Artículo publicado por A. Martínez en el diario Deia el 31/05/2015
Una gabarra en el puerto o una bandera rojiblanca de 50 metros, estrellas del desembarco vizcaino
“Sí, se nota que sois de Bilbao”. Una frase casi hecha, pero cierta. Y es que a los de Bilbao no les gana nadie. No hay reto que no puedan superar. Uno nace donde le toca, pero los del Botxo nacen donde quieren. Taxistas, hosteleros, policías... todos se muestran asustados por la invasión rojiblanca en Barcelona, y no solo por la masiva afluencia de aficionados del Athletic, sino por todo lo que conlleva retar a un bilbaino. ¿Quién, si no, imitaría la bajada de la gabarra por la ría en el puerto de la ciudad condal? ¿Quién, si no, portaría una bandera gigante de nada más y nada menos que 50 metros? Todo ello, por supuesto, acompañado por un grupo de zanpantzarras.
La marea rojiblanca tiñó de colorido la multicultural la capital catalana. Por cada camiseta del Barça, varios centenares de zamarras del Athletic. Una locura. No había lugar en Barcelona en el que no hubiese un seguidor del conjunto bilbaino. Ni un espacio libre. Calles abarrotadas, bares hasta la bandera y alegría, mucha alegría. E ilusión, muchísima ilusión. La jornada transcurrió en un ambiente muy sano, en el que aficionados de uno y otro equipo se entremezclaron sin que se registrara ningún incidente. La fiesta del fútbol elevada a la máxima potencia. Una bilbainada, pensarán muchos. Otros prefieren llamarlo sentimiento hacia unos colores. Lo cierto es que el Athletic, a pesar de jugar lejos de casa, ganó por goleada en las calles.