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lunes, 31 de marzo de 2025

Leones grises

Fuente: Blog Athletic Risas Club de Asier Sanz publicado en el diario Deia el 31/03/25

Los de Vicente Moreno se llevan un punto ante un Athletic que sin juego tuvo las mejores ocasiones, pero topó con un gran Aitor Fernández.

Resumen Jor. 29: Athletic Club - CA Osasuna

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


sábado, 29 de marzo de 2025

Aniversario del primer partido oficial en San Mamés

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - Deportivo Abanca Femenino (30/03/2025)

El 30 de marzo de 2003 La Catedral fue escenario del primer partido oficial de fútbol femenino. En la jornada 20 de la temporada 2002/03, las leonas se impusieron por 5 a 1 al CF Puebla extremeño ante más de 23.000 espectadores. El primer gol histórico lo marcó Nerea Onaindia, que en ese encuentro se lesionó de gravedad en una rodilla. Dos jornadas después, el Athletic de Iñigo Juaristi también disputó la última jornada de la temporada en San Mamés ante el CD Híspalis (5-0), batiendo en ese momento el récord de asistencia a un partido femenino (35.000 espectadores) y celebrando por todo lo alto su primer campeonato de Liga, tras acumular 55 puntos en 22 jornadas, los mismos puntos que el subcampeón Levante UD, y con solo una derrota en todo el campeonato.

Discurso del Papa Pio XII (1956)

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - CA Osasuna (30/03/2025)

Manuscrito ilustrado, obra de K-Toño padre, que recoge las palabras de Pio XII dedicadas al Athletic en 1956
Pergamino pintado por K-Toño

Aprovechando la disputa en Milán de la Copa Latina, el bilbaino Fernando Castiella, embajador de España ante la Santa Sede, gestionó una audiencia del Athletic con el Papa. El 6 de julio a las 9:30 de la mañana, Pio XII recibió a la expedición de unas 40 personas entre jugadores, técnicos, directivos y familiares. El esperado ‘baciamano’ (una breve audiencia grupal), derivó en un discurso del Sumo Pontífice destacando su visión del deportista cristiano y ensalzando al Athletic. El sermón se plasmó en este pergamino que presidió durante años la Sala de Juntas, y en mármol tallado y colocado en San Mamés.

Rojillo, blanco... y finalmente rojiblanco

Fuente: Boletín del partido Athletic Club - CA Osasuna (30/03/2025)

El ondarrutarra Juan Urkizu, la persona que más títulos ha ganado con el Athletic, jugó primero en Osasuna y después en el Real Madrid antes de venir a Bilbao
Urquizu en su faceta como entrenador del Athletic Club

Juan José Urkizu Sustaeta quizá sea para las nuevas generaciones una persona desconocida, pero su trayectoria rojiblanca fue de lo más prolífica, tanto en su faceta de futbolista como de entrenador. Y para reforzar esta afirmación, baste un dato elocuente: Urkizu es quien más títulos ha conquistado en la historia del Athletic Club, un total de dieciséis, catorce como león en los años 30 (tres ligas, cuatro copas y cinco campeonatos regionales) y cuatro como técnico en los 40 (una liga y tres copas). Pero es que, además, el ondarrutarra posee varias marcas que no han sido batidas aún en el seno de nuestro club. Concretamente, se trata del único en ganar Liga y Copa siendo jugador y entrenador y, a partir de 1940, concatenó 241 partidos en el banquillo rojiblanco durante ocho temporadas, una proeza única que sigue vigente a día de hoy.

Juanito Urkizu, que era el benjamín de una familia de seis hijos, fue enviado por su padre a los Jesuitas de Orduña y allí, a los ocho años, empezó a darle patadas al balón. Lo suyo no era el sacerdocio e ingresó para estudiar en los Padres Escolapios de Bilbao, donde prosiguió jugando al fútbol y acabó en las filas del SD Deusto. Con dieciocho años, firmó por Osasuna para ocupar la posición de extremo derecha. El club navarro, con apenas un año de existencia y sin fundarse aún el campeonato de liga, peregrinaba por las categorías regionales, por lo que Urkizu permaneció cinco años como aficionado y otro como profesional. De extremo pasó a ser un defensa de gran nivel y su progresión no pasó desapercibido para Santiago Bernabéu, que le convenció para fichar por el Real Madrid, donde estuvo dos años. La muerte de su suegro le hizo regresar a Ondarroa al final de la temporada de 1928/29 para poder atender los negocios de la familia.

