Artículo publicado por Jon Rivas en el diario El Mundo el 01/02/2019
El Athletic femenino es el club español con más ligas y protagoniza los mejores registros de espectadores
Todo comenzó con el párroco de Sondika, Patxi Cantero. Antes de las fiestas del pueblo de 1970, Ana Astobieta y un grupo de chicas le propusieron formar un equipo femenino. Pese a los tiempos que corrían, en vez de escandalizarse, aprobó la propuesta, se convirtió en el entrenador del equipo y, para convencer a los feligreses reticentes, organizó un partido benéfico contra el Zamudio. El Maiona de Sondika ganó 2-0. Luego Astobieta cogió las riendas, se sacó el título de entrenadora y llevó al equipo a Primera División, donde jugó dos años. Cuando se disolvió, las jugadoras se fueron al Leioa, el germen del Athletic.
El Athletic, dicen, es diferente. Y también en el fútbol femenino. El récord de asistencia que consiguió San Mamés el miércoles, en el partido de Copa contra el Atlético (48.121 espectadores), es sólo un ejemplo. La anterior marca también la tenía el club bilbaíno, que apostó fuerte por el fútbol de las mujeres desde hace más de una década. En cuatro de los cinco partidos femeninos en España con más espectadores participó el Athletic. El segundo en la lista es el Athletic-Híspalis (2003), con 36.000; el tercero el Athletic-Barcelona de 2006, con 26.000; el cuarto el Atlético-Madrid CFF, de 2008, que atrajo a 22.202 aficionados; y el quinto el derbi vasco Real Sociedad-Athletic de 2018 en Anoeta, con 21.500.
El Athletic ya ha tenido una mujer como presidenta durante unos meses, Ana Urquijo, y para entonces el fútbol femenino ya estaba institucionalizado en el club. El 18 de junio de 2002, el Athletic firmó un convenio con el Leioa EFT, el club que cogió el relevo del que fundó Patxi Cantero, el cura de Sondika, que había ascendido a la máxima categoría esa temporada, y se hizo cargo del equipo, que pasó a llamarse Athletic Club Bilboko Futbol Kirol Elkarte Berria. Sólo otra entidad de Primera, el Espanyol, tenía equipo en la máxima categoría, que acogía a 12 clubes. Entonces, el director deportivo del Athletic, Andoni Zubizarreta, encargó a Ernesto Valverde, técnico en la cantera, crear una nueva estructura.
El Athletic ganó la Superliga en 2002 y dos años después ya tenía el trofeo en propiedad después de sumar tres títulos consecutivos. En la 2006-07 consiguieron su cuarta Liga y la quinta en la 2015-16. Es el club que más títulos ha sumado, cinco, por cuatro del Levante y el Barça. Ahora, el Atlético y el Barcelona dominan la categoría, aunque las distancias no son tan grandes como en el fútbol masculino. El Athletic, quinto en la Liga Iberdrola, fue tercero la temporada pasada.
Javier Uria, el primer presidente que apostó por el equipo de mujeres, destinó 90.000 euros de presupuesto. Fueron suficientes para ganar la primera Liga. Fernando Lamikiz multiplicó por cuatro la inversión, que en 2006 superaba los 400.000 euros. Las jugadoras todavía no eran profesionales. Se les pagaban los estudios, dietas y primas, y en algunos casos se les buscaba un puesto de trabajo que pudieran compaginar con los entrenamientos. La portera actual, Ainhoa Tirapu, titular con España en el Mundial de Canadá en 2015, trabajaba por entonces en Decathlon. Ahora es profesional.
El Athletic destina 1.700.000 euros al presupuesto del equipo femenino. Ha invertido en estructura y en la mejora de las condiciones salariales, además de becas universitarias, primas, alojamientos y centros de estudios. Todas las jugadoras del primer equipo son profesionales y a jornada completa. “Las reivindicaciones de las futbolistas de la Liga Iberdrola para el convenio colectivo ya las ha asumido el Athletic”, recuerdan desde el club.
De todas formas, la entidad rojiblanca empieza a tener dificultades para competir con los grandes transatlánticos. El Barça tiene un presupuesto de 3,5 millones y es el único club femenino rentable, porque cuenta con el patrocinio de la empresa Stanley, que lo cubre por completo. Las rojiblancas han participado dos veces en competición europea, la primera en la UEFA de 2007, tras ganar la Superliga, y la segunda en la Women’s Champions League, eliminadas en dieciseisavos.
En Lezama confían en su política de siempre, de jugar con futbolistas de la tierra, lo que le da un plus de identificación con el aficionado. Es difícil pensar, si no, en llenar un campo como San Mamés. Joseba Agirre, que fue centrocampista del Athletic en los años ochenta, cuenta con una plantilla formada exclusivamente por jugadoras del País Vasco o Navarra. Cuenta, eso sí, con prácticamente los mismos medios de apoyo que el primer equipo. El Athletic femenino juega en el mismo campo que el Bilbao Athletic. Tiene un segundo equipo, además de otro en categoría infantil que se completará con uno más en cadetes. Lo que empezó en una parroquia de Sondika es hoy un fenómeno imparable.