Artículo publicado por Virginia Melchor en el diario El Correo el 11/02/2015
El Athletic ha eliminado al Espanyol en las cuatro ocasiones en las que se han enfrentado en la Copa. Así fueron aquellos partidos
El Athletic espera encarrilar hoy en San Mamés (22.00 horas), en la ida de semifinales ante el Espanyol, el pase a una nueva final de Copa. Sería la tercera ocasión, en los últimos seis años, en la que los rojiblancos llegen a ese último partido tras las citas de Mestalla en 2009 y del Vicente Calderón en 2012. Pero antes hay que tumbar a los periquitos, como ya ocurrió en las cuatro ocasiones anteriores en las que ambos equipos se vieron las caras a estas alturas del torneo del ko, la competición preferida de los leones. En los cuatro enfrentamientos directos, todos en las décadas de los 30 y 40 del pasado siglo, hubo un único ganador: el Athletic. Siempre a la final, en algunas eliminatorias con goleada incluida. Y en tres de las ocasiones se consiguió levantar el trofeo. Pero antes vamos a repasar aquellas semifinales. Así las contó este periódico:
1931-32
"Todo estuvo bien" (8-1) 5-VI-32
La mayor goleada en las semifinales entre el Athletic y el Espanyol se produjo en junio de 1932. 8-1 a favor de los rojiblancos, que ya habían tumbado a los barceloneses en dos finales anteriores. La crónica de este periódico comenzó alabando la trayectoria bilbaína en su feudo. "Rapidez divino tesoro... Una semifinal que pasará a la historia", llevó al subtítulo el cronista, Monchín. Tres goles de Gorostiza, otros dos de Bata y Chirri, y uno de Iragorri dieron el triunfo a los vascos, entrenados por el genial Mr. Pentland. Aseguró el periodista que el Español hizo "un fútbol bonito, alegre e inofensivo". "Inofensivo contra un Athletic entusiasta y práctico", apostilla el redactor. El Athletic demostró "decisión en el tiro, optimismo, ganas...". Y el público estuvo allí para verlo. Pagó las 27 pesetas que costó la entrada. También las condiciones del campo estuvieron a favor de los bilbaínos debido a la lluvia que cayó al mediodía. "Todo estuvo bien... Así da gusto", concluye la crónica.
Triplete de Bata (0-4) 12-VI-32
"El Athletic, en forma magnífica, vence al Español por cuatro a cero", tituló 'El CORREO' su crónica. El campo de Sarrià "no llegó al lleno", pero "registró una buena entrada". Se aplaudió largamente a ambos equipos al aparecer en el terreno de juego, que estaba resbaladizo a causa de la lluvia caída durante la mañana. Ya sobre el partido, el cronista destaca el dominio de los bilbaínos, que habían sentenciado la ronda en el viejo San Mamés. A los 25 minutos de juego, el Athletic consigue su segundo tanto, en un marcador que ya había inaugurado Bata. "Lafuente recibe un pase largo, desborda a Moliné, se interna y lanza un tiro fuerte cruzado, que llega hasta las mallas", relata Monchín. Y Bata, de cabeza, consigue el tercer tanto a falta de cuatro minutos para terminar el primer tiempo. Se reanuda el juego tras el descanso y al cuarto de hora, "Bata, bien colocado, entra de cabeza y fusila el cuarto gol". Y el Athletic a la final, donde se impuso por 1-0 al Barça.
1932-33
Gorostiza, salvador (1-0) 11-VI-33
El encuentro, que se jugó en San Mamés, ofreció "más inquietudes que momentos de satisfacción". "El equipo bilbaíno hizo un partido bueno. No tanto como el de hace ocho días contra Coruña, pero mucho mejor que otros que ha ganado", relata Monchín. Sin embargo, el cronista destaca que en los jugadores del Athletic pesó demasiado la confianza. "Se había dicho tantas veces que el Madrid y el Athletic serían finalistas, que los jugadores se lo habían creído. Y por eso Iraragorri, Muguerza, Goros... frenados por los ímpetus enemigos, se paraban asombrados de que les quitaran el balón como diciendo: 'Pero... ¿no hemos quedado en que debemos ganar?'", cuenta el redactor con ironía. En el ambiente hay nervios. Hasta que en el minuto 81, Gorostiza "suelta desde lejos un tiro raso y duro que cruza el gol de poste a poste hasta la red". La crónica termina animando a los rojiblancos a hacer autocrítica. "Los jugadores creen que una semifinal debe ganarla el equipo de más categoría. Y están equivocados. En el juego la categoría no influye sino el deseo de trabajar, el entusiasmo, las ganas de triunfo. El Athletic ha jugado hoy muy por bajo de su nivel".
