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miércoles, 3 de febrero de 2016

Días de fútbol (Década de los 70)

Fragmento extraído del libro 'La gran historia del deporte vasco'

Los domingos eran días de fútbol. De transistores, emoción y, durante los setenta, más de una y dos desilusiones. Aunque también hubo motivos para la alegría. El fútbol vasco promete, pero no termina de convencer.

En Bilbao se sufrió de lo lindo en la temporada 1971-1972, en la que se llegó a contemplar al equipo en posiciones bastantes peligrosas. La tradición de un Athletic campeón era algo cada vez más difícil de mantener. Sin embargo, en 1973 y coincidiendo con el 75 aniversario de la fundación del Club, los leones entrenados por Milorad Pavic, consiguieron reeditar otra tarde de triunfo y gloria. La final de Copa de ese año sirvió para compensar demasiados sinsabores. Se jugó en el Vicente Calderón y el Athletic se impuso al Castellón con sendos goles de Arieta y Zubiaga.

** Final Copa del Rey 1973 Athletic Club - Castellón (Resumen) **



Parecía que, de nuevo, se había encontrado la senda de los grandes triunfos pero, por una u otra razón, cantar "El Alirón" no fue empresa fácil para los aficionados de San Mamés.

Los setenta lo mezclaron todo. El 20 de noviembre de 1975, Franco moría en la cama, y la pregunta que recorrió todo el país fue si era verdad que el dictador lo tenía todo bien atado. Por fortuna, el nudo era débil, inconsistente y el país entró poco a poco en la senda de la democracia. Así, a partir de ese momento empezaron a vivirse y contemplarse cosas que parecían increíbles.

Uno de esos momentos se produjo el 5 de diciembre de 1976. En Atocha se iba a jugar un Real Sociedad-Athletic que, a diferencia de otros derbis, había levantado una expectación impresionante. 25.000 espectadores establecieron un lleno histórico.


Kortabarria e Iribar portan la Ikurriña en Atocha

Los dos equipos saltaron juntos al terreno de juego. Entre ambos iba Uranga que, nada más pisar el césped, desplegó una ikurriña que fue portada entre los capitanes de ambos equipos, Kortabarría e Iribar. Se vivió una auténtica fiesta fuera y dentro del campo, sobre todo para los locales que hicieron historia al imponerse por 5 a 0 a los bilbaínos. Un año después, en 1977, la ikurriña fue izada en San Mamés. Ya no había miedo.


Beti Duñabeitia iza la Ikurriña en San Mamés el 10 de agosto de 1977

La gente era libre y el deporte se convirtió en una manifestación de esa maravillosa certeza de libertad. Ese mismo año el Athletic se iba a quedar a las puertas de la gloria por dos veces consecutivas.

Koldo Aguirre puso a los leones en dos finales: UEFA y Copa del Rey. En la primera, que aún se jugaba a doble partido, el rival fue la temida Juventus de Turín.

La ida se jugó en Italia y el marcador reflejó un escaso 1 a 0 a favor de los italianos con gol de Tardelli. Iribar se erigió como el auténtico héroe del partido. En Bilbao, donde ya se soñaba con un título europeo, las cosas se torcieron en el partido de vuelta. Un tempranero gol de los italianos, marcado por Bettega nada más comenzar, puso muy cuesta arriba la final en una abarrotada Catedral. El Athletic venció por un 2-1 -goles de Irureta y Carlos-.


Carlos celebra su gol frente a la Juve (Fuente: bizkaia.eldesmarque.com)

No fue suficiente para hacerse con el trofeo por esa tonta regla del valor doble de los goles en campo contrario. En la Copa del Rey, jugada frente al Betis, fueron los penaltis los que tuvieron la culpa. A pesar de todo, el quipo aún estaba ahí, entre los grandes, con muchas posibilidades, con muchas posibilidades de hacer realidad sus sueños.

** Final Copa del Rey 1977 Athletic Club - Real Betis Balompie (Partido completo) **