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jueves, 21 de marzo de 2013

Don Félix Oraa

(Artículo publicado por K-Toño Frade (hijo), en el libro "Susedidos botxeros y bilbainos selebres y txirenes")


Vamos a contemplar durante todo este año noventa y ocho, como ya dijimos, a personajes o situaciones que tuvieron un trozo de parcela en la centenaria historia de nuestro Athletic.

Se acaba de celebrar un multimillonario homenaje en el Hotel Ercilla a un hombre, que era un clamor popular que "había que hacerle algo". No podía ser otro que el decano de los presidentes de nuestro Club, Don Félix Oraa. Crisol de la categoría y saber estar de los presidentes del Athletic que han creado escuela, pues si el Athletic es caso único en el fútbol mundial, no lo son menos los presidentes. Frescos en mi cabeza todavía los ecos de su homenaje, aún resuenan sus modestas palabras ejemplares porque él "no merecía ninguna loa, pues no he hecho nada que los colores rojiblancos no merecieran". ¡Jopé, que no había hecho nada el "angelito"! Si la memoria no me falla, creo que fue llevado de la mano del fallecido presidente del Athletic, Don Julio Eguskiza, al coincidir en otra importante entidad de gran raigambre botxera; la Junta de la Misericordia. Ahí empezó su andadura y los logros que posteriormente como presidente conseguiría en su periplo de mandatario del club. Este botxero de pro, aunque nacido en Santurtzi el 23 de noviembre de 1921 en el seno de una familia de honda raigambre encartada, representa con orgullo el más típico ejemplo del caballero bilbaino. Su carácter emprendedor le llevó a poner en marcha el "proyecto Lezama", cantera que tan buenos productos ha dado a nuestro fútbol y a otros muchos, que a lo largo de su historia, sus instalaciones han sido alabadas por propios y extraños.

Como presidente ganó dos campeonatos de Copa, contra el Elche (1969) y Castellón (1973), consiguió al mando de la nave rojiblanca un subcampeonato de Liga, y llevó a las saturadas vitrinas del club la "Pequeña Copa del Mundo" y el primer trofeo Carranza que consiguió el equipo rojiblanco. Puso en pie la "tribuna de general" que hoy todavía sigue ahí, pese a la remodelación del campo con motivo de los campeonatos mundiales. Este culo inquieto bilbaino viendo el cariño que, de verdad, nos profesan gentes de todo el estado por nuestra peculiar filosofía, se inventó el primer congreso de peñas de un club de fútbol, en el ya lejano año de 1973, en un lugar entrañable para los colores rojiblancos: Bailén.

Le costó sudores en Madrid cambiar el nombre del Atlético de Bilbao, por el de verdad, Athletic Club, y con su machaconería llegó a exasperar a más de un dirigente nacional que, aunque viéndole con esa figura que posee, tan popular en el Botxo, de suma elegancia, traje de corte impecable, corbata de nudo Wilson y delgado como una espátula, le llegó a decier ¡que le caía gordo! También propuso como patrona del Club a nuestra "Amatxu" de Begoña e introdujo una figura en su organización que pocos clubes poseían; la de gerente. Pues observó desde su puesto de director gerente de su empresa de toda la vida (Dolomitas del Norte) que un club de fútbol debía ser gestionado como si de una empresa se tratara, aun sin perder su idea romántica.

Su vinculación con el fútbol venía de siempre. Se forjó como futbolista en el colegio de los Jesuitas de Indautxu y en el viejo campo de la "Uni" de Deusto. Fichó muy joven por un club de gran solera, hoy desaparecido, el "Juventus O.A.R."; en los años cuarenta hizo época con los Zapirain. Elejalde padre, Biritxi hijo, Gallaga, Intxausti, etc. Su figura elegante contrastaba con su fama de "leñero", aunque como cuenta un veterano "no podíamos con él, te daba una casca y como te pedía educadamente perdón ¡no le podías responder con la misma moneda!". Pero no todo el mundo, al parecer, era de la misma opinión, pues en Portugalete se llevó un botellazo de aquí te espero, cuya cicatriz aún se puede apreciar en su anatomía de lord inglés.

Este perejil de todas las salsas ha acabado su "carrera" de mandatario hace muy poco como presidente de otra sociedad histórica y centenaria, "La Bilbaina". Y es que a Don Félix le cuadra a la perfección aquello de "-¿Ud. es de Bilbao?" "-No, Bilbao es mío".

(Artículo originariamente publicado en 1998 en el periodico 'Bilbao')

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Información sobre el autor:

K-Toño Frade, hijo


Juan Antonio Frade Villar, "K-Toño Hijo" nace en Indautxu en 1945. Es hijo de Juan Antonio Frade "K-Toño" (Bilbao 1914 - 1992) conocido pintor, cartelista, dibujante y periodista.

Cursa los estudios de Primaria y Bachiller en el Colegio Francés y el Instituto Miguel de Unamuno, y posee el título de Deliniante Proyectista de Arquitectura.

Desde los dieciseis años alterna su trabajo en estudios de arquitectura, donde se especializa en perspectivas de edificios con sus dibujos humorísticos en diversas revistas.

Como cartelista ha ganado varios primeros premios y ha realizado los carteles de varios congresos de Peñas del Athletic Club. Destaca como ilustrador y caricaturista. En el mundo de la publicidad es conocido por el diseño de cátalogos e infinidad de logotipos.

Trabajó como deliniante durante los siete años que duró el Plan General de Ordenación Urbanística de Bilbao. Al finalizar éste, se dedica profesionalmente a la pintura, especializándose en temas costumbristas vascos y marítimos. Como escritor de temas locales y costumbristas bilbainos, colaboró en el periódico "Bilbao" (1993-2007).

Ha sido nombrado "Bilbaino del año" por el Alcalde de la Villa en la "Aste Nagusia 2007".