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jueves, 4 de agosto de 2022

“Hecho de menos Aste Nagusia”

Artículo publicado por Tomás Ondarra en el número de Agosto de 2022 del periodico Bilbao

Ander Martínez, investigador doctoral y asistente de profesor en la Universidad de Manchester
Ander Martínez Doñate (Bilbao, 1994), vio la luz bilbaina en la clínica San Francisco Javier. De niño comenzó a estudiar en Karmengo Ikastola para pasar unos años después a Jesuitas de Bilbao.

De aquellos primeros años Ander recuerda jugar a fútbol en la plaza Indautxu y el inicio de la pesca en la ría de Plentzia junto a su aitite Esteban y también las visitas a la tapicería familiar en la calle Zabalbide de sus aitites Manolo y Marisa.

Además de estudiar, Ander opina que sus mejores recuerdos de aquellos años fueron “cuando jugaba a hockey patines en el Loyola. Tuvimos unos años buenísimos en lo competitivo, ganando varias ligas y copas y llegando a un par de Campeonatos de España, pero lo mejor sin duda fue el ambiente que se forjó en aquel vestuario durante catorce años”. Además del deporte, Ander, como todos los jóvenes de su edad, salía con la cuadrilla y no se perdían ni una fiesta.

Sus aitites Maribel y Esteban (exprofesor del Colegio Santiago Apostol) y sus aitas Bego y Txema le enseñaron que los veranos se pasaban en Gorliz junto a su hermana Leire. Y, a día de hoy, Ander no descarta en absoluto vivir allí.

Estudió Geología en la UPV/EHU, después, pasó de Bilbao a Barcelona para hacer allí un máster en Geofísica.

“Me fui a Manchester en el año 2018 para hacer un doctorado en Geología/Geofísica de ‘deep-water’, tratando de entender el clima hace unos cuantos millones de años, las profundidades marinas y sus corrientes que transportan nutrientes, sedimentos y desgraciadamente hoy en día, microplásticos”.

Ander trabaja en la Universidad de Manchester como investigador y asistente de profesor en el grado y máster de Ciencias Ambientales.

“Manchester es una ciudad apasionante y llena de vida, donde la música y la fiesta está en cada esquina y su gente es muy acogedora, divertida y multicultural”.

Comenta que Bilbao es una ciudad fantástica y muy moderna donde se cuidan mucho los detalles y el estado de las calles. En Manchester, en cambio, todo es más gris, y no solo por el color del cielo, que también. Algo que no echará de menos de Manchester es la lluvia. “Creo que este año el verano cae un miércoles”.

Pero no todo es mal tiempo, su oferta de ocio es excepcional. “Siempre hay conciertos, todos los días de la semana desde grandes teatros a bares de 30 m2. Y si algo tienen en común estas dos ciudades es su pasión por el fútbol”.

Antes de la pandemia Ander solía regresar a Bilbao cada dos meses, “nunca viene mal pasar por ‘boxes’ a recargar pilas”.

De Bilbao y alrededores, lo que más le gusta es la calidad de vida que ofrece: playa a menos de media hora, infinidad de montes y espacios naturales y una oferta gastronómica que es difícil de encontrar en muchos otros lugares. Es curioso, o no, pero lo primero que hace Ander al regresar a Bilbao es “disfrutar de la explosión de alegría de mi perra Kala al verme entrar por la puerta y bajar a tomar algo con mis amigos”.

Desde Manchester a Ander le da rabia perderse los grandes eventos como el Bilbao BBK Live o Aste Nagusia pero estar lejos de su familia y amigos es lo que más le cuesta. Cuando invita a amigos que no conocen Bilbao, Ander les enseña la Ría y los lleva a la costa “especialmente al Geoparke entre Deba y Zumaia”.

Este bilbaino, como no podía ser de otra manera, es del Athletic. “Es difícil no serlo siendo de Bilbao y aquí en Manchester he podido disfrutar de unos partidos espectaculares. La Premier League es especial. Suelo ir con el Manchester United pero no dudo un segundo en cambiarme la chaqueta roja por la azul si al otro lado de la ciudad hay un partidazo”. Para Ander el Athletic simboliza “el orgullo de ser euskaldun y no agachar la cabeza frente a rivales, a priori, más fuertes”.

Ander no tiene ninguna duda, “volveré a Bilbao. No sé si será en poco tiempo o habrá alguna otra aventura de por medio, pero volveré a Bilbao”. ¡¡¡Si es así… nos veremos en Gorliz!!!