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jueves, 27 de septiembre de 2018

Cuando el Athletic Club de Iribar alineó cuatro porteros en tres partidos de Liga.

Fuente: LdA @sietecallero

La 5ª jornada de la 63/64 fue en la que José Ángel Iribar ocupó definitivamente la portería de San Mamés, relevando a otra leyenda como Carmelo Cedrún. Tras 14 temporadas en el equipo y 402 encuentros, el meta de Amorebieta no volvería a ocupar la portería en partido oficial.


Carmelo buscó salir del club para jugar en otro equipo de élite y al acabar la liga en abril, el portero, el Athletic y el Espanyol cerraron el traspaso. Tres semanas antes, Carmelo había jugado su último partido como rojiblanco en un amistoso ante Peñarol (4-0).

Iribar disputó todos los encuentros de la temporada siguiente, salvo uno por indisposición y el último liguero porque Arturo Barrios alineó un once repleto de suplentes, y comenzó también la 65/66 en la portería bilbaína. Pero tras el segundo partido sufrió un percance.

El Athletic acababa de perder 3-0 en Pontevedra y el arquero de Zarautz se cortó el segundo dedo del pie izquierdo al romperse la parrilla de la ducha en la que se estaba aseando. Le dieron varios puntos de sutura y ya en Bilbao fue hospitalizado en la Clínica San José.

Por detrás del Txopo había hasta cuatro guardametas esperando una oportunidad que no era sencillo que llegara. La campaña anterior fue Javier Echevarría el que lo sustituyó las dos ocasiones que había faltado. ¡Llevaba 5 años esperando para debutar en Primera!


Y él sería el elegido por Piru Gainza para ponerse bajos los palos en el siguiente encuentro. Visitaba San Mamés el Valencia, un rival nada cómodo frente al que ocupar el lugar del mejor portero de la época. Aun así, Echevarría cumplió... hasta que tuvo que salir en camilla.

Era el minuto 81 del partido. Echeverría se lanzaba sin miedo a por un balón adelantado y el atacante Guillot queriendo disputarlo hasta el último instante impactó con su borceguí en la cara del meta. Aparentemente, la avería causada era, cuando menos, aparatosa.

Al día siguiente se conocía que además de la herida que hubo de ser suturada, Javier Echevarría sufría rotura de los huesos propios de la nariz. La Clínica San José de Bilbao tenía como inquilinos temporales a dos guardametas del primer equipo del Athletic al mismo tiempo.

Pero, ¿y quién defendió la portería del Athletic los últimos minutos del choque contra el Valencia? Pues Piru Gainza tuvo que echar mano de un chaval de 19 años que días atrás estaba jugando con el Bilbao Athletic en 1ª Regional: Juan Antonio Deusto.


Aunque solo estuviera unos minutos en el campo, Deusto daba las gracias por debutar con el Athletic. Al fin y al cabo, él era el cuarto guardameta en el escalafón del club y si había ido convocado era porque el tercero, Juan Manuel Zamora, aún no había salido de una lesión.

Al estar Iribar y Zamora lesionados, Gainza había tenido que elegir entre Deusto y Barrenechea para sentarse en el banquillo a guardar las espaldas de Echevarría y escogió a Deusto. Aunque seguro que jamás le pasaría por la cabeza la idea de que fuera a tener que utilizarlo.

A todo esto, con un mucho de Echevarría y un poco de Deusto, el Athletic dejó su meta imbatida ante los Waldo, Sánchez Lage, Guillot y compañía para llevarse la victoria gracias a un penalti transformado por Koldo Aguirre a Zamora II, el hijo del mítico Ricardo Zamora.

El fútbol no entiende de lesiones y por eso siete días después el Athletic tenía que visitar el Arcángel de Córdoba. Sin Iribar ni Echevarría, aún convalecientes, a Piru se le presentaba una nueva elección: mantener a Deusto o hacer debutar a un Zamora, ya recuperado.


Zamorita, como era conocido por la prensa, tenía 22 años pero había disputado algunos partidos en Segunda: siete con el Barakaldo y nueve con el Indautxu. Desojando la margarita, Gainza prefirió a este sobre Deusto y el Athletic alineó a su cuarto arquero en tres encuentros.

Los rojiblancos perdieron 1-0 en Cordoba a pesar de que Zamorita dio la talla. De aquel domingo pasaría a la historia del club -más allá de la alineación del cuarto portero en 270 minutos ligueros- que además de Zamora se estrenó con el Athletic un genio nacido en Begoña.


José Francisco Rojo jugó por primera vez pegado a la cal gracias a la oportunidad que le brindó un Piru Gainza que había sido el dueño absoluto de la posición durante dos décadas en el Athletic. Quién mejor que el de Basauri para darle la alternativa al Maestro.

Zamora jugó también San Mamés donde se perdió 0-2 con el Atlético y ya volvió Iribar. Echevarría no jugaría más con el Athletic, Deusto (que sería un portero de éxito) vistió 12 veces más de rojiblanco y Zamora, en otro par de ocasiones. La sombra del Txopo era muy alargada.

Por cierto, tanto Zamora como Txetxu Rojo, debutaron en el Arcángel con el Athletic Club tal día como el que acaba de terminar de hace 53 años, el 26 de septiembre de 1965.