martes, 8 de noviembre de 2016

Domador de leones

Artículo publicado por Asier y Javier en el periodico Bilbao, noviembre 2016

A sus 66 años, Javier Clemente conserva cara de adolescente travieso. De chaval zurdo y rubio capaz de esconderle las tizas de la pizarra a un Hermano de la Salle, de aquellos del Colegio El Carmen de Barakaldo. Quien dice a un Hermano de La Salle, dice al presidente de la federación de fútbol de Serbia o Camerún. Acaba de dejar de ser seleccionador de Libia y piensa en nuevas aventuras futbolísticas que le lleven de África a Oriente. Hizo campeones a los leones del Athletic, se puso al mando de los leones indomables de Camerún, triunfó con los leones del desierto Libio y sueña con leones chinos. Así es Clemente


Caricatura de Asier y Javier

Clemente en estado puro. Recién llegado de Libia. Un país dividido por una guerra civil que no es sino el síntoma de una crisis mundial y al que en 2014 condujo a la conquista de su primer título: el Campeonato Africano de Naciones. Pero el fútbol se desarrolla en una amnesia permanente y hace unos días que la federación Libia y el técnico vizcaino partieron peras. “Ahora me dedico a descansar un poco, ver fútbol, quedar con los amigos, comer con ellos, jugar al golf, ir al monte, pasear. Pero no pienso jubilarme de los banquillos. De eso te jubilan cuando no te llaman”, explica.

Valora algún proyecto en China o los emiratos árabes. “Aquí es difícil que cuenten conmigo. No soy un técnico de caché bajo. Y los grandes piensan en otro estilo de entrenador. Hay chicos jóvenes”, apunta. Acumula más de medio millar de partidos dirigidos en primera división. Ha pasado por el vestuario del Atlético de Madrid, Tenerife, Real Sociedad, Betis, Sporting de Gijón, Murcia y Espanyol, sin contar sus tres etapas en el Athletic. A este prolífico currículum es preciso sumar al Olympique de Marsella y las selecciones de España, Serbia, Camerún y Libia. Casi nada.

Buen cocinero

Por eso se maneja bien entre pucheros. “Me gusta cocinar. Son un montón de años viajando solo. Cuando trabajamos fuera, yo me encargo de la cocina y los compañeros de mi equipo técnico recogen la mesa y lo demás. Además, me gusta mucho la vida de txoko”, confiesa.

Desde que empezó a viajar, el fútbol ha evolucionado mucho. “Radicalmente, son once contra once y hay que meter el balón en la portería. Lo demás ha cambiado todo. La competición no se parece en nada a cuando yo debuté”, dice un Javier Clemente que vistió como jugador rojiblanco entre 1968 y 1969, aunque no se despidió del pantalón corto hasta 1975, cinco años y otras tantas operaciones después de que una desafortunada lesión le impidiera seguir gambeteando en la media punta del Athletic.

Inmediatamente se puso al mando de un vestuario, el del Arenas. Pasó por los del Basconia y el Bilbao Athletic, hasta que en 1981 sustituyó a Iñaki Sáez al frente del primer equipo. “El Athletic de ahora solo es similar a aquél cuando va perdiendo en casa; cuando juega con prisas y prioriza la pelea, la fuerza y la velocidad al toque”, señala un Clemente que advierte que no es una locura que el histórico club de Bilbao descienda a segunda. “Se puede bajar, sí. Hay que andar con cuidado. Es necesario desarrollar un tipo de juego propio, diferente al del resto, en el que seamos los mejores”, sugiere. El público de San Mamés, aunque “menos agresivo”, le sigue pareciendo “fantástico”.

El arco de San Mamés

Con San Mamés Berria se muestra menos cariñoso que con la afición. “El estadio es muy bonito, una chulada. Más moderno que el viejo, más seguro, con más puertas. Pero en el antiguo yo no me mojé nunca. Y mi localidad es más incómoda que la de antes. Otra cosa que no entiendo es lo de quitar el arco. Es un símbolo, todo el mundo del fútbol reconocía San Mamés por el arco. Formaba parte de la identidad del club y lo eliminan”.
Clemente permanece fiel a sí mismo. Con su propio arco, ajeno a lo políticamente correcto. Dice lo que piensa. No hay espacio en su campo de juego para lo políticamente correcto. Nada de diplomacia vaticana. Contra lo que se podía sospechar de un defensor de los clubs de cantera como él, defiende que “es bueno para el fútbol que surjan grandes estrellas globales como Cristiano o Messi. Pero que firmen contratos de cien millones o que ganen quince millones al año es una monstruosidad. Algo desorbitado”.

En la foto de su perfil de WhatsApp aparece rodeado por sus nietas y nietos. Un abuelo satisfecho. “He logrado mis objetivos profesionales: mi ilusión era jugar en el Athletic y lo conseguí; quise ser su entrenador y lo logré; quise hacerle campeón y salió la gabarra”.

Un abuelo que mantiene la mirada traviesa del chaval de Barakaldo que sale a la plaza con la pelota bajo el brazo. Y ahora sueña con China.


“El tiki-taka puede acabar con el Athletic”

Javier Clemente está convencido de que los leones deben desarrollar su propio estilo de fútbol. No solo para poder optar a títulos, sino para mantenerse en primera división. “El Athletic está tendiendo al tiki-taka; a Amorrortu le gusta eso, a Bielsa le trajeron para eso y Valverde practica eso”, expone.

“Y el tiki-taka puede matar al Athletic. Por ese camino no tenemos mucho porvenir. Hay otros clubs que hacen esa propuesta y que pueden elegir los mejores entre millones de jugadores de todo el mundo. Nosotros, no. En el tiki-taka siempre serán mejores otros. En cambio, con nuestro fútbol, incluso se podría hacer frente a esos equipos poderosos y ganar”, pronostica el ex seleccionador. Olvidando el tiki-taka y apostando por “la velocidad, la agresividad, el choque”.

Para Clemente, la clave del Athletic “es la cantera de Bizkaia. Hace unos años no había un solo futbolista de Bizkaia en el primer equipo. Ahora están saliendo algunos. Eso es importante. Pero ojo con el tiki-taka, que nos puede llevar a segunda”, advierte ‘El Rubio de Barakaldo’.