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lunes, 23 de septiembre de 2013

El lunes fue 1913

Artículo publicado por Jon Uriarte en la sección de El Correo 'El Piscolabis' el 21/09/2013

A principios de semana quedaba inaugurado, de manera oficiosa, el nuevo campo de San Mamés. Sucedió en Bilbao el 16 de septiembre de 1913. ¿O era 2013?


El lunes de la semana corriente fue presentado, ante público y autoridades, el flamante campo de 'football' del Athletic Club. Siendo una entidad de Bilbao se decidió, por unanimidad, hacerlo con un tercio del campo sin finalizar, para no avasallar ni humillar a los rivales. No faltó a la cita el tradicional sirimiri para disfrute de los presentes, que se entretuvieron esquivando las simpáticas goteras, mientras presentaban sus respetos a sus nuevos vecinos. Minutos antes del inicio del encuentro el Presidente, Don Josu Urrutia Tellería, daba inicio a una sencilla, a la par que emotiva, ceremonia inaugural.


Dos dantzaris bailan el aurresku de honor en el estreno del nuevo San Mamés./ Borja Agudo

Tras el aurresku de honor, magistralmente realizado por una simpática pareja de dantzaris al son de instrumentos autóctonos, se llevó a cabo la tradicional ofrenda al mítico jugador Pichichi. Don Rafael Moreno Aranzadi, pese a ser busto, tuvo a bien bajar al césped. En esta ocasión, por ser el primer 'match', el ramo fue entregado por el club anfitrión, bajo los flashes de las inquietas cámaras de los periodistas gráficos. Los fastos se cerraron tras la sentida izada de la bandera por parte de los capitanes de las diferentes categorías del club.

Las escuadras saltaron juntas al terreno de juego, que mostraba un césped en perfecto estado, pese a la insistente lluvia. Por el equipo anfitrión, una alineación para la historia. Iago Herrerín, Iraola, Aymeric, San José, Gurpegui, Morán, Beñat, Ander Herrera, Muniain, Susaeta y Aduriz. Finalmente no saltó Iribar, para disgusto de la afición. Y por parte del Celta, Yoel, Hugo Mallo, David Costas, Toni, Oubiña, Álex López, Rafinha, Augusto, Charles y Nolito. Su entrenador Luis Enrique optó por portar el traje de su boda, dada la importancia de la cita.

Fue entonces cuando sonó, por primera vez, el himno rojiblanco entre sus paredes. Gracias a la ausencia de la tribuna Este pudo ser escuchado por aquellos rojiblancos que se hallan en la diáspora, pues llegó hasta Argentina y más allá. Momento emotivo, que provocó lágrimas entre algunos de los presentes. No así al impertérrito colegiado del encuentro, Don Jesús Gil Manzano, del excelentísimo colegio extremeño, que lanzó como manda la normativa una justiciera moneda al aire.

Los visitantes eligieron portería ya que, sabiendo de la vehemencia parroquial, preferían defender la segunda parte en la zona carente de público. Comprensible teniendo en cuenta la garra con la que arrancó el encuentro. El veterano Iraola golpeó con la derecha, contagiado por el ambiente. Pero fue el conjunto gallego quien marcó primero. En un gesto, que da fe de la caballerosidad bilbaína, el Athletic permitió al Celta anotar el primer gol en el nuevo San Mamés.

Los gallegos, abrumados ante el detalle de Morán, cedieron tal honor al ariete Charles Días de Oliveira. Al parecer todo se debe a que nació en Bélem y, aunque esté en Brasil, suena a nacimiento, sea de un mesías o de un campo. Dado el ambiente navideño, pese a ser primeros de septiembre, fue San José quien marcó el empate. Poco después el árbitro pitaba el final de los primeros 45 minutos y ambos conjuntos se retiraban para dejar a la afición degustar las viandas, conocer el ambigú y curiosear los nuevos aseos.

El público, que desconocía la intención del Athletic de seguir dando ventaja al rival, vivió momentos de perplejidad en la segunda parte cuando el joven guardameta bilbaino, Iago Herrerin Buisán, cometió penalti. El Celta, abrumado ante tamaña generosidad, optó por enviarla fuera, para que el fair play fuera mutuo y de paso, comprobar la firmeza de la lona situada tras la portería. Todo un detalle que mantenía en el marcador el mismo resultado que en la primera inauguración, cien años atrás.

Pero el pizpireto Muniain que desconocía la efeméride, cedió el balón de tacón a su compañero Iraola que marcaba un espléndido gol y adelantaba a los de casa. Una ventaja que aumentaría tras jugada individual de Beñat que, orgulloso de su paso por la ciudad hispalense, mostró un dominio admirable del baile ante la defensa contraria y mandó el cuero a la red. Animado, el portero rojiblanco salía minutos después por soleares y dejaba la contienda en un digno tres a dos. Una situación que provocó el desaforado entusiasmo del colegiado, hasta el punto de alargar el encuentro más allá de lo aceptable.

Faltaban seis minutos para recibir al martes cuando el silbato ponía fin a la inquietud general, no tanto por miedo al empate como por llegar tarde a casa. Y de esta gloriosa manera quedaba inaugurado, de manera oficiosa y a la espera del cierre total, el nuevo campo de San Mamés. Sucedió en Bilbao el 16 de septiembre de 1913. ¿O era 2013? De cualquier manera, parece que fue ayer.