Artículo publicado por Alfredo Relaño en el diario As el 03/05/2016
Hoy se cumplen 33 años de aquel día en que la Gabarra Athletic surcó la Ria
Desde 1956, el Athletic no había vuelto a ganar la liga. Pero este año lo consiguió de nuevo, con Clemente de entrenador, Zubizarreta y Meléndez en la portería, Urquiaga, Goikoetxea, Liceranzu, De la Fuente, Núñez, Guisasola, Patxi Salinas y Bolaños en la defensa, De Andrés, Gallego, Urtubi, Sola y Elguezábal en la media, y Dani, Sarabia, Argote, Endika, Noriega y Julio Salinas en la delantera. Fue un equipo sólido, sin demasiado encanto en los partidos fuera de casa, pero sin fisuras tampoco. En casa hacía un fútbol más alegre y marcaba muchos goles. Fue la primera liga de Maradona en España, aquella en la que una hepatitis le apartó del juego durante varias semanas. El campeonato tuvo un final emocionantísimo. A tres jornadas de acabar, el Athletic perdió en el Bernabéu, y eso dejó en ventaja al Madrid, que en la última jornada visitaba al Valencia, donde le bastaba con empatar para ser campeón. El Athletic jugaba en Las Palmas, donde necesitaba ganar y al mismo tiempo que el Madrid perdiera. Para más dramatismo, los dos rivales de los equipos aspirantes se jugaban el descenso en esa misma última jornada. Los dos partidos fueron simultáneos, en una de esas tardes de calor preveraniego. El Madrid perdió, con un solitario gol de Tendillo. El Athletic goleó (1-5) y salió campeón de liga tantos años después. Al tiempo, el Valencia se salvaba y Las Palmas descendía a Segunda.
Cinco mil hinchas habían viajado a Las Palmas. Todo Bilbao salió a la calle e inundó el casco viejo. El lunes, la tela rojiblanca se agotó en la ciudad. Para hacer un festejo especial, Fernando Ochoa, gerente del club (que había sido jugador del juvenil, campeón de España), tiene una idea gloriosa inspirada en una de las canciones populares más cantadas en España en el siglo pasado: «Por el río Nervión, bajaba una gabarra…». Y propone en el club que el equipo pasee por el río Nervión en una gabarra. La idea es aceptada con entusiasmo y la ciudad acoge la sorpresa con un éxito sin igual. Y los campeones hacen un trayecto de siete kilómetros entre el Puente Colgante y el de San Antón. Precedida por las traineras de los clubes deportivos, seguida por barcos pesqueros, gasolinos y motoras, la vieja gabarra, bautizada para la ocasión Athletic, no lleva esta vez carbón, sino gloria. A ambas orillas, miles, miles y más miles de hinchas agitan sus colores rojiblancos y aclaman a unos héroes que se sienten empequeñecidos ante la magnitud del acontecimiento. Nunca hubo celebración de tal grandiosidad en victoria de fútbol alguna.
Aquel Athletic repetiría al año siguiente, en el que hizo doblete. La gabarra volvió a salir, con la misma emoción que el año anterior, aunque ya sin aquel efecto novedad. Luego, el enfrentamiento de Clemente con Sarabia aceleró el final de aquel ciclo, del que Clemente era el líder natural. El equipo no ha vuelto a ganar ningún título oficial. Se pensó en la idea de sacar la gabarra cuando el año del centenario el club fue segundo y se clasificó, por ello, para la Champions, pero se desestimó. Con ocasión de la final de Copa contra el Barça, en Valencia, en 2009 volvió a estar preparada. Y preparada sigue, a la espera de que el viejo y querido Athletic Club gane de nuevo un título. Ochoa tuvo una gran idea.
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Nota del administrador del blog
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Quiero pensar que el artículo fue redactado antes de 2012 ya que faltan por mencionar las finales de copa de 2012 y 2015, la final de UEL de 2012 y la consecución de la Supercopa 2015 por parte del Athletic Club.