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martes, 17 de mayo de 2011

'La Catedral' premia el talento rival

Jugadores como Xavi, Laudrup y Zidane han recibido el aplauso de la afición rojiblanca por su categoría

Articulo publicado en el diario El Correo por IGOR BARCIA el 13 de mayo de 2011

Casi un siglo de vida da para mucho. Grandes triunfos, momentos épicos, partidos que forman parte de la centenaria historia del Athletic... Desde que se construyó San Mamés, en 1913, 'La Catedral' y la afición rojiblanca han ido de la mano hasta hoy, creando en cada partido una aureola y un clima especiales que han sido reconocidos por buena parte de los clubes que pisan el recinto bilbaíno para afrontar sus encuentros. Cuando se habla de la afición de San Mamés, hay dos dichos que sobresalen. «Es la mejor afición del mundo» y «es una afición diferente». Pero, ¿son frases tópicas o tienen una base sólida? Lo cierto es que, analizando lo que dicen muchos de los rivales que han jugado en San Mamés, todo apunta a lo segundo.

Porque si por algo se han destacado los seguidores de 'La Catedral' con el paso de los años es por su saber estar y por el respeto al rival. Una cosa es apoyar a muerte a sus jugadores, y otra es aceptar con deportividad que el contrincante ha sido mejor, o que un futbolista ha sobresalido por encima de todos y se merece una ovación por su actuación. Pues eso es lo que ha sucedido históricamente en San Mamés, y por eso se ha convertido en un campo respetado y admirado por la mayoría de los que tienen la oportunidad de jugar en él. En este reportaje, la voz la tienen aquellos para los que 'La Catedral' no es la visita a un estadio de fútbol cualquiera, sino a un recinto cargado de historia y batallas épicas.

La afición del Athletic Club, la mejor afición del mundo
Respeto culé

Que el entrenador del considerado mejor equipo del mundo, que ha visto ganar al Barcelona en los recintos más reconocidos del planeta, se deshaga en elogios hacia San Mamés tras jugar los octavos de final de Copa esta temporada, es significativo. Sucedió que Pep Guardiola, tras empatar el pasado mes de enero a uno con el Athletic y certificar la clasificación para cuartos de final, liberó tensiones y sentimientos en la rueda de prensa. Y fue muy claro: «Ha sido un honor vivir San Mamés en su máxima expresión. La afición del Athletic tiene que estar muy orgullosa de sus jugadores y ellos de su afición. En este campo no ves el momento en que se acabe el partido», admitió el técnico culé.

Lo cierto es que, dada la centenaria historia del Athletic, los duelos ante sus grandes rivales -Real Madrid y Barcelona- han dejado escritas páginas brillantes con el paso de los años. Pero es precisamente en estas últimas campañas, con el club azulgrana arrasando en prácticamente todas las competiciones, cuando el sentimiento de respeto mutuo se ha expresado con mayor claridad. Por ejemplo, hay que recordar que en la misma eliminatoria, Xavi Hernández salió ovacionado por el público de San Mamés. Después, el centrocampista catalán respondió a esos aplausos con su agradecimiento público. «Allí siempre me han tratado muy bien. No es la primera vez que me llevo una ovación en 'La Catedral' y se me puso la piel de gallina. Estoy muy agradecido a la gente de San Mamés por ello», dijo Xavi, mientras Gerard Piqué declaró que «ha sido un placer jugar en 'La Catedral'. Qué gran estadio y qué gran afición».

Desde luego, Xavi es un futbolista que causa admiración entre la afición del Athletic, a la que le gusta este tipo de jugador tan talentoso como humilde. Su gesto tras ganar la final de Copa en Valencia al Athletic le permitió hacerse un hueco en el corazón de los seguidores rojiblancos, puesto que dio la vuelta de honor a Mestalla luciendo una bandera del club bilbaíno. Todo un detalle.

Pero Xavi no ha sido el único jugador rival ovacionado en San Mamés. Sin remontarnos en la historia a grandes como Di Stéfano y Cruyff, y centrándonos en las últimas décadas, quién no recuerda como Michael Laudrup o Zinedine Zidane, ambos en el Real Madrid, se llevaron los aplausos de los seguidores del Athletic después de cuajar actuaciones para el recuerdo. Eusebio, Villa, Messi... son nombres que se suman a esta lista de admirados. Como dice Luis Enrique, ex del Sporting, Real Madrid y Barça, «jugar en San Mamés, con una afición como la del Athletic, es un gustazo para cualquier futbolista».

Y no sólo ellos hablan así. Entrenadores como Preciado o Míchel se han deshecho en elogios en recientes entrevistas a este periódico. El exfutbolista del Real Madrid lo resumió con claridad. «Me llama la atención que la gente hable del himno del Liverpool en Anfield. Yo les respondo que si no han ido a San Mamés a escuchar el del Athletic. Cuando van a salir y todo el mundo canta. Es algo incomparable ponerte en el túnel y escucharlo. Por eso se ganan la solera los campos». Y las aficiones. Como la de San Mamés.

