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sábado, 30 de enero de 2021

El reto de Ander Arteagabeitia

Artículo publicado por Carlos Zaballa en el diario Mundo Deportivo el 25/01/2021

Este joven de 27 años, que llegó a jugar en el Cadete del Athletic, padece Tetraplejía y ahora sus amigos han organizado con gran éxito una recogida de fondos para adaptar su domicilio a sus necesidades físicas

Ander Arteagabeitia, exjugador del Athletic cadete, es un
acérrimo seguidor del equipo rojiblanco (Foto: Instagram Ander Arteagabeitia)

Ander Arteagabeitia es todo un ejemplo de superación. Este joven de Sopuerta de 27 años, muy amigo de los deportes y que llegó a jugar en el Cadete del Athletic, compartiendo equipo, entre otros, con Ager Aketxe e Iñigo Ruiz de Galarreta, y residencia en Derio con Iker Muniain, padece de Tetraplejía, una lesión medular a la altura del cuello, que provoca una parálisis total o parcial de brazos y piernas, después de sufrir un accidente en una piscina el 25 de julio de 2020, un año aciago en todos los sentidos.

Ahora, Ander mejora con el paso de los días en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, pero su idea es regresar a su Sopuerta natal. Para ello necesita rehabilitar su domicilio para adaptarlo a sus necesidades físicas, eliminando barreras arquitectónicas. Para poder continuar con su rehabilitación y poder tener autonomía, también va a necesitar un coche adaptado. Todo ello supone un coste económico importante. Su cuadrilla de amigos ha organizado una campaña para recaudar fondos a través de la plataforma GoFundMe.

Ander jugó con Ager Aketxe y Ruiz de Galarreta en el Cadete del Athletic

“Ahora mismo me encuentro sorprendido por la iniciativa y por el apoyo que estoy teniendo de todo el mundo. Mis amigos comenzaron una recolecta de dinero el miércoles y nunca pensé que fuera a ser tan increíble, que la gente estuviera tan volcada conmigo. Me enorgullece mucho y estoy superfeliz y supercontento. Me ayuda a seguir, me da un empujón para tirar para adelante. Me siento en deuda con la gente. No pensaba que iba a tener tanto apoyo. Estoy superagradecido a todo el mundo”, dice Ander desde Toledo. El joven pone otro ejemplo: “La gente se ha volcado, tengo un perfil de Instagram, el jueves estaba en los 1.100 seguidores y ahora tengo más de 6.000. Una auténtica barbaridad”.


Desde el primer día y a pesar de sufrir un golpe tan importante en la vida, se ha mantenido fuerte moralmente: “Desde el momento que recuperé la conciencia, sabía lo que me había pasado. Nunca he tenido la cosa de preguntarme el por qué. Siempre he tenido la cabeza alta, por supuesto con momentos bajos como tiene todo el mundo, pero lo llevo muy positivamente, estoy muy contento, con muchísimas ganas de tirar para adelante”.

Sus cuatro meses en Toledo -ingresó el 14 de septiembre- le han servido para progresar. “Movía muy poco y aquí me han educado muy bien. A pesar de tener la lesión que tengo, me las apaño bastante bien para llegar a ser lo más independiente posible”, afirma.

El deporte siempre ha sido una de las grandes motivaciones. “He hecho deporte toda mi vida. He jugado a fútbol desde los 7 hasta los 23 años, pero cuando empecé a trabajar a tres turnos, ya no podía compaginarlo. Después hacía escalada, alpinismo, correr por el monte, snowboard… Si no hago deporte, no soy persona”. Ahora practica tenis de mesa, pero la covid ha traído muchas restricciones: “Me interesa mucho practicar piragua, hand-bikes (bicicleta de tres ruedas), pero ahora está todo bastante restringido por la pandemia”.

Ander guarda muy buen recuerdo de su paso por Lezama. “Jugué un año en el Cadete del Athletic. Me trasladé a la residencia de Derio, a convivir con muchos de los que ahora son futbolistas profesionales, como por ejemplo con Muniain, Ager Aketxe o Ruiz de Galarreta. Estuve en el equipo de estos dos últimos jugadores”. Arteagabeitia rememora a estos tres futbolistas: “A Muni le subían a juvenil de segundo año. Ya destacaba, subía a entrenar con el primer equipo, viví con él en la residencia de Derio. Tengo recuerdos muy buenos, lo que pasa es que me tocó demasiado joven, con esa edad no aprecias realmente lo que tienes. También tuve muchas lesiones y no pude tener una continuidad muy buena. Me acuerdo cuando jugaba con Ager, que las metía desde medio campo, le entraban todas. También recuerdo a Galarreta, jugamos con ellos dos de medios centros y hacíamos un fútbol muy bueno”.

Todo aquel que desee realizar aportaciones, puede hacerlo a través del siguiente enlace:

https://www.gofundme.com/f/anderarteagabeitiaresta-barreras-en-su-nueva-vida?utm_source=whatsapp-visit&utm_medium=chat&utm_campaign=p_cp+share-sheet

Aritz Aduriz: "¿El triplete? Les dije a los jugadores que el Athletic debe pensar a lo grande"

Artículo publicado por Ignasi Oliva Gispert en goal.com el 29/01/2021

La leyenda del Athletic exhibe en Goal inquebrantable confianza en sus antiguos compañeros antes de visitar el Camp Nou.


Foto: Edu del Fresno/ZumaPress

Pocos futbolistas le han tomado la medida al Barcelona como Aritz Aduriz (San Sebastián, 1981). La leyenda del Athletic Club privó al cuadro azulgrana de su segundo sextete en 2015 gracias al póker de goles con el que batió a los hombres de Luis Enrique Martínez para brindarles la Supercopa de España a los bilbaínos. Sin embargo, cualquier aficionado al fútbol sabe que el donostiarra es mucho más que eso y atiende a Goal antes de la visita del Athletic al Camp Nou para repasar su propio legado -aunque a él, humilde como pocos, no le guste hablar en estos términos- y analizar las posibilidades del cuadro vasco ante un Barcelona al que, de nuevo, volvió a superar recientemente en la Supercopa.

Imagino que un delantero de época como tú echa de menos marcar goles. ¿Te pones nostálgico a menudo tras convertirte en uno de los mejores atacantes de la historia de LaLiga?

"Sinceramente, cuando veo fútbol y sobre todo partidos de un nivel emocional alto como pudo ser la final de la Supercopa del otro día, hay tanta carga emocional que sí que lo echas de menos pero, por otro lado, el cuerpo tiene memoria, tiene límites. El mío me avisaba constantemente de que yo había llegado ya a este límite y ahora estoy muy bien sin tener que hacer esos esfuerzos porque sé que ya no sería capaz. Es decir, por un lado lo echo de menos pero, por el otro, sé que ya no podría disfrutarlo como querría así que estoy en un momento muy bueno. He disfrutado y lo he exprimido tanto hasta el último momento que estoy muy satisfecho".

De todas formas, retirarse con treinta y nueve años no es algo que puedan hacer todos los jugadores. ¿Cuál es el secreto de la longevidad futbolística?

