Artículo publicado por Julen Guerrero en el diario El Correo el 18//02/2018
La luz apareció en Moscú. El Athletic por fin vivió un partido tranquilo, manejado gracias a la efectividad en las primeras ocasiones de las que dispuso, y gana -además del partido de ida- confianza a través de la Europa League. Ahora toca volver a la Liga, y si hay un rival que se le ha atragantado al Athletic en los últimos años, ese es el Atlético de Madrid.
Todo empezó en aquella fatídica final en Bucarest en Mayo del 2012. Desde entonces, ganar al Atlético se ha convertido en un imposible, que evidentemente hay que buscar romper este domingo. No obstante, el Athletic no afronta el partido en las mejores condiciones. Las bajas por acumulación de amonestaciones de Aduriz y Raúl García, dejan al equipo muy mermado. No sólo en lo que al juego se refiere, sino también a la participación de dos jugadores muy necesarios por su carácter y experiencia en este tipo de partidos.
Ziganda tendrá que echar mano de su imaginación para preparar un partido donde poder hacer daño al equipo colchonero, aunque lo normal sería jugar con Williams como jugador mas adelantado. También está la opción de jugar con Sabin Merino en esa posición; jugó los últimos minutos en Moscú, y quizá sea una señal de que Ziganda le tiene en mente para hoy. Lo prioritario, con estas premisas, sería resolver la cuestión de a qué se quiere jugar. Una vez resuelta, aparecerán los nombres.
El Atlético no te va a engañar, su propuesta es muy reconocible, llevan muchos años jugando de la misma manera. Estudian bien al contrario e inciden donde consideran que el rival tiene más debilidad. Guste más o menos, sacan mucho rendimiento; sólo ha perdido un partido en toda la Liga y ahora mismo es el único equipo que puede disputar el título al Barça.
Normalmente los experimentos esta temporada no han salido bien. El último, en Girona, con el cambio de sistema, no funcionó. Pero en esta ocasión, debido a las bajas mencionadas, no va a quedar más remedio que hacer algo diferente a lo que el equipo está acostumbrado.
Probar con tres centrales de nuevo, frente a un rival que juega a la contra con dos delanteros específicos, no parece una idea descartable. Reforzar el centro del campo, con tres medios centros, es algo que se ha hecho con algo mas de frecuencia; en Moscú se acabó jugando así. Es posible que haya más alternativas para contrarrestar defensivamente al Atlético de Madrid, que buscar soluciones en ataque.
Los colchoneros son un equipo que no se desespera si el resultado está igualado. Al revés, sigue esperando el fallo del rival sin preocuparse del paso de los minutos. Juega más al despiste, o perdida de concentración del contrario, que a exponerse, y ahí habrá que estar listos. Si se ponen por delante, es muy complicado darle la vuelta al marcador.
Quizá sea un buen momento para jugarles a la espalda de sus defensas. Con equipos que han sido contundentes defensivamente, cerrando bien los espacios y reduciendo las distancias entre líneas, y buscándoles los espacios a la contra, han sufrido mucho. Es una forma de jugar a la que el Athletic no está acostumbrado, ya que le gusta más apretar arriba y sentirse mas protagonista en el juego, pero es una alternativa que también habrá que ir sabiendo manejar. Con Williams arriba, adelantando la posición a De Marcos y la movilidad de Susaeta, se puede buscar el desorden del Atlético. Ellos juegan al despiste. ¿Por qué no hacer lo mismo?