domingo, 20 de mayo de 2018

Athletic: Despedidas que generan cambios

Artículo publicado por Julen Guerrero en el diario El Correo el 20/05/2018


El Athletic afronta hoy el último partido de Liga en una situación que no esperaba al principio de temporada. Pelear por quedar, como mejor resultado, decimocuarto no entraba en los planes ni del mayor pesimista de los aficionados rojiblancos. Seguramente tampoco el Espanyol esperaba estar tan abajo, si bien con el cambio de entrenador hace varias jornadas parece que ha cogido impulso y llega a San Mames con una inercia positiva. Vistos los resultados, quizá se arrepientan los 'pericos' de no haber tomado esa medida unas cuantas jornadas antes.

Con estos precedentes, además de los tres puntos en juego, San Mamés vivirá un día de despedidas empezando por la del entrenador y del cuerpo técnico del Athletic. La vida no entiende de sentimientos y cuando llegas a afrontar quizá el mayor y mas deseado reto de tu vida, sin saber por qué, las cosas no salen como las visualizas. La temporada se ha ido torciendo y complicando desde el inicio. Lesiones -duraderas e importantes como la de Iker Muniain-, bajos estados de forma de jugadores clave, la larga, cambiante y desconcertante continuidad de Kepa, la marcha de Laporte en el mercado invernal… Demasiadas alteraciones en un equipo que no está acostumbrado a que el día a día tenga tantas incertidumbres.

Habrá jugadores que afronten su último partido con el equipo rojiblanco. Algunos por relevo generacional, otros porque no han aprovechado su oportunidad y también a los que una cesión les vendrá bien para que puedan seguir formándose y, por qué no, regresar en un futuro después de una experiencia adquirida en otro club. Normalmente, las despedidas traen consigo cambios. Las circunstancias lo piden y parece que las ventanas se abren y entra aire fresco. Si ayer decía que «quizás había llegado el momento de refrescar el vestuario», hoy tengo que reafirmarme en ello. La masa social espera cambios y parece que algunos se van a realizar. No sabremos si serán los suficientes como para que la temporada que viene sea diferente hasta que estemos en el desarrollo de la misma, pero es evidente que el club está buscando soluciones. Otra cosa -muy diferente- será acertar con ellas.

Unas vendrán con fichajes, algunos de ellos ya confirmados y otros, de momento, solamente deseados. Otras con chavales del Bilbao Athletic que están pidiendo paso y merecen una oportunidad, por lo menos de realizar la pretemporada con el primer equipo. Es en ese momento donde cada uno tiene que ganarse el puesto y el nuevo entrenador poder decidir si merecen tener continuidad y quedarse en la plantilla.

Tanto los jugadores como el cuadro técnico han sufrido, pero no olvidemos que, mientras que unos son profesionales, el sufrimiento de los socios y aficionados es mucho más emocional. Y siendo el motor del club es importante que vuelvan a cargar las pilas con nuevas ilusiones para la temporada que viene. No nos olvidemos que cuando cualquier jugador se marcha voluntariamente, por mucho que duela, en un futuro y si le viene bien al club hay que dejar la puerta abierta para volver. También cuando a otros no les han salido bien las cosas y el club decide prescindir de sus servicios pueden evolucionar y en un futuro volver a ser interesantes para el club. Hoy, siendo un día con despedidas, hay que medir cómo se hacen. El Athletic es diferente y tiene que seguir mostrándose diferente.

Hay que tenerlo en cuenta cuando el árbitro pite el final del partido. Para bien o para mal, los resultados son colectivos y todos forman parte de una temporada con resultados por debajo del nivel y categoría que se supone tiene esta plantilla. Y enseguida cambiar el chip. El Bilbao Athletic juega a continuación en San Mames y lograr un resultado favorable es muy importante para poder seguir avanzando y conseguir el ascenso a la división de plata. Sería muy bonito, agradable y de gran ayuda para los chavales que se quede el mayor número posible de espectadores para animarles en esta aventura que, de conseguirla, sería muy positiva para su propio crecimiento y, por supuesto, también el del club.