"Hay muchos factores que se tienen que dar para poder jugar de delantero en Primera División a los treinta y nueve años. Genéticamente debes tener suerte y yo la tuve gracias a mi familia pero el mayor secreto, por lo menos el mío, ha sido pasarlo muy bien. He disfrutado mucho, básicamente es esto. Me encantaba competir, me motivaba muchísimo jugar e intentar mejorar porque siempre tenía retos que superar. También me lo pasaba muy bien en el día a día, yendo a entrenar. Creo que todo se reduce a eso".

¿Fue difícil tomar la decisión teniendo en cuenta estas dos fuerzas encontradas?

"Una decisión como esta nunca es fácil. Hay que tener en cuenta que los futbolistas nos relacionamos con el balón, que es lo que más nos ha gustado desde pequeñitos. Lo que más nos sacia a todos es disfrutar con un balón y eso nos lleva a convertirlo en una profesión veinticinco años después. Dejarlo nunca es fácil pero cuando ya has hecho todo lo que has podido, ves que el cuerpo te va mandando un montón de señales y llega un momento en el que dice basta -y es basta-, hay que dar el paso. Mentalmente estaba preparado porque necesitaba hacer otras cosas y darle este descanso al cuerpo".

¿Te supo mal no poder despedirte en una final de Copa del Rey ante la Real Sociedad, ni más ni menos?

"Esto fue lo que lo hizo más difícil, sin duda. Para mí levantar un título con el Athletic es lo máximo a lo que podía aspirar en el fútbol porque implica ganar de una forma muy concreta, en la que creo y me siento muy identificado. Sin menospreciar a nadie, para mí supone mucho más eso que ganar títulos mayores con otros clubes porque creo que aquí las cosas se hacen de una manera diferente. La decisión fue difícil ante una posibilidad tan cercana de llegar a lo máximo a nivel futbolístico, personalmente. Otros tendrán otras aspiraciones pero, para mí, eso es lo máximo".

El partido sigue pendiente pero tus antiguos compañeros te quisieron con ellos en el césped en la celebración de la Supercopa, también a Beñat y San José, aunque ellos no pudieron estar. ¿Nos puedes contar cómo recibiste la invitación para acompañar al equipo en Sevilla y qué pensaste?

"El delegado del equipo se puso en contacto conmigo transmitiéndome que Marcelino quería hablar para ver si estaría dispuesto a estar con el equipo en Sevilla y así fue. Luego me llamaron conjuntamente y fue Marcelino personalmente el que me lo dijo. Estuve encantado de recibir la invitación y cabe decir que la misma también la recibí de parte de Gaizka Garitano. Fue fantástico acompañar al equipo y vivir una de las mejores experiencias con el Athletic de mi vida".

Entiendo que con Marcelino no queda nada pendiente de aquel episodio en el que le mandaste callar mientras era entrenador del Villarreal, pues.

"Bueno, hablamos también de ello con él. En el fútbol todos tenemos una manera de competir y estoy seguro de que a muchísima gente no le habrá gustado mi forma de hacerlo pero es la que podía y sabía hacer. Intentaba ir al límite para darle lo mejor posible para mi equipo. Supongo que él también lo hace así y compite de la mejor manera que sabe para sacar el mayor rendimiento a su equipo. Cuando hay esa competitividad mútua chocas con mucha gente y nosotros lo hicimos como rivales pero ahora está en mi equipo. Me ha pasado con otra gente con la que he chocado siendo rivales y luego, cuando ha estado en mi equipo, le he querido más que a nadie. Son cosas del fútbol que se quedan ahí".

Marcelino venía de ganar al Barcelona en la final de la Copa del 2019 y le volvió a ganar en la Supercopa. ¿Es una buena opción para el Athletic, también en el largo plazo?

"Le ha dado aire fresco al equipo. Cuando hay un cambio siempre se remueven las entrañas del vestuario y la ilusión de la gente. Todo eso, unido a unos conceptos distintos, generan algo nuevo. Ahora mismo el equipo está mostrándose a un buen nivel. No sé qué pasará en el futuro, de todas formas".

Ante el Barcelona, Williams y Villalibre hicieron lo que solías hacer tú no hace tanto. ¿Los títulos tienen ahora un sabor distinto o te los sigues sintiendo tuyos?

"Está claro que cuando eres partícipe dentro del campo lo sientes muy adentro, muy tuyo, pero tengo que reconocer que este título lo he vivido igual o más que cuando estaba dentro. Me he sentido muy dentro del equipo y lo he disfrutado muchísimo".

Coincidiste con ambos en el vestuario de San Mamés. ¿Te pedían consejos o lo hacen todavía?

"Al final, intentas ayudar en todo lo que puedas pero no soy nadie para dar consejos. Siempre hablamos muchísimo, tanto con uno como con el otro porque tengo una gran amistad con los dos, e intenté ayudarles. Si en un futuro creen que les puedo ayudar en algo, lo haré encantado, evidentemente".

Es verdad que, como tú, Williams y Villalibre privaron al Barcelona de una Supercopa pero ellos no lo hicieron marcando cuatro goles. Si tuvieras que elegir a uno como heredero, ¿a quien señalarías?

"No puedo contestar a eso, no soy capaz. Y tampoco querría responder. Es como cuando te preguntan si quieres más a tu padre o a tu madre. Tengo tanta amistad con los dos que no puedo ni quiero contestar. Quiero que ambos sean grandísimos delanteros, metan muchísimos goles y hagan historia en el Athletic. Además, estoy convencido de que lo pueden hacer los dos. Permíteme no responder esta pregunta".

¿Qué se siente al ser el hombre que privó al Barcelona de su segundo sextete, por cierto?

"En ese momento sabíamos que les estábamos privando del sextete pero más que haber fastidiado a un rival valórabamos haber ganado un título. Nosotros queríamos lograr un título para el Athletic y eso era lo más grande, como comenté. No tengo problemas en que el Barcelona gane todo lo que quiera pero en esta ocasión pensamos en lo que habíamos ganado nosotros, nada más".

Aun así, nadie en Barcelona te guarda ningún rencor, al contrario. El propio Ter Stegen, que te ha sufrido más de lo que hubiera deseado, siempre habla maravillas de ti. ¿Cómo vives tanto cariño y reconocimiento de parte de tantos defensas y tantos porteros a los que amargaste tantas noches?

"Es una de las cosas, sino la que más, que mayor orgullo me hace sentir. Tener el cariño, por llamarlo de alguna forma, de rivales de esa entidad es algo... casi no me lo creo. Me costó muchísimo creerme que iba a ser futbolista y que iba a jugar en Primera División así que imagínate el orgullo que me genera que rivales de la entidad de Ter Stegen hablen así de mí".

Tu último gol como profesional, aquella chilena que le metiste precisamente a Ter Stegen, está solo al alcance de los elegidos. ¿Cómo se construye la carrera de un futbolista que acaba convertido en leyenda a pesar de haber tenido que salir del club de su vida en dos ocasiones antes de triunfar?

