Artículo publicado por Julen Guerrero en el diario El Correo el 08/03/2018
No sería la primera vez, si ocurre, no la última, que un equipo que deambula en su Liga consigue hacer un meritorio papel en Europa. Después del fracaso en la Copa y quedarse en tierra de nadie en la Liga, al Athletic solo le queda como único objetivo llegar lo mas lejos posible en la Europa League. De las tres competiciones tan solo esta última nos ha proporcionado alguna satisfacción está temporada. Seguro que el equipo es consciente de ello y tratará de no desaprovechar una nueva oportunidad para mantener cierta comunión con la afición.
El rival en los octavos de final es el Olympique de Marsella. Un club en construcción que aspira a dar un salto de calidad, pero al que el Athletic no debe temer ni por plantilla ni por experiencia en los últimos años en esta competición. Pero para eso el Athletic tendrá que reencontrarse. En la definición del término reencontrarse hallamos la clave: recobrar algo que había perdido, especialmente una cualidad o hábito.
Han sido muy pocas las ocasiones en las que el Athletic se ha reencontrado esta temporada. Una de ellas fue en la primera parte en Moscú -fue valiente, con una presión alta y convencido en la definición ante la portería contraria- frente al Spartak, donde dejó prácticamente hecho el pase a la siguiente ronda en la que nos encontramos. Por lo tanto, no parece que haya que irse demasiado tiempo atrás para encontrar un hábito que desgraciadamente no ha tenido continuidad a lo largo de la temporada. El cuerpo técnico, con el afán de afrontar el encuentro de hoy con mayores garantías, decidió pensar más en este partido que en el pasado sábado en Sevilla, y reservó a varios jugadores -De Marcos, Beñat, Raúl García y Aduriz-, lo que también puede suponer una presión añadida. No hay excusas para no ser valientes, atrevidos y poder hacer un encuentro con las cualidades o hábitos en los que el Athletic se encuentra a si mismo y es más reconocible.
El Olympique de Marsella tampoco está teniendo una temporada sencilla en la Europa League. En su casa no ha perdido y es donde se encuentra mas comodo, con tres victorias en la fase de grupos y en los dieciseisavos de final -Konyaspor, Vitoria de Guimaraes y Braga- y un empate -Salzburgo-. Pero fuera es un equipo que baja mucho su rendimiento y todavía no ha conseguido ganar. tres derrotas -Salzburgo, Vitoria y Braga- y un empate -Konyaspor-.
Analizando estos resultados y teniendo el segundo partido en San Mamés, con la afición empujando y arropando al equipo, no cabe duda de que hoy es una gran oportunidad para reencontrarse y visualizar una gran oportunidad de pasar de ronda y estar en los cuartos de final de la Europa League.