(Artículo publicado por Jon Uriarte en el diario El Correo el 07/09/13)
Hay gente para quien 100 años no es nada. Valen más unos puntos de 'share' y un subidón en el 'rating'
"Yo estuve allí". Esa será la frase que muchos dirán cuando se hable de la inauguración de San Mamés. Del nuevo, que en el fondo, al menos un cachito, es el de siempre. Porque habrán vivido lo que vivieron sus antepasados hace un siglo. Y eso es algo que cualquiera valoraría. Pero hay gente para quien 100 años no es nada. Valen más unos puntos de 'share' y un subidón en el 'rating'. Por eso, muchos, al ser preguntados por ese día, que ya nunca volverá, dirán "yo no estuve allí". Y lo soltarán con la rabia que provoca sufrir tamaña falta de sensibilidad. Llegados a este punto he de advertir dos cosas. Hace tiempo que dejé de creer en el ratoncito Pérez y sí, soy uno de los afectados, que no podrá acudir. Lo digo para que quede claro. Pero aún así, más allá de la subjetividad, hay datos y una experiencia en los medios, incluida la televisión, que me permiten asegurar algunas cosas sin ruborizarme. Por eso, desde ahora, pido a San Mamés que les perdone. Me refiero a los que han decidido que el primer partido en la historia de nuestro nuevo campo tenga lugar un lunes de septiembre a las diez de la noche.
Perdónales San Mamés, porque no entienden que estás siendo construido sobre los restos de ti mismo. Buscando que el tiempo, el Athletic y la afición vuelvan a convertirte en leyenda. Por eso, en vez de retransmitir otro encuentro, te han elegido. No son tontos. Salvo Real Madrid y Barcelona, somos de los equipos que generan más interés y audiencia. Pero tampoco a estas alturas de la temporada un Athletic-Celta va a provocar que la gente se quede clavada ante la tele. Argumentan que como no estamos en Champions ni en Europa League, nos toca jugar el lunes. De hecho, nos vamos a chupar tres lunes de fútbol nocturno en un mes. Nada que decir del resto. Pero el primero... Ruego a los prácticos que lo razonan todo, que eviten recordarnos que esto es un negocio, que la tele tiene derecho a hacerlo y que para eso pagan. Sepan estos videntes de lo evidente que le hacen eso al Madrid o al Barca y tienen que emigrar a otro país.
Perdónales San Mamés, porque no entienden que nos indigne la decisión. ¡Pero si vamos a dar el partido porque es un gran acontecimiento! Traducido: que debemos estar agradecidos ante tal deferencia, trato y gesto. Perfecto. Entonces no entiendo el poco hueco que ocupó en televisión el adiós al viejo San Mamés. Y en Cuatro, Telecinco y TVE ni tan mal. Porque lo de Antena 3 es para hacérselo mirar. Ni un segundo. Nada. Manu Sánchez prefería dedicar los minutos a hablar de si Mourinho tenía tos. Lo de Iribar y los capitanes saltando al campo, la gente emocionada y el arco entre fuegos artificiales le importó lo mismo que un partido de petanca en un hogar de jubilados. Y no es la primera vez que esta cadena nos obvia. Qué diría si viviera el padre de Matías Prats, al ver que ese equipo, que no era el suyo pero sí de su amigo Zarra, es ninguneado de esa manera. Porque no pedimos imposibles. Ni siquiera más eco. El justo y necesario para un hecho como que se cierre el único campo en el que se han jugado todas las temporadas de la Liga Española. Esa que llaman 'de las estrellas' y con razón. Porque solo hay un puñado. Y están en dos equipos. El resto somos asteroides. De hecho, no tenemos ni nombre. Me gustaría conocer a la brillante mente culpable de que se anunciara este partido en Cuatro como 'Bilbao-Celta'. Por abrazarle, más que nada.
Perdónales San Mamés a los de la LFP, por ceder ante los deseos de la tele. Porque de haber puesto el partido el sábado o el domingo, hubiese sido una fiesta. Con oportunidad para que las peñas puedan desplazarse, los socios que viven fuera acercarse y, sobre todo, los niños y niñas asistir en un horario más humano. No olvidemos que son los futuros clientes de este negocio que llaman fútbol. Pero explica tú eso a los cortoplacistas directivos de la Liga y de la tele. Hasta el viernes hubiese sido mejor opción. Menos 'rating', pero tampoco muy diferente.
Y sobre todo, perdónanos San Mamés. La culpa es nuestra. No es que hayamos vendido el alma al diablo. Eso puede tener hasta su gracia. Lo peor es que no era nuestra. Sino de las generaciones que vendrán. Nos pagaron cifras indecentes y ahora toca quitarse la ropa y poner la cama. Aunque esté sin terminar y falte un lado. Ya se que eso no te importa. Tú lo aguantas todo. Sabes que somos imperfectos. Por eso no te enfadaste cuando te giramos 180 grados. Ni cuando te derribamos. Ni cuando renaces ahora y te falta un pedazo. Porque sabes que es el precio de la modernidad. Pero que tu bautizo sea en lunes y entre tinieblas es como para negarnos la entrada a todos. No lo merecemos. Hemos colaborado en la transformación de un deporte que daba espectáculo, en un espectáculo que utiliza el deporte. Ya todo vale. Ahora es el fútbol. Espera que sigan con el resto. Este año la Nochevieja pasa del 31 martes al 30 lunes. Así perfecto. Partido de fútbol y luego uvas y campanadas. Pedazo de audiencia. Por cierto, me encanta el fútbol. Pero yo los lunes, a las 11 como muy tarde, apago la tele y me voy a la cama.Si es que te quitan hasta la afición. Por eso, perdónales San Mamés, porque yo no les voy a perdonar jamás.