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jueves, 4 de abril de 2013

El día que el San Lorenzo cautivó San Mamés

Artículo publicado por Pedro Ontoso en el diario El Correo el 19/03/13

El equipo del Papa jugó la víspera de Reyes de 1947 contra el Athletic en una gira triunfal por Europa


El pasado 13 de marzo el San Lorenzo de Almagro ganó al potentísimo Milán. Los argentinos doblegaron a los italianos. El equipo del cardenal Bergoglio se impuso al club del poderoso Angelo Scola, el gran derrotado en el cónclave en el que el arzobispo de Buenos Aires salió como Francisco, el primer Papa latinoamericano y jesuita. Fue casi como un ciclón, como el apodo que acompaña a este conjunto fundado el 1 de abril de 1908 por el salesiano Lorenzo Massa, empeñado en sacar a los pibes de la calle y proporcionarles una meta y una misión. Conocidos también como los 'cuervos' -por las sotanas negras de los curas- y los 'santos', recalaron en Bilbao hace ahora 66 años. Bergoglio, hijo de una ama de casa y un ferroviario, todavía no había cambiado de agujas y aspiraba a ser maestro industrial. Tenía 11 años y las escuadras de Don Bosco, en un ambiente educativo copado por las órdenes religiosas, eran un espejo en el que mirarse.

El San Lorenzo acababa de ganar la Liga en Argentina, nada menos que superando a los dos grandes, el River Plate y el Boca Juniors, por lo que inició una gira triunfal que le llevó por varios países. Se lo rifaban en los estadios. En España debutaron el 23 de diciembre de 1946 en un duelo contra el Atlético de Aviación, que luego se convertiría en el Atlético de Madrid. Tras la guerra, en una época de autarquía franquista, el fútbol, más que la religión, era un opio del pueblo. Un escape. El 25 de diciembre jugó contra el Real Madrid y el 1 de enero, ya en 1947, lo hizo contra el Barcelona. Antes de viajar a Oporto y a Lisboa, y jugar en ciudades como Valencia, La Coruña y Sevilla, el San Lorenzo se midió al Athletic. Era la víspera de Reyes, el domingo 5 de enero 1947.

El Correo Español-El Pueblo Vasco dio cuenta del partido en su primera página, el martes 7, puesto que entonces los periódicos no salían los lunes. La noticia competía en portada con el mensaje del presidente Truman al nuevo Congreso de EEUU, en el que ya defendía el liderazgo de su país en el campo de la energía atómica. Había guerra en Vietnam y elecciones en Bolivia. Canarias recibía emocionada los restos de Manuel de Falla.

La única noticia local que se había ganado un hueco en la 'primera' fue el partido entre el Athletic y el San Lorenzo. Era un titular a secas, sin emoción, aunque se apoyaba en tres fotografias del encuentro que firmaba Claudio. Había que leer el texto del pie para saber que se trataba de todo un acontecimiento deportivo y que había acabado en empate (3-3). San Mamés se había quedado pequeño para acoger a tantos espectadores. De hecho, la presencia de los argentinos continuó otros cuatro días en las páginas del periódico.

En el interior, la crónica calificaba de "memorable" el partido. La firmaba J. De la Maza. Por el San Lorenzo jugaron: Blazina, Cresti, Basso, Zubieta, Grecco, Colombo, De la Mata, Silva, Farro, Pontoni y Martino. Estos tres últimos conformaban el 'terceto de oro', según la acuñación de la revista 'El Grafico', muy seguida por los amantes del fútbol en Euskadi. Mientras, el Athletic alineó a Lezama, Fernández, Oceja, Celaya, Bertol, Nando, Iriondo, Panizo, Zarra, Iraragorri (que también jugó dos campañas en el conjunto argentino) y Gainza. Fue un partidazo. Por los visitantes anotaron Pontoni, Farro y Silva, por ese orden. Los goles rojiblancos fueron de Panizo y Zarra (2). El primero fulminó la portería azulgrana por alto, con un disparo imposible. Es curioso, pero cuando el público vio la exhibición de los argentinos muchos exclamaron: ¡Pero si juegan como Panizo! Por fin se le valoraba. Zarra utilizó, como siempre, su soberbia cabeza ara dos remates antológicos. Hubo un cuarto gol por parte de Bilbao, que sustituyó a Gainza, pero el árbitro -Gojénuri- lo anuló.

Un juego "mareante"

Parece que el público disfrutó de lo lindo con un fútbol poco visto por estos lares, donde se ganaba a base de fuerza, coraje y patadón. Entonces no se hablaba del tiqui-taca, sino de juego en corto de los argentinos, que cautivaron al público de San Mamés. "El juego del San Lorenzo -escribió el cronista de El Correo Español-El Pueblo Vasco- es corto, desde luego, pero lo realizan con tal precisión y tal exactitud que sus avances, lejos de ser lentos o premiosos, resultan peligrosísimos debido al mágnifico mecanismo en que están presididos. Es en realidad, la suya, una técnica de lo más depurada en cuanto a precisión, colocación en el campo, dominio de la pelota y hasta malabarismo, que, para ser anulada, tienen que encontrar en frente otra que le supere en los aspectos citados o que la desborde e incapacite con un sentido opuesto de juego".

Todos coincidían que era un gran equipo, de "perfectos atletas", con un juego "mareante". Los periódicos argentinos hablaban de 50000 espectadores en San Mamés, en el que no cabía ni un alfiler. En nuestro periódico, en una sección titulada Desde la Tribuna, 'Monchín' se hacía eco de la gran entrada, pese a ser un día ventoso y frío. El analista hablaba de la gente que llenaba ventanas, a 10 duros (50 pesetas de las de entonces), y muchos tejados, a 7 duros. Nadie se quería perder el juego de aquellos chavales, que hacían bolos por Europa. Esa noche fueron agasajados con una cena en la Sociedad Bilbaína y durmieron en el hotel Carlton. Días después, al referirse al Athletic, el presidente del San Lorenzo comentó la falta de técnica del equipo rojiblanco: "No tiene más que furia, entusiasmo, codicia y tesón", describió Peluffo. Casi nada.

Jugaron en Galdakao

Además de en San Mamés, también jugaron en Galdakao, posiblemente en Zuazo, el campo de La Dinamita al que me llevaba mi padre desde muy pequeño a picar entradas como gorrilla. El campo de Santa Bárbara -patrona de la fábrica de Explosivos- era una cita obligada en cuanto que el capitán del San Lorenzo, Ángel Zubieta, es hijo del pueblo. Zubieta Redondo jugó con 17 años en el Athletic, pero su carrera se vio frenada por la Guerra Civil. Participó en la Selección de Euzkadi para recaudar fondos para los refugiados y realizar una labor de propaganda en favor de la República. La selección tuvo que marchar a América y en esa gira Zubieta fichó por el San Lorenzo. El vizcaino era el capitán cuando ganó la liga argentina en 1946. En Galdakao fue aclamado sin cesar durante un partido que ganaron los locales (4-1), gracias a los tres goles que metió... el delantero centro argentino Pontoni, que se alineó con los de blanco.