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jueves, 13 de febrero de 2025

Elexpuru, un “tirapenalties” del fútbol heróico

Entrevista publicada en el número 16 de la publicación Athletic Club en 1985

Antonio Elexpuru Larrea llegó al Athletic en 1919 y tuvo que colgar las botas en el 23 por culpa de una grave lesión de rodilla. Especialista en los lanzamientos de penalty, se ponía de espaldas a la portería hasta que pitaba el árbitro, «para que el portero no me pusiera nervioso»
(Foto: Athletic Club)

Ni él mismo podía sospechar que aquel chaval que jugaba en el año 17 sobre un campo de grija de un internado de Miranda de Ebro terminaría enfundándose la camiseta del Athletic. Antonio Elexpuru Larrea, que cumplió el pasado abril 82 años, pertenece a esa «camada de rojiblancos que practicaron el fútbol heróico» de la época. No había más pago que la propia satisfacción personal, tenía que pegarse un madrugón cada día para compatibilizar el balompié y sus estudios de ingeniería y, en definitiva, jugaba por auténtica vocación.

«Fue curioso mi primer contacto con el Athletic. Un fraile del colegio de Miranda concertó un partido en San Mamés. contra el reserva del Athletic, donde por cierto jugaba, y muy bien, Erice. Nos dieron una paliza de cuidado, pero haber pisado San Mamés compensaba con creces. Luego, en el año 19, mi padre me hizo socio, lo que desarrolló aún más mi afición por el fútbol.»

«Pentland me enseñó mucho»

Apenas tenía 17 años cuando Elexpuru jugó su primer partido con el Athletic. Fue un amistoso frente al Sporting. en el que no destacaría precisamente. «¡Uff!, todo lo contrario. Yo creo que hice el ridículo. Tenía un desconocimiento total de muchas cosas y, sobre todo, extrañé las dimensiones de un terreno reglamentario.»

Elexpuru coincidió en el Athletic reserva con Erice, los Uribe, Pepe Legarreta... «Mi llegada fue al mismo tiempo que Pentland, que me enseñó muchísimo de fútbol. La verdad es que no hablaba de tácticas y apenas se preocupaba del juego de conjunto, pero individualmente era un gran maestro. Con él aprendi a darle al balón adecuadamente. Recuerdo que me dijo que, si entrenaba concienzudamente, llegaría lejos. Cuando faltaba a algún entrenamiento se enfadaba. Yo le dije que tenía que estudiar y entonces dispuso que entrenara con él... ¡a las ocho de la mañana!»

«No me gustaba correr»

Este veteranisimo rojiblanco, que no acude a San Mamés «para no salir cabreado», recuerda sus años de jugador con extrema modestia. «La verdad es que yo no llegué a destacar nunca. Y no es que no tuviese condiciones, que algunos técnicos me animaban continuamente, sino que no me gustaba sudar y correr. Era un poco vago y me faltaba velocidad. Y eso, cuando se juega de interior, es un gran defecto.»

A comienzos de los años 20, como sucedia después de cada temporada, se organizó una excursión por varios países de sudamérica. El Athletic siempre ha tenido «tirón» al otro lado del Atlántico. Elexpuru tuvo que quedarse en tierra, «porque mi padre decidió que eran más importantes los estudios que el fútbol». Aquello le desanimó un poco. «Bastante. Recuerdo que Germán Echevarria se trajo unas botas de las que usaban los jugadores americanos, muy suaves y ligeras como guantes. Pentland le dijo que eran excelentes, pero para jugar al billar. Al cabo de los años todos los equipos utilizaban ese tipo de calzado deportivo.»

Lesión y retirada

Llevaba tres temporadas en el Athletic, con algunos altibajos por culpa del tiempo que le robaba sus estudios de ingeniería, pero llegó la hora de una precipitada retirada. «Me lesioné de gravedad en un amistoso que jugamos en San Mamés, contra la Real Sociedad. Rotura de ligamentos de la rodilla derecha. Aquello acabó con mi afición, creo que en el año 23.»

Elexpuru fue absolutamente amateur en sus tres temporadas largas con el Athletic. Sólo los elegidos eran compensados bajo cuerda, con cantidades que ahora pueden parecer ridiculas. «Habia varios que si cobraban, como el portero Vidal, Chomin Acedo, Sesúmaga, Travieso y Larraza. Nuestras gratificaciones consistían en cenas, de más categoría cuando los rivales eran de postin.»

Un «tirapenalties» curioso

Elexpuru destacó en las filas rojiblancas por su buen toque de balón y por la fuerza que le imprimía Estas dos características lo convirtieron en el especialista de los lanzamientos de penalties. «Ensayaba bastante con Pentland, que me enseñó una cosa muy curiosa, que siempre puse en práctica. Cuando iba a tirar un penalty me ponía de espaldas al balón y a la portería, justo hasta que el árbitro tocaba. Era la forma para no ponerme nervioso, ni ver lo que pudiera hacer el portero. Los tiraba con mucha fuerza y casi siempre entraban.»

A sus 82 años, a Elexpuru le parece imposible que un profesional pueda errar una pena máxima. «Es mentira que los porteros acierten en los penalties. Cuando está bien tirado, jamás llegan. Sólo son fallos de los lanzadores.»

Más emoción, pero menos espectáculo

Le gusta Sarabia, admira a Urkiaga, tiene simpatías por el Betis, pero no acude habitualmente a San Mamés. Le gusta más el fútbol de antes, «porque dábamos más espectáculo, aunque el de hoy quizá tenga más emoción. Es muy dificil jugar bien hoy al fútbol. La condición física prima sobre lo demás.

Elexpuru recuerda la tremenda rivalidad que había en los años veinte con el Racing, la Real y el Arenas. «Donde peor lo hemos pasado es en Atocha. Recuerdo que una vez salimos a pedradas del campo. Era curioso, porque los vestuarios estaban en un primer piso, pero había que cruzar la calle. Alli nos molian. También en Santander nos atizaron algunas veces. Con el Arenas era una rivalidad diferente, más comprensiva y tolerante. Recuerdo que estando haciendo la mili en Las Arenas jugamos contra el equipo de allí, en Jolaseta. Como ganamos con autoridad y mi sargento era arenero, tuve que presentarme en el cuartel a pesar de tener una rodilla destrozada.»

Viejos recuerdos que han hecho historia, la historia del Athletic y sus «leones».