"Soy bastante cabezón (risas) y cuando quiero algo intento por todos los medios estar cerca de conseguirlo. Poder ser un jugador importante en el Athletic era una aspiración muy grande, la máxima, y eso fue lo que intenté. Al final, lo más importante en el fútbol y en la vida es ser constante y no decaer y, cuando sucede, a levantarse. Eso es lo que intenté hacer siempre y creo me puedo sentir orgulloso de, por lo menos, haber hecho todo lo que pude".

¿Y cómo se prepara uno para ponerse a la altura de Messi y Ronaldo en el aspecto goleador y ser el único que les aguanta el pulso durante años?

"Sería excesivo comparar mi inspiración con la suya, eso son palabras mayores. Ni muchísimo menos me atrevería a decir eso porque han estado tantos años a un nivel tan extraordinario que no podía asemejarme a ellos. Siempre quería estar lo mejor posible y marcar el máximo número de goles posible pero lo suyo era desorbitado".

La defensa del Barcelona está haciendo aguas y Piqué está lesionado. ¿Cuántos goles podría meter Aduriz el domingo?

"No lo sabremos nunca (risas). Es hablar por hablar".

¿Es capaz este Athletic de volver a sorprender al Barcelona, esta vez en el Camp Nou?

"Lo hizo hace muy poquito y hay potencial suficiente como para hacer un gran partido y volver a ganar, sin duda".

¿Eres consciente de que el año puede acabar en triplete del Athletic y de que buena parte puede ser también tuyo?

"Claro que soy consciente. Muy consciente, además. El otro día les dije a los jugadores que habían ganado un título, que tenían dos más por delante y que hay que pensar en grande, aspirando a lo máximo que sea posible. Y eso significa ganar el triplete. Sería ingenuo decir que LaLiga está en juego pero sí hay dos títulos de Copa cerca y nunca se sabe. Por lo menos hay que intentarlo".

Y no quisiera acabar sin preguntarte por tus próximos proyectos. ¿Te veremos pronto dirigiendo a un equipo o tienes otros planes?

"El final ha sido muy intenso y necesitaba un tiempo para coger un poquito de aire. Sería ingenuo por mi parte pensar que por haber jugado al fútbol como profesional tengo algo hecho sino que ahora empiezo de cero. Tengo que formarme y buscar qué me gustaría hacer exactamente. El fútbol me encanta pero nunca se sabe. Me tomo este período de coger aire y tiempo para estar con la familia y los amigos y tomar impulso".

¿Te ha propuesto algo el Athletic?

"No pero cuando alguien no está abierto a recibir propuestas tampoco las recibe. Como dije, a día de hoy no necesitaba que nadie me propusiera nada. Al Athletic, además, soy incapaz de negarle nada pero ahora necesito algo de tiempo".

domingo, 24 de enero de 2021

Lezama, el corazón del Athletic

Artículo publicado por Arkaitz Aramendia en el diario Deia el 24/01/2021

Las instalaciones de Lezama cumplirán el miércoles cincuenta años de vida con el orgullo de haber trazado un recorrido que repasan con Deia seis de sus ilustres protagonistas
Un entrenamiento de las categorías inferiores
del Athletic en uno de los campos de Lezama. Pablo Viñas

Medio siglo, una decena de lustros o unas dos mil seiscientas semanas. Ese es tiempo de vida, como prefieran describirlo, que cumplirán el próximo miércoles las instalaciones de Lezama desde que albergaran su primer entrenamiento el 27 de enero de 1971. Fue entonces cuando entró en funcionamiento una academia de alto rendimiento que ha ido evolucionando sin cesar para dotar al Athletic de un mayúsculo músculo competitivo e identitario del que han sido parte activa antiguos coordinadores y directores deportivos que ponen voz al pasado con el orgullo de haber pertenecido a tamaña fábrica de talentos, motivo de envidia y admiración por sus resultados en todo el globo futbolístico.

JOSE MARI AMORRORTU
"Conocí Lezama con solo tres campos"
Jose Mari Amorrortu (Bilbao, 1953), relevado por Rafa Alkorta como máximo responsable de Lezama tras dos etapas al frente de la factoría bilbaina (1994-2001 y 20011-19), con una interrupción en sus labores principales entre 2013 y 2015 bajo la presidencia de Josu Urrutia, recuerda que "conocí Lezama cuando solo había tres campos en 1973 y he visto y vivido en parte su evolución a lo largo de los años". "Para mí es lo más importante que tiene el Athletic, todo lo que sea Lezama es de especial importancia en el marco del fútbol vizcaino y que cumpla cincuenta años es digno de reconocimiento", destaca Amorrortu, que remarca que Lezama es "un modelo de referencia en todo el mundo".

"Todos los que están sensibilizados con el desarrollo de los jóvenes tienen Lezama como un punto de referencia, las instalaciones no dejan de evolucionar y se han organizado muchos eventos y conferencias en ellas a nivel de Europa, dado que todos admiran lo que se hace dentro del Athletic y lo reconocen abiertamente", advierte el actual responsable de la cantera del Racing de Santander, que no piensa en una tercera etapa en Lezama, pues "creo que he cumplido ya mi papel en el Athletic".

ANDONI ZUBIZARRETA
"Lezama fue una decisión revolucionaria"
Andoni Zubizarreta (Gasteiz, 1961), director deportivo del Athletic entre 2001 y 2004, etapa inmediatamente posterior a la primera salida de Lezama de Jose Mari Amorrortu en la que Carlos Terrazas y Luis Fradua ejercieron como máximos responsables de la factoría bilbaina, destaca que "hace cincuenta años Lezama fue una decisión revolucionaria y desde entonces siempre ha sido una referencia física y estratégica, porque el Athletic se anticipó entonces a algo que los demás hicieron después y eso demuestra la diferente forma de pensar y actuar del club". Exdirector deportivo también del Barcelona y del Olympique de Marsella, el gasteiztarra sabe de primera mano que "hoy en día la información corre muy rápido y Lezama es uno de los lugares en los que todo el mundo quiere saber qué pasa, cómo se trabaja y cómo se producen jugadores competitivos para la Primera División siendo la base de un proyecto tan singular y diferente como el del Athletic".

"Las instalaciones van evolucionando y en lo más próximo suele suscitar muchos debates, pero lo que provoca fuera es mucha admiración, más allá de la junta directiva y del director que esté", concluye Zubizarreta.

CARLOS TERRAZAS
"Es el corazón y el alma del Athletic"
El orgullo de Carlos Terrazas (Bilbao, 1962) por estar al frente de la cantera del Athletic en el curso 2001-02 continúa muy vivo dos décadas después. "Lezama es el corazón y el alma del Athletic, algo que siempre está ahí y que da sentido al club en los últimos cincuenta años", remarca el ahora máximo accionista, manager general y entrenador del humilde Hogar Alcarreño, quien echa la vista atrás y recuerda que ejerció como director de Lezama en una "complicada" temporada postelectoral después de que el difunto Javier Uria se impusiera en las elecciones a la presidencia del club.