En junio de 1929, Urkizu fichó por el Athletic, donde se le acuñó el mote de Katugorri o Gato Rojo por el color rojizo de su cara y de su pelo. Sus grandes éxitos los consiguió con el Athletic, donde permaneció en la posición de lateral hasta la Guerra Civil, logrando cuatro Campeonatos de Liga y dos subcampeonatos además de tres títulos de Copa, todos ellos a las órdenes de Mr. Pentland, excepto la última liga, que fue con el técnico Patricio Caicedo. Katugorri era todo ardor, agilidad felina y mucha visión de juego.

Colgó las botas en 1935 y un lustro más tarde, reestructuró una plantilla que había quedado tocada tras la contienda civil, ganando los anteriormente referidos doce títulos. Entre sus pupilos figuraban leones como Lezama, Panizo, Zarra, Iriondo, Gainza, Bertol, Nando, Mieza, Oceja, entre otros. En la temporada 1947/48 solo estuvo siete jornadas en el banquillo y pasó a dirigir al Barakaldo CF, donde protagonizó una anécdota el 18 de enero de 1948 en el CD Castellón-CD Baracaldo Altos Hornos de Segunda División. El conjunto fabril se presentó con muchas bajas al partido del estadio de Castalia, tantas que el entrenador gualdinegro Juanito Urkizu, con 46 años, tuvo que alinearse a sí mismo como extremo jugando al lado de Canito y Venancio, dos grandes futbolistas que más adelante también iban a hacer historia en el Athletic.

jueves, 20 de marzo de 2025

Venancio, ¡aquel cañón rojiblanco!

Entrevista publicada en el número 34 de la publicación Athletic Club en 1985
Hubo un famoso seleccionador que en cierta ocasión dijo «A mi que me den jugadores de Simondrogas, de 1,75, y se acaban los problemas». Y es que el popular barrio sestaoarra ha dado muchos y buenos jugadores, cuya lista podría encabezar nada menos que Panizo. Bien, pues Venancio Pérez Garcia, «Venancio» en la delantera histórica del Athletic y también de la Selección, nació el 22 de abril de 1921 en Sestao... pero no es de Simondrogas, aunque allí se crió: «Bueno siempre se ha dicho que yo era de Simondrogas y en verdad es que no, aunque allí me crié...».

Cuando llegó a Simondrogas

Fue una infancia dura Venancio perdió a su padre cuando solamente tenía 6 años. «Si, y al morir mi padre fui interno al Colegio de Santa Eulalia donde estuve 8 años. Cuando iba a salir ya se murió mi madre y me quede solo, huérfano. Me recogió un hermano de mi madre, un tío mío que vivia en Simondrogas y de ahí el que me asocien al barrio, cosa que a mi me ha parecido siempre fenomenal. Por aquellas fechas, tenia 16 años, conoci allí a «Pani»...».

Los hierros

Venancio entró a trabajar en la fábrica de Earle donde estuvo un año y donde se dejó la primera falange del dedo índice de la mano derecha. «Es que un día trabajando en una máquina que hacía cartuchos, sonó la sirena de alarma y me pillé. Después de Earle pasé ya a Altos Homos, donde estuve trabajando hasta dejar el fútbol. Recuerdo que al final, como durante los entrenamientos me llamaban mucho por teléfono, ya estaba yo metido en lo de los hierros, Daucick me dijo un día: «Venancio, fútbol o hierros». Yo le contesté, pero «mister» si yo ya estoy acabando ¡qué le voy a decir! pues hierros...»

¡Fútbol y rancho doble!

Venancio casi no habla jugado al fútbol cuando fue al servicio militar. «Hombre, aquellos partidillos de las calles con una pelotita, cuando hacíamos las porterias con unas piedras grandes para marcarlas, pero nada más. Luego cuando fui a Vitoria, resulta que ponen un anuncio de que se necesitan deportistas voluntarios y yo que leo que los elegidos serían rebajados de servicio y con doble rancho ¡coño, con el frío que se pasaba en aquellas guardias por la noche en Vitoria, pues me apunté. Recuerdo que coincidí con Martín, aquel delantero centro que fue un fenómeno en el Barça. Me eligieron y jugué el primer partido. Se hacían tomeos entre las distintas baterias, entre los cuarteles Martín se me acercó y me dijo «Pero ¿que tú no has jugado nunca al fútbol? Vete a...». Y la verdad es que no había jugado más que con alpargatas. Martín me animó y luego cuando lo tuve enfrente, él en el Barcelona y yo en el Athletic, me decia «¿Qué te había dicho yo? Así es como empecé...».

