martes, 11 de abril de 2017

Otra leyenda en San Mamés

Artículo publicado por Arkaitz Aramendia en el diario Deia el 11/04/2017

El mítico guardameta alemán Sepp Maier recibirá el viernes el tercer One Club Man Award del Athletic


Matthew Le Tissier, fabuloso jugador del Southampton entre 1986 y 2002; Paolo Maldini, brillante central del Milan entre 1984 y 2009; y este viernes, durante el descanso del partido entre el Athletic y la Unión Deportiva Las Palmas, Sepp Maier, legendario guardameta del Bayern Múnich entre 1962 y 1980. El alemán, uno de los pocos futbolistas que pueden presumir de haberlo ganado todo vestido de corto, ha sido el elegido por el club rojiblanco para recibir el tercer One Club Man Award en persona en San Mamés. El galardón, destinado a premiar la trayectoria de ilustres exjugadores que desarrollaron su carrera en un único club, lo recibirá este año un inolvidable portero que no defendió otro escudo que no fuera el del Bayern Múnich, donde dejó una huella imborrable durante dieciocho años.

Fue una época de innumerables éxitos para Maier, considerado entonces el mejor guardameta del mundo por su buen hacer en el poderoso equipo alemán, así como en la selección germana, con la que ganó una Eurocopa (1972) y un Mundial (1974), imponiéndose en la final a la inmortal Holanda liderada por Johan Cruyff. A tamaños logros hay que sumar también tres Copas de Europa (1974, 1975 y 1976), cuatro Bundesligas (1969, 1972, 1973 y 1974), cuatro Copas de Alemania (1966, 1967, 1969 y 1971), una Recopa (1967) y una Copa Intercontinental, en 1976.

Su largo listado de conquistas no hacen sino reflejar el tremendo impacto de su figura a nivel internacional. Apodado El gato por su extraordinaria agilidad bajo los palos, Maier sumó también sendos subcampeonatos del mundo (1966) y Europa (1976) con Alemania, país en el que su legado es respetado y admirado a partes iguales hasta el punto de ser considerado el portero más laureado en la historia del fútbol teutón. Nacido el 28 de febrero de 1944 en Metten, Maier se formó desde los 14 años en las categorías inferiores del Bayern, donde ingresó en 1958 tras dar sus primeros pasos en el equipo de su localidad, el TSV Haar. Durante una década, entre 1966 y 1977 hizo méritos suficientes para ser reconocido como el mejor arquero del mundo, siendo galardonado hasta en tres ocasiones como mejor jugador alemán del año, premio entregado por regla general a jugadores de campo y no a porteros. Esa ley no escrita la tiró abajo en 1975, 1977 y 1978 el incombustible Maier, que fue 95 veces internacional con su país y que a día de hoy aún ostenta un récord personal al haber disputado 442 partidos consecutivos en la Bundesliga.

Pieza clave de un Bayern que contaba también con mitos como Franz Beckenbauer o Gerd Torpedo Müller, el brillante portero germano, que compartió época con José Ángel Iribar, fue elegido cuarto mejor cancerbero del siglo XX por detrás de Yashin, Banks y Zoff. Capitán de su equipo durante dos cursos, Maier se encuentra en el once ideal histórico del Bayern, donde tuvo que poner el punto final a su carrera a los 35 años debido a un accidente de coche en julio de 1979. Tras no perderse ningún partido con su club durante diez gloriosos años, tuvo que abandonar la práctica deportiva para convertirse en entrenador de porteros del Bayern y Alemania, siendo el mentor y más firme defensor de Oliver Kahn, con quien nunca faltaron las comparaciones por el imponente carácter y la consumada destreza de ambos en la portería.

Jugó en el viejo San Mamés

Maier, retirado desde 2008, también pasó a la historia por ser el guardameta que encajó el histórico penalti de Panenka en la final de la Eurocopa que midió a Alemania y Checoslovaquia en 1976. El lanzamiento decisivo, en la tanda desde los once metros, lo transformó Antonin Panenka con un toque sutil por el centro de la portería que sorprendió a Maier, que pisará este viernes el césped del nuevo San Mamés. La vieja Catedral la visitó en 1973 y 1974 con el Bayern Múnich, venciendo al Athletic (1-2) y perdiendo ante el Feyenoord en partidos amistosos.