"La muerte de Uria fue una gran pérdida en todos los sentidos y resultó un varapalo muy importante para todos los que estábamos en Lezama. Me encontré, aun así, un Athletic con muchas ganas de avanzar y progresar en una situación un poco difícil", apunta Terrazas, convencido de que "desde el punto de vista de lo que es un entrenador y estrictamente técnico doctrinal el mayor reto que uno puede tener en su vida es ser director de Lezama, cuyo principal activo es su capacidad para mejorar y evolucionar día a día, puesto que el Athletic siempre se ha caracterizado por ser pionero e ir por delante de lo que pasaba en el mundo del fútbol".

LUIS FRADUA
"Muchas canteras deben dar las gracias"
Luis Fradua (Bermeo, 1965), el encargado de relevar a Carlos Terrazas como jefe de Lezama entre 2002 y 2004 bajo los mandatos de Javier Uria e Ignacio Ugartetxe, ejerce en la actualidad como director del fútbol formativo del Granada con la convicción de que la academia rojiblanca es "un referente que generó en los demás clubes la obligación de tener una responsabilidad con las canteras". "Muchas de esas canteras que funcionan hoy en día deben dar las gracias a que clubes como el Athletic iniciaron en su día un trabajo demostrando que con gente de casa se podía competir a alto nivel", subraya Fradua, orgulloso de haber experimentado en el pasado dos "magníficos años" como responsable de Lezama, si bien admite que fue "una responsabilidad enorme".

"Después de Lezama he trabajado en el Espanyol, Betis y Granada. Los clubes te fichan en cierta medida porque piensan que puedes ayudarles a que tengan un poco de Athletic y de Lezama y, en ese sentido, las metodologías cada vez son más parecidas en todos los equipos, pero el Athletic tiene que seguir invirtiendo más que el resto y tener más recursos al depender más de su base", define Fradua.

LUIS SOLAR
"La historia de un milagro permanente"
La factoría bilbaina, pese a los innumerables halagos recibidos a lo largo de los años, también ha sido diana de las críticas en distintas etapas. "Lezama es todo para el Athletic, su signo distintivo, pero parece que nunca se le ha tratado lo suficientemente bien económicamente, ni a nivel de mimos, aunque sus resultados son espectaculares", argumenta Luis Solar (Noja, 1950), al frente de la cantera rojiblanca entre 2007 y 2009 con Fernando García Macua como presidente.

"Me encontré un equipo de trabajo estupendo, con gente que respondió muy bien y un club que mimó Lezama y se volcó mucho en ella, aunque siempre me he quejado de que estuviera un poco incomprendida", agrega el cántabro, quien expone que "a Euskadi, con Nafarroa e Iparralde incluida, le corresponderían por estadística quince futbolistas en Primera División y el Athletic tiene veinticinco, por lo que estamos haciendo un milagro permanente". "Si tuviera que definir Lezama, sería la historia de un milagro permanente", remarca Solar.

JAVIER IRURETA
"El trabajo que se hace es vital"
Javier Irureta (Irun, 1948), que una vez desligado de los banquillos recaló en Lezama, donde trabajó como director del área deportiva del Athletic encargándose de la dirección, gestión y planificación de la academia rojiblanca, apunta que "cuando llegué al club en 1975 me pareció un centro formativo muy importante para los jóvenes y para la filosofía del Athletic es crucial tener unas instalaciones así". "Ese trabajo que se hace ahí es vital para el Athletic y creo que está dando sus frutos, con momentos más altos y más bajos, pero Lezama, que cuando yo estuve la última vez se había modernizado y ahora lo está mucho más que entonces, es la rama, la esencia, de lo que significa el Athletic", destaca asimismo el irundarra, para quien supuso "una alegría hacerme responsable de Lezama, porque pude aportar algo de mi conocimiento en el plano técnico".

"Me dio pena tener que salir, pero la vida es así y me quedo con haber tenido la suerte de haber estado en las tres áreas al pasar por Lezama como jugador, entrenador y director del área deportiva del club", se enorgullece Irureta.

Resumen Jor. 16ª: Santa Teresa - Athletic Club

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


viernes, 22 de enero de 2021

Celebración de la Supercopa desde Bolivia

Fuente: Twitter @boliviarranaiz


La Gabarra Canaria

Fuente: Twitter @adan_aldr


Orsai - One Club Men

Fuente: Canal YouTube Orsai Music

Componentes:

Óscar De Marcos - gitarra/guitarra
Mikel Balenziaga - gitarra/guitarra
Dani García - bateria/batería
Asier Villalibre - ahotsa/voz, tronpeta/trompeta
Iñigo Lekue - baxua/bajo
Mikel Vesga - gitarra/guitarra


EUSKARA

Betidanik / izan naizela
Ta izango naiz / zuri leial
Txikitatik / erakutsi
Zenidan zer / den amestea
— One club men lololoooo
Ideia zahar / baten morroia
Naizela esan / dezakete
Baina idei / Horren atzean
Herri oso / bat daukagu
— One club men lololoooo
Ta eskaintzen dizkidazun
distira urrunek
Ez dute ezer balio
niretzat
Lur zati honetan
tinko ditut oinak
Ta ez nauzue
mugituko erraz
— One club men lololoooo
Ez zaitugu inoiz bakarrik
— One club men lololoooo
Bidea egiten utziko
— One club men lololoooo
Harmailaren eztarrien
— One club men lololoooo
Eztanda horrek bultzatzen nau

/////

CASTELLANO

Desde siempre
he sido y seré leal a ti
Desde pequeño
me enseñaste a soñar
— One club men lololoooo
Pueden decir que soy
esclavo de una antigua idea
Pero detrás de esa idea
hay un pueblo entero
— One club men lololoooo
Y esas luces lejanas
que me ofreces
No valen nada
para mí
Mantengo los pies firmes
en este trocito de tierra
Y no me vais a mover
fácilmente
— One club men lololoooo
No dejaremos nunca
— One club men lololoooo
Que hagas el camino solo
— One club men lololoooo
El grito de las gargantas de la grada
— One club men lololoooo
Me lleva y empuja

La familia que vivió en San Mamés

Fuente: Canal YouTube El Día Después en Movistar+


Resumen 1/16 Copa del Rey: UD Ibiza - Athletic Club

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


miércoles, 20 de enero de 2021

martes, 12 de enero de 2021

Jugadores con más partidos disputados

Ilustraciones de Tomas Ondarra publicadas en el número de enero del diario Bilbao







martes, 5 de enero de 2021

Test a: Lander Otaola

Fuente: Revista Athletic Club nº 63


¿Qué significa el Athletic Club para ti?

Familia. Es más que un club. Siempre he pensado que el Athletic no tiene nada que ver con el fútbol. Es nuestro orgullo.

¿Cuál es tu mejor recuerdo en relación con el Club?

Me quedo con las temporadas que pasé jugando en las categorías inferiores del club. En infantiles y cadetes. Esos años son impagables. De recogepelotas en San Mamés, conocer a tus ídolos…

¿Cuál ha sido la locura más grande que has hecho por el Athletic Club?

Nos bañamos en la plaza Moyua cuando ganó la Supercopa. Fue épico.

¿Quién es o ha sido el león o leona que más te ha maravillado y por qué?

Joseba Etxeberria, Alkorta y Andrinua. Son los tres que más me han marcado.

