Artículo publicado por K.D. en el diario El Correo el 10/02/2012
Leoncio González, maitre del Mesón Txistu de Madrid, aún recuerda las celebraciones de los hinchas del Athletic. «Se quedaron de fiesta en el local hasta las seis de la mañana»
Es uno de los rostros y nombres más conocidos de Madrid cuando de comer bien se trata. Leoncio es el maitre del Mesón Txistu, un restaurante histórico de Madrid, parada obligada de todos los personajes que rodean el mundo del fútbol: presidentes, directivos, periodistas, futbolistas y aficionados. Su sonrisa y buen hacer ha acompañado hasta la mesa del comedor a las mayores celebridades que han pasado por la capital. Y sin embargo, tras décadas de trabajo diario, aún recuerda cómo eran las celebraciones de los aficionados del Athletic. «¿Cómo se me va a olvidar?», suelta entre carcajadas mientras echa la mirada atrás en el tiempo.
La última vez que el Athletic ganó una Copa en Madrid fue en 1984. Han pasado 28 años pero Leoncio aún la paladea. «Nos tuvieron aquí hasta las seis de la mañana. ¡Vaya fiesta! No puedo olvidarme de un grupo que vino disfrazado de pingüinos. Tremendo. Fíjate, también me acuerdo de que muchísima gente quería cenar. Todos de rojiblanco. Pero no había sitio para todos. Así que cuando alguno se daba cuenta de que había otros aficionados esperando, se levantaban de la mesa y 'Eh, Leoncio, que pasen esos otros'. Impresionante», rememora.
Los tópicos son sólo lugares comunes con escaso peso de realidad. Aunque no siempre. «¿Que si los de Bilbao gastan dinero? Digamos que sois gente con bastantes recursos (ja, ja). Siempre me he preguntado cómo podéis comer y beber tanto. Bueno, tanto... y tan bien. Sois una afición tremenda, muy majos», asegura.
Situado a escasas manzanas del Santiago Bernabéu, la elección del campo del Real Madrid para albergar la final de este año situaría al Txistu como uno de los locales más codiciados por aficionados rojiblancos. «Si en un partido normal de Liga ya viene un montón de gente, imagínate para una final. Uff, sería algo... Egoístamente vendría muy bien para el negocio», confiesa. «Y mira, personalmente, también me gustaría que eligieran Madrid. Y en el Bernabéu».
Línea de separación
No sólo Leoncio tiene buenas palabras para la afición rojiblanca. Rafael Andrés Llorente, presidente de AMER y dueño del 'Restaurante Rafa'. «La afición del Athletic es de 'chapeau'. A todos nos gusta celebrar las cosas en la mesa, pero a vosotros más. Comer y beber, y sin armar follón, que eso es muy importante», advierte.
Entre los hosteleros madrileños más veteranos aún está presente la final de 1984. Para evitar posibles altercados, los organizadores decidieron dividir la ciudad en dos mitades: una azulgrana, otra bilbaína. Los de la barcelonista aún se acuerdan y no para bien del técnico que tiró la línea divisoria sobre el mapa, mientras que los de la bilbaína hicieron su agosto en pleno mes de mayo. «Unos vinieron a disfrutar con la cartera llena y los otros con el bocadillo hecho de casa», recuerda uno de los afectados. El lunes se sabrá si la historia se vuelve a repetir.