Entrevista publicada por Juanma Mallo en el diario El Correo el 06/08/2019
La navarra, que cumple 15 campañas en Bilbao, repasa la evolución del fútbol femenino y confiesa que «nunca» imaginó una carrera tan larga
Cuando se le recuerda el 30 de enero, aquella eliminatoria de Copa de la Reina que batió récords en San Mamés, Erika Vázquez (Pamplona, 36 años) se toca el estómago. «Siento aquí una cosa...». Emoción, digamos. Lesionada en el arranque de su decimoquinta campaña en el Athletic, la navarra echa la vista atrás, y repasa la evolución que ha disfrutado el fútbol femenino, con ella como una de las protagonistas. Confiesa en que «nunca» imaginó una trayectoria tan larga y señala uno de los aspectos que más le tocan el corazón: «Ver una niña con mi camiseta me saca una sonrisa, es el mayor logro», acepta una jugadora jovial, cercana, una de las leyendas de este equipo.
– Inicia su temporada número 15, ¿qué retos se plantea?
– Tampoco lo llamaría retos. Mi objetivo es intentar ser mejor cada día, exigirme para competir con las mejores. Se plantea un año bonito, ilusionante, con cambios. Intentaré estar al nivel y el máximo tiempo posible en el verde. Y, sobre todo, disfrutar. ¡Seguir disfrutando!
– Esa es la principal motivación.
– Exacto: estar motivada para venir a entrenar, jugar... Y a nivel colectivo estar arriba e intentar competir por la Liga y por la Copa.
– ¿Dónde queda el Athletic en el fútbol actual? Ha entrado el Madrid, ficha a 'galácticas'... ¿Se puede mantener el nivel?
– Creo que sí. Tenemos un equipo competitivo. Tenemos la ventaja de que hay muy pocos cambios, conjuntar al equipo es más fácil. Todas sabemos nuestra fortalezas, nuestras debilidades... Conocernos y jugar tantos años juntas nos hace un bloque compacto. Este año se plantea bonito, el míster (Ángel Villacampa) no está transmitiendo las ganas que tiene...
– Se le nota ambicioso.
– Exacto. Tiene mucha ambición. Nos transmite mucha confianza en el proyecto, en cada una de nosotras. ¿Dónde queda el Athletic? El objetivo siempre tiene que ser pelear por estar arriba, por todo. Los demás equipos se refuerzan, pero el Athletic siempre tiene la identidad de equipo campeón, de ser capaz de competir. Luego pasará lo que sea: ganaremos, perderemos. Pero que se vea un equipo que quiere, que quiere ganar, competir, y a cada rival ganarnos le va a costar mucho.
– ¿Le da vértigo ver el nombre de Erika Vázquez en el primer puesto de goleadoras del Athletic, y la tercera con más partidos?
– Es que no soy muy de cifras. No las miro mucho, porque si lo hago digo 'uffff', ya llevo quince años. Son cosas que tampoco las tengo muy en cuenta. Poder estar disponible, disfrutar y hacer lo que más me gusta.
Disfrutar por encima de todo
– ¿Se imaginó una carrera tan larga? Lo digo porque cuando empezó a jugar el fútbol femenino era lo que era.
– ¡Qué va! No me imaginaba ni la cuarta parte de lo que está pasando, y más ahora, que ha crecido. Desde hace tres o cuatro años se ha dado un cambio espectacular. El Mundial ha sido el impulso que se necesitaba para que el fútbol femenino esté donde se merece. Es cierto que juego al fútbol porque amo este deporte, porque me encanta... Las que somos más veteranas hemos jugado sin cobrar nada. ¡Nos encantaba! Intento trasladar eso en el tiempo. Que no se convierta en algo que hago obligada, sino porque me encanta. El día que deje de disfrutar lo dejaré, no tengo ninguna duda.
– Hace cuatro años, jugó un Mundial en Canadá. ¡Vaya cambio con el de hace un mes!
– ¡Bufffff! Entonces también hubo sus cambios, es algo progresivo. Pero de ese al de ahora ha sido un cambio brutal.
– De todo lo que ha evolucionado, ¿con qué se quedaría?
– Con muchas cosas. Con todo lo bueno que ha ido sucediendo. Se ha conseguido que se nos conozca más, que se nos vea más... Al vernos más, entran más patrocinadores, todo el mundo se vuelca. Me quedaría con todo lo que ha supuesto a nivel social. El cambio de mentalidad que ha surgido en la gente: ver a las chicas en San Mamés, en estadios grandes. La gente es capaz de pagar una entrada por ver a las chicas. A nivel social, los medios de comunicación, federaciones, equipos, han impulsado a que se crezca. Me quedaría con eso: ver a niños y niñas pequeñas y que seamos nosotras sus referentes es algo que no se puede...
- Es que, por ejemplo, Damaris ha confesado que su ídolo era Ronaldinho. Pero ahora se sigue a Erika, a Lucía, a Damaris...
– Eso es. Eso es con lo que realmente me quedo. Que veas a niñas con tu camiseta, o cosas así.
– ¿Qué piensa en ese momento?
– Son cosas que para generaciones futuras será algo normal, pero las que llevamos tanto tiempo. ¡Buah! Ver que una niña lleva mi camiseta me saca una sonrisa. Veo a una niña vestida del Athletic, con un nombre nuestro, y es el mayor de los logros. Eso te dice mucho.
El Athletic, un modelo
– Y eso, a priori, será normal dentro de unos años.
