El mejor delantero en la historia del Real Oviedo disputó un amistoso con los leones ante el Real Racing Club de Santander en 1936
Isidro Lángara Galarraga fue uno de los futbolistas más destacados durante la primera mitad del siglo XX, conocido por su enorme capacidad goleadora. De hecho, el delantero pasaitarra está considerado como uno de los máximos artilleros de la historia del fútbol, con 525 goles marcados en partidos oficiales y numerosos récords en su haber.
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viernes, 7 de noviembre de 2025
El mítico Lángara marcó un gol con el Athletic
Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Real Oviedo (09/11/2025)
Comenzó su carrera profesional en el Real Oviedo, donde formó parte del legendario trío atacante junto a Emilín y Herrerita. Con su potente físico, remate demoledor y olfato de gol, se convirtió en un ídolo de la afición asturiana y posiblemente sea el jugador más importante de la historia carbayona, siendo su máximo goleador histórico con 257 goles. Antes de la Guerra Civil, Lángara fue tres veces Pichichi, consolidándose como uno de los delanteros más letales de su tiempo. Por culpa del conflicto bélico, su carrera se vio interrumpida en la Liga, pero su talento no se apagó. Tras la guerra, el ‘Tanque’ Lángara continuó su trayectoria en el exilio, jugando en Argentina con San Lorenzo y luego en México con el Real España, donde volvió a demostrar su instinto goleador al conquistar títulos y romper todo tipo de marcas.
Lángara fue invitado a reforzar al Athletic en un amistoso, como era costumbre en aquellos años. Así que el mítico futbolista gipuzkoano vistió la camiseta del Athletic Club en un partido benéfico para recaudar fondos a favor del llamado Comité de Asistencia Social y dejó su impronta con un gol. Sucedió el 27 de diciembre de 1936. El rival, el Real Racing de Santander, y el árbitro, Eduardo Iturralde Gorostiaga, abuelo de Eduardo Iturralde González, colegiado de Primera División entre los años 1995 y 2012.
En aquel encuentro disputado en San Mamés se pudo ver con la elástica rojiblanca a otros futbolistas que no pertenecían al Athletic pero que se encontraban cerca de Bilbao en esas fechas navideñas, como el ortuellarra Juan Antonio Ipiña, del Real Madrid. En el segundo tiempo también saltaron al césped el barakaldotarra Serafín Aedo y el león bergararra Victorio Unamuno, en ese momento prebélico ambos del Real Betis, el donostiarra Martín Marculeta, del Atlético de Madrid, y el bilbaino Juan Ruiz Cambra y el balear Manuel Olivares, jugadores del Real Zaragoza en esa temporada. También jugó de inicio el sestaotarra ‘Pablito’ Barcos, que fue fichado del Barakaldo para la 1936/37 y al que la guerra no le permitió debutar con el Athletic en partido oficial. Junto a todos ellos, ganaron 6-3 al club cántabro los Blasco, Oceja, Cilaurren, Muguerza, Iraragorri, Bata y Gorostiza. La autoría de los goles rojiblancos fue cayendo por este orden: Bata, Lángara, Iraragorri, Gorostiza, Olivares y Unamuno I.
Durante su carrera profesional, Isidro Lángara militó en el Real Oviedo (1930-36, 1946-48), Euzkadi (1938/39) durante la gira del equipo vasco en la Guerra Civil, San Lorenzo de Almagro (1939-43) y Real Club España (1943-46). Tiene el mejor promedio anotador de Primera División con 1,16 goles por partido y, además, es el único jugador de la historia (junto a Cristiano Ronaldo) en haber alcanzado la cifra de 100 goles y haber sido máximo goleador en tres ligas diferentes (tres Pichichis, una vez máximo goleador en Argentina y dos veces en México).
El 16 de agosto de 1979, en su primer partido tras la dictadura, la selección de Euskadi recibió en San Mamés a la de Irlanda del Norte (4-1). José Angel Iribar ejerció de capitán y el saque de honor lo efectuaron el propio Lángara y el león José Iraragorri, dos ‘grandes’ que acabaron en el exilio.
