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jueves, 23 de mayo de 2013

Las sensaciones no se van nunca

Artículo publicado por Mikel Uriarte en marca.com el 21/05/13

Dani se sigue poniendo nervioso al pisar el césped de San Mamés y más cuando está tan cerca su demolición
El histórico 7 del Athletic reconoce que es algo imposible de olvidar



Pronunciar el nombre de Dani en el Athletic es sinónimo de leyenda, de ídolo. Es referirse al segundo máximo goleador en toda la historia del equipo rojiblanco por detrás de Telmo Zarra. Es recordar los dos últimos títulos ligueros de los leones. O es rememorar parte de lo que ha sido la historia de un campo centenario como San Mamés.

Pregunta. Doce temporadas pisando este césped. Qué de cosas tendrá en la cabeza, ¿no?
Respuesta. Por supuesto. De todo tipo además. Muchas alegrías y alguna que otra tristeza, porque en el deporte siempre tienes esas dos circunstancias.

P. ¿Qué hace diferente este campo del resto?
R. Es especial por el público, que es diferente y lo ha demostrado siempre y porque nuestro equipo es distinto a los demás. Esas dos cosas juntas hacen que la gente de fuera nos tenga un respeto y sepan a dónde vienen. El resto de contrarios siempre han sido muy agradecidos y han venido con muchas ganas a San Mamés, porque para ellos también era distinto jugar aquí.

P. Aparece por el túnel de vestuarios hacia el campo y suena el himno. ¿Qué sentía?
R. Las sensaciones de jugar aquí no se me han quitado nunca. Todavía las sigo teniendo ahora, porque me pongo nervioso incluso antes de salir la actual plantilla al césped. En mi época de jugador, aun siendo titular siempre estaba con ese nerviosismo cuando Koldo Aguirre, Rafa Iriondo o Javi Clemente iban a decir el once. Cuando decían mi nombre ya respiraba tranquilo y pensaba "ya juego". Ese cosquilleo es que el que te transmite la afición. La ilusión por jugar todos los encuentros, pero que desaparece cuando saltas al campo porque al verlo como está siempre se te acaba todo. Por eso el espíritu siempre ha sido el de darlo todo, pelear y luchar.

P. Ha marcado 199 goles en los 12 años que estuvo en la primera plantilla. ¿Recuerda alguno con cariño?
R. Sí. El 2-1 que le hice en la portería de misericordia al Real Madrid y que luego al empatar a puntos a final de temporada nos valió por el 'golaverage' para ganar la Liga. Nunca se me olvidará porque además mucha gente me lo sigue recordando. Y eso que quedaban muchos partidos todavía para el final del campeonato.

P. ¿Entonces el aficionado era más pasional que ahora?
R. Era distinto. El público de San Mamés ha cambiado mucho. Alguna vez le he oído decir a Txetxu Rojo que ahora con una jugada de menor vistosidad el seguidor aplaude antes. En nuestra época era distinto. La afición era más selecta, más catedrática. Cuando realmente había jugadas impresionantes había una ovación. Hoy la gente es más espontánea, de aplauso fácil. Entonces, el jugador valoraba más lo que hacía y veía que lo tenía que hacer muy bien para que La Catedral le ovacionara. Se ve gente más joven, más niños e incluso más mujeres, lo cual es muy bueno para el Athletic y el fútbol.

P. Se van 100 años de historia. ¿Pierde mucho la entidad con la demolición de San Mamés?
R. No creo. Te puede entristecer porque cuando pierdes una cosa es triste, pero es una realidad de la vida. Cuando quitabas el seiscientos en nuestra época y cambiabas a otro coche te apenaba, pero cuando haces el cambio te das cuenta de que había que hacerlo porque era necesario. Pues esto es igual. Hoy en día es un campo que tiene muchos recuerdos, pero te das cuenta de que hay que cambiar porque hay dificultades de cara a partidos internacionales, de alto riesgo, equipos de evacuación, medidas de seguridad, las propias localidades son bastante incómodas… Vamos a mejor y tenemos la suerte de trasladar un estadio mítico unos metros, girarlo. El problema sería que hubiera un traslado a las afueras de la ciudad. Eso sería un problema grande para toda la gente. Vamos a tener la ventaja de estrenar un estadio que va a ser la envidia a nivel europeo.

P. Lo ideal, despedirlo el domingo con un buen resultado.
R. Siempre es agradable despedirse bien, pero este año no sé si lo vamos a poder conseguir porque el año no ha sido bueno.

P. ¿Tiene alguna solución para el arco?
R. Son cosas de las personas que están haciendo el campo y quizás el hecho de trasladarlo de un sitio a otro puede costar bastante. No me desagradaría, eso sí, que pudiera estar en algún sitio de forma simbólica como se ha podido hacer con otras cosas antiguas. Quizá no encaje en el campo nuevo, pero tal vez haya una forma de poder ubicarlo en algún lugar con la idea de que la gente lo identifique con la historia del Athletic.