Artículo publicado en http://www.kaisermagazine.com el 09/01/2015
Corría el 18 de septiembre de 1968. Anfield acogía el partido de vuelta de los treintaidosavos de final de la Copa de Ferias, formato antiguo de la actual Europa League. El conjunto dirigido por Rafael Iriondo visitaba el feudo ‘red’ con la obligación de defender el 2-1 cosechado en San Mamés. Los goles conseguidos por Estéfano y Ormaza eran muy valiosos, pero el gol de Roger Hunt hacía prever que pasar la eliminatoria no sería fácil.
En la expedición viajaba un joven, rubio, de pequeña estatura y gran temperamento, que había debutado en el partido de ida Athletic. Aunque el todavía no lo sabía, su nombre iba a estar ligado por muchos años al Athletic y al fútbol español. Javier Clemente comenzaba su periplo en el Athletic ante un grande de Europa.
Las cosas se pusieron de cara en la primera parte, un gol de José María Argoitia en la primera parte dejaba al término de los primeros 45 minutos una ventaja de dos goles para el equipo bilbaíno. El conjunto inglés atacaba ferozmente, los goles no tardaron en llegar a las redes de Iribar. Lawler y Hughes daban la vuelta al resultado y dejaban la eliminatoria igualada (3-3).
Final de los 90 minutos y sería la suerte -y no la prórroga o los penaltis- los que decidiesen qué equipo accedería a los dieciseisavos de final. El árbitro alemán Tschenscher lanzó la moneda al aire. Koldo, por entonces capitán del equipo, había hecho su elección. La moneda surcó brevemente el aire antes de dar la clasificación al Athletic. Historias de azar…