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martes, 26 de abril de 2022

Los niños del 37 (I): Cambridge, Coventry y Caerleon

Fuente: www.athletic-club.eus el 20/04/2022

La primera parte de una serie de tres sobre 'Los niños del 37' que se convirtieron en futbolistas. Este reportaje inicial se centra en los que no jugaron en el Athletic Club

“Los niños del 37 en el Reino Unido”, la nueva exposición que inaugurará AC Museoa el mediodía de 27 de abril, un día después del 85º aniversario del bombardeo de Gernika, ahonda en la evacuación de más de 4.000 niños y niñas vascas a tierras británicas a bordo del SS Habana durante la Guerra Civil española. Más concretamente, sigue la historia de aquellos refugiados que desarrollaron su pasión por el fútbol en el Reino Unido.

Dos de aquellos niños, Emilio Aldekoa y Raimundo Lezama, serán bien conocidos por la mayoría de los athleticzales, ya que ambos llegaron a ser futbolistas en San Mamés.

Sin embargo, un pequeño número de niños vascos superaron la adversidad de sus respectivas situaciones y destacaron como futbolistas lejos del Athletic Club, logrando hazañas extraordinarias en sus carreras. A ellos está dedicado el primer artículo de nuestro serial ‘Los niños del 37’.

Sabino Barinaga

Nacido en Durango el 15 de agosto de 1922, Sabino fue testigo del bombardeo de Durango, ocurrido el 31 de marzo de 1937. Junto con sus hermanos, Barinaga fue evacuado a Southampton a bordo del SS Habana.

Sabino y la futura estrella del Athletic, Raimundo Lezama, se alojaron en la casa Nazareth, a un paso del estadio del Southampton FC, The Dell. Los Saints se fijaron en ellos y los incorporaron al recién creado “equipo B” del club.

Jugando como delantero, Barinaga marcó la increíble cifra de 62 goles en 18 partidos de liga y copa con el equipo de la costa sur. Cuando el Reino Unido entró en la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, la Primera División se suspendió y se sustituyó por “competiciones de guerra”, ligas no oficiales creadas por la FA.

Barinaga jugó media temporada en esos torneos, marcando 22 goles en 14 choques. El entonces entrenador de los Saints, Tom Parker, describió a Sabino como “uno de los jóvenes más brillantes que he visto nunca”, y es bien sabido que el Southampton quería mantener a Sabino en el Club.

Sin embargo, tras el final de la Guerra Civil española, el gobierno británico obligó a la mayoría de los refugiados a volver a casa. Así, Barinaga regresó a Bizkaia en marzo de 1940. Siguió jugando al fútbol a su regreso e incluso tuvo una prueba con el Athletic Club, pero optó por fichar por el Real Madrid tras recibir una gran oferta.

Barinaga escribió su nombre en la historia merengue. Se convirtió en el primer jugador en marcar en el Santiago Bernabéu gracias a su gol, el primero del encuentro, en la victoria por 3-1 en un amistoso contra el Os Belenenses portugués durante el partido inaugural del estadio en 1947.

Sabino dejó el Real Madrid en 1950, cuando ya había marcado 91 goles en 182 partidos, y antes de colgar las botas en 1955, jugó en la Real Sociedad y el Real Betis.

Siguió muy unido al fútbol, con un carrera de 20 años como entrenador dirigiendo a equipos como el Real Betis, el CA Osasuna, el Atlético Madrid, el Valencia CF y el Club América de México, entre otros. Además, adquirió experiencia internacional al mando de las selecciones nacionales de Nigeria y Marruecos.

Sabino siempre recordó con cariño su estancia en Southampton. Mantuvo el contacto con sus cuidadores de la casa de Nazaret durante el resto de su vida y visitó con frecuencia la ciudad costera hasta su fallecimiento, en 1988.

José y Antonio Gallego

José y Antonio, nacidos en Errenteria, Gipuzkoa, tenían 14 y 12 años cuando llegaron a Southampton junto a sus tres hermanas. Desde el campamento de Stoneham fueron enviados a Station Road en Cambridge con otros 30 niños refugiados.

La Guerra Civil española tuvo un profundo impacto en los Gallegos y su familia. Su padre murió en el bombardeo de Gernika y su madre, Luisa, los internó en un orfanato para protegerlos antes de conseguirles una plaza en el SS Habana. La propia Luisa también se vio obligada a huir de Euskal Herria a través de Francia, reuniéndose finalmente con sus hijos en Cambridge 10 años después.

