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jueves, 6 de marzo de 2025
Luis Bergareche. Un goleador para la historia
Entrevista publicada en el número 33 de la publicación Athletic Club en 1985
Es un ejemplo de amor al deporte, de ilusionada entrega a una actividad que, sin distraer la puramente laboral, llena su vida. Luis Bergareche es uno de esos pocos hombres cuya trayectoria deportiva sirve de espejo para muchos. Comenzó a pegar patadas a un balón en el Colegio de Santiago Apóstol, donde tuvo que «añadirse» un año para poder disputar el Campeonato Juvenil. Fue con el Deusto el jugador más joven de la serie «A», debutando a los catorce años. Firmó su ficha con el Athletic desde Estados Unidos, donde trabajaba. Marcó el primer gol de los rojiblancos en la historia de la Liga. Fichó como profesional por el Real Madrid. Fundó el Indautxu con Jaime Olaso, club en que alternaba la doble condición de vicepresidente y jugador. Fue finalista del Campeonato de España de pala corta. Practicó el ciclismo y sufrió un accidente que le mantuvo en coma durante más de 72 horas. Fue durante veinticinco años director general de la «Vuelta a España» de ciclismo...
«Ahora, con 75 años, practico el golf casi todos los días, que me ayuda a mantener vivo el espíritu deportivo que he tenido a lo largo de mi vida».
Entre el fútbol y la pelota
Han sido los dos grandes amores de Luis Bergareche Maruri, que nació en Balmaseda el 16 de mayo de 1910. Su padre era director de una fábrica de boinas y cuando intentó jugar su primer Campeonato de fútbol, en la categoría de juveniles, la edad intentó hacerle una mala pasada. «Era para chavales de 13 a 16 años y yo tuve que hacer trampa para que me incluyeran, porque sólo tenía 12».
Repartía sus inquietudes juveniles entre el campo de fútbol y el frontón, pero terminó fichando por el Deusto como primer equipo federado. Cuando debutó en Lasesarre sólo tenía 14 años, convirtiéndose así en el jugador mås joven de España de la «serie A». Los legendarios Samitiers y Zamora lo habían hecho con 15 años. «Comencé jugando de extremo, pero pronto pasé a interior. En el Deusto estuve tres años y, por lo que decían, debía hacerlo bastante bien».
Un fichaje a distancia
A Luis Bergareche, un joven interior con fuerza y raza, que además marcaba goles, empezaron a salirle «novios». Eran los albores del fútbol y quienes despuntaban terminaban en las redes de uno de los dos grandes clubs vizcalnos de la época: Athletic y Arenas de Getxo. Ese camino llevaba Luis Bergareche en el año 27. Sin embargo, con once hermanos más y un horizonte laboral nada halagüeño, su padre decidió mandarlo a Estados Unidos. Había que labrarse un porvenir.
«Estuve casi dos años en la fábrica Firestone. Estando alli recibí un telegrama del Athletic en que me comunicaban que tras hablar con mi padre, me enviaban la ficha para que firmara por una temporada. Al principio reconozco que senti un poco de disgusto, porque yo tenía más simpatias por el Arenas. Después el Athletic caló muy hondo en mi para siempre»
Un gol para la historia.
En diciembre del 28 Luis Bergareche regresa a Bilbao y se integra a la disciplina del Athletic, equipo con el que debuta en el Campeonato de Copa. «Jugábamos cuartos de final, contra el Castellón. Goyenechea cayó enfermo y le sustitui en el puesto de interior. Los eliminamos y yo marqué un gol. El primero con el Athletic». El Real Madrid fue el rival de semifinales. «Que, por cierto, nos eliminó. Perdimos en Madrid por tres a uno y en San Mamés, en el célebre partido de las ranas, los blancos volvieron a ganar por uno a cuatro gol del Athletic lo hice yo, pero no sirvió para mucho».
Poco después, en febrero del 29, en partido correspondiente al primer Campeonato de Liga, Luis Bergareche marcaria un gol para la historia. «Comenzamos la Liga jugando en Atocha. La Real nos ganaba uno a cero y. después de un disparo nuestro al travesaño, cabeceé el balón al fondo de las redes. Era el empate a uno definitivo y el primer gol que el Athletic marcaba en la historia de la Liga».
6.000 pesetas de ficha
Llegar, triunfar y marcharse. La actividad laboral volvía a truncar temporalmente la prometedora trayectoria de Luis Bergareche en el Athletic. «Mi padre puso un negocio en Madrid y tuve que ir a atenderlo. Viajé en tren y en la estación madrileña me esperaban los representantes del Real Madrid y del Atlético de Madrid. Los dos clubs querían ficharme. Al final me incliné por el Real Madrid siguiendo los consejos de mi amigo Ochandiano».
Ficha de profesional, con 6.000 pesetas anuales, 500 de mensualidad y treinta duros por ganar fuera y 20 si era en casa. Aquello era como un sueño, porque Luis Bergareche tenía una asignación laboral de 350 pesetas al mes y pagaba siete pesetas diarias de pensión. «Lo primero que hice fue encargar a Estados Unidos una moto impresionante, una «Harley Davidson» que me costó más de cuatro mil pesetas». Su debut en el Real Madrid no pudo ser más afortunado, puesto que ganaron al Atlético de Madrid en el Metropolitano por dos a cuatro, con dos goles de Bergareche. Las puertas del éxito estaban abiertas
Antes la obligación
Las obligaciones laborales volvieron a jugarle una mala pasada a Luis Bergareche. «En cuanto se enteró mi padre de que había firmado una ficha profesional, viajó a Madrid y me obligó a romper el compromiso con el Real Madrid. Tenía que entrenar dos veces a la semana y abandonaba el negocio para el que me habia preparado en Estados Unidos. Resumiendo, que con 23 años y muy buenas perspectivas, tuve que dejar el fútbol».
Todavía y nuevamente de regreso en Bilbao, Luis Bergareche jugaría como aficionado en el Getxo y en el Indautxu, club que fundo con Jaime Olaso y del que fue al mismo tiempo vicepresidente y jugador.
Pelota y ciclismo
Luis Bergareche supo alternar su actividad en el fútbol, con las obligaciones laborales. Incluso encontró tiempo para practicar uno de sus deportes favontos, la pala. En el Campeonato del Club Deportivo llegó a proclamarse finalista en las tres modalidades, ganando en dos de ellas. Formando pareja con Echecondo llegó a disputar la final del Campeonato de España de pala corta, perdiendo en Pamplona frente a los navarros Seve Goiburu y Elola.
Cuando tenía 17 años, Luis Bergareche sufrió un grave accidente practicando el ciclismo. «Resbalé en una curva y me estrelle contra un muro. Fisura en la base del cráneo problemas en la columna y tres dias en coma. Por suerte salí entero de aquello». Entero y con la afición al ciclismo intacta puesto que muchos años después llegaria a ser durante un cuarto de siglo director general de la «Vuelta a España».