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Nota del administrador del blog:

El público de 'La Catedral' sabe premiar como nadie al jugador rival que se lo merece, sea del equipo que sea. Ahora bien, como alguien intente jugarsela pasará a formar parte de la 'lista negra' por los siglos de los siglos.

El caso más reciente lo tenemos en la quinta jornada de la liga 2010-2011.
En San Mamés todo un clásico: Athletic Club - F.C. Barcelona.
Corría el minuto 34 de la primera mitad cuando el central del Athletic Amorebieta cometio una entrada fuerte disputando el balón a Iniesta. Lo normal habría sido falta y tarjeta amarilla, pues no, el resultado fue bien distinto ya que debido a una teatralización excesiva por parte del jugador culé hizo que el colegiado Mateu Lahoz mandase a Amorebieta a la ducha antes de tiempo.
El resultado de este engaño fue una bronca monumental cada vez que Iniesta tocaba el balón. Bronca que se multiplicó cuando fue sustituido en el minuto 82.

Y todavía el día siguiente en las crónicas de determinada prensa deportiva y en alguna tertulia futbolera tuvimos que aguantar que San Mamés abroncó a Iniesta por ser el autor del gol que hizo campeona del mundo a España en el Mundial de Sudáfrica, manda 'cullons'.

lunes, 16 de mayo de 2011

38 veces Zarra

Un recuerdo a la campaña 1950-1951, en la que el legendario delantero del Athletic estableció el récord de goles que quiere batir Cristiano Ronaldo

Articulo publicado en el diario El Correo el 15 de mayo de 2011 por JON AGIRIANO

Nunca está de más recordar la figura de Telmo Zarra, ni siquiera cuando la disculpa para hacerlo es la de que peligra su récord histórico de 38 goles en una temporada. Sesenta años después de aquel registro sideral, Cristiano Ronaldo está en disposición de superarlo y teniendo en cuenta la feroz conjura en la que se ha embarcado todo el madridismo para que el astro luso se luzca y ocupe portadas con las que distraer la atención de los éxitos del eterno rival -por cierto, quién ha visto y quién ve al Real Madrid, obligado ahora a sublimar no ya la Copa del Rey sino incluso el trofeo Pichichi-, parece casi imposible que no lo consiga.

Telmo Zarraonandia, el maximo goleador liguero de la historia
Ahora bien, que Cristiano Ronaldo vaya a establecer un nuevo récord no significa que vaya a superar los méritos de Zarra. Y ello lo decimos por dos razones. La primera es que el legendario ariete rojiblanco alcanzó los 38 goles en tan sólo 30 partidos, con un porcentaje brutal de 1,26 tantos por partido. El de Funchal, por su parte, lleva 36 (según la Federación y la Liga) o 37 (según el diario 'Marca', que es el organizador del trofeo Pichichi y le adjudica un gol de falta en Anoeta cuya trayectoria Pepe desvió por completo), en los 31 encuentros que ha disputado. De modo que para superar el porcentaje de Zarra en las dos últimas jornadas, ante Villarreal y Almería, estaría obligado a llegar a 42 goles. Vamos, que le faltarían 5 o 6, según se quiera hacer el cálculo. Lo tiene difícil, aunque no imposible. La segunda razón para situar los méritos de ambos futbolistas en su justo término es que Cristiano forma parte de uno de los mejores equipos del mundo y el Athletic de Telmo Zarra en la temporada 1950-51, pese a contar con una delantera legendaria, no pudo pasar del séptimo puesto en la Liga.

Los 38 goles del hijo del jefe de la estación de Asua, tan sólo igualados, muchos años después, por otro depredador del área como Hugo Sánchez, merecen echar la vista atrás y recordar aquella temporada, a la que se llegó con el pálpito, todavía reciente, del Mundial de Brasil. Cuatro rojiblancos estuvieron presentes en aquel campeonato que terminó con el histórico Maracanazo: Zarra, Gainza, Panizo y Nando. Para el goleador del Athletic, el Mundial supuso su consagración absoluta. Su gol de la victoria ante Inglaterra le acabó de convertir en la gran figura del fútbol español, en todo un icono. Telmo vivía su plenitud como futbolista. Tenía 29 años y estaba en la cima. En la campaña anterior, de hecho, ya había dejado unos registros espectaculares: 23 goles en 26 partidos de Liga y 13 en 7 de Copa. Un dato: 4 de esos 13 los marcó en la final ante el Valladolid.