¿Has llorado alguna vez con o por el Athletic Club? ¿Cuándo y por qué?

Llorar no creo. No suelo llorar en mi vida en general. Pero algunos de los momentos más emocionantes de mi existencia están ligados al club, tanto como jugador como de forofo. Recuerdo con especial emoción la despedida de Joseba Etxeberria. Siempre ha sido mi jugador favorito.

¿Qué esperas de esta temporada 2019/20?

Estoy muy ilusionado. Tenemos jugadores muy potentes y con futuro. Ojalá podamos hacer algo bonito en la copa y entrar en Europa. Garitano me encanta.

¿Qué te sugiere cuando oyes la palabra Pichichi?

Pues que es un nombre conocido en el mundo entero. El primer futbolista profesional de la Historia del fútbol estatal. El primer crack que se conoce. Y era del casco viejo de Bilbao.

La obra ‘Pichichi’, ¿qué ha aportado a un athleticzale como tú?

Es un proyecto teatral en el que nos hemos dejado el alma. Jamás olvidaré esta función. Es probablemente el proyecto en el que más he puesto de mi de todos los que he hecho. Un homenaje al club y la ciudad de mi corazón.

¿Cómo ves el futuro del Athletic Club?

Siempre en primera. Y manteniendo la filosofía. No contemplo jamás fichar extranjeros. Es nuestra seña de identidad. Lo que nos hace diferentes. Si perdemos eso ya no seríamos el Athletic.

Dentro del Athletic de Bilbao: el club de fútbol que juega con sus propias reglas

Artículo publicado por Murad Ahmed en Financial Times el 15 de noviembre de 2019

Al elegir jugadores de una sola región, el club es un desafiante atípico en un juego transformado por la globalización.

Enero de 2019. El Athletic Club, equipo de fútbol con sede en Bilbao, juega contra el Sevilla. Recibiendo el balón en su propio campo, el delantero  Iñaki Williams hace un autopase y luego, zumbido, corre.

Los defensores del Sevilla lo persiguen pero no alcanzan al jugador de 25 años, que corre 70 metros en menos de ocho segundos. Williams dispara. Él anota. Se gana el partido. Más de 40.000 aficionados del Athletic en el estadio se vuelven locos.

El camino de Williams hacia la adoración de estos seguidores no fue convencional. Comenzó en un campo de refugiados cerca de Accra, Ghana, donde su padre Félix conoció a su madre María, quien huyó de su Liberia natal debido a la guerra civil del país africano. La pareja emigró a España y, en 1994, Iñaki nació en Bilbao, donde heredó un raro derecho de nacimiento.

Desde hace más de un siglo, solo los nacidos o criados en el País Vasco, formado por cuatro provincias del noreste de España y tres del suroeste de Francia, pueden jugar en el Athletic. Es el único equipo del fútbol europeo de alto nivel que se limita a los jugadores locales.

Iñaki Williams:'Estamos haciendo todo bien y eso es algo que otros
clubes no pueden comprar' © Daniel Castro García

La regla, que se ha modificado con el tiempo para centrarse menos en los linajes vascos, está diseñada para mantener la identidad del equipo, no la composición racial. Hace cinco años, Williams se convirtió en el primer jugador negro en representar al Athletic.

El rostro moderno de una institución de 121 años, simboliza cómo ha cambiado el mundo y las formas en que el club no lo hará. “Somos los elegidos para representar al Athletic”, dice Williams. “Somos del País Vasco. Es una región pequeña pero estamos compitiendo contra los mejores y creo que es algo de lo que estar orgulloso ”.

Durante unos días en Bilbao, el mes pasado, conocí a jugadores del Athletic, actuales y anteriores, así como a sus ejecutivos y dirigentes, para descubrir cómo los principios antiguos del club se comparan con las nuevas realidades del fútbol.

Mientras que el deporte moderno se obsesiona con el uso de la ciencia y las estadísticas para desbloquear una fórmula ganadora, el Athletic es el único que ofrece una respuesta diferente. Está guiado más por la fe que por la lógica. El club reconoce que la devoción a una causa, la creencia en el excepcionalismo vasco, puede crear un equipo de fútbol de éxito.

La evidencia es contundente. Entre los miembros fundadores de La Liga, la máxima liga española, los gigantes del  Real Madrid y el  FC Barcelona son los únicos que nunca descienden. De hecho, el club es uno de los más exitosos de España, habiendo ganado la liga en ocho ocasiones.

Aunque el Athletic no ha ganado un trofeo importante como La Liga o la Copa del Rey, la Copa de España, desde 1984, se ha mantenido como una fuerza competitiva. Durante la última década, se han desempeñado lo suficientemente bien como para clasificarse para la competición europea en siete ocasiones, llegando a la final de la Europa League en 2012. 

Lo han hecho produciendo constantemente algunos de los mejores jugadores de Europa. Los recién graduados incluyen a Javi Martínez del Bayern Munich, Aymeric Laporte del Manchester City y  Ander Herrera del Paris Saint-Germain.

La insularidad del equipo lo convierte en un valor atípico en un juego que ha adoptado la globalización. El fútbol fue transformado por la llamada sentencia Bosman, una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 1995 que facilitó a los jugadores moverse entre clubes.

El juicio permitió a los equipos más ricos del continente apilar sus plantillas llenas de talento internacional. Las emisoras pagaron sumas astronómicas para proyectar partidos entre los lados superiores. El torrente de mega transferencias financiadas con efectivo y los enormes salarios de las superestrellas del juego. Los clubes de fútbol, una vez instituciones arraigadas dentro de sus comunidades, se han convertido en negocios globales.

Williams podría beneficiarse de un mercado próspero en los mejores futbolistas buscando un movimiento lucrativo en otro lugar, con Liverpool, Manchester United y Real Madrid expresando interés. Sin embargo, en agosto firmó un contrato de nueve años con el Athletic.

El contrato tiene una duración extraordinaria, dada la brevedad de las carreras futbolísticas. “Es un honor estar vinculado a esos grandes clubes que lo están haciendo bien en Europa”, dice. "Significa que debo estar haciendo algo bien, pero estoy donde quiero estar".

Retener a jugadores como Williams es fundamental para el futuro del Athletic. El club se obliga a encontrar y desarrollar futbolistas dentro de la población del País Vasco de tres millones, equivalente a la selección del Manchester United solo del área del Gran Manchester, y luego persuadir a suficientes de ellos para resistir los avances de los clubes más grandes del mundo. Es un ciclo de Sísifo de su propia creación.

Dentro de las limitaciones autoimpuestas, el Athletic siempre ha producido un equipo que puede defenderse de los mejores equipos de España y Europa. Sin embargo, la rueda del deporte sigue girando. El efectivo está inundando las arcas de los oponentes de una manera que hace que sea cada vez más difícil para el Athletic desafiar.

El club insiste en que preferiría sufrir el descenso antes que abandonar la política exclusivamente vasca. El Athletic sigue creyendo que la regla proporciona una ventaja crucial sobre rivales más mercantiles. ¿Es eso realmente cierto más?

