Diez años del nuevo San Mamés repletos de vivencias
lunes, 2 de octubre de 2023
Y parece que fue ayer
Artículo publicado por Endika Río en el número de Octubre de 2023 del periodico Bilbao
A algún aficionado del Athletic Club todavía se le cae la lágrima recordando cómo las excavadoras hacían polvo el viejo y centenario San Mamés. En la retina del imaginario colectivo aún perdura la imagen de Iribar defendiendo la portería en el agur frente a la selección de Bizkaia. Parece que fue ayer, pero no. Ha pasado una década. La nueva Catedral sopló velas el pasado 16 de septiembre. Que diez años no son nada… o sí. Dos lustros siendo la casa de los leones, con sus alegrías y disgustos. Pero siendo el punto de reunión para todo athleticzale.
San Mamés no solo es fútbol. Se ha ganado por derecho propio ser uno de los emblemas de Bilbao. Un icono que se ha integrado en la ciudad junto con el Guggenheim, el Teatro Arriaga o Azkuna Zentroa. Un símbolo que se proyecta al mundo. No en vano, hace varias semanas sirvió de kilómetro cero para el Tour. Hubo muchos proyectos para que el Athletic se mudase de un campo que, fruto del paso del tiempo, se quedaba antiguo para las nuevas necesidades y añadir a nuevos socios. Por ejemplo, el que escribe estas líneas. Y se empezó a levantar de la mano de César Azcárate, el arquitecto principal de la obra.
La primera piedra se colocó el 26 de mayo de 2010, aunque el balón no rodó hasta el 16 de septiembre de 2013 en aquel 3-2 del Athletic al Celta, aunque aún le faltaba la actual Tribuna Sur, todavía en construcción. Así jugaron toda una temporada los rojiblancos. Charles hizo el primer gol de la historia del nuevo San Mamés y San José se llevó el honor de firmar la primera diana local. Los hados y las televisiones quisieron celebrar la efeméride con otro encuentro. El Athletic jugó y ganó este 16 de septiembre al Cádiz (3-0). Eso sí, en un partido más plácido que el inaugural.
A San Mamés ya le ha dado tiempo en esta década a empezar a escribir su propio libro de recuerdos para convertirse en una futura leyenda como lo fue su predecesor. El prólogo fue aquella campaña 2013-14 en la que, pese a jugar con solo tres gradas, los leones se metieron en Champions. La página inicial arranca con el duelo con el Napoli en la previa de la máxima competición europea. La primera vez con el estadio completo.
Aduriz se merecería un capítulo para él solo de ese libro. Un doblete firmó contra los italianos ante el delirio generalizado. Subió la apuesta y en agosto de 2015 hizo un hat trick frente al Barça para acercar la Supercopa a Bilbao y que el Athletic alimentara sus vitrinas 31 años después. Pero con el 20 nunca había suficiente y en 2016 convirtió cinco tantos en el choque contra el Genk. Un hito histórico, tanto que aún es el récord de la Europa League.
Sin embargo, no todo han sido días de vino y rosas. Igual de recordado es el “Formenterazo” de 2017 o el último compromiso continental de los bilbainos: hay que retroceder hasta el 15 de marzo de 2018, con el Olympique Marsella como visitante. Desde entonces el Athletic persigue un objetivo que se le ha escapado temporada tras temporada pese a rozarlo con la yema de los dedos, lo que ha generado frustración entre su parroquia. Las semanas están más vacías en Bilbao sin fútbol europeo.
La chilena de Aduriz
Si hay que quedarse con una imagen que ilustre la portada del libro pocas dudas habrá. La chilena de Aduriz para tumbar al Barça en la jornada inicial de la 2019-20. Nadie sabía entonces que sería la última celebración del donostiarra. Un curso marcado en negro porque el mundo se paralizó como consecuencia de la COVID-19. El 1 de marzo de 2020 fue el último envite con gente en las tribunas hasta que se abrió la mano y el 21 de agosto de 2021 pudieron entrar unas 10.000 personas en el Athletic-Barça. Durante ese tiempo el único ruido que llegaba desde la grada era el eco de los futbolistas. El mundo regresó a una aparente normalidad, pero no fue lo mismo.
Faltaba demasiada gente. Lezama es el campamento base para el Athletic femenino, aunque también ha tenido su cuota de protagonismo en San Mamés. Desde la Champions en 2016 en la que solo pudieron disputar una ronda ante el Fortuna Hjorring danés hasta el récord de los 48.121 espectadores en una cita copera frente al Atlético. Una cifra que se ha ido batiendo en partidos del equipo masculino hasta llegar a los 51.544 registrados en la semifinal con Osasuna del torneo del KO de abril, rugby al margen.
Diez años y los que vendrán en San Mamés de Athletic y mucho más porque esto va más allá del fútbol. Son sentimientos y vivencias que se acumulan en la mochila. Una buena excusa para reunirte con tu gente. Para ir a comer, para echar unas risas, para charlar y emocionarte. Porque en Bilbao las previas son tan importantes como el durante y sirven para estrechar lazos. Y es que esto va de establecer relaciones para continuar el camino.