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martes, 30 de octubre de 2018

Aquel triunfo ante el River Plate

Fuente: Boletín distribuido en San Mamés en el partido Athletic Club - Valencia CF 27/10/18

Con las navidades de 1951 a las puertas, en Europa se esperaba con expectación la visita del River Plate


La legendaria delantera de los años 40 de la escuadra conocida como La Máquina había perdido a Muñoz, Moreno y Pedernera, pero aún permanecían en ella dos de sus integrantes: Lambruna y Loustau. Llegaba un plantel cuyo arco guardaba el fabuloso Amadeo Carrizo y que contaba en sus filas con otras estrellas como Norberto Yácono, ‘El Tuerto’ Ramos, Walter Gómez y Santiago Varnazza, entre otros.

Aterrizaron en Barajas tras 26 horas de viaje, presenciaron el Real Madrid 5 - Sevilla 2 liguero en Chamartín y llegaron en tren a Bilbao con el “deseo de comer bacalao en un lugar típico. Nada de carnes, de cuyo alimento estamos saturados”, según declararon a la prensa bilbaina. El Athletic, que venía de ganar en Atotxa a la Real por 1-4 y lideraba la Liga igualado con el Atlético y el Madrid, salió la tarde del 20 de diciembre con todo ante tan ilustre rival. El ‘Chato’ Iraragorri alineó a los mismos once que en los tres partidos precedentes; los choques que sucedieron a la grave lesión de rodilla de Zarra durante el transcurso de la victoria por 7-3 ante el Atlético de Madrid. Así, frente a River jugaron: Carmelo, Canito, Areta I, Garay, Manolín, Nando, Iriondo, Venancio, Tini, Panizo y Gainza.

Un campo encharcado por la lluvia no impidió que el Athletic desplegara un juego extraordinario ante un buen River Plate para ganar 5-2. A los 16 minutos dos tantos de Panizo y otro de Gainza ya habían sorprendido a unos franjirrojos que con dos rápidos goles de Ángel Lambruna y Pizutti recortaban diferencias. En la segunda parte, Venancio, de penalti, y Tini cerraban la goleada local. “Han jugado más que nosotros y nos han ganado bien y con muy buen fútbol. Si siempre juegan así, son imbatibles”, afirmaba Boccardo Aguirre, jefe de la expedición argentina. No sin antes confesar que habían pedido una revancha en Bilbao para el final de la gira, partieron hacia Madrid para ganar 3-4 a los merengues y empatar a tres con los colchoneros. Volaron a Italia donde ganaron 1-2 al Nápoles y empataron con Roma, Torino, un combinado Inter/Milan y otro de Sampdoria/Genoa. Golearon por 0-9 y 3-4 a los suizos del Lugano y el Servette y por 1-8 a los transalpinos del Arsenal Spezia. Igualaron a tres con el Racing de París y se impusieron 3-4 en casa del Manchester City bajo una intensa nevada, para cerrar la maratoniana gira con un 3-3 ante el Celta de Vigo y un 0-5 ante el Sporting de Portugal el 17 de febrero.

Después de jugar quince encuentros en dos meses, la imposibilidad de cambiar los billetes de vuelta impidió que finalmente tuviera lugar la esperada revancha que los bonaerenses habían solicitado disputar en San Mamés; el único campo que vio perder a aquel River Plate que se paseó por Europa y que ganaría cinco de las siguientes seis ligas argentinas.