«Yo metia goles !a manta!»

La «mili» fue la que catapultó a Venancio, para algunos una «explosión» un poco tardia. El de Sestao fichó a los 23 años por el Erandio. «En el 44 me llamó el Erandio, sí, y fiché con ellos».

Los progresos de Venancio debieron ser ¡a zancadas! «Oye, al quinto partido con el Erandio me fichó el Athletic porque metla goles a manta, pero me dejo en el Erandio hasta que se lesionó Albizua, creo que era la temporada 44-45 y me llamó Juanito Urquizu, bueno me llamό el Athletic, claro. Recuerdo que fue por febrero o marzo y debuté en San Mamés frente al Oviedo. Además perdimos por 1-0 y yo me đije ¡bien empezamos! Estuve jugando en el Athletic y pasé un momento peliagudo, porque un día Urquizu me llamó aparte y me dijo que tenía que ir al Baracaldo para irme cuajando, para irme haciendo. Y fui cedido al Baracaldo. Estuve con los de Lasesarre hasta la temporada 48-49, como año y medio o así».

La gran ascensión

Aquella cesión de Venancio fue polémica, San Mamés le había chillado, pero también había aplaudido sus goles. En el Baracaldo volví a meter goles a manta y a falta de seis partidos de la Liga 48-49, por aquello de poder jugar luego la Copa, me reclamó de nuevo el Athletic y volví a debutar frente al Alcoyano, le ganamos por 3-0 y yo les «calcé» dos goles. Es curioso que en la misma temporada jugué en el Baracaldo, en el Athletic y en la Selección. En Irlanda jugué el primer partido y ganamos por 4-1. Una semana después jugamos en París, en Colombes, y le metimos un 5-1 a Francia. Y eso que yo fallé un penalty. Benito Díaz me dijo que lo tirara yo a pesar de que era el novato y lo fallé. «Piru» luego marcó otro gol de penalty también...».

Aquella final...

Hemos recordado con Venancio aquella final de Copa contra el Valencia, la del gol de Epi, la de «Piru»... «Eramos favoritos ¡fíjate! pero sucedió que «Piru» se empeñó en «burrear» a Asensi y no pudo. Y luego aquel tiro mío que se iba a la red y le dio a Pani en la cabeza, y el gol que salvó Igoa... En fin, cosas del fútbol. ¡Y pensar que luego Piru, en la Liga siguiente, le hizo un lío a Asensi en San Mamés! Claro que después la otra final, la de los cuatro goles de la furia, de Telmo, al Valladolid, nos compensó. Jugando y no jugando, con Daucick, gané aquella Liga del 55-56».

Daucick y el chicle

Pero Fernando Daucick es un capítulo aparte en la vida futbolistica de Venancio. «El me pasó a defensa central. Ahora podría haber jugado en ese puesto lo que hubiese querido, porque yo por alto me las llevaba todas y además jugaba con las dos piernas, no como los de ahora que tienen todos sólo una pierna y la otra para apoyarse. Sí, Daucick... Cada vez que te empezaba a decir «tú ser mejor jugador que todos, mejor del mundo, te colocaba el chicle en el culo y te quedabas pegado al banquillo. A Panizo le hizo lo mismo que a mí. Menos mal que yo ya tenía 34 años y la vida la empezaba a encarrilar por otro lado. Gané una Final y luego estuve en aquella contra el Barcelona que perdimos por 2-1 y meti el gol, aunque Kubala nos ganó...».