El secreto defensivo del Athletic (1-2) 18-VI-33
"No hay mejor defensa... que una buena defensa", arranca la crónica. Y continúa: "Esta del Athletic, en el día de hoy, por ejemplo". "Nos hemos dado cuenta –observa el redactor– de que el secreto defensivo del Athletic consiste en no dejar que los advsersarios tiren a gol". Y esa será la tónica reinante en el partido. El primer tiempo termina con empate a cero. Sin goles. Pero ya en el segundo, el Español ataca con furia. A los 7 minutos, "recoge el balón Prat, y estando Blasco cubierto, tira bajo y rápido marcando el primer tanto". No se observa la menor alteración del Athletic, "sigue serenamante", haciendo su táctica defensiva, pero dedicando "alguna más atención al ataque". El gol del empate lo marca Gorostiza, que "a gran velocidad empalma un tiro raso imparable". Cuando faltan un par de minutos para el final, un gol "impresionante" de Iraragorri regala la victoria a los bilbaínos. "Acaso hoy, como nunca, ha demostrado el Athletic que merece una calificación especial de equipo que sabe cómo debe jugar. No ha sido sólo la furia, el ímpetu y la capacidad de lograr tantos de otras veces. Ha sido sobre todo, su inteligencia, su labor defensiva". En la final derrotó al Real Madrid por 2-1, ampliando su palmarés en esta competición.
1944-45
Ataque y emoción en Sarrià (0-0) 3-VI-45
Un partido "de ataque" fue el que disputaron en Sarrià el Español y el Athletic. "Los dos equipos se lanzaron a la ofensiva y ello tenía que tener por consecuencia el que viéramos uno de los más emocionantes partidos", describe el cronista. Y lo fue. "De emoción auténtica, de clase, porque se jugó bien por los dos bandos", continúa el texto. El Athletic jugó con un "tecnicismo" -opina el redactor- que "verdaderamente nos sorprendió". "Ha ganado mucho el equipo vasco. Combina con mayor precisión. Emplea un juego raso muy efectivo que pocas veces había desarrollado", elogia. El Español también lo hizo bien. Tenía que lanzarse al ataque para alcanzar una victoria que le permitiera abrigar alguna esperanza en el partido de vuelta en San Mamés. Combinó con maestría. "Avanzó con firmeza, pero topó con algo que, sin duda, no contaba: la ineficiencia de su delantera, que no tuvo su tarde". El partido se saldó con un empate a 0. Todo se decidiría en Bilbao una semana más tarde.
El Athletic, a la final pese a no jugar bien (4-1) 10-VI-45
"Como la seda". Con estas tres palabras arranca una crónica en la que se pone en valor "el gran ambiente de corrección y deportividad" que se vivió en aquella semifinal de 1945. "Más que a un partido, se parece mucho a un encuentro amistoso de los de tiempos muy pasados, en los que, sin puntos que dilucidar, eran el amor propio y la honrilla los que daban color y sabor a las contiendas", destaca el redactor valiéndose del lenguaje deportivo de la época. Ambas escuadras saltaron al campo "entre grandes ovaciones". El encuentro, "si bien muy disputado", se desarrolló con una "suavidad inacostumbrada". "Esto es, como la seda", vuelve a repetir el cronista. No faltó emoción. A pesar de que los bilbaínos no jugaron bien. La línea media falló. "Seguramente el excelente medio izquierda del Athletic no ha tenido en toda su vida futbolística una tarde tan desafortunada como la del domingo. ¿Qué le pasaba?", se preguntó extrañado el redactor. Y aún así el Athletic ganó (4-1) gracias a los goles de Garate, Gainza y Zarra, que marcó por partida doble. Otra final. Y otro título, el logrado tras superar al Valencia (3-2).
1948-49
"Todo fue maravilloso" (1-2) 15-V-49
La lluvia que cayó durante todo el día "no restó un solo espectador, de los que engolosinados por el atractivo del partido, abarrotaron las graderías de Sarrià", arranca el cronista, Santiago García. En las localidades, algunas enseñas con los colores bilbaínos, y en mitad de las gradas, una gran bandera del Athletic. "A los cinco minutos, a la salida de un córner, Calvo, muy hábilmente, marca el primer gol para el Español". Pero las banderas siguen sin arriarse... Y el equipo bilbaíno, sin perder un instante su moral. En ese momento, Venancio convierte de penalti el tanto del empate. Comienza el segundo tiempo, un tiro "alto y fuerte de Gainza entra en el marco, pega en el hierro que sujeta la red y vuelve a salir". Todo "en un segundo de tiempo" y todo "maravilloso".
Un primer tiempo para la historia (6-2) 22-V-49
"El Atlético venció con gran facilidad al Español en San Mames". Así de contundente fue el titular de este periódico. Los vizcaínos protagonizaron una primera parte "magnífica". "¡Qué primer tiempo!", exclama el cronista. Y a continuación emplea una retahíla de adjetivos para elogiar a los bilbaínos: "No existió sobre el terreno de juego otro cuadro más que el blanquirrojo, que jugó una primera parte imponente, arrolladora, de maravilla. Porque maravilloso fue aquel tejer y tejer fútbol de primerísima calidad como hacía muchísimo tiempo que no se veía". Tres goles de Venancio, dos de Zarra y uno de Arrieta dieron la victoria a los bilbaínos. Todo lo bueno que tuvo el primer tiempo, lo tuvo de aburrido el segundo. La diferencia de tantos era suficientemente amplia como para no arriesgar más. El partido ya era del Athletic, y también la final. Una final que, a diferencia de las tres anteriores, no acabaría con los rojiblancos celebrando el título. El Valencia, en esta ocasión, lo impidió (0-1).