ETB-2 emite hoy 'Un siglo y 90 minutos', un documental que repasa la historia centenaria del viejo San Mamés en el momento en el que las nuevas instalaciones cogen el relevo. El periodista Unai Larrea ha dirigido este trabajo audiovisual que ha sido producido por Baleuko
Unai Larrea, sobre lo que queda de 'La Catedral' y con el nuevo San Mames de telón de fondo. (Pablo Viñas)
Un siglo y 90 minutos habla de historia, de mitos del fútbol, de reencuentros entre jugadores del Athletic y de otros equipos que han pasado por La Catedral. Todos los que han participado en este documental, que el domingo podrán adquirir los lectores de DEIA, han puesto el alma en los encuentros y entrevistas que refleja este trabajo.
Lo que vamos a ver como documental era un proyecto editorial.
La idea original era un libro de reencuentros, sobre todo de leyendas del Athletic y leyendas de otros clubs; pero, casualidades de la vida, el Athletic tenía otro proyecto editorial comprometido anteriormente y reformulamos el proyecto. Entendíamos que la idea era buena y nos parecía una pena que no se hiciera como despedida a San Mamés. La historia del campo la han escrito los jugadores del Athletic pero también los de fuera…
¿Fue fácil cambiar el chip?
Un día di con Edu Barinaga, cabeza visible de la productora Baleuko, y entre los dos fuimos capaces de montar un trabajo audiovisual que ha superado a los reencuentros, que son el corazón del documental, pero hay entrevistas, imágenes de archivo y un punto de ficción y drama. Hay mucho cariño por nuestra parte y mucha emoción por parte de todos los que han participado.
¿Cuántas personas han participado en el documental?
62 personas y solo hay una persona de todas ellas que no habla: Celia, la nieta de Rafa Iriondo. Es la estrella, porque ella lo empieza y ella lo acaba. Esos son los actores principales, pero secundarios hay miles y miles; todos los que aparecen en las gradas. Entendemos que la leyenda en San Mames la han forjado los jugadores y mucha más gente. Todo el que haya pisado una vez San Mamés ha forjado esta leyenda. Tenemos imágenes de San Mamés en 1913 y hasta el último partido.
¿Quiénes han participado en las entrevistas?
Hemos abierto las entrevistas a ese público del que hablábamos antes: socios, aficionados, anónimos, periodistas, fotógrafos, escritores, políticos…
¿El espíritu de 'La Catedral' estará en el nuevo San Mames?
Todos queremos pensar eso, pero no acabamos de creérnoslo. Va a ser un proceso que nos va a costar. Ojalá dentro de dos o tres años podamos decir que ese espíritu lo hemos trasladado al nuevo campo.
La ubicación es la misma.
Eso es importante. El ritual de ir a San Mamés se va a respetar; el que venga de Deusto, vendrá por el puente Euskalduna, la aproximación de Pozas, los que vengan de otros municipios... todos mantendrán el ritual y eso me parece bien. Los bares en los que apuras la última cerveza antes del partido o en los que celebras el final siguen estando al lado.
El lunes, ¿será un día intenso?
Un día muy extraño para todos nosotros. Lo dice Iribar en el documental: "Tenemos un reto muy grande, trasladar toda la leyenda del viejo San Mamés al nuevo". Va a ser difícil y se hará en noches bonitas y en noches tristes.
El viejo San Mamés se despidió envuelto en lágrimas.
La despedida fue durísima. Fue triste la despedida de la Copa, de la Europa League, fue triste el último partido de liga jugado en San Mamés, que se perdió...
Algunas derrotas saben a gloria...
Las grandes derrotas forjan grandes leyendas. El partido más recordado por muchas generaciones de aficionados es la final del 77 contra la Juventus de Turín, se ganó el partido pero se perdió la final. Se tiene como uno de los hitos en la historia de San Mamés, para muchos es el partido más especial.
¿Se acuerda de la primera vez que pisó San Mamés?
Creo que fue en el 79 y tengo dudas de si fue un partido contra el Espanyol o contra el Valencia. Me sorprendió la pendiente de escaleras a la tribuna principal y, sobre todo, cuando ves por la bocana las luces de la tribuna Este y el verde tan especial del campo.
Ha tenido usted la suerte o el privilegio de seguir al Athletic en su vida profesional en DEIA.
Como aficionado o socio lo he seguido muchos años. Como profesional solo uno, el año 2006-2007, en el que el Athletic se salvó en la última jornada contra el Levante en un partido dramático; lo cuenta mejor que nadie Ana Urquijo, presidenta del club en aquellos momentos. Dice que todavía sufre pesadillas cada vez que oye el nombre de Molina, el portero del Levante. El Athletic necesitaba ganar como fuese. Recuerdo la sensación que teníamos al llegar al descanso con un 0-0 y la amenaza del descenso sobre nosotros.
Menudo papelón.
Ana Urquijo dice que estaba temblando, por primera vez una mujer presidenta y que bajara el equipo a segunda... Ese sambenito no se lo iba quitar ella ni sus descendientes.