El fútbol se convirtió en una fuente de evasión para los hermanos, “lo significaba todo para nosotros”, recordaba más tarde Antonio. “Era lo único en lo que pensábamos. Mientras tuviéramos fútbol éramos felices”. El deporte ayudó a los hermanos a adaptarse a la vida en Cambridge, donde los lugareños les llamaban Joe y Tony. Crearon un equipo con los otros niños vascos de la zona, jugando clubs locales y otros equipos de ‘Basque Boys’ del país.

De ahí pasaron a formar parte del Cambridge Town (actual Cambridge City), un equipo de la “non-league”. En 1947, Tony (José) fichó por el Norwich City, otro equipo de East Anglia, con el que jugó una vez como portero en la tercera categoría del fútbol inglés, antes de regresar al Cambridge Town y establecerse en las competitivas ligas de aficionados de la región.

Joe (Antonio), extremo izquierdo, fichó por el Brentford FC, con el que jugó seis veces. En 1948, se fue al Southampton FC. Los informes describen su debut en los Saints, su única aparición en el club, como “muy prometedor”, e insisten en que “merecía otra oportunidad”.

Sin embargo, una lesión de tobillo sufrida en ese mismo partido, junto con su añoranza por East Anglia, frenaron su progreso. “Joe amaba Cambridge. Nunca le gustó mudarse. Siempre fue un chico de Cambridge, muy casero”, dijo Tony sobre su hermano.

Joe regresó a East Anglia y fichó por el Colchester United. A los 29 años, volvió a Cambridge para jugar en el Cambridge United, un equipo de la “non-league” con el que pasó cinco temporadas.

A diferencia de otros refugiados vascos, José y Antonio pasaron el resto de sus vidas en Inglaterra, permaneciendo en la ciudad universitaria hasta que fallecieron en 2006 y 2012 respectivamente.

José Luis Bilbao Gallastegui

José Luis, extremo izquierdo de Durango, jugó en el Hitchin Town y en el Coventry City, con el que disputó cinco partidos y marcó un gol. Debutó contra el Chelsea en febrero de 1946 y, según la prensa local, “dio buena cuenta de sí mismo a pesar de estar enfermo de gripe”.

Una semana más tarde, el Coventry goleó al Millwall FC por 7-2. Bilbao y su compatriota Emilio Aldekoa marcaron sendos goles en la primera parte de la goleada. Bilbao abandonó Inglaterra en el verano de 1946, fichando por el Girondins de Burdeos, antes de regresar a su ciudad natal, donde jugó regularmente con la Cultural de Durango.

La vinculación de José Luis con Inglaterra y su propensión a hablar de su estancia allí hizo que sus amigos de Durango le apodaran “Coventry”.

Enrique Garatea Bello

Cuando Enrique llegó al Reino Unido a bordo del Habana fue enviado a Cambria House en Caerlon, Gales. Se hizo un nombre jugando en la portería del equipo Basque Boys AFC que arrasó en Gales.

El combinado jugó partidos para recaudar fondos en todo el sur del país y la prensa galesa se refirió a menudo a ellos como “el equipo vasco de las maravillas” o “los imbatibles vascos”. Llegaron a enfrentarse al mejor equipo escolar del país, el Moorland Road School, ante miles de espectadores en el Ninian Park de Cardiff City en mayo de 1939.

Enrique destacó y se dice que muchos equipos británicos estaban interesados en hacerse con él cuando tuviera edad para firmar un contrato, especialmente el Newport County. Sin embargo, el joven portero regresó a casa en cuanto descubrió que sus padres seguían vivos.

Su interés por el fútbol se mantuvo y tuvo una larga carrera en el fútbol español jugando para el CD Touring, Calahorra, Huesca, Torrelavega, Tenerife y Cádiz. Garatea también fichó por el Atlético de Madrid en la temporada 1952/53, pero fue cedido y nunca llegó a jugar de forma oficial.

Además de estos cinco jugadores, otros refugiados hicieron carrera en el fútbol tras dejar Inglaterra: Vicente Alti Carro (Everton de Viña del Mar en Chile), Luis Arbulu (CD Basconia), José María Arbulu (CD Basconia), Tomas Arbulu (SD Deusto, CD Getxo, Athletic Club*, Sestao SC, Alavés), Iñaki Barinaga (Cultural Durango, Alavés), Tomás Bilbao (SD Erandio, Athletic Club*) y Lorenzo “Lorín” Fernández (Racing Santander, Real Zaragoza, Montpellier, Perpignan, Nimes).

*Fichó por el Athletic pero no llegó a debutar oficialmente.