Las invitaciones de Kubala

Fue Venancio 11 veces Internacional. «No jugábamos más que un partido o dos por temporada, pero hice unos fenomenales amigos. Tengo muy buenos recuerdos de la Selección. Siempre he recordado una anécdota muy curiosa. Cuando jugamos en Buenos Aires y perdimos 1-0 contra Argentina ¡lo que jugaba aquel Grillo! resulta que teníamos en el banquillo nada menos que a Muñoz, Zarra y Panizo. Don Pedro Escartín los sustituyó por Manolín, Kubala y Moreno, aquel del Barcelona: con Kubala hice una amistad casi de hermanos. Ibamos juntos, nos contábamos nuestras vidas, el me quería y me invitaba siempre. «Tú eres pobre todavía, yo pago a los amigos...» solía decir. El siempre me Ilamaba Pancho. Lo de las juergas ya pasó, fue cosa de juventud. Hay muchas anécdotas sobre eso y bastantes exageraciones. Yo no fui el más golferas de aquella delantera nuestra. Recuerdos...».

«Piru fue un genio»

Las cifras de ayer, las cifras de hoy, la eterna comparación. El dinero también tenía otro valor distinto, otro poder adquisitivo. «Estuve en el Athletic, con cesiones y todo, desde el 44 a la temporada 55-56. Mi primera ficha fue de 25.000 pesetas y la última me pagaron 165.000. También recuerdo la mayor prima que cobré en el Athletic: nos dieron 20.000 pesetas, pero por los tres partidos contra el Valencia en semifinales, con aquella prórroga que resolvió Piru, que ha sido un genio aunque siempre se haga el modesto, y por la Final. Y la mayor en la Selección fueron las diez mil pesetas que nos dieron por ganar a Chile allí, les vencimos por 2-1. Kubala y yo metimos los goles. Entonces eran otras cifras. En el Athletic tenía 500 pesetas por partido ganado y un poco más, unas 750, cuando jugábamos contra el Madrid, el Barcelona, el Valencia...».

«El Athletic me solucionó la vida»

Venancio es desde hace muchos años un hombre de negocios. Los hierros... como él suele decir. Las «letras» que no se pueden cobrar y todo eso. Los cinco se siguen reuniendo como cuando eran una máquina de meter goles para el Athletic. «Hoy es más difícil jugar, sobre todo por los sistemas...». ¿Qué fue aquella etapa para Venancio? «A mí el Athletic me solucionó la vida. En mis negocios me ha abierto muchas, muchas puertas importantes. Yo era Venancio, el del Athletic, y te recibían de otra forma ¡Qué iba a soñar yo con llegar al Athletic! Fue como un milagro...».

Venancio, hombre de negocios

Luego, su último contacto con el Athletic, aquella etapa de directivo en la Junta presidida por don Félix Oraa. «Me llamó cuando se iba ya Iriondo y venía Ronnie Allen. Demasiados líos. A mí no me gustaba aquello y lo dejé». Pero Venancio, bien plantado a pesar de que ya pasó de los 60 hace tiempo, siempre con un ojo en el Athletic. Y celebrando por todo la alto sus victorias. Su oficina, los negocios y su retiro en Castro Urdiales, con su familia y sus amigos ¡Aquellos trallazos impresionantes de Venancio! Todo es un bonito recuerdo. Ahora ya ni siquiera le enfada si le bromean llamándole «orejas» ¡Con la de «tacos» que soltó en su juventud por esa causa! Fue uno de los cinco jinetes rojiblancos.

martes, 18 de marzo de 2025

«Piru Gainza» La zurda más genial del Athletic

Entrevista publicada en el número 32 de la publicación Athletic Club en 1985
Gainza tras marcar el "famoso" gol al Tarragona

Ha sido listo desde el 28 de mayo de 1922, fecha en la que nació en Basauri. Agustín Gainza Vicandi se quedó con el mote de «Piru» para los restos. Se lo pusieron muy pronto, en la escuela. «Yo jugaba de portero en las campas y en la escuela, pero como me aburría me fui adelante, a jugar en el extremo. Y el caso es que no me gustaba el fútbol, a mí lo que más me gustaba eran los otros juegos: la trompa, la garza, la chonta, «taco y palmo canica y media», los güitos, los «iturris», las chapas y sobre todo a sacar con la trompa aquellas monedas, porque allí se podían ganar unas perrillas... Con la trompa he sido uno de los mejores de Vizcaya, eso seguro».

