Fuente: http://www.twistoriadelmalaga.com
Era un 9 de Octubre de 1949 cuando recibíamos al Athletic Club de Bilbao por primera vez en la historia del Málaga. Un CD Málaga recién ascendido por vez primera a la división de honor, entrenado por el ilustre, Ricardo Zamora, "El Divino".
El partido transcurría con normalidad, aunque con la intensidad propia de un partido de gran trascendencia, en una Rosaleda abarrotada. Se produjo un lance de juego en el que los jugadores malaguistas Arnau y Maciá, sufrieron un duro encontronazo, quedando el primero inconsciente sobre el césped. La pelota cayó a pies de Zarra, la estrella del Athletic, quien emprendió la carrera, situándose en una inmejorable posición para marcar. Pero repentinamente, Zarra se paró y observó al jugador del Málaga siendo atendido por algunos compañeros, con lo que el bilbaino, se dio la vuelta y mandó la pelota fuera del campo, renunciando a un gol más que seguro. La Rosaleda premió el gesto de Zarra con una sonora ovación y hasta el mismo Ricardo Zamora, salió al campo para estrecharle la mano. Fue un gran gesto de Zarra. La derrota malaguista en este partido quedó en un segundo plano.
En el partido de vuelta en San Mamés, el CD Málaga, premió a Zarra con la insignia de oro y brillantes del club, ya se sabe que de bien nacidos es ser agradecidos.