Artículo publicado por Juanma Mallo en el diario El Correo el 11/10/2015
Un club de la ciudad ucraniana cuenta con más de 600 niños, que visten de rojiblanco y defienden un escudo similar al bilbaíno
Más de 600 niños vestidos con una camiseta rojiblanca y un pantalón negro. En campos de hierba artificial. Desde los cinco hasta los 17 años. En ocasiones, portan estos deportistas una zamarra verde, muy similar a la ikurriña. Su símbolo, un león. También se puede encontrar a un grupo de chicas. Sin embargo, no estamos en las instalaciones de Lezama, la factoría del Athletic. Ni mucho menos. Hay que viajar un poco más lejos para encontrar una estampa similar a la que se puede hallar cualquier día entre semana en la fábrica vizcaína. Más de 3.000 kilómetros. A Odessa, una ciudad ucraniana situada a orillas del mar Negro. Allí, en ese rincón, nació en el 23 de octubre de 2010 el Athletic Club Odessa, gracias al atrevimiento y el impulso de Alexander Shyshkov. «Vendí mi apartamento para comprar el césped de los campos. Mi familia me preguntaba si estaba loco. Entonces, teníamos tres entrenadores y medio centenar de chavales», explica este emprendendor, licenciado en Ciencias Políticas, que eligió para su escuadra un escudo que, a primera vista, calca el del conjunto de Ibaigane.
Un examen más preciso, no obstante, delata algunos cambios. El principal, la desaparición de la iglesia y el Puente de San Antón. «En su lugar, el faro de Odessa (Faro de Vorontsov). Es el símbolo de nuestra ciudad, que ilumina nuestro camino», expone. Y, en los laterales, aparecen unas anclas. No obstante, los colores son los mismos, en ambas entidades. «Los pantalones negros simbolizan el Mar Negro. Y las camisetas rojas y blancas, simbolizan los rayos del sol que nace cada mañana por el este. Además, el león es un símbolo de nobleza y poder. Espero que los vascos no se ofendan por haber tomado prestado todo esto», concede con un sonrisa Shyshkov.
El Imperio ruso
- Pero, ¿por qué eligieron al Athletic?
- Es que nos gusta mucho la idea, la filosofía, del club. El patriotismo, el amor por su tierra... Y, sobre todo, el hecho de que solo jueguen con futbolistas de la casa, nada de gastarse enormes cantidades en extranjeros. Jugar con gente formada en su escuela, que es de las mejores de España. Nosotros queremos hacer algo parecido.
Aunque, del mismo modo, hunde sus raíces en una época más remota. En el siglo XIX. Entonces, surgió uno de los primeros clubes deportivos de la región de Odessa, al sur de Ucrania, muy cerca de Moldavia. Fundado en 1878, el Athletic Club británico de Odessa, fue campeón del Imperio ruso. «Esto también jugó a favor de coger ese nombre para nuestro equipo», señala este hombre que ha tenido como compañero de viaje a su amigo Vladimir Balik, que ejerce como una especie de director deportivo.
De momento, con una instalaciones que poseen 9 campos (5 de 50x30 -medidas mínimas para un campo de fútbol 7-, 3 de 40x20 y 1 de 105x68; las mismas que San Mamés) carecen de conjuntos en las alturas del fútbol ucraniano. Lo suyo es la base, con equipos desde los cinco años hasta los 17 que compiten en torneos regionales, con un cuadro de chicas entrenado por una leyenda del balompié femenino en aquella región. «Todavía no tenemos una escuadra de adultos, pero este es un objetivo a corto plazo, a medida que crezcan estos chavales: con gente de la casa», mira al futuro este aventurero, que también se ha señalado metas más elevadas. Lejanas.
- ¿Se han planteado un viaje a Bilbao?
- ¡Soñamos con establecer vínculos con el Athletic! Queremos visitar el País Vasco, Lezama, y poder contar con una experiencia positiva para el crecimiento de nuestro club. Sería una experiencia muy importante para nosotros y también para los niños. ¡Espero que este sueño se pueda hacer realidad!