entonces ganó el Mundial, que fue lo máximo, y volvió a quedarse con el europeo con una suficiencia extraordinaria, tal vez en su máxima expresión”. Y continuó: “España tuvo cuatro años impresionantes; es una racha difícil de repetir. Ahora España va a un torneo sabiendo que puede ganarlo, todos así lo piensan; parte como favorito porque tiene grandes jugadores y esa confianza que le dieron los títulos”, reflexiona.

–¿Qué es Lionel Messi?

–Pues, magia. Siempre se espera algo distinto de él, porque se disfruta de sus goles, de sus pases, de sus asistencias. Su imaginación es inagotable. Después de lo que le sucedió en el Mundial con Argentina, que no estuvo a la altura de lo que se esperaba, ha iniciado la Liga fantásticamente, lo que demuestra que en el Barça hay Messi para rato.