“De abajo hacia arriba, estamos haciendo todo bien y eso es algo que otros clubes no pueden comprar”, dice Williams. "Pueden tener otras cosas, pero no pueden comprar lo que tenemos".

El 5 de diciembre de 1976 , el capitán del Athletic, José Ángel Iribar, salió al terreno de juego para disputar un partido ante la Real Sociedad, equipo rival afincado en la ciudad vasca de San Sebastián, con el capitán contrario Inaxio Kortabarria.

Los dos hombres sostuvieron en alto la Ikurriña, la bandera roja, blanca y verde del País Vasco, y la colocaron en el círculo central. El acto fue un crimen. Fue la primera exhibición pública de la bandera en 40 años y se produjo un año después de la muerte de Francisco Franco, el dictador que buscaba suprimir las diversas culturas, lenguas y tradiciones de las regiones de España.

Franco había prohibido la bandera vasca y, en 1941, incluso emitió un decreto obligando al club de fútbol a cambiar su nombre por el de Atlético de Bilbao. Se opuso a la ortografía inglesa adoptada por los fundadores del Athletic, una combinación de trabajadores navales británicos y estudiantes locales que viajaron a universidades inglesas y regresaron con amor por el juego.

“Había en el aire la sensación de que la gente esperaba una nueva etapa más democrática”, dice el ex portero Iribar, ahora de 76 años, que representó al Athletic en más ocasiones que cualquier otro jugador.

“Había una necesidad de reivindicación, un deseo de enmendar ciertas cosas y una de ellas era recuperar un emblema de nuestra identidad que había sido prohibido”. Recuerda con cariño el "momento muy significativo" de izar la bandera una vez más, así como el "alivio" de no haber sido arrestado por policías indulgentes en el suelo. Iribar alberga un pesar. “La Real Sociedad nos ganó y nos sentimos un poco heridos en ese sentido”, dice.

El ex capitán del club José Ángel Iribar que ha representado al Athletic más
veces que ningún otro jugador © Daniel Castro García

El club a menudo se ha visto envuelto en la tensa política de la región. En 2000, el grupo militante separatista Eta ( Euskadi Ta Askatasuna o Patria Vasca y Libertad), que había buscado medios violentos para crear un estado independiente, intentó extorsionar a jugadores como el exdefensor del Athletic Bixente Lizarazu, que representaba a la selección francesa.

Eta exigió que Lizarazu pagara un “impuesto revolucionario” por jugar bajo los “colores de un estado enemigo”. Hasta el día de hoy, se puede ver a fanáticos incondicionales sosteniendo pancartas separatistas en los partidos. A algunos se les ha escuchado cantar, "Vamos a matar a un español" con la melodía de "When the Saints Go Marching In".

El tema parece menos tóxico en los últimos años, quedando en segundo plano frente a los llamados a la independencia en Cataluña, otra provincia del norte que está agitando la política española. Durante mi visita, los bares locales de Bilbao tenían televisores fijos en la cobertura de noticias de Barcelona, donde los  manifestantes marchaban contra los juicios de los líderes políticos catalanes que organizaron un referéndum por la independencia regional en 2017.

Si bien la cultura del Athletic puede verse como producto de décadas de opresión vivida por el pueblo vasco, Iribar sostiene que el club no es una entidad política.

Señala su naturaleza como  socio que, como un puñado de clubes españoles, incluidos el Real Madrid y el FC Barcelona, es propiedad de miles de miembros individuales que votan por los líderes del club. Las opiniones de estos miembros abarcan todo el espectro político.

“Todas las ideologías que existen en Euskadi están presentes en el Athletic”, dice. “Conservadores, izquierdistas, nacionalistas, separatistas están todos listos para defender este gran juego de fútbol. Es un club que representa la unidad ”.

La forma en que la historia vasca se enreda con la del club es evidente en su sede corporativa: El Palacio de Ibaigane. La mansión de tres pisos se encuentra en el corazón de Bilbao, a pocos pasos del Museo Guggenheim diseñado por Frank Gehry que ha transformado una ciudad industrial en un destino turístico.

Ibaigane fue construido por una de las grandes familias comerciantes del País Vasco en 1898, tomado por el franquismo, que lo convirtió en un cuartel del ejército, antes de ser vendido al club hace tres décadas.

Aquí hay poca parafernalia de fútbol, aunque la bandera del club y el trofeo de plata ocupan el rellano de una escalera. En la planta superior, hay un órgano y una pequeña capilla instalados por los propietarios originales.

En el atrio con paneles de madera del edificio, me recibe Aitor Elizegi, de 53 años, un hombre delgado de rostro severo. El restaurador fue elegido presidente del club en diciembre del año pasado, prometiendo modernización, como buscar nuevos patrocinadores internacionales para mejorar los ingresos, usar las redes sociales para comunicarse con los seguidores y obligar a los ejecutivos a viajar en autos eléctricos.

Sin embargo, como sus predecesores, Elizegi está comprometido con la política de seleccionar solo jugadores vascos. “El fútbol se volvió grandioso gracias a que las camisetas se volvieron legendarias”, dice. “Lo que vino encima de los jugadores fue el escudo, los colores y el estadio. . . La industria del fútbol ha decidido, para maximizar el valor, degradar todo el proceso. Ya no importa de dónde viene el jugador".

La opinión del Athletic ha llevado a una actitud desdeñosa hacia el multimillonario mercado de fichajes del fútbol. Intentan adquirir jugadores, buscando sacar lo mejor de otros equipos vascos. (Esto incluye fichar a jugadores de la Real Sociedad, que abandonó su propia política de selección vasca en 1989, creyendo que ya no podrían competir contra equipos llenos de extranjeros. El primer fichaje de la Real Sociedad en el extranjero, el delantero irlandés John Aldridge, ha dicho que los locales le escupieron en los pies cuando llegó). De lo contrario, el Athletic se limita a desarrollarlos desde dentro de su academia juvenil.

El Athletic tampoco tiene pocos incentivos para vender a sus jugadores. Es uno de los clubes más ricos de La Liga, con ingresos de 134 millones de euros en la temporada 2017-18, casi el doble de lo que ganaban cinco años antes, según cifras de la consultora Deloitte.

Si bien este dinero no se puede usar para comprar superestrellas mundiales, el dinero garantiza que los jugadores actuales estén bien compensados. El nuevo contrato de Williams lo convierte en el jugador con mayores ingresos en un club donde el salario promedio del primer equipo está apenas por debajo de los 4 millones de euros al año. Tales salarios se comparan bien con los equipos líderes del continente.

Aun así, Elizegi cree que es más difícil que nunca retener lo mejor del Athletic. ¿Por qué?

“ Neymar ”, dice con un movimiento de cabeza.

Hace unos años, el FC Barcelona negoció un contrato de juego con el delantero brasileño Neymar. Insertó una "cláusula de rescisión", una tarifa que desencadena una venta, en la que insisten las autoridades del fútbol español, de 222 millones de euros (200 millones de libras).

Se suponía que ningún rival podía permitirse una tarifa tan enorme, que era más de 100 millones de euros más de lo que cualquier equipo había pagado. En 2017, Paris Saint-Germain, respaldado por Qatar, rico en gas, pagó el dinero necesario para activar la cláusula. “Fue completamente exagerado”, dice Elizegi. "Ha provocado una inflación en el mercado que hace que sea muy difícil llegar a un acuerdo".