Trabajando duro

Las trampas las aprendió después: «Oye, que yo iba a la escuela pública y no hacía «piras» y fui monaguillo durante seis años hasta que llegó la Guerra...». Circunstancias muy duras (el padre en la cárcel) hicieron que aquel chiquillo listo y vivaracho tuviera que ponerse a trabajar enseguida. «Y era un trabajo muy duro, de verdad, en el tren de laminación de bandas en La Basconia. Eramos cinco hermanos, más la madre, la abuela... Había que llevar dinero a casa. Trabajaba en relevos, duros de verdad, pero me daban 8,50 al día que entonces no estaba nada mal. Aunque acababa muerto de cansancio».

Aprendiz de tornero y león

¿Y el fútbol? «Pedro Benguría formó el Basauri y nos presentamos a aquel torneo del Athletic que buscaba jugadores. Fue cuando se formó el Bilbao, el segundo equipo del Athletic. El caso es que el Basconia de Basauri me quiso fichar, pero yo quería que me cambiaran el trabajo porque estaba muerto, derrengado. Llegué a dejar el fútbol, pero insistió Benguría y también me apoyó mi madre. Así es como llegué al Bilbao. Me buscaron un puesto de aprendiz de tornero por 2,50 y el Athletic me pagaba las otras seis pesetas. El caso es que yo hasta entonces casi no había jugado más que con pelota de goma. El balón lo había visto en algún partido. Pero mira que entro en el Athletic de suplente de Gorostiza y me llevan a Valencia (era la temporada 40-41) y debuto en Alicante...».

El otro «Piru»

Aquel debut... «Creo que jugamos Elices, Panizo, Unamuno, Gárate y yo. Debuté contra el Hércules y cada vez que paraba la pelota para centrar ¡joder! que ya me la habían quitado. Y me dije: «Piru» esto es de otra forma...». No ha quedado claro lo del apodo. «Sí, mira, conmigo jugaba un amigo, Nicolás Maguregui, y ese fue el que empezó a llamarme «Piru», porque en Basauri había otro portero muy bueno que le llamaban «Piru» y como yo no lo hacia mal, porque era bastante bueno, pues mi amigo siguió con lo de «Piru» y así me quedé».

«Con la derecha, ni a un balde»

Si no hubiese jugado en una delantera legendaria, Gainza habría sido una leyenda por si mismo. Le llamaron brujo, gamo, genio y todo lo que se pueda imaginar. «Yo aprendia el fútbol muy deprisa...». Se retiró en la temporada 58-59. «O sea que estuve 20 temporadas en el Athletic y además no jugué en ningún otro equipo». Jugador de récords ocho goles al Celta en un partido. «Oye que fue de Copa y no de Liga, y además meti cuatro de ellos con la derecha y con esa no le pegaba ni a un balde». Jugó 9 finales de Copa de las que gano 7. Ningún otro jugador consiguió esta marca. También 2 títulos de campeón de Liga...

11 años seguidos en la Selección

Y en la Selección? «Fui internacional 33 veces, pero сreо que el récord está en que yo fui internacional titular nada menos que 11 años seguidos, a excepción de un partido que no quise jugar, contra Bélgica, porque se acababa de morir mi madre y no tenia ganas de jugar. Si entonces se hubiesen jugado tantos partidos internacionales como ahora me salgo de la tabla! Entonces no se jugaba más que con Portugal, o Irlanda. Precisamente debuté en Portugal con un empate a dos. Tengo muy buenos recuerdos de la Selección. Deje muchos amigos. ¡Ah! y como entrenador nadie como el «tio Benito», claro Aunque también, en el Athletic ya, Josechu Iraragorri que fue fenomenal».

Los cinco de la fama

Era el último de la lista que la gente todavía recuerda de memoria, de carrerilla. ¿Cómo fueron? «Rafa Iriondo era extraordinario, con un contrataque fulminante. Pani daba todo lo que tenía sobre el terreno hasta morir. Lo importante era que siempre iba a ganar. Si, también dirigia muchas veces el ataque. De Zarra han dicho que no sabia jugar. ¿Qué hubiera sido entonces si llega a saber? El mejor futbolista que he conocido, siempre iba a por todas, a los demás nos daba toda clase de facilidades cuando estábamos comprometidos. El iba a por uvas. Venancio fue tambien más importante de lo que la gente cree. Un trabajador nato quizás parecía más oscuro. Insisto, fue Importante y desde luego el que mejor desviaba el balón de cabeza ¡La de goles que habremos metido en sus «dejadas». ¿Yo? La verdad es que tengo que confesar que yo cuando jugaba me ponia a hacer las cosas y no sabía como las iba a hacer, o como me iban a salir. Fui aprendiendo sobre la marcha y recuerdo que lo primero que aprendi fue el cambio de ritmo...»