– Eso es. Son tonterías. Pero terminar de jugar en San Mamés, yo que soy la última, que tardo dos horas, y que haya gente todavía esperando. ¡Es la hostia! Yo oía ruido, y encima que soy lenta...
– Y encima para una persona como usted, que ha vivido la otra cara.
– ¡Dos horas esperándote a ti! Eso para mí fue... No me lo creía. Y eso es supergratificante.
– Rebobine. Sale al campo el 30 de enero, día del partido de la Copa de la Reina contra el Atlético...
- ¡Buah! ¡Buah! No me pidas que te lo explique porque no se puede explicar con palabras. Empieza a sentir aquí una cosa (se toca el estómago)... ¡Fue increíble! No pasamos, pero cuando termina la temporada recuerdas eso: que llenaste el campo, que estuviste con tu gente, que diste la cara. El resultado ya hubiera sido la bomba. Luego jugamos contra el Levante, un equipo duro y ganamos. Este año jugaremos más.
– ¿Se sienten unas pioneras? Luego les siguió el Wanda, la Juventus, los partidos del Mundial...
– El Athletic siempre ha sido un club pionero en el trato del fútbol femenino. Muchos clubes se han fijado en el Athletic como modelo. Yo llevo tantos años aquí por algo, he sentido que me cuidan muy bien, que apuestan por el fútbol femenino, que quieren que estés, que la apuesta es de verdad. Eso se valora. Hay equipos que van dando más pasitos, pero el Athletic ha sido modelo y siempre ha estado ahí.
– Ejemplo de eso crecimiento es la entrada del Real Madrid.
– Está claro. Tú quieres vender un producto, que es la Liga Iberdrola, y se trata de que tengas equipos que vendan ese producto. Son estructuras que le dan calidad y competencia al torneo. Si queremos conseguir que nuestra Liga sea de las mejores de Europa en unos años, pues está claro que hay que empezar por esas cositas. La Federación ha hecho su labor poniendo una serie de requisitos que te hacen ser mejor, competir en una serie de condiciones... Hace que todas estemos mejor, y nos sintamos profesionales de esto.
– Sin embargo, falta el convenio colectivo. Usted reclamó un abril una solución «urgente» y, de momento, todo sigue igual.
– Es el 'pero'. Es por lo que deberíamos luchar todas y hacerlo todas juntas. Antes de los intereses individuales están los colectivos. Ahí es donde tenemos la palabra las futbolistas y debemos luchar por ello. De momento, la cosa no va como nos gustaría después de no sé cuántas reuniones. Ojalá se firme cuanto antes porque es el 'pero'. Es lo que nos falta, tenemos que estar en las mejores condiciones. Hay clubes que tratan a sus jugadoras como las profesionales que somos. Y cada profesional, con independencia de su sector, tiene un convenio. Es un derecho. Vamos a seguir peleando.
– Ha renovado por dos años, ¿de dónde saca las fuerzas?
– De la motivación. Amo lo que hago. Las ganas están también en la autoexigencia, en el inconformismo, en querer mejorar con independencia de la edad, o de querer aprender cada día. Gente que hemos estado sin ninguna remuneración, jugar porque te gusta, nos resulta más fácil que a las que lo han tenido desde el principio. Lo ven de otra manera. Las ganas ya las tengo, pero sí que notas que el cuerpo hay veces que cuesta. Pero si tienes ganas y motivación, para adelante.
– Ya se habrá dado cuenta de que compañeras como Damaris, Nerea Nevado y Oihane no habían nacido cuando debutó en el Lagunak.
– También lo pienso. Podría ser la madre de muchas. Pero muchas veces no sé ni la edad que tienen. Les digo: '¿pero qué edad tienes?'. Me dicen que 17... ¡¿Cómo?! Te quedas... Me veo yo cuando yo estaba y sí que intentas ayudarlas a que sean mejores, si puedes ayudarlas con todo lo que has vivido tú... Les cuentas cosas.
– Muchas de las que les cuentan no se las creerán.
– Es que como ellas tampoco las han vivido.
«El entrenador nos transmite su confianza»
Erika Vázquez, con problemas musculares en el cuádriceps, espera estar pronto a las órdenes de Ángel Villacampa, el nuevo entrenador, ganador de dos Ligas Iberdrola y una Copa de la Reina con el Atlético, que ha mandado un claro mensaje al vestuario: «Nos transmite confianza y nos viene muy bien», confiesa.
– ¿Cómo va de su lesión?
– Bien, bien. Ya hago cositas en el campo, carrera... No fue una lesión de mucho tiempo, pero voy poco a poco. Acumulas carga, quieres estar cuanto antes...
– Estará con ganas: nuevo entrenador, con una serie de amistosos atractivos...
– Con muchísimas ganas. Quieres, quieres... Pero es una lesión de cuádriceps que necesitas un poco de precaución para curarla bien y que luego no te dé guerra. Recaer... Sería. ¡Buff! Ya empieza la temporada... Y no, no.
– Ha dicho que el entrenador tiene mucha confianza, ¿notan un cambio?
– Ha creído en el proyecto, viene con muchísimas ganas y nos lo está transmitiendo. Nos transmite su confianza y nos viene muy bien. Estás jugando, y nos hemos llevado palos. El año pasado perdías partidos, que joé... Ves que los demás se refuerzan, y tú tienes que competir con lo que tienes, que por una parte nos da ese plus, te hace sentir más fuerte. Que transmita esa confianza, que te haga creer que somos capaces, que hay un equipo muy bueno, nos está viniendo muy bien. Confiar en lo que hacemos, en el bloque que somos, y estamos todas con muchísimas ganas e ilusión.