El año pasado, el Athletic vio a dos de sus mejores jugadores pasar a la Premier League de Inglaterra. El Chelsea pagó 80 millones de euros para adquirir Kepa Arrizabalaga, un récord mundial para un portero, mientras que el Manchester City pagó 70 millones de euros por Aymeric Laporte, la segunda tarifa más alta jamás pagada por un defensor. En ambos casos, el Athletic se vio obligado a vender contra su voluntad, ya que los clubes ingleses activaron sus cláusulas de rescisión.

Los jugadores aceptaron las ofertas para irse, no solo por salarios aún más altos que los que ofrecería el Athletic, sino por la mayor probabilidad de ganar los mayores premios del deporte. Para evitar el interés en Williams, la cláusula de rescisión de su nuevo contrato se ha fijado en 135 millones de euros prohibitivos.

Al mismo tiempo, el club está siendo exprimido por equipos que generalmente están por debajo de ellos en el orden jerárquico del fútbol. En 2016, La Liga comenzó a negociar acuerdos de transmisión de televisión, la principal forma en que los equipos ganan dinero, colectivamente entre sus clubes miembros, distribuyendo los fondos de manera más equitativa.

Antes de esto, los clubes negociaban los contratos de televisión de forma individual, un sistema que benefició a clubes como el Athletic gracias a su ávida base de seguidores locales, lo que los convierte en uno de los clubes mejor apoyados de España.

El nuevo modelo de distribución ha recortado la ventaja. Anteriormente, los mejores equipos españoles ganaban ocho veces más que los que estaban en la parte inferior de La Liga. Esa proporción se ha acercado más a 3,5: 1. Los equipos menores de repente pueden permitirse mejores jugadores, lo que representa un desafío más duro para el Athletic.

Elizegi es despectivo y dice que el dinero en efectivo rara vez se gasta de manera inteligente. “Varios de los fichajes del verano pasado están pasando vergüenza en la liga española y varios de los grandes fichajes no han justificado su precio. No estoy nombrando nombres, pero creo que alrededor del 100 por ciento de esos fichajes siguen teniendo un desempeño deficiente ".

Sin embargo, La Liga es la más reñida que ha sido en años. Con un tercio de la temporada pasada, los 10 mejores equipos están separados por solo seis puntos, con el Athletic en el sexto lugar en la tabla.

Los ejecutivos del club han llegado a aceptar que el sistema de transferencias del fútbol siempre dejará al club en desventaja en el campo. Señalan el efecto en su equipo femenino. Después de que el Athletic se convirtiera en uno de los primeros clubes españoles en tener un equipo femenino totalmente profesional en 2002, ganó cinco títulos de liga. 

Eli Ibarra: 'No es fácil competir ahora con esos equipos que
están trayendo jugadoras extranjeras' © Daniel Castro García

En los últimos tres años, clubes como Atlético de Madrid y Barcelona han fichado a algunas de las mejores futbolistas de todo el mundo y ahora dominan la liga española.

“Somos conscientes de que el fútbol femenino, por el bien de todos, ha dado un giro hacia adelante que es grandioso para el deporte”, dice Eli Ibarra, de 38 años, centrocampista internacional española que ha jugado en el Athletic más que cualquier otra mujer. “Con la inversión y el dinero que ingresa, es bueno para la liga. Pero no es fácil competir ahora con esos equipos que están trayendo jugadores extranjeros ”.

En un día de octubre inusualmente cálido , viajo a Lezama, un pequeño pueblo a 10 millas al este de Bilbao. Instalado entre colinas, un paisaje interrumpido solo por árboles y techos de terracota, se encuentra el campo de entrenamiento de última generación del Athletic. Sobre un campo de césped perfectamente preparado hay un gran arco de hormigón que una vez colgó sobre el estadio del club, se trasladó aquí como otro recordatorio de un pasado querido.

Cerca de 400 niños y niñas, a partir de los nueve años, se forman en Lezama. Los mejores eventualmente serán promovidos a los primeros equipos del Athletic. Solo uno o dos logran el grado cada temporada.

El club calcula que más del 80 por ciento de su equipo masculino comenzó en esta academia juvenil. Invierten sus millones en proporcionar entrenamiento intensivo a jugadores de todos los grupos de edad, convirtiendo esta instalación en una de las fábricas de talentos más importantes del fútbol.

Estoy aquí para conocer a Rafa Alkorta, director deportivo del club y otro exjugador más, con la esperanza de que revele los secretos de Lezama. No hay nada que ver aquí, insiste. Por supuesto, se anima a los entrenadores a recorrer el planeta para descubrir y volver con las últimas ideas sobre fútbol. 

Se envían ojeadores por todo el País Vasco en busca de deportistas con talento. Hay psicólogos y fisioterapeutas en el personal. Sin embargo, nada de esto es un pensamiento radical en el fútbol moderno.

“¿Hacemos algo diferente en el entrenamiento de otros equipos? No ”, dice Alkorta. “Nuestra metodología es más o menos como cualquier otro equipo. Técnica o estratégicamente, no inventamos nada mágico. Es más que esto. Necesitas amar al equipo. Tienes que creer al cien por cien ".

Expreso duda de que la mera devoción sea suficiente para transformarse en un futbolista de talla mundial. Pero Alkorta, de 51 años, insiste en que las políticas del club tienen efectos intangibles y ventajosos. Por un lado, los jóvenes saben que es mucho más probable que se conviertan en futbolistas profesionales en el Athletic que en cualquier otro club.

Saben que representan una pirámide que es posible escalar, porque el equipo actual ya lo ha hecho. Los costosos reclutas extranjeros nunca los suplantarán. Eso anima a los jugadores a permanecer en la academia y en el club.

Otra fuerza poderosa es el sentimiento local. “Es lo más importante para nuestras familias, para nuestros amigos, para cualquier persona que conozcas. . . si hay alguien que juega en el Athletic en tu círculo, es lo mejor para todos ”, dice Alkorta. "Es una religión".

El campo de entrenamiento de última generación del club donde se entrenan unos 400
niños y niñas, a partir de los nueve años, © Daniel Castro García

De hecho, la gente de todo el club se refiere continuamente al Athletic como una "familia". La idea se inculca desde la niñez, creando poderosos lazos que unen. A los niños y niñas se les enseña la historia vasca y el papel del Athletic en ella. “Lo primero que enseñamos es a amar la insignia. Es lo primero que les enseñas a los niños cuando llegan ”, dice Alkorta. “La mentalidad y el corazón de los muchachos ganan muchos partidos. Todos los años."

Un deportista romántico puede pensar que este es un antídoto bienvenido contra el egoísmo mostrado en otros clubes, los jugadores saltan continuamente entre equipos por cheques de pago más gordos. Un cínico puede sugerir que es una forma de adoctrinamiento, diseñado para lograr que las jóvenes estrellas impresionables tomen decisiones en contra de sus intereses financieros personales.