El gol al Tarragona

Los famosos goles de Piru... «Sí, siempre el que le marqué al Tarragona. El caso es que fui driblando a uno y a otro y cuando vi que Dauder se salía para cortar mi centro, pues se me ocurrió agarrarme al palo y meterme con el balón en la portería. Yo no había visto nunca una «nevada» de pañuelos en San Mamés como aquella. Y también recuerdo el gol que le hice a Portugal y que nos clasificó para el Mundial de Brasil...».

Gorostiza y Gento

Por G empezaron los nombres de los tres extremos zurdos más famosos del fútbol español. «Yo le vi poco a Gorostiza, pero ¡fue dios! Corría, regateaba y tiraba ¡qué fenómeno! De Gento tengo que decir que no he visto mejor futbolista en el mundo, en el mundo (fuera del Athletic, claro) ¡Qué velocidad! Dicen que si le enseñó Rial o no sé quién. Gento fue un fuera de serie. Recuerdo que una vez, después de enfrentarnos al Real Madrid que además nos ganó, el periodista madrileño Eduardo Teus me preguntó que quién me había gustado más del Madrid y yo le dije Gento va a ser un fenómeno y se enfadó. Era la primera vez que Gento jugaba contra nosotros...».

Siempre en el Athletic

«Piru» Gainza triunfó en San Mamés y en todos los campos en los que jugó durante su brillante y dilatada carrera deportiva, y dejó un recuerdo imborrable, de jugador genial. Luego pasó a los banquillos de entrenador. «Empecé creo que en el 61 y con la selección Juvenil Vizcaína y parte de esa misma temporada le eché una mano al Arenas, en el que había estado Valiño, un gran entrenador pero terco. Sí, Valiño era un gran entrenador... Luego vine al segundo equipo del Athletic, en 2ª Regional. Llegué al primer equipo del Athletic al dejarlo Antonio Barrios. Hice tres temporadas y perdimos aquellas dos finales contra el Zaragoza y el Valencia, también nos clasificamos para la Copa de Ferias. A mitad de la 67-68 me sustituyó Iriondo. Un año de descanso después de aquello y vuelta al Athletic, porque yo tengo a orgullo haber estado siempre en el Club como jugador, como entrenador, como ojeador, con trabajo en Lezama, de asesor si se quiere llamar así, de lo que sea. Pero siempre en el Athletic».

«Javi Clemente es el mejor estratega»

Urquizu, mister Bagge, Iraragorri, dos veces Barrios («Un informe suyo echándome la culpa de haber perdido una final me perjudicó mucho, pero...») -«Daucick que era un gran sicólogo con el jugador»- y Martín Francisco, flojito... Aquel equipo de Daucick con el que ganamos Copa, Liga y Copa fue mejor, te lo digo yo, que el anterior de los años cuarenta. Era más equipo, seguro. «Piru no se escapa, ni regatea, al opinar sobre Clemente. «Es el mejor estratega que he visto yo. De entrenadores y seleccionadores. Explica y plantea los partidos como nadie, de verdad, con una claridad total de ideas. Ve el fútbol muy bien. Sabe escuchar, aunque luego naturalmente hace lo que él cree más conveniente. Si, el mejor estratega... y un fuera de serie en esto».

Gainza: «El fútbol me lo dio todo>>

Piru sigue hablando. «Se sufre mucho más como entrenador, pero compensa el dinero que se gana. Nada más. A mí el fútbol me lo ha dado todo. He conocido a grandes personas de las que he aprendido mucho. Y no guardo rencor a nadie. De verdad, que no guardo ningún rencor...» Piru Gainza ha sido no ya una página del Athletic y de su historia, sino tal vez uno de los tomos más brillantes. Aquel genial extremo zurdo de los récords sigue al pie del cañón, aportando todavía su grano de arena -experiencia, cuajo, sabiduría- al único Club al que perteneció. Y está orgulloso de que así sea y haya sido.

lunes, 17 de marzo de 2025

Mucho más que fútbol

Fuente: X @unaigomezismo