Artículo publicado por Mikel Uriarte en marca.com el 22/05/13
Su exquisita zurda encandiló a la grada de San Mamés durante 17 temporadas
Jugador, entrenador y socio, en La Catedral Txetxu Rojo se siente como en casa
Txetxu Rojo es otra leyenda con mucho recorrido en el Athletic. Primero como jugador y después como técnico. En 17 temporadas vistiendo la camiseta rojiblanca ganó dos Copas del Rey y fue subcampeón de la Copa de la UEFA. En total, 541 partidos entre todas las competiciones. Sigue acudiendo a San Mamés a su localidad de socio y pocos días antes de hacerlo por última vez comparte con MARCA todas las sensaciones que le ha dejado su casa futbolística.
Pregunta. ¿Triste por el adiós de un estadio centenario como San Mamés?
Respuesta. La verdad es que sí. Lo voy a echar en falta. Ha sido mucho tiempo y te queda ahí. Desde la niñez, aunque es cierto que en la vida hay que cambiar las cosas y seguro que el nuevo estadio será más moderno y tendrá más comodidades.
P. Entre otras cosas, seguro que recuerda su debut con la primera plantilla.
R. Por supuesto. Fue contra el Atlético de Madrid. Recuerdo casi todos los partidos, pero aquel por ser el primero tiene un sentido especial y se te queda grabado.
P. Me imagino que tampoco olvidará su despedida.
R. Sí. Me retiré en 1982 y el partido homenaje que me hicieron fue contra Inglaterra. Fíjate que nunca se enfrentaban a clubes, sólo a selecciones. Tengo un gran recuerdo de aquel día y de cómo fue.
P. ¿Por qué este campo es especial?
R. Para nosotros es más fácil poder describirlo. Cuando venía de chaval con 12 años ya sentía lo que era esto. Incluso estando en mi casa de Begoña oía cuando el Athletic marcaba un gol. Eso se va transmitiendo. En la época de Maguregi o Piru Gainza recuerdo que poco antes de saltar el equipo a calentar, cuando tiraban los balones al césped todo el campo rugía. Aquello me impactó. Cuando debuté el vestuario estaba en el córner de Misericordia y era otra forma de sentirlo también. El campo tiene algo, notas a la gente muy cerca. Todos los rivales que he tenido siempre me decían que el estadio que más les gustaba era San Mamés. Por eso le hace más grande todavía.
P. ¿En aquella época el público era más pasional que ahora?
R. Tenían los dos momentos. Cuando no hacíamos las cosas bien, nos exigían mucho. Ahora ha cambiado algo eso, sí. Salvo algún fallo muy gordo, no hay casi quejas. Un jugador despeja un balón en largo y le aplauden esa decisión. Es distinto.
P. ¿El himno sonaba como ahora al saltar al campo?
R. En mis primeros años recuerdo a un aficionado que tenía una voz tremenda y cantaba él el himno y todo el mundo le seguía al unísono. Luego ya las últimas temporadas que empezaron a ponerlo sí que se notaba. Corrías más luego, se notaba ese gusanillo.
P. ¿Pierde algo la entidad con la demolición del campo?
R. Lo que es importante es que el Athletic recuerde esto. Que no vayamos al otro sitio y olvidemos todo lo que ha pasado aquí. Lo que se ha hecho y vivido hasta ahora tiene que perdurar.
P. Por cierto, ¿arco sí o no?
R. Hay gente preparada para tomar la decisión, pero creo que es una cosa emblemática y si se pudiera mantener, yo lo mantendría. No sé dónde ni cómo, aunque habría que hacerlo. En todos los sitios nos conocen por el arco del campo. Es algo que está en la historia del Athletic.
P. Al menos el nuevo campo está aquí mismo, como quien dice.
R. Cierto. Para el Athletic y la gente eso es fenomenal. Se puede venir andando y la ubicación es la idónea. Ojalá saquemos mucho provecho del mismo y, sobre todo, que sigamos con esa mentalidad de lo que es este club.
P. A ver si el domingo tiene una buena despedida.
R. Sí. El Levante ya tiene todo resuelto. Espero que se dé un partido abierto y que ganemos. Bastante hemos padecido este año y tal vez nos acordemos un poco en la despedida de eso. Para mí todos los que ha habido últimamente han sonado a despedida casi. Tiene que ser y punto.