El primer partido de aquella campaña 1950-51 enfrentó en San Mamés a los campeones de Liga y Copa, Atlético y Athletic. Los bilbaínos ganaron con una facilidad insospechada (4-0) y, curiosamente, Zarra no marcó ningún gol. Tampoco los necesitó el equipo porque los 'colchoneros' tuvieron un día negro y se marcaron dos goles en propia puerta. El partido se recordó durante años por una lamentable acción del centrocampista madrileño Juncosa, que cuando se disponía a sacar un córner escuchó alguna inconveniencia y decidió chutar contra el público, lo que le valió la expulsión y una bronca soberana.

El comienzo de la racha

La racha goleadora del '9' rojiblanco comenzó a la semana siguiente, en Murcia, donde logró un 'hat trick' en la sorprendente goleada (3-6) al equipo pimentonero. Y decimos sorprendente porque aquel Athletic no era precisamente un dechado de virtudes fuera de casa. Más bien al contrario. A domicilio, no se esmeraba demasiado. Aquella temporada, de hecho, perdió 11 partidos lejos de San Mamés. En Bilbao se discutía mucho sobre esa doble personalidad del Athletic, imparable en su estadio y casi una perita en dulce como visitante. Ocurría que el grupo de Josetxo Iraragorri no era lo que se dice un ejemplo de equilibrio. La calidad del quinteto delantero estaba a años luz de la del bloque defensivo, como lo demuestra el hecho de que fueran el equipo más goleador (88 a favor) y uno de los más goleados (56 en contra). Pero el gran problema estaba en la mentalidad. Fuera, lejos de las miradas de su hinchada -sólo algunos aficionados escuchaban los partidos por la radio-, en campos generalmente secos y a menudo tras viajes interminables, las estrellas rojiblancas no terminaban de dar el callo.

Se podría decir que se reservaban para 'La Catedral', escenario aquel año de algunas goleadas históricas, un 9-4 al Celta, un 10-0 al Lérida, un 7-1 a la Real... No hace falta decir que Telmo Zarra contribuyó mucho a ellas. Ante el Celta 'sólo' marcó dos goles, pero ante el Lérida, un modesto que, junto al Alcoyano, se había aprovechado ese año de la ampliación de la Liga a 16 equipos para ascender, se salió haciendo media docena, de todas las posturas y colores. Y eso que aquel día no tuvo en la banda izquierda a su mejor asistente, 'Piru' Gainza, sino al joven José Mari Lasquivar. El vistazo a las crónicas del partido no puede ser más revelador del nivel de exigencia que existía entonces en el Athletic, al fin y al cabo el primer equipo de España por palmarés en aquella época. La prodigiosa exhibición de Zarra, por ejemplo, no mereció ningún titular, apenas un adjetivo -«codicioso»-, aplicado a un jugador que había hecho del gol una rutina. Y eso que la implantación de la 'WM' hacía cada más difícil el juego de los delanteros. Por otro lado, a la tremenda goleada no le faltó una pequeña reconvención en el subtítulo que acompañaba a la crónica de este periódico: «La calidad del juego no estuvo a la altura del tanteador».

«Esas fieras»

El gran salto hacia el récord de 38 goles lo dio el Pichichi rojiblanco ante la Real Sociedad en San Mamés marcando cinco a Ignacio Eizaguirre, que no dudó en calificar como «esas fieras» a Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza. El derbi no tuvo color. La estrategia defensiva de Benito Díaz saltó pronto por los aires y la lesión de Ontoria permitió que el Athletic arrasara. Al técnico donostiarra la goleada le provocó un mosqueo que derivó en un ataque de laconismo perogrullesco.

- «¿Demasiados goles?», le preguntó un periodista.

- «Demasiados en contra, demasiados pocos a favor», contestó con sequedad.

Era la jornada 23 y Zarra sumaba ya 30 goles. En los siete últimos partidos haría el resto y sin ninguna presión. Zarra nunca pensó en el récord. En el 8-1 que el Athletic hizo al Alcoyano, por ejemplo, sólo marcó un tanto. No hubo, en fin, ninguna conjura para que el caballero del gol pusiera el récord lo más alto posible. Todo se hizo con naturalidad; la que tenía haciendo goles Telmo Zarraonandia Montoya.

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Nota del administrador del blog:

Disputada la jornada 37ª de Liga el jugador del R. Madrid Cristiano Ronaldo ha superado el record de goles tras marcar dos tantos al Villarreal.
A falta de una jornada para finalizar la Liga el nuevo record se establece en 39 goles.
Los medios de comunicación madridistas ya tienen lo que ansiaban durante tanto tiempo.
En esta ocasión no miran el número de partidos disputados por uno y por otro, porque realmente no les interesa que el hijo del jefe de estación de Asua pueda encabezar una clasificación solo reservada a los galacticos fichajes de la mal llamada mejor Liga del mundo.

EL REY HA MUERTO, VIVA EL REY!!!

Resumen Jor. 37: Athletic Club - Málaga