Cualquiera que sea la opinión de uno, el mensaje funciona. Mientras que algunos se van, incapaces de resistir la fama y la fortuna en otros lugares, muchos se quedan y tienen toda su carrera en el Athletic. El actual capitán Iker Muniain ha estado allí durante más de una década a pesar de recibir muchas ofertas para irse.

El año pasado, firmó un nuevo contrato que no contenía cláusula de rescisión, lo que significa que permanecerá en el Athletic mientras se deseen sus servicios. El mediocampista no está solo. Los compañeros de equipo Raúl García, Ibai Gómez, Óscar de Marcos y Mikel Balenziaga también han rechazado las cláusulas de rescisión.

Otros van aún más lejos. Joseba Etxeberria, ahora de 42 años, un jugador internacional español que jugó en el club durante 15 años hasta 2010, donó el salario de su última temporada a la fundación benéfica del club. “Nuestro objetivo no es ser mejores que los demás, sino ser más auténticos”, dice Etxeberria.

Me acompañan dentro de las instalaciones de entrenamiento a la oficina de Gaizka Garitano, el entrenador del primer equipo. La pequeña habitación está escasamente amueblada. Un pequeño escritorio, una estantería a medio llenar, una pizarra de tácticas en forma de campo de fútbol con garabatos indescifrables dibujados en rojo.

Garitano detiene un video proyectado en una pared. Lleva muchas horas viendo los partidos que involucran al Espanyol, equipo con sede en Barcelona que es el próximo rival del Athletic. “Vivo aquí”, dice con un suspiro. "Estoy aquí más que con mi esposa".

En el pasado, el Athletic a menudo ha empleado entrenadores en jefe extranjeros, incluidas figuras de renombre como el alemán Jupp Heynckes, el inglés Howard Kendall y el argentino Marcelo Bielsa.

Las políticas de selección no se extienden al entrenador, aunque esto, nuevamente, es un capricho de la historia. Fundado en parte por británicos, los tres primeros entrenadores del Athletic eran ingleses. Pero para Garitano, de 44 años, dirigir al Athletic representa un regreso a casa.

Se entrenó en la academia del Athletic como jugador, aunque solo fue lo suficientemente bueno como para jugar una sola vez con el primer equipo. Tuvo un mayor éxito como técnico, liderando a otro equipo vasco, la SD Eibar, a ascensos consecutivos y un lugar en La Liga.

Los posteriores cargos directivos en Deportivo La Coruña y Real Valladolid terminaron en fracaso. Luego, con el Athletic sumido en la zona de descenso a mediados de la temporada pasada, Garitano fue ascendido de su puesto como entrenador del segundo equipo del Athletic y llevó al club en la clasificación de La Liga para terminar octavo.

Él dice que la filosofía única del club crea una armonía y disciplina entre los jugadores que no se pueden igualar. “El ambiente en el vestuario, la gente se siente muy respetuosa con el técnico, con la afición”, dice. “Desde que estoy aquí, no he tenido ningún problema con ningún jugador”.

Esto contrasta fuertemente con sus experiencias en otros clubes. “Tenía 14 jugadores extranjeros en La Coruña y seis de ellos no hablaban español. Tuve que hablar en inglés con algunos de ellos. . . El vestuario no fue muy fácil de manejar, la verdad. Había jugadores buenos y hábiles. Pero no jugaron en equipo ”.

Esta es quizás la mejor explicación de cómo la regla del euskera ayuda en el campo. Los jugadores están impulsados por un mayor sentido de misión. Los intereses personales están subsumidos por el bien común. Es una cultura y una ética de equipo que se ha transmitido de generación en generación de deportistas vascos durante más de un siglo. 

“Esta es la principal ventaja”, coincide. “En el Athletic me estoy centrando principalmente en el fútbol. En otros clubes, te preocupa el dueño, los jugadores que se quejan o no están de acuerdo. Empiezas a trabajar por la tarde, pensando en fútbol y el resto del día te preocupas por diferentes temas, diferentes cosas. Aquí, tenemos una filosofía que se remonta a décadas ".

Dos días después, hay un partido en San Mamés, el estadio del club que lleva el nombre del niño santo cristiano que, dice la leyenda, fue arrojado a los leones por los romanos solo para domesticar a los animales. Por mucho que el club quiera proyectarse como un retroceso a una época pasada, no se ha resistido del todo a la modernidad. 

Este estadio fue reconstruido en 2013, transformado en un elegante estadio. Antes del partido, se coloca un banner publicitario sobre el círculo central con el logo de Vueling, la aerolínea española de bajo coste.

El estadio San Mamés del club se transformó en 2013 en un elegante estadio con
una capacidad para más de 53.000 personas © Daniel Castro García

En un miércoles por la noche lluviosa, la visita del Espanyol, un equipo que ocupa el segundo lugar en la liga, atrae a una multitud por debajo de su capacidad. Las gradas empinadas están salpicadas de asientos vacíos. Sin embargo, no hubo problemas para llenar este terreno para el primer juego de la temporada. 

Luego, el Athletic venció a un equipo de Barcelona con nombres conocidos como el francés Antoine Griezmann y el uruguayo  Luis Suárez . Como cualquier otro público del fútbol mundial, el público de Bilbao se siente atraído por los partidos más importantes, las estrellas más brillantes.

Quizás son los jugadores los que más importan. Esta noche el capitán Muniain marca dos goles, incluida una magnífica volea desde fuera del área. Williams atormenta a los zagueros del Espanyol, que luchan por mantener su tremendo ritmo. El compromiso de los jugadores es claro, su talento superior. El Athletic gana 3-0.

El mantra de que el club es del pueblo vasco, por el pueblo vasco, para el pueblo vasco es muy atractivo. Convence a los jugadores de que el fútbol es más que un juego. Lleva a gente como Williams a rechazar el encanto de los equipos más ricos. En cambio, busca la gloria para la región que aceptó a sus padres, para el club que desarrolló su talento y para los compañeros de equipo que considera familiares.

“Al final de mi carrera quiero ser una leyenda como Iribar”, dice. “Creo que todos los que estamos aquí nos sentimos parte de algo. Sentimos que nos llega en un sentido importante, y nadie menosprecia a nadie más. Esta es una familia. Creo que los seguidores se dan cuenta de que esto es una familia, porque luchamos juntos como hermanos ”.

domingo, 3 de enero de 2021

Copa Eva Duarte (1950/51)

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Elche CF (03/01/2021)

Título oficial organizado por la RFEF disputado por el campeón de Liga y Copa entre 1946/47 y 1952/53


Antecedente de la Supercopa, el nombre de la competición se debe a que el trofeo del torneo fue donado por la Primera Dama de Argentina, Eva Duarte de Perón, a la Federación Española de Fútbol.

El Athletic accedió a la final en su condición de campeón de Copa de 1950, y su rival fue el Atlético de Madrid, campeón de LaLiga 1949/50. Compitieron por el título en dos partidos, la final y uno de desempate, ambos en el estadio Chamartín el 12 de octubre y 1 de noviembre de 1950, respectivamente. El Athletic quedó campeón tras empatar 5-5 en la final y ganar